“Que se acabe Colombia: La de Colón y sus conquistadores y herederos”

A quienes han decidido a consciencia
poner el cuerpo frente al orden de la ganancia,
el precio, la mentira y el terror.
Porque necesitamos ayudarnos y exigirnos

Y saber que no sabemos
para poder seguir de pie

Fuente de la imagen: Medios Libres Cali

26 días de paro nacional. Imagino que somos Muchxs quienes nos sentimos en ascuas mientras pasan los días. Si había quienes tuvieran dudas del carácter perverso y tramposo, del juego sucio del gobierno y del régimen colombianos, ya estas dudas deberían haber desaparecido ante la forma en que vienen exhibiéndose en todo su juego. Jugar sucio y que se sepa no equivale a perder y eso hay que reconocerlo y asumirlo con toda firmeza. Colombia es una manifestación de la manera en la que el juego sucio, el engaño, la trampa, se mantienen y se perpetúan…ganan. Hay quienes aún desde su solidaridad, pronuncian sin temor frases reiteradas como esa de que: “Colombia es una sociedad muy violenta” y entonces ese “carácter nacional” de “Colombia” anticipa y se confirma cuando el terror y las masacres se perpetúan. En otras palabras, es que “ellxs” o “ese país” son así. Gracias, pero no gracias. No le ayuden al juego sucio y al terror con actores y nombres propios, a un orden asesino perpetuado y siempre en proceso de consolidarse, encubriéndolo de manera acrítica que resulta irresponsable y cómplice, aunque esa no sea la intención. Colombia no es violenta ni es de esperarse que por eso haya masacres, terror, y atrocidades. Colombia, el estado, la entidad territorial inventada para el despojo y la acumulación de unos pocos articulada al orden mundial, es una entidad que requiere, desde el mismo nombre absurdo que nos impusieron, del terror y de la violencia para mantenerse y perpetuarse. En otras palabras, lejos de afirmar que es un país violento y pasar a los datos y a los hechos y análisis, debemos exigirnos y exigirles que se detengan justamente allí: esa violencia que se atribuye a Colombia y a lxs colombianos, ¿a quienes conviene, quienes la utilizan, a quienes afecta, destruye, maltrata? ¿Quienes desde fuera y dentro la respaldan? ¿Cómo se estructuró y dinamiza un estado permanente de violencia? y ¿de qué manera se naturaliza dentro y fuera para que pueda mantenerse un estado de cosas sangriento? Acá hay una normalización que es inherente al régimen y de la que se sirve. Una especie de estado de excepción que define y hace reconocible y por ello aceptable una característica: son violentos. Allá se matan más que en otras partes. A quienes así nos perciben y nos presentan, acá, de pie, en paro, va una exigencia, un reclamo para que se examinen ante el espejo de nuestro horror y se corrijan con valor y de manera explícita. No somos violentos: NOS ESTÁN MATANDO. Aquí y ahora y desde hace tiempo y esperan que ustedes, que todas y todos, que nosotrxs, lo aceptemos como un fenómeno natural. ¿Dónde estamos? En tiempo real. Pueblos en Camino

Nosotrxs nos movilizamos y marchamos con el dolor a cuestas, sintiéndolo, cuando desaparecieron 43 estudiantes la noche de Iguala en Guerrero, México. Pues bueno, van más de 550 personas, en su mayoría jóvenes como las y los normalistas desaparecidos en estos 24 días de paro. En Colombia, durante las décadas de guerra fueron desaparecidxs tres veces más personas que en todas las dictaduras del Cono Sur combinadas…pero es que en Colombia son violentos. Sólo en Cali van 201 desaparecidxs (iban hasta ayer, ya serán más y con subregistros). Seguramente serán más de 50 personas asesinadas, casi treinta mujeres que se han atrevido a denunciar o se han recabado evidencias de violaciones desde el comienzo del paro (quién sabe cuantas más no hablan en medio del terror y la vergüenza). Se suma al terror de siglos, al orden de la masacre y de la infamia que siempre ha estado allí en manos de unos pocos y para beneficio de muchos mas. El estado colombiano es atroz, es violento, es asesino, es una entidad criminal ahora mismo y siempre y solo así ha sido capaz de mantenerse. Ahora, como siempre, hay testimonios, testigxs, evidencias, documentación incuestionable, contundente. Cuando se ve a unos jóvenes sentados en el piso entre anaqueles de almacenes transnacionales de cadena que sirven de centros de detención “ilegal” y se sabe que son torturados por los policías que los someten (también en las fotos) y los desaparecen: Cuando se observa a policías golpeando brutalmente entre muchos a un joven y luego de dejarlo tirado regresan en una moto y le disparan inerme, impotente en el suelo, cuando entre varios jalan a una y otra y otra y tantas niñas y mujeres, les bajan los pantalones o les suben las faldas, las manosean, les gritan cochinadas aterradoras y perversas y proceden a abusarlas, cuando matan a tiros en masacre a una mujer sola que va para su casa en Cali o a decenas que resisten…cuando hay tanto documentado, conocido, cometido y cuando coincide con las ordenes del Matarife, que coinciden con las del Presidente que coinciden con las de sus congresistas (Paloma y Cabal), que coinciden con las de los dirigentes de gremios que lloran por pollitos y exigen a masacres de jóvenes, indios, negras y negros, que coinciden con las de mandos policiales y militares, que coinciden con las del Ministro de Defensa…cuando los noticieros muestran vándalos destruyendo y golpeando pero esconden editando el video que los muestra saliendo de las estaciones de policía y recibiendo las armas de militares y paramilitares…cuando las élites se han entrenado y armado y han entrenado y armado funcionarios del terror que disparan y matan con la protección de la policía, en fin, cuando ya hasta la saciedad y la náusea gobernantes, funcionarios, medios, militares, policías, cómplices civiles y otros racistas, desde su odio a los pobres y a lxs negrxs y a lxs indixs y a quienes exigen respeto a sus derechos…¡atrevidos!…cuando se sabe y se vuelve a saber que este estado es un aparato de terror y tiene funcionarios a sueldo y socios para el terror que mantiene sus beneficios, cuando…

Comunidad denuncia abuso policial a jóvenes del oriente de Cali – Paro Nacional

Cuando en todas partes, todas y todos saben y se sabe que NOS ESTÁN MATANDO y sometiendo a fuerza de terror, se concluye: “presuntos abusos de la fuerza pública” en un país, Colombia que se caracteriza porque “hay mucha violencia”. Se solicita una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos…la solicitan de manera masiva organizaciones y colectivos de derechos humanos con una cantidad aterradora de evidencia. No hay nada presunto, pero así son los trámites. Ahora, una semana después de que la CIDH solicitara la visita basada en la evidencia y las pruebas (vienen a visitar para determinar si es verdad lo que es cierto y para recomendar al gobierno asesino que deje de matar y con el compromiso de asumir que el gobierno también es víctima, no sólo las víctimas del gobierno, para que se sepa que son imparciales), el gobierno no ha respondido y la CIDH sigue esperando, mientras el régimen sigue matando y mintiendo. Si viene la visita recomienda acciones al gobierno al que amenaza con perder prestigio ante la comunidad internacional si no cumple de “buena fe”. Eso sería un descrédito (tanto no aceptar la visita como no cumplir con las recomendaciones) y Colombia quedaría en el lugar de Venezuela o de Nicaragua en el peor de los casos. Pero Colombia siempre ha cumplido de “buena fe” con las recomendaciones de la CIDH y por eso, entre otras manifestaciones de “buena fe” en el “concierto de las naciones”, Colombia merece el respeto de la “comunidad internacional”. Impecables, los diplomáticos de la delegación colombiana actúan un guion perfecto. El país de mostrar es coherente en el discurso. Frente a la Corte Interamericana hay que reconocer con humildad los abusos de algunas manzanas podridas, comprometerse a investigar, solicitar el apoyo de entidades internacionales y a veces, mucho tiempo después y sin que pare la matanza, la masacre, el terror, eje y esencia del estado, pagan por el terror y hasta piden perdón de manera pública, de mala gana, tarde y mintiendo. ¡Ah! Y pagamos nosotras y nosotros, porque la remuneración millonaria por las masacres que tarde y mal se esclarecen procede de recursos públicos, es decir, de lo que nos han sacado en impuestos y deudas y robos. Como supimos que dijo un mando militar hace años cuando iba a proceder contra una Minga: “Si los mato de frente no pago, pero si les doy por detrás los pago”. Se evita en lo posible el trámite con la CIDH, se niega más allá de lo imaginable y contra toda prueba, se reduce la responsabilidad a unas manzanas podridas, se reduce al mínimo el reconocimiento y la compensación, se ejecutan (si es que se ejecutan) tarde y mal y todo esto lo pagan las mismas víctimas. Aún cuando son una y otra vez condenados por estas instancias luego de tanto esfuerzo y recovecos, el régimen se fortalece, la credibilidad por el actuar “de buena fe” los legitima y el “estado de derecho” se mantiene en el “concierto de las naciones” impecable. Los violentos somos los colombianos. Eso se sabe.

Mientras tanto, hasta Biden, quien, en el pasado, según se documenta en un video, defendió a Israel a ultranza y aseveró que “si no existiera un Israel en el Medio Oriente, tendríamos que crearla”, el mismo Biden llama al cese al fuego entre las partes (Hamas e Israel) como si fuera un mediador entre gente que se pelea y no un juez y parte en una invasión y despojo criminal. Pero se pronuncia, se ve obligado a reaccionar, a exigir, a ofrecer buenos oficios, a aparentar. Frente a Colombia y la masacre reconocida desde el régimen, no de estos 26 días sino de siempre, no dice nada, porque todo este terror, este régimen le conviene. Sin el respaldo de los EEUU, su orientación y para el beneficio de quienes allí detentan el poder económico y militar global, Colombia no estaría como está en el “concierto de las naciones” como un estado democrático cuya estabilidad hay que defender y defienden. La mentira y el engaño que perfuman el orden de sangre, terror y hambre, son posibles porque los grandes poderes se benefician y porque, como todxs sabemos y con otro perfume encubren, son esos beneficiarios globales y poderosos quienes financian, entrenan, arman, ordenan y encubren al régimen asesino y sus ejércitos legales e ilegales. Con la cara lavada, otro tanto hace Europa donde hay quienes se atreven a exigir respaldo para el régimen asesino de Colombia. Si finalmente un Grupo Independiente de Expertos Internacionales Interdisciplinarios (GIEI) como el que actuó en México (Ayotzinapa) y Nicaragua se convocara para Colombia (ojalá), ya será tarde para tantas y tantos hasta hoy acorralados por la violencia y la mentira y el logro sería “desescalar” la violencia (con lo cual se culpa a las dos partes confrontadas por igual cuando acá hay un solo agresor, victimario, violador, asesino, genocida…el estado) para “restablecer” el orden legal y democrático (que nunca ha existido) y devolver la armonía al “concierto de las naciones”. Aún si nos va bien y estas instancias develan verdades, tal como son las cosas, todo esto terminaría fortaleciendo el régimen, el estado que no sólo masacra sino que nos empuja a las calles para librarnos de todas sus políticas y acciones de fuerza o no, que son terror, violencia, despojo y destrucción. La visita de la CIDH, un GIEI, son bienvenidos para develar de nuevo la verdad que ya conocemos. Pero estamos hartxs de que la verdad que se sabe y sangra tenga que ser aprobada desde el orden colonial por expertos. Las madres de las víctimas no necesitan expertos y cortes para saber que no han vuelto, que los mataron, que las violaron, que les arrancaron los ojos, que nos matan de hambre, que nos lo niegan todo, que se lo roban todo, que se enriquecen mientras nos explotan y empobrecen y que ese “concierto de las naciones” es el estallido aterrador de balas y bombas, son los jueces de la impunidad y la compra venta y el sistema que nos entretiene obedeciendo como inevitable y necesario el estado del derecho de quienes cada vez tienen más gracias a que nos dejan sin nada.

MARCHA PACIFICA EN NEW YORK MAYO 22/21 👊💪S.O.S COLOMBIA GRAND CENTRAL HASTA CENTRAL PARK

Una aclaración: cuando decimos y gritamos y luchamos para que se acabe ese estado opresor y asesino. Cuando sentenciamos que no podemos decir abajo Duque y negociar con él, Duque chao y reemplazarlo por alguien más en el mismo estado o hacer acuerdos para que nos den algo o por favor no nos masacren más pero que siga todo igual con unas promesas, presupuestos y reformas que les permiten seguir ahí. Cuando decimos que esto tiene que caerse y acabarse para siempre y que, pase lo que pase, ese camino hay que recorrerlo y ese resultado de nuestra liberación del patriarca es lo que tenemos que lograr y ya es tarde, pero nos toca. No es que estemos diciendo que se vayan con lo que se robaron, ni que lo que hay allí de recursos públicos se queda allá, ni que lo que deben y nos deben no lo paguen. Al contrario. Estamos diciendo que lo que se recoge y roban y malgastan y gastan en terror es nuestro, nos lo deben y vamos por eso de ahora y de siempre porque lo necesitamos y lo merecemos. Que lo que no se gaste más en fuerza pública y lo que han gastado nos sirve. Que lo que han robado para matarnos con el Sistema De Salud de muerte, es nuestro y ¡así todo! Que además tenemos que aprender a hacer políticas públicas desde las comunidades, los barrios, los pueblos y administrar los recursos sin robar como es costumbre y norma. Que la seguridad no puede quedar en una fuerza especializada, de oficio que tenga precio, sino que debe rotarse y someterse a las comunidades de las que sale, en las que habita y a las que se debe. Que esas fuerzas de seguridad nuestras, de los pueblos, no nos mandan, nos cuidan y son vigiladas por nosotrxs y así sobran recursos para lo que nos falta y desde la Guardia Indígena y las primeras líneas y tantas otras maneras, la podemos poner a andar. Que, en síntesis, no decimos que debe acabarse el régimen colonial, mafioso y asesino para que se queden con lo que nos deben sino para que recuperemos lo que es nuestro y empiecen a pagar lo que deben los que deben. Así, la reforma tributaria, las condenas de la Corte, no se pagan de los recursos que nos han arrancado a fuerza de terror, sino que los pagan quienes los deben y mientras no paguen no descansan, como no nos han dejado descansar un instante explotándonos, sometiéndonos y endeudándonos. Eso, si Colombia es violenta, pues que se acabe Colombia, la de Colón y los conquistadores y sus herederos y que, por fin, al romper el decreto de los tributos para el abuso emulemos a Manuela Beltrán, pero no sigamos gritando como ella ¡Viva el Rey! Porque con Rey no hay libertad. Uno no puede arrodillarse y negociar el sometimiento a nombre de la libertad. O mejor, no podemos seguir haciéndolo.

«#SosColombia, #SosCali, #SosCalipso, Se registran las primeras fotografías de cómo operaria el centro de detención ilegal y tortura del Éxito de Calipso, otras personas señalan que se trata de la cadena de almacenes Justo y Bueno. #DuquePareLaMasacre.»
«Donaciones de Éxito-empresa privada a la institución de la policía»

El gobierno actual de este régimen está dilatando, demorando, postergando, por un lado, para cansarnos y desgastarnos como lo ha hecho siempre. Mientras demora y miente presentándose como víctima y anunciando sanciones a algunos si se llega a comprobar lo que está probado, escala la masacre y la propaganda global. Cuenta con las contrapartes que lo respaldan abiertamente y las que hacen silencio para que acabe de hacer el trabajo sucio que nos devuelva a la normalidad del terror y del hambre (que será todavía peor; la cacería de brujas se incrementará esperando otra visita de la CIDH etc.). Es que acá hay que señalar la complicidad ineludible de gobiernos, estados, transnacionales, grupos económicos del mundo entero en el espectro de lo social-demócrata al neo-fascismo. Acá lo que determina la complicidad y apoyo a la masacre es que están ganando mucho dinero y accediendo a riquezas con este régimen y es por ello que ha existido y se mantiene. Todo el mundo todo el tiempo ha sabido que Colombia es un régimen asesino, explotador enmascarado y perfumado de democracia. Lo saben y ganan. Ganan y lo promueven. El país de las mineras, de las bananeras, de las petroleras, del agro-negocio, de las hidroeléctricas, del turismo corporativo, de la deforestación, de la guerra permanente, es una bolsa sin fondo ni límite para ganancias incontables. Es su país. Su régimen. No basta ni podemos liberarnos del estado y alcanzar la libertad sin que estos patrones de lejos y de fuera paguen y se vayan ¿Imposible? ¡No! Lo que es imposible es seguir acá en Colombia y en todas partes bajo su yugo y control. Son las calificadoras de riesgo del régimen financiero y bancario global las que exigen la reforma tributaria y se benefician de ella y así todos los sectores y todos los poderes globales. Hay que decirlo de una vez: ninguno de estos podría funcionar si no contara con su clientela nacional institucional estatal o no y de tantos y todos los sectores que viven y ganan mercantilizándolo todo, aún el terror y el abuso. Todo esto salta a la vista ahora que estamos de pie y en paro para pensar y decidir. Si no nos decimos verdades terminamos luchando para que ganen ellos y que nos tiren una presita para seguir en lo mismo. No hay servidumbre sin siervxs. Esa es la condición a la que quieren que regresemos.

Victor Patiño salió en la mañana del #22M de su casa en Pereira y no ha regresado. «La familia desconoce su paradero y su madre está muy angustiada porque Victor Patiño había tenido un lío con la policía y después de la marcha no ha vuelto a saber de su hijo» Exigimos aparición con vida. Exigimos que los más de 500 desaparecidos aparezcan sanos y salvos.

Pero hay que decir algo más hoy, acercándonos a un mes de paro: hay que decir que a pesar de ser millones de pie, más que nunca antes, todas y todos estamos viendo como el paro se va confinando o intentan hacerlo, a unas áreas y sectores aislados. El paro se incorpora como espectáculo y anomalía dentro de la normalidad de la economía, el consumo, el entretenimiento. Hay que señalar lo que vemos en muchas ciudades y regiones del país: mientras cada vez más gente lucha, se sostiene, es brutalizada, negada, perseguida, atacada, hay un enorme sector del país que mira de fuera y de lejos. Que siguen con lo suyo sin decir nada o manifestándose de palabra a favor o en contra (muchas veces no importa) mientras continúan con y en lo suyo. Paro o no, la normalidad persiste y la maquinaria se mueve. A esta masa le hablan los medios de propaganda, los políticos, sus patrones. Se deben a sus rutinas y a sus derechos, o no se ven involucradxs y entonces esperan a ver qué pasa. Según para donde vaya la cosa verán si se definen o lo que haya que hacer. Están, si acaso, calculando. La normalidad es una mentalidad con una capacidad y una fuerza enorme que rige la permanencia, la costumbre la cultura de conseguir lo mío y garantizar el bienestar de mi familia ¿Cuántos somos quienes en Colombia hoy pero también en todo el mundo, ante la inminente catástrofe ambiental, ante el despojo, la incertidumbre, el terror, el engaño, etcétera? ¿cuántos quienes hemos sido reclutadxs con éxito para tomar distancia, hacer lo que nos toca y seguir en lo mismo? La resistencia tiene un himno: Bella Ciao. Ante el nazi-fascismo, ese canto de fuerza empieza diciendo “he despertado”. El mayor logro del régimen ha sido impedirnos despertar y hacernos creer que esta rutina es nuestra vigilia. El mayor logro del paro ha sido que despertemos muchas y muchos más, sobre todo quienes ya han sido condenadxs al desprecio como desechables en barriadas y campos de miseria. El resultado de este paro y de nuestra lucha digna depende de que podamos derrotar la máquina que nos anestesia y entretiene. La que nos compra y nos paga o nos hace rogar por una limosna. La que ocupa el territorio de nuestros cuerpos, de nuestros imaginarios, de nuestras relaciones de complicidad y transacciones y los espacios físicos de este país. El paro es un llamado, acá y ahora a no aplazar más nuestro despertar y resistir transformando en fiesta esta pesadilla enmascarada y perfumada. A 26 días de paro, como decía el cartelito en Dos Quebradas: “Tengo miedo de que esto se acabe y todo siga igual”. Porque igual es siempre peor para que ya no podamos hacer nada.

La tiene clara está profe!!!
https://www.facebook.com/edwin.m.guerra/videos/10158153737252843

Por último, de nuevo Clinton: “Es la economía, estúpido”. Sedat Peker es un narco. Un narco muy poderoso, turco y está hablando. Ha dicho en 7-8 videos en turco cosas sobre el tráfico de cocaína. El presupuesto de Turquía es de unos 400 mil millones de dólares al año. Pues se mueven 500 mil millones de dólares y más al año con el tráfico de cocaína en Turquía. Que la cocaína es barata en Europa (45 mil dólares la libra) mientras que se vende por el doble en el Medio oriente. Que todo este dinero entra libremente a la economía turca que es un lavadero de recursos del narco. Sabíamos ya que la misma libra de cocaína vale 20 mil dólares en EEUU y que vale hasta 200 mil dólares en Australia y Nueva Zelanda. Sabemos que más del 40% de la cocaína producida se consume en Europa, Medio Oriente, Oceanía, África y Sur América. Sin duda, es más lucrativo el mercado de ese 40% que el del 60% y si no lo controlan y se benefician de este los sectores financieros y económicos de EEUU, están perdiendo y necesitan ajustarlo a sangre y fuego a nombre de la guerra contra el narcotráfico. Sabemos que el 92% de la cocaína que se produce en el mundo sale de Colombia (mejor dicho, toda). O sea que las ganancias de este negocio tienen por fuerza que volver a Colombia: por si no sabían, un país en paro bajo un régimen asesino, corrupto y protegido. Conclusiones obvias: el orden mafioso global depende en gran medida de este sector, de este renglón de la economía que involucra y teje a los sectores económicos más poderosos, a gobiernos (y tiranías) como la de Turquía y la de Colombia, pero también a Brasil, a Venezuela, México, Honduras, Guatemala…a Rusia (Laskia, el puerto Ruso por el que llega la cocaína al Medio Oriente), a cualquiera. Sabemos, o deberíamos saber que el régimen de Colombia es un régimen necesariamente narco-militar-paramilitar articulado a políticas fascistas neoliberales y organizado bajo una cultura mafiosa. Tenemos que saber todo esto porque la cantidad de dinero, ganancias y poder que todo esto mueve y articula necesariamente lo explica todo o casi todo lo que pasa y hay que encubrir desde Colombia en el “concierto de las naciones”. Ese es el “concierto de las naciones” al que Colombia pertenece como Estado de Derecho. Esa la ciudadanía que Duque-Uribe y sus cómplices transnacionales protegen. Ese más los demás renglones: extractivismos, agro-negocios, etcétera. El orden mafioso global necesita tiranías y se auto-financia. La mentalidad de la acumulación de ganancias permite y promueve un Matarife dueño de tierras, amigo de gobernantes, banqueros, CEOs de corporaciones. Tiene su aparato de propaganda que nada de esto expone jamás. Nos están sometiendo a un orden mafioso-fascista summum y clímax del capitalismo, pero mucho peor, enmascarado de estados de derecho, comunidad internacional y regímenes legales. Mientras acusan a Gustavo Petro de ser quien provocó el paro, sabiendo que es falso para desatar más terror y desviar la atención de causas justas y del riesgo de la dignidad colectiva y el fin del estado, es hora pasada de reconocer que no nos vamos a liberar del poder explotador y atroz bajo el mismo y que ese desafío nos impone desde Colombia lo que supieron Cristina Bautista, Edwin Dagua, Sandra Liliana Peña Chocué, guardias indígenas, la lucha zapatista, la revolución de las mujeres en Rojava, el pueblo Mapuche y tantas, tantos desconocidxs: que cambiar de mentalidad y liberarnos del patriarca-mercado que nos habita no es una opción, es una necesidad que no quieren y hasta ahora consiguen impedir que reconozcamos. Si uno no tiene precio y puede vivir con dignidad, el patriarca habrá muerto y tendremos futuro para sacar del olvido y habitar aquí y ahora nuestras memorias y alegrías.

El vallenato del paro. Colombia resistencia.

Emmanuel Rozental
Pueblos en Camino
23 de mayo de 2021
Día 26 del Paro Nacional

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