«Tengo miedo que cuando esto acabe todo siga igual» Gracias a esa compita en la marcha con su cartelito

“¡No, no nos representa 
este gobierno sinvergüenza!”
Canto de la Barra Brava del Nacional en la marcha de Pereira
Mayo 12 de 2021

El paro que anuncia un nuevo poder…o sea que por fin podamos. Que finalmente se puede. Que podemos, que tenemos que poder. Miren bien en la calle y en las marchas entre 15 millones de colombianas y colombianos panitas…ya estamos pudiendo.  

Mientras el nuevo ministro de hacienda declara con suavidad y calma que está preocupado por lo que le cuesta al país el paro y nos llama al diálogo y a sacar adelante este país entre todos, no nos informa cuánto le cuesta al país cada día la policía, las fuerzas armadas y el terror. Si está preocupado y quiere que saquemos este país adelante entre todos, deje de gastar en matar y reprimir ¿Cuánto cuesta ministro el aparato que lanza muchas bombas de gas lacrimógeno, la venom (veneno) que exhibieron y usaron ayer en Popayán? Qué pereza tener que estar señalando lo obvio todo el tiempo. La verdad no es lo que sucede, lo que ustedes han hecho, la miseria y la muerte que provocan y que nos sacó a la calle. La verdad es esa farsa que inventan ¿Dónde están los más de 500 desaparecidos? 

Ladrones, asesinos, mentirosos y propietarios de la producción de una verdad fabricada que se enfrenta hoy a la otra, la que ustedes han generado para su beneficio. La de las insurrecciones. Están organizándose para matar a quienes no aceptan y se siguen, nos seguimos sometiendo. Eso es todo. Un aparato articulado de poder económico, medios, élites y maquinarias de guerra. Una mafia fascista que se auto denomina gente decente. 

El desafío no es convencerlos. Tampoco lograr que cedan y se sienten a conversar o a negociar. No lo es que retiren unas reformas y proyectos de ley y nisiquera que accedieran a reformar la policía o el ejército. No es que llamen a elecciones para que otros tal vez ganen con otro discurso y otras promesas o compromisos o convicciones y entren a ser gobernados y beneficiarse desde el gobierno de un estado cuya función es garantizar el orden de la acumulación para élites y las ganancias para el capitalismo. No habrá verdad verdadera bajo el orden estatal, bajo el régimen, porque su función es fabricarla, distorsionarla, imponer mentiras y engañar. La palabra falsa que miente la realidad para generar ganancias y proteger las instituciones y la ideología que la ejecuta y reproduce y la fuerza violenta integral que la sostiene es el estado. 

No hay que conseguir un lugar allá adentro ni basta con conseguir que nos den algo o que devuelvan un poco. De nada sirve el reiterado “quítate tu pa´poneme yo”, así el yo sea muy buena gente. No basta, no sirve, no alcanza y además refuerza el orden del despojo que maneja un espectro entre el socialismo o el liberalismo social demócrata que a las buenas mercantiliza la explotación de la vida y la guerra contra la tierra por la vía del consenso y las elecciones y el fascismo genocida también llamado capitalismo salvaje que no necesita consensos sino propaganda, gente armada, una maquinaria de terror y masacrar a quienes le estorben. Es de todo este espectro que debemos librarnos y dejar de girar en péndulo allí adentro.

@annersite

Juntos somos invencibles💪🏻 ##soscolombia ##SpainSupportsCentral&SouthAmerica

♬ Earth Song – Michael Jackson

No es práctico esto que acá señalo, justamente porque lo práctico pertenece al régimen de denominación y despojo. A los fabricantes de la realidad falsa a la que nos vienen sometiendo convencidxs como estamos de que no hay más. Izquierdas y derechas y la gente normal nos reclaman a encontrar salidas prácticas dentro de lo posible. El problema es lo posible. Es que por eso estamos en paro. Es contra eso y por su culpa. Porque ya eso que han impuesto como posible no lo es. Se acabó. Es una utopía impráctica. Una mentira que ha disfrutado de su tiempo y de sus ganancias y siervos y convencidxs. Es inalcanzable lo que prometen y lo que proponen y lo que mandan. Sólo genera más de lo mismo. Todo lo que hacen para corregir el daño que han causado y enfrentar la crisis que provocaron la profundiza más. Podemos seguramente llegar a acuerdos y proteger el orden establecido o pueden aplastarnos sin acuerdos o podemos ganarles las elecciones y restaurar la paz. Todo esto está adentro de lo mismo que ya es impráctico, inviable, fracasado, puro cuento, como la ternura del ministro de hacienda. Ese país que sacamos adelante entre todxs, el que quieren que salvemos gremios, ministros, candidatxs, funcionarios, cómplices, siervos y convencidxs, está allá adentro de la versión de realidad que se hundió. Que no funciona hace tiempo, pero que ahora mismo por su fracaso nos sacó a la calle en Colombia y en Ecuador y en Perú y en Venezuela y en Nicaragua y en Chile y en Bolivia y en todas partes. Bueno, todavía hay mucha gente que descarta eso que digo como imposible. No es para convencer a nadie que se pronuncian estas palabras. Lo único que hacen es señalar allá la realidad que nos grita la verdad que no da más bajo la farsa y el terror. 

Bueno, pero ¿qué hacemos ahora mismo para salir de esta situación? En todo caso empezar por reconocer que este orden, este régimen, esta mentalidad, esta realidad son falsas, fracasaron y no sirven, no funcionan. Si esto es así, pues no se trata de negociar sino de superarlos. Dejarlos atrás. Quitarles el derecho que nunca tuvieron de mandar. Recuperar lo que nunca hemos tenido bajo este orden global-nacional, la autoridad colectiva, los recursos del pueblo, la relación recíproca con la tierra. 

Yo sé que acá no se aborda el cómo. Sería un abuso. Apenas se trata de afirmar lo evidente en la esperanza de que esta botella al mar con este mensaje aporte a lo que de muchas maneras se viene reconociendo y de todas formas nos está convocando. Este orden mata la tierra y sin tierra se acaba la vida. Ese argumento supera con creces estas palabras perdidas y seguramente inútiles. O acabamos con este orden y nos tejemos de vuelta a la tierra, o seguimos en el curso del ministro, del Gobierno, del Capitalismo, del orden mundial y de lo práctico al abismo. No corten el dedo que señala, el problema está en lo que señala. Que no sepamos cómo hacer sin obedecer y negociar con el estado no niega estas verdades, únicamente nos exige aprender y hay de dónde. Basta con no seguir andando, progresando y mirando para arriba. 

Emmanuel Rozental
Pueblos en Camino
13 de mayo de 2021, día de la virgen (todavía)
Día 16 del Paro Nacional