«¡Ha muerto! ¡Ha Muerto!» ¿Para qué nos están masacrando?
La bala persigue la antigua memoria del niño que juega.
Humberto Cárdenas Motta
El poema de Humberto Cárdenas Motta se abre con un grito: ¡Ha muerto! ¡Ha muerto! Es de ortiga la sombra de pan en la mesa. Ahora mismo, no quisiéramos decir más que lo que recoge el poema que compartimos de pie, sólo y entero acá mismo. Estorba el rumbo hacia el niño muerto un texto ubicado frente a masacres y terror. Nos empeñamos en cambiar las preguntas que confunden por la que esclarece y exige. Para eso estas palabras que caminan hacia lo que recoge el poema.
El 13 de febrero de 2009 tras la masacre de lxs Awa en Nariño, otra vez Nariño, hace más de 10 años, durante uno de los gobiernos anteriores de Álvaro Uribe Vélez, siendo su Ministro de Defensa el Nobel de Paz y ex Presidente Juan Manuel Santos, aterrados por esa masacre nos planteamos lo mismo que hoy ante la masacre de Samaniego y el terror en curso. En ese entonces, cuando nos preguntábamos ¿Para qué masacran a los Awa? (ver abajo el texto completo) Decíamos en parte:
“Si ignoramos los fines, el delito atroz aparece como el resultado esperado. No habría intención ulterior a la masacre y al terror. Serían un fin en si mismas. Pero el terror, venga de donde venga, es un medio para alcanzar otros fines.”
Hoy reiteramos lo dicho entonces reconociendo la profundización, extensión y fortalecimiento del mismo régimen. ¿Qué está pasando en este país? Masacre de liderxs sociales. Masacre de Liberadores de la Madre Tierra. Masacre de niños en Llano Verde en Cali, Masacre en Samaniego Nariño, Masacre y Masacre y Masacre en Buenos Aires y Suárez Cauca y así recurrente y sucesivamente por toda Colombia. Frente al terror generalizado se hace ésta pregunta. La respuesta resulta evidente, atroz y fácil de comprender cuando se hace la pregunta adecuada. Es secundario enredarse y que nos enreden y confundan intencionalmente poniendo el énfasis en ¿Quiénes fueron? Para manipular y manipularnos. La pregunta que hay que hacer y responder es ¿PARA QUIENES?, es decir, ¿A QUIENES BENEFICIA MASACRAR y sembrar terror?. Allí la respuesta es evidente y nos saca de una trampa.
Justo hoy lloran familias, amistades, la comunidad y todxs a las nueve víctimas fatales de la masacre cometida anoche en Samaniego, Nariño. Que se suma al desmembramiento de un joven, que se suma al asesinato de dos niños en Leiva. Es evidente que hay un plan de muerte siendo implementado en todo el territorio nacional que afecta más hasta ahora a unas regiones que a otras y que está siendo escalado en este momento. Es evidente que hay rasgos comunes y un modus operandi tanto en las acciones de terror, como en las de propaganda y seguimiento. Terror de oficio por parte de funcionarios del terror. Terror diseñado y funcional a unos beneficiarios.
Este es el mismo proceso que se inició hace siglos…milenios. Un capítulo más en la historia de la infamia. Tiene sus coyunturas y detalles. Hace (siempre) tránsito atroz en el curso que pretende inexorable de los vencedores a fuerza de olvido y sofisticación de la perversidad. El poder del despojo se sirve del terror y, súbditos, nos sometemos al discurso de la insaciable codicia que ordena el rumbo. Impone el curso de ésta historia: «La bala persigue la antigua memoria del niño que juega.» Las coyunturas son sólo formaciones transitorias. Conectores mezquinos de una mediocridad podrida a la siguiente. Obedientes al terror que fomentan para la trampa de su propia repugnante e insignificante existencia. Cargos, retórica, trampas, mentiras, poder, lujos. Todo lo que necesita y de lo que se sirve el camino hacia el poder para las ganancias. Todo lo que ponen al servicio del Estado. La muerte y el olvido, digieren y escupen vidas, territorios, sentidos, belleza, para su insaciable apetito adictivo. Develar en éste contexto su discurso (no sólo palabras), los rostros, los cargos, las mentiras, las masacres de quienes calculan y ordenan disparar…»la bala que persigue la antigua memoria«. Rescatar así, aún del dolor y de la muerte, «la antigua memoria«. Alcanzar -memoria fecunda- la digna sabiduría que nos aclare la mirada y nos dé fuerza, aún cuando sembramos los cuerpos. Ver mucho más acá de los engaños y del terror para reconocerlos, para poder mirar mucho más allá de la Miseria a la que nos reducen y que es espejo de toda su (in)capacidad. Nombrar lo que están haciendo y saber para qué. Descubrirlos, señalarlos, (re)conocerlos para poderlos resistir en nuestros modos y términos. Liberarnos, aún aquí y ahora bajo su yugo y alcanzar la capacidad para dejarlos atrás definitivamente. Están acá. Nos obligan a verlos. Nos exigen poder mirar. Sólo por eso los nombramos para poder seguir, sembrar, cosechar, lo que vienen negando: La muerte galopa y cada niño muerto es un río que regresa. Señalarlos para que se sepa cómo nos estorban y matan la vida. Para no sucumbir más ante sus engaños. Para que no tengamos que seguir sabiendo ni participando de sus fechorías nunca más. Porque no podemos seguir siendo ellos, como lo dijo por «El Hambre» Miguel Hernández
Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.
Empecemos en cualquier lugar de la larga historia de conquista: aquí y ahora… Duque declaró inocente a Álvaro Uribe. Es decir, la cabeza del ejecutivo del orden liberal (ya fallido, manipulado, corrupto) en tránsito hacia otro orden, asumió control sobre el poder judicial de facto. El partido del poder (y sus cómplices en otros por un precio), que ya controla también el legislativo, promueve e impulsa (como parte de un proyecto integral totalitario), la re-estructuración y ajuste del actual orden legislativo y judicial para concentrar poder en unas manos muy específicas. Es evidente, aunque la (in)justicia institucional no lo haya terminado de investigar ni resolver (según la norma, porque la excepción quedó a la vista con el arresto domiciliario de Álvaro Uribe Vélez), que un orden criminal-mafioso viene cometiendo delitos desde el poder. Que el poder sirve exactamente al orden mafioso-fascista institucional y que, en consecuencia, es un orden criminal cuya función es delinquir-salvo excepciones para seguirse encubriendo. Interceptaciones y chuzadas, masacres, vínculos con el narco-paramilitarismo, corrupción, desfalcos y un enorme etcétera. Todo esto tiene respaldos, evidencias y ejemplos en la normalidad. Las excepciones, son excepcionales y confirman con creces la norma. Como el antiguo servicio secreto (DAS) se cerró por haberse convertido en una estructura criminal, así mismo, todo éste entramado de crímenes, han puesto en evidencia un orden criminal con excepciones maravillosas y no un orden maravilloso con excepciones criminales como nos lo quieren hacer creer encubriendo por temor, suplantación o complicidad abierta. Cuánto le ha costado a seres maravillosos y extraordinarios conseguir excepcionalmente que éste dispositivo, que éste orden criminal del despojo responda a la promesa liberal democrática mínimamente y para que nada cambie. Su fe en el Estado es admirable y terca, pero ella misma víctima de la función criminal que, si no los degrada, denigra y aplasta, si no los asesina en la impunidad o los condena en el oprobio, termina re-legitimándose para seguir delinquiendo.
En este contexto, la principal estrategia y dispositivo para alcanzar los objetivos de los beneficiarios del orden en etapa de consolidación, es el terror, venga de donde venga. Disisdencias, guerrillas, fuerza pública, para-narco-militares, BACRIM, carteles, ESMAD, Ejército, Policía…Líderes sociales, un desmembrado, unos candidatos y candidatas, 5 niños en Cali, Liberadores de la Madre Tierra en el Cauca, 9 muchachos en Samaniego y muchxs más. No se sabe quién es quién: ¡esa es la estrategia!
¿Para qué y para quienes? Es obvio: el terror, venga de donde venga, busca y consigue profundizar el estado de excepción en el que vivimos. La reacción y respuesta al terror es parte del plan. El terror es el pre-texto. El texto, el guión, está listo. Ya viene: Por ejemplo, militarizar todo el territorio nacional, Gobernar por decreto y otras medidas consecuentes para “enfrentar la grave situación de órden público”. Se trata de legitimar la militarización, la restricción de derechos y libertades. El despojo. Predeciblemente, mientras más se militariza y se somete, más terror…más militarización, menos libertades, exceptuando la libertad de someter, delinquir y acumular sometiendo.
Los mismos actores que ordenan y justifican el terror se benefician del mismo. Se trata de implementar un plan de reacción al terror, que responde al plan de terror implementado para legitimar la imposición del plán de reacción. En otras palabras, terror para someter con el apoyo del pueblo aterrorizado que exige terror contra los terroristas que nos señalen.
En este país ya está establecido un orden criminal con resistencias más o menos claras o confundidas. Un orden delincuencial que cabalga a.- en la legalidad y el poder del estado al más alto nivel y supra-nivel (por encima del Presidente y contando con él) y b.-simultáneamente controla y promueve estructuras y organizaciones de terror y ejércitos de todo tipo que además intercambian brazaletes y se matan entre sí y matan civiles y líderes sociales. Esto permite entre otras cosas: el aumento en la producción y tráfico de drogas y anexos. La articulación del control de lo producido para el suministro a mercados globales en coordinación con mafias legales e ilegales. La generación de recursos y ganancias inconmensurables que crean, mueven, fortalecen, multiplican y fomentan toda esta maquinaria y la convierten en un aparato autónomo, de muchos aparatos -La coca y la marihuana salen y aumentan de precio-. Esto paga mucho y financia todo. Desde la legalidad y el estado, esto se sabe, pero además beneficia el extractivismo, la financiarización, los megaproyectos y la más profunda e incalculable corrupción. El Estado es un orden criminal legal e ilegal al servicio de beneficiarios cuya principal herramienta es el terror y las violencias: no sólo la guerra.
En síntesis: ELN, Frente 30, Dagoberto Ramos, algunas frutas podridas en la Fuerza Pública…todo esto es secundario. Acá se está profundizando el terror para consolidar, según el plan para unos beneficiarios, un estado de excepción sin precedentes que nos somete a un orden mafioso-fascista.
Uno de los beneficiarios y diseñadores más directos de todo esto será Álvaro Uribe Vélez, partícipe, artífice y ficha esencial de esta estructura y proceso al que sirve y del que se sirve. Ya ha sido declarado inocente por el Presidente aún sin que comience el juicio por su real prontuario criminal. Él seguramente busca evitarse el proceso y salir libre y consagrado. Sea como sea, a fuerza de masacres y excepción, con o sin él, la tiranía se consolida. Los derechos y libertades se nos niegan y se nos esclaviza para someternos a las ganancias legales e ilegales y a quienes las controlan en circuitos transnacionales….ah! y claro, casi nada de esto será siquiera reconocido, porque la propaganda se ocupa de tomarse el territorio de nuestros imaginarios. La propaganda, pero también, los proyectos, los recursos, los cargos y el precio que ponen a nuestras vidas y muertes…y el respaldo creciente, ferviente, fanático al orden, al lider, a la guerra, a la paz del terror narco-mafioso de la gente honorable.
Nos están engañando, sometiendo y matando para consolidar el orden fascista-mafioso. Es hora pasada de reconocer y organizarnos sin dueños para resistir al fascismo-mafioso-capitalista y patriarcal, porque seguir dejándonos confundir, someter y matar como la esclavitud y la muerte, porque seguir buscando puestos y beneficios adentro de esta maquinaria no es ni será alternativa. ¡Resistencia, Dignidad y Libertad! Son sinónimos que nombran nuestro único camino. ¿Dónde Estamos? En tiempo real. Pueblos en Camino
Pueblos en Camino
Quitapereza
Norte del Cauca
Agosto 16 de 2020
¡Ha muerto! ¡Ha muerto!
Es de ortiga la sombra del pan en la mesa.
Un puñado de tierra deambula sin tregua buscando sus huellas.
Niño muerto es mi nombre, mi insignia, la puerta que calla toda la tristeza.
Ha muerto ese niño y el agua del río regresa.
No quiere escuchar su voz en la noche,
encontrar su cintura de savia en la huerta.
Ha muerto ese niño y el agua regresa.
El agua no escucha en su pecho la luz de una estrella.
Niño muerto es mi nombre. Socaban mis huesos todas las ausencias.
Levanto mis manos, astillas que tiemblan ya secas de espanto,
heridas que laten bajo el largo terror de aquél puño de niebla.
Ha muerto ese niño.
La bala persigue la antigua memoria del niño que juega.
El río enmudece y al niño amortaja con sus aguas negras.
La bala persigue la antigua memoria del niño que juega.
La muerte galopa y cada niño muerto es un río que regresa.
Da tristeza el mar que ya nadie recuerda.
La bala persigue la antigua memoria del niño que juega.
El niño está muerto junto con su tierra.
La bala es un río de alambre que rompe los párpados de la madre muerta.
La bala no tiene sombra acá en la tierra.
¡Qué largo camino de cuerpos que deja la bala buscando una sombra grabada en la tierra!
Buscando las huellas del niño que juega sonámbula y loca deambula la tierra.
Profunda es la sed en la voz de la tierra.
El niño es un canto que duerme tranquilo en la cordillera.
El niño es un lago que sueña: lo saben las rocas que escuchan los pasos del río que regresa.
Callan las estrellas.
Humberto Cárdenas Motta
Para qué masacran
a los Awá?
Embargados por el dolor y la tristeza escribimos estas líneas. Las escribimos desde la ira compartida ante este acto criminal que al parecer han cometido las FARC a quienes condenan los hechos inalterables y la sangre de inocentes derramada.
Escribimos, mientras el Ministro de Defensa Juan Manuel Santos llega al Departamento de Nariño a dirigir las operaciones militares como respuesta del Estado ante las masacres y el terror a que viene siendo sometido ese pueblo indígena. Ante los medios de comunicación el Ministro Santos al señalar que ha sido muy difícil obtener la cooperación de los indígenas, declaró: «Esperamos poderlos convencer de que la mejor posición, la mejor actitud que pueden asumir es la de colaborar con las autoridades, con la fuerza pública».
“Al caído, caerle”, es el proverbio que aplica el Gobierno en estas terribles circunstancias, basando su reacción en que, según la información disponible, fueron las FARC quienes cometieron la masacre. Ahora resulta que es culpa de las víctimas de esta masacre, del desplazamiento masivo, de las personas desaparecidas, de las comunidades confinadas en medio del terror lo que les está sucediendo. Culpa de ellas, dice el Ministro, porque no han querido colaborar con la Fuerza Pública. Pretende convencernos de que, si la Fuerza Pública hubiera estado en la zona, estos hechos no se habrían presentado. En consecuencia, llega la hora de militarizar el territorio por completo, con el argumento de proteger a los Awá. Los propios indígenas angustiados y corriendo por las selvas y algunos de sus líderes, no ven más opción que la de pedir ayuda a la fuerza pública. Los medios de comunicación y los voceros del Gobierno y de la coalición de partidos que lo respaldan, le hacen eco a este llamado. Colombianos y colombianas aterrados ante el horror de este genocidio en curso, reclaman lo mismo.
Unidos al llamado a que se proteja a estos pueblos y se haga justicia, denunciamos a los asesinos, sean quienes sean y, en este caso, a las FARC, quienes, de haber realizado estos actos atroces, confirman una terrible verdad: se han convertido en un factor más de terror contra los pueblos. Se suman en estas actuaciones perversas, a los paramilitares, a la fuerza pública y a todos los que a fuerza de violencia someten a los pueblos y comunidades en Colombia. Lo hemos denunciado y hoy lo reiteramos: en últimas, el terror es un medio para alcanzar fines que deben reconocerse. Si ignoramos los fines, el delito atroz aparece como el resultado esperado. No habría intención ulterior a la masacre y al terror. Serían un fin en si mismas. Pero el terror, venga de donde venga, es un medio para alcanzar otros fines. Por eso, la verdad exige otra reacción desde toda la ciudadanía del país, desde las organizaciones y pueblos indígenas, con el respaldo de Gobiernos y pueblos del mundo.
La verdad se encuentra en la respuesta a una pregunta necesaria: ¿Para qué matan a los Awá? Es indispensable plantearnos esta pregunta y reaccionar con coherencia y firmeza en consecuencia. De lo contrario, el terror de esta masacre servirá como excusa para cometer otras y como medio para despojarlos de su territorio, de su cultura, de su forma de vida y desaparecerlos en un genocidio planificado. Habrán luchado para nada quienes se hayan sacrificado por defender sus vidas, culturas y territorios. Nos habrán convencido una vez más, que estas masacres contra los Awá en Nariño no tienen nada que ver con las de San José de Apartadó, Urabá, Catatumbo, Amazonía, Cauca y todo el territorio Nacional. Que nada tienen que ver con los asesinatos de mujeres, sindicalistas, campesinos, defensores de derechos humanos, falsos positivos y toda la parafernalia de hechos y actos de terror, vengan de donde vengan. Porque sabemos que el terror es un medio perverso hacia un fin perverso, hacemos memoria, señalamos unos hechos, denunciamos y condenamos a las FARC con ira y dolor, por el crimen cometido y por contribuir de esta manera no solamente a sembrar muerte, miseria y dolor sino a ayudar a que se despoje a los pueblos indígenas de pueblos y territorios.
Los hechos:
1. El Terror como Herramienta:
“Somos Gente de la Montaña, hijos de la selva y por ella nos van a sacar muertos”, declaró premonitoriamente Eder Burgos, Coordinador de Camawari, el 10 de Agosto de 2008, durante la Audiencia Defensorial que dio cuenta de la crítica situación de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (DIH) que vive el pueblo indígena Awá. Esta audiencia fue realizada, ante funcionarios de diferentes entidades del Estado, de organismos de control, representantes de la ONU, de ONGs defensoras de DDHH, con la custodia de más de 70 indígenas en su mayoría de este pueblo que se movilizó desde el sur de Colombia. Según el comunicado oficial de la ONIC, “En dicha audiencia se presentó el Informe Defensorial que es el resultado de un tejido participativo adelantado con las autoridades y representantes del pueblo Awá, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Defensoría del Pueblo y el SAT.” La Audiencia[i] y el Informe dieron cuenta, de manera dramática del desarrollo de la disputa territorial por parte de todos los actores armados, contra la población indígena. Señalaba este comunicado que las comunidades ubicadas en los municipios de Tumaco, Barbacoas, Roberto Payán, Samaniego y Ricaurte, denunciaron casos puntuales como “que desde hace tres días su territorio ancestral está siendo bombardeado, incluso los sitios de concentración de la población desplazada en el municipio de Ricaurte, concretamente en los resguardos de Maguí e Imbima”, tal como lo denunció el defensor regional de Nariño a su superior en carta de la fecha.” Estas son los territorios donde se vienen realizando las masacres contra las comunidades.
Tanto la Resolución como el Informe Defensorial, denuncian y presentan evidencia contundente sobre la realidad de terror que se vivía en ese territorio, las acciones de guerra sucia contra la población que involucran a la Fuerza Pública y a los actores armados ilegales, documentando la implementación del terror contra las comunidades indígenas como una estrategia para someterlas y despojarlas de sus territorios[ii].
La evidencia contenida en el Informe, Audiencia y Resolución Defensoriales dejan sin piso de manera contundente las aseveraciones del Ministro de Defensa. La Fuerza Pública ha sido y es un factor de terror contra los Awá y por ello, lejos de constituirse en garantía de protección contra abusos y violaciones de derechos humanos, son una amenaza directa contra su salvaguarda. Todos los actores armados ejercen violencia contra los Awá.
2. La codicia y los Megaproyectos:
a. Agro-negocio y plantaciones: La Costa Pacífica y el pie de monte de la Cordillera Occidental que incluyen el territorio ancestral del pueblo Awá afectado por las masacres y el desplazamiento en curso, son zonas estratégicas de interés para proyectos de acumulación económica legales e ilegales que incluyen grandes plantaciones de caucho, palma aceitera, lo mismo que plantaciones y laboratorios de procesamiento de coca. Al igual que en el resto del país, estos proyectos agro-comerciales, requieren y se apoyan en el uso de la violencia y del terror contra los moradores ancestrales del territorio[iii] en la perspectiva de despojarlos y desterrarlos[iv],[v].
b. Minería y Recursos Vitales: Según concluye el Boletín Situacional sobre los Derechos Humanos y el DIH en Nariño[vi]: “La riqueza de la geografía nariñense ha conllevado a que se realicen estudios de inversión de multinacionales que ejecutan exploraciones sobre recursos estratégicos como uranio y oro. La Sociedad Kedahda S.A., filial de la Anglo Gold Ashanti, presentó en el mes de julio de 2007, 110 solicitudes de contratos de concesión en el Departamento de Nariño, según el reporte de Ingeominas. Dichas solicitudes han producido inquietud, por la experiencia que ha dejado la incursión de la mencionada empresa, pues en los lugares del país en donde ha realizado sus trabajos se ha desatado una marcada violación a los derechos humanos de las comunidades de éstas regiones. Entre los 37 municipios nariñenses en los que la sociedad Kedahda S.A., ha realizado sus solicitudes se encuentran: Taminango, Leiva, Rosario, Policarpa, Cumbitara, Samaniego, Barbacoas donde existe una inmensa riqueza de Oro, Zinc, Cobre, plata, platino, molibdeno y demás concesibles, y coincidencialmente ha sido en éstos municipios en donde existe mayor presencia de fuerza pública y grupos armados al margen de la ley, situación que ha derivado en el desconocimiento de los derechos humanos y en la inobservancia del DIH de la población civil, quien se ha visto sometida a tratos crueles, inhumanos y degradantes.” La riqueza hídrica, maderera, de biodiversidad, biotecnología, hidrocarburos y oxígeno de esta región es notoria. El territorio ancestral del pueblo Awá es un territorio en disputa de interés por parte de la gran industria extractiva transnacional.
c. Infraestructura: El Eje Multimodal Amazonas[vii] de la IIRSA (Integración de la Infraestructura Regional Sur Americana), atraviesa por el territorio Awá desde la Costa Pacífica Nariñense. Los 284kmts de la carretera Pasto-Tumaco, atraviesan el territorio Awá en disputa y hacen parte del corredor multimodal Tumaco-Puerto Asís-Bélem do Pará que une la Costa Pacífica con la Atlántica atravesando el Continente Suramericano por la Amazonía. Más allá de los beneficios que pudieran generar estas modernas y costosas vías y de su enorme y destructivo impacto ambiental, estas vías se construyen con el propósito fundamental de abrir los territorios de modo que sus riquezas puedan ser privatizadas, explotadas y extraídas por transnacionales. Las vías se entregan en concesión a intereses privados. Su construcción, existencia y uso imponen el sometimiento, desplazamiento y la destrucción de los pueblos que se encuentran en su camino y área de influencia. El pueblo Awá vive en medio del trazado de este megaproyecto infraestructural y por lo tanto, se ha convertido en un estorbo en vías de remoción. Eventualmente, la ausencia o sometimiento de los Awá, sirve a los intereses de quienes se benefician de este megaproyecto que amenaza y afecta a los pueblos con derechos sobre los territorios que atraviesan[viii].
d. Turismo y Otros intereses. La belleza y enorme riqueza de los territorios Awá del piedemonte y la Costa Pacífica de Nariño resultan ideales para consorcios de explotación turística, frecuentemente articulados a proyectos de exploración, explotación y patentamiento privado de la vida y de los conocimientos del territorio y de sus pueblos. Los proyectos turísticos expulsan o explotan a los despojados indígenas llevándose enormes ganancias, apropiándose de los territorios autónomos y de sus pueblos como mercancías privadas con fines de acumulación.
Garrote y Zanahoria: El terror y la Ley.
Quienes promueven y en últimas se benefician de la muerte y el despojo, combinan “todas las formas de lucha” para acceder a las riquezas y recursos que les interesan. Mientras el trabajo sucio del terror es realizado por diversos actores armados legales e ilegales con acciones criminales de guerra entre sí y contra los pueblos, cuyo resultado estratégico, esperado e inevitable es el despojo y la privatización del territorio, el Estado Colombiano, implementa políticas que proveen el blindaje legal institucional para la explotación de los territorios.
Un ejemplo contundente se encuentra en el Estatuto Rural o Ley 1152 de 2007[ix]. En el parágrafo único del artículo 123 de esta Ley se lee: “No se podrán surtir procedimientos de constitución, ampliación o saneamiento de resguardos indígenas dentro de los límites geográficos determinados en el artículo 2o de la Ley 70 de 1993 u otras zonas del país que presenten similares condiciones.” El artículo 2º de la Ley 70 de 1993 delimita la Cuenca del Pacífico como un Territorio ubicado en la línea que va entre volcán de Chiles en la frontera con Ecuador y el Golfo de Urabá en la Costa Atlántica, hasta el Océano Pacífico. Este inmenso territorio que abraca cordillera, piedemonte y costa, incluye el territorio Colombiano del Pueblo Awá de Nariño.
Según lo establecido en el artículo citado del Estatuto Rural, no se pueden constituir, ampliar o sanear resguardos indígenas en la Cuenca del Pacífico. El pueblo Awá, pierde así, por Ley, el derecho a gran parte de su territorio ancestral y actual. Territorio que queda de esta manera “liberado” para los intereses económicos a quienes terminan beneficiando de manera directa o indirecta los actores del terror. El pueblo Awá tiene represadas 4 solicitudes de Constitución de Resguardos, 8 de ampliación y 15 de Saneamiento, para un total de 27.
En estos momentos, la Corte Constitucional se encuentra próxima a emitir sentencia frente al Estatuto Rural. Si esta Ley 1152 es declarada inexequible, como lo fuera la Ley Forestal en Abril de 2008[x] por violar la obligación de realizar consulta previa con las comunidades afectadas, el pueblo Awá, lo mismo que los demás pueblos afro e indígenas del Pacífico, podrían adelantar acciones legales tendientes a resolver sus derechos territoriales. A quienes masacraron, a quienes están desplazando, a quienes confinan, a quienes amenazan, les resulta imposible realizar los trámites legales que se requieren. Mientras tanto, aparecerán nuevos propietarios de los territorios, con títulos fabricados que serán legalizados sin mucha dificultad.
Eventualmente, la ineficiencia del Estado, las leyes y el terror, se habrán combinado para consolidar el despojo y la expropiación de modo que este se convierta en un hecho histórico consumado. Para entonces, los megaproyectos y los usurpadores de la riqueza se habrán establecido, el territorio habrá sido explotado y la lucha, sacrificio y sufrimiento de las víctimas, será enterrada por la infamia de una historia escrita por la codicia y la inconciencia.
El pueblo Awá lucha por su dignidad, por su vida y por la vida de su territorio. Al pueblo Awá lo exterminan para que la codicia insaciable pueda despojarlos y exterminarlos. Aunque es importante y urgente saber quienes cometieron esta terrible e imperdonable masacre para que se haga justicia, se conozca la verdad y se repare y respete a los afectados y a sus familias, aún más importante es entender que los masacran para despojarlos y que, en consecuencia, debemos denunciar y movilizarnos para resistir este proyecto que se sirve del terror como medio y que hoy está matando a nuestros hermanos para robarles.
Convocamos
En primer lugar, nos unimos a la ONIC, a todos los pueblos indígenas y a todas las organizaciones y personas que sentimos el compromiso y la necesidad de acompañar de manera solidaria a las víctimas y llamamos a sumarnos a la Minga Humanitaria que se viene organizando para hacer presencia con firmeza y convertir el dolor en compañía y acción concreta.
En segundo lugar, nos sumamos a quienes vienen llamando a que se movilice la Minga de Resistencia Social y Comunitaria. El mensaje es claro. El magnicidio contra Aida Quilcué que llevó a la muerte del compañero Edwin Legarda, ejecutado por el Ejército Nacional bajo órdenes de quienes orientan e implementan la Política de Seguridad Democrática como un falso positivo contra la resistencia popular, es seguido ahora por masacres, cometidas por las FARC, que sirven como excusa para escalar el despojo ante la insensibilidad de la sociedad y del mundo.
Este no es un problema de los Awá, no es un problema de los indígenas, no es un crimen contra un pueblo en Nariño. Este es un acto de terror que hace parte de la implementación acelerada de unas políticas conducentes al despojo por vía de la muerte. Este es el Plan Colombia en marcha. Un megaproyecto económico que entrega e integra nuestros territorios y nuestras vidas a la codicia del capital global.
Ante tanto horror, tan evidente, no podemos seguir mirando desde lejos o esperando nuestro turno. Es hora de saber para qué los mataron, para qué nos matan y de levantarnos para detenerlos y resistir. Es hora de rechazar de una vez por todas, el horror que cometen las FARC a nombre de los pueblos, así como rechazamos el del régimen.
También es dolorosamente evidente que de poco sirve ante este Estado tener tierras, denunciar violaciones de derechos humanos o negociar acuerdos con un Gobierno ilegítimo cuando el modelo de desarrollo con sus tratados y sus leyes se sirven del terror, venga de donde venga para masacrar, desplazar y despojar. Es indispensable e impostergable la obligación de resistir el modelo en su integralidad y como prioridad. En estas condiciones y ante estos hechos tan terribles, es necesario reconocer que todo lo demás, aún lo político-electoral, debe supeditarse con urgencia a una agenda de movilización y acción en Minga que resista y detenga el acelerado curso del despojo del que esta masacre es un evento.
Convocamos la Minga Social y Comunitaria. Pongamos a marchar la agenda para resistir el modelo de muerte que viene con el TLC, con las leyes de despojo, con el terror, con los convenios incumplidos, con la ausencia de un tejido de los pueblos por la libertad. Decidamos en Minga como detener el horror de las FARC, del Estado y de todos los grupos armados en Nariño y en Colombia. Cómo respaldar el pueblo Awá y defender con ellos su territorio y cómo defender la vida y nuestros territorios de esta muerte segura que avanza para que unos pocos sigan acumulando.
Para que descansen los muertos y sus familias puedan rehacer la vida, para que la dignidad Awá se convierta en camino, para que nadie pueda robarse el territorio, para que unos y otros se larguen con sus armas y su odio y nos dejen en paz, para que no nos declaren que luchan por el pueblo o que vienen a protegernos los asesinos, para que tengamos un país de los pueblos y sin dueños, para que no los hayan masacrado para nada: Minga Social y Comunitaria. Encontrémonos en un territorio colectivo y hagamos de la Minga desde el dolor conciencia y camino. Los Awá no están solos[xi].
Tejido de Comunicación y Relaciones Externas para la Verdad y la Vida-ACIN
Febrero 13 de 2009
https://www.alainet.org/es/active/28984
[i] Awá deciden y se arriesgan a contar sus amenazas http://www.onic.org.co/a_derechos_not.shtml?AA_SL_Session=1f88a61fdde2a7c96da6110ca4de211a&nocache=invalidate&sh_itm=048f034ba5335c382645b6e281c02f94&add_disc=1
[ii] Declaración Final Preaudencia Nariño y Putumayo http://www.redcolombia.org/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=186
[iii] Resolución Defensorial No. 53. Pueblo Awá http://www.nasaacin.org/uploads/646f63756d656e746f732e2e2e2e2e2e/Resoluci_n_Defensorial_53__Pueblo_Aw__2007.pdf
[iv] Boletín Situacional sobre los Derechos Humanos y el DIH en Nariño http://ordh.org/Boletines/Boletin_3.pdf
[v]Ver Eje Multimodal Amazonas de la IIRSA, página 36 http://www.semillas.org.co/descargas/cartilla-IIRSA-2.pdf
[vi] Boletín Situacional sobre los Derechos Humanos y el DIH en Nariño http://ordh.org/Boletines/Boletin_3.pdf
[vii] Eje Vial Multimodal Amazonas ¿oportunidad o amenaza para la región? http://www.etniasdecolombia.org/actualidadetnica/detalle.asp?cid=5691
[viii] Ver Eje Multimodal Amazonas de la IIRSA, página 36 http://www.semillas.org.co/descargas/cartilla-IIRSA-2.pdf
[ix] Estatuto Rural, Ley 1152 de 2007. http://www.elabedul.net/Documentos/Leyes/2007/Ley_1152.pdf
[x] Sentencia C-030 de Abril de 2008 http://www.agronet.gov.co/www/docs_agronet/20089311148_SENTENCIA_C_030_DE_2008_Ley_Forestal_2.pdf
En esa medida, de acuerdo con el ordenamiento constitucional y en particular con el Convenio 169 de la OIT, que en esta materia hace parte del bloque de constitucionalidad, la adopción de la ley debió haberse consultado con esas comunidades, para buscar aproximaciones sobre la manera de evitar que la misma las afectara negativamente, así como sobre el contenido mismo de las pautas y criterios que, aún cuando de aplicación general, pudiesen tener una repercusión directa sobre los territorios indígenas y tribales, o sobre sus formas de vida.
1 HOUGHTON, JC, Editor. La Tierra contra la Muertehttp://www.prensarural.org/spip/IMG/pdf/10383_1_La_Tierra_contra_la_muerte.pdfhttps://www.alainet.org/es/active/28984
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