Seguir en paro: El régimen del terror, las trampas y el camino de la desobediencia
Luis Alfonso Mena de Periodismo libre recoge en un texto, eje de esta publicación, el régimen de terror que se ha implantado en Cali. La noche del 4 de junio fueron asesinados por la fuerza de terror del régimen 5 jóvenes en esa ciudad.
¿Se está desgastando el paro a fuerza de terror, negociaciones, acuerdos y salidas hacia adentro del Estado que nos somete? ¿Somos más que lo que pretende someternos y estamos demostrando que han fracasado y seguimos de pie? ¿Qué tenemos que hacer para leer este momento y conseguir lo que necesitamos para avanzar hacia nuestra liberación?
Además del texto desde Cali, compartimos imágenes de la movilización frente a la casa de Duque al norte de Bogotá la noche del 5 de junio, reconocemos las primeras líneas que se crean en todos los campos y las demás que faltan y que son ya caminos para resistir y superar el régimen (¿qué otras primeras líneas faltan en qué áreas o temas?). Marta Lucía Ramírez la canciller y vicepresidenta que consiguió el aval del Departamento de Estado para el terror es una narco-paramilitar corrupta, es decir, una representante íntegra de este estado que debe acabarse, un video nos lo recuerda.
Sigamos y seguimos de pie. Con el colectivo Chucho Minga afirmamos por todas las razones y con toda la historia que allí relatan que: NADA SERÁ IGUAL NUNCA MÁS. NUNCA JAMÁS.
Una propuesta: La desobediencia es conciencia de lo que no podemos tolerar más. Librarnos de la costumbre de obedecer. Desobedecer, aprender a hacerlo, es estar de pie y en paro. ¡Así Sí! Resistencias y Caminos. Pueblos en Camino
El desafío que nos reclama:
El camino de la desobediencia
La desobediencia debida aplica a todo. Todo lo que manda replica por costumbre, fuerza o trampa el poder que nos empobrece y nos niega. Empezamos por el gobierno, Duque, Uribe, el Estado todo, no sólo las instituciones sino esa costumbre de buscar quién mande y mendigar o aceptar limosnas. Ya está a la vista lo que es el Estado. Están allanando, matando, desapareciendo y salen con la carita perfumada a hablar de respeto y defensa de la ciudadanía. A mentir. No podemos seguir obedeciendo a lecturas de contexto que sólo muestran quienes, cómo y con qué nos van a ganar. Hay que desobedecer esa manera de leer lo que pasa que nos niega. Sí es cierto y hay que conocer cómo nos están jodiendo, para saber cómo somos más que eso y les estamos ganando. Tenemos que ganarles y han fracasado en todo.
Recojamos como provocación y propuesta que contribuya a la lucha un esbozo de contexto.
De una parte:
1. El imperio del capitalismo transnacional global se juega mucho en Colombia del lado del régimen. Ha invertido demasiado durante mucho tiempo para crear y fortalecer este estado, tiene mucho que esconder, mucho que perder y gana mucho-demasiado- manteniendo el establecimiento criminal que es su mejor y mayor aliado y creación en la región. Un poder elitista mafioso-corporativo y asesino que se auto-financia con el narco, el extractivismo, el agronegocio, la especulación financiera, el mercado de tierras, el turismo corporativo, la expoliación de riquezas naturales y la industria de la seguridad, la guerra y el terror (la Israel de América Latina) que entrena ejércitos y mercenarios para Europa y el mundo. Un país base-militar del Pentágono y un experimento del orden imperial del capital en todos los aspectos. «Too big to fall» (muy grande para caer) dijo Obama frente a los ladrones del sector financiero en la crisis del 2008 y procedió a transferirles billones del recurso público para rescatarlos. Eso aplica para Colombia ahora mismo. Biden y todo el establecimiento de EEUU han decidido apoyarlo. Durante el paro nacional y ante las evidencias de abuso genocida de la fuerza pública y los justos motivos de la protesta pacífica, su administración ofreció más recursos de apoyo a la fuerza pública.
2. Con este aval, el gobierno de Colombia se siente respaldado en su respuesta al paro: – Militarización y control militar creciente sobre 7 departamentos y sobre todos los ámbitos de protesta. – Propaganda que presenta al estado y a la población como víctima: el paro y la protesta son la amenaza para la estabilidad y la ciudadanía. Contra toda la evidencia y un pueblo levantado, mantienen y repiten esta mentira coordinada con medios comerciales, gremios económicos, transnacionales y un aparato militar-paramilitar-mediático-económico coordinado. – Presión para dialogar y negociar por sectores y desmembrar el paro con acuerdos. Reuniones con, por ejemplo, el campesinado del Meta y Caquetá tras las que se anuncian mesas de negociación y representantes del gobierno gritan arengas del paro a las que responden lxs campesinxs. Mientras masacran, dialogan y se legitiman. La intención es romper el paro. – El partido de gobierno es fascista, mafioso y narcotraficante. Todo esto personificado por Álvaro Uribe Vélez que ha logrado crear un estado mafioso en el que articula una estructura legal-ilegal al servicio de la acumulación de élites, de transnacionales, del sector financiero nacional y transnacional que avanza ocupando todo el ámbito institucional del estado y todos los ámbitos territoriales, regionales y locales a fuerza de terror y mafias.
3. Hay dirigencias tradicionales de sindicatos, «izquierdas», oenegés, partidos, como las que conforman el Comité Nacional del Paro, que no representan la movilización y el paro ni sus propósitos que les desbordan, pero que, de una parte pretenden tener esa representación, no asumen con modestia y dignidad que han sido desbordadas para ubicarse en el lugar de aporte que tienen desmontándose de la ilusión dañina de dirigir y por usurpar lo que no representan, amenazan el levantamiento. No es solo el comité de paro. Es una cultura de vanguardias, de sectores que orientan y deciden por el pueblo. Es la herencia de la vieja tradición que asume que el pueblo debe ser dirigido y que hay quienes saben lo que debe decidirse por su bien. Vieja postura autoritaria, patriarcal y que perdura. Lo grave de esto es que si el estado decide negociar y estos aceptan, contribuyen al desmembramiento y debilitamiento del paro. Esto sin señalar lo obvio: hay muchas dirigencias con precio que están dispuestas a venderse.
4. Siguiendo una tradición desde los criollos que dirigieron y se aprovecharon de los levantamientos por la independencia contra los conquistadores europeos para su beneficio, tras bambalinas se han puesto en marcha articulaciones académicas, empresariales, de partidos políticos (incluido el de gobierno), dirigentes de movimientos indígenas, afro, campesinos, empresarios de todo tipo con mucho que perder si el paro aborda lo estructural y se coordinan desde vocerías y presencias legítimas que se apropian o utilizan el lenguaje de la lucha y del paro y llaman a salidas institucionales sentando a su mesa la Minga Indígena, la Primera Línea y voceros del progresismo de izquierda académico y político del continente. Algo parecido a lo que hicieron dirigentes estudiantiles de Chile o algunas dirigencias de levantamientos en Ecuador, Argentina y otros países para proponer salidas institucionales que en realidad capturan la energía y sentido de las luchas para defender lo posible, manteniendo la estructura económica del país y defendiendo intereses económicos. Es la paz del establecimiento con discurso de izquierda. Reformismo legitimado como la única salida posible. Seguramente se enfocarán en lo político-electoral. Se restablece el orden señalando diferencias con el gobierno y su partido. Es un nuevo Frente Nacional. La paz posible dentro del mismo orden. Una estrategia que se disfraza y se rodea de los sacrificios y luchas legítimas y hace eco de la lucha y su fuerza para dirigirla hacia reformas que salvan el orden institucional y consiguen la paz del sistema. En esencia, es una traición disfrazada de triunfo de lxs de abajo. No sería la primera vez. Hay muchas dirigencias que ven el paro como trampolín político y están moviéndose en esta dirección sintiendo que tienen derecho y razón a servirse del paro para llegar a cargos a nombre de servir desde arriba a los pueblos.
Todo esto que esboza apenas la maquinaria de y desde el poder, aunque aparece avasalladora e incontenible, recoge apenas una parte de la historia. La otra que pretenden negar y ocultar o que empezamos a correr el riesgo de negar para encontrar salidas prácticas desde lo que conocemos y aceptamos incluye:
- Todas las estrategias del gobierno y del estado han fracasado. El terror, la militarización, la propaganda, los medios, los gremios…todo ha sido vencido por la fuerza de la movilización. De nada sirvió retirar las reformas, retirar al ministro de hacienda. La gente levantada sabe que son engaños frente al terror, la mentira, el hambre, la falta de futuro. Vimos al Congreso aplastar la moción de censura al ministro asesino. Mientras nos matan ellos dijeron que nos defiende, lo ratificaron. Se quedó el ministro de defensa, quedó claro que es un asesino y que el congreso está controlado por cómplices también asesinos y mentirosos. Se expusieron más: ganamos.
- Sabemos que el estado todo es ilegítimo. No sólo el gobierno Duque. Acá la fuerza pública no puede ni aceptarse ni respetarse. Son asesinos, violadores, maquinas de reprimir, torturar, desaparecer, El sistema de salud enriquece empresas y nos niega el derecho, nos mata. Eso mismo con todo. No queremos más este estado. Cada solución que ofrece termina siendo terror y desprecio o engaños y mentiras. Cada salida que proponen profundiza su descrédito y su crisis.
- Solamente nos sirve desobedecer y resistir, no sólo al gobierno, sino a todos los que nos mandan, nos hacen someternos, nos negocian, nos venden y buscan acuerdos y beneficios y cargos adentro.
- No podemos volver a lo mismo de antes ni acomodarnos a lo que había. La creatividad y la fuerza de la gente no puede negarse. Por más Pentágono, EEUU, gobierno, vanguardias, aspiraciones políticas, promesas, por más engaños y confusiones que aparezcan, este levantamiento ha sido contra todo esto. No puede despreciarse ni negarse la fuerza, la creatividad y el ingenio de un pueblo que quiere liberarse de quienes lo someten y quienes se aprovechan para sacar ventaja.
- Todas son trampas para que sintamos que o nos masacran (lo están haciendo) o llegamos a acuerdos prácticos para que nada cambie de lo que hay que cambiar (tendría que reemplazarse el sistema de salud, la educación, acabar con la fuerza pública, organizar otra justicia, otra educación, garantizar tierras, vivienda, alimentos, acabar con la concentración latifundista, extractivista y del agronegocio…TODO) para que podamos saber que el paro ha conseguido lo que buscamos. La primera de las viejas trampas es volvernos a convencer de que votar bien y a conciencia cambia algo. Ni gana alguien que se propone transformar el estado ni lo puede transformar si gana porque es de ellos y para someternos. Meter todas las energías en lo electoral es hacer todo el esfuerzo para que ganen ellos.
- Sabiendo esto, el desafío es distinguir el qué buscamos del cómo lo conseguimos.
Buscamos acabar con este estado tramposo y sus agentes allá en el poder, los que tienen máscaras y buscan mantenerlo mejorado y lo que acá cerca nos acostumbra a acomodarnos. No sirve. Hay que acabarlo
¿Cómo? Pues hay experiencias y saberes que nos muestran caminos. Seguridad sin fuerza pública. Alimentación sin agro-negocio. Comunicación sin propaganda y mentiras. Educación para la libertad y para resolver problemas y desafíos. Salud que no sea negocio y mercancía. Liberación de territorios y protección de la vida. En todo tenemos saberes y experiencias. Se trata de desatar los saberes de los pueblos y procesos y abrir un camino más acá del estado para ir resolviendo lo que necesitamos con los recursos que son nuestros y que nos roban y que nos deben.
O sea que si tenemos claro lo que buscamos nos queda claro definir los cómo para ganar. Ganar es abrir el camino hacia la libertad…dejarlo abierto
No nos han ganado. No nos han vencido. No tenemos que arrodillarnos ni llegar a acuerdos con el verdugo y el tramposo. Tenemos que seguir de pie. No dejarnos masacrar, defendernos. No paramos para negociar ni para pelear con la policía y el ejército asesinos, ni para poner candidatxs al mismo estado. Nos han obligado a defendernos de la masacre, pero este paro es para liberarnos.
Somos ya mucho más que todo lo que el estado y el poder hacen para seguirnos sometiendo. El desafío consiste en encontrar estrategias, maneras de servirnos de lo que haga falta para alcanzar nuestra libertad.
Lo que haya que alcanzar ya y lo que haya que ir logrando
¿Qué cambios y logros nos garantizan que vamos a seguir de pie?
¿Qué puede esperar y qué tenemos que lograr ya?
EN TODO CASO, NADA SEGUIRÁ IGUAL. ¡NUNCA MÁS! ¡NUNCA JAMÁS!
Emmanuel Rozental
¿Dónde Estamos?
Lectura de Contexto
Pueblos en Camino
EL RÉGIMEN DEL TERROR EN CALI
En su fracasado intento por aplastar el Paro Nacional y la resistencia juvenil, Iván Duque instauró en Cali el régimen del terror y desató el viernes 4 de junio de 2021 una nueva jornada de horror en el norte de la ciudad, que dejó más muertos, heridos, desaparecidos y detenidos.
De acuerdo con la Unión de Resistencias de Cali, URC, que agrupa a las Primeras Líneas, los homicidios perpetrados por la policía en Paso del Aguante (Paso del Comercio) fueron cinco.
Diversas fuentes indican que los heridos graves pasan de 20 de un total de 120 lesionados a lo largo de todo ese día, que dejó también por lo menos 15 personas detenidas y varios desaparecidos.
Uno de los jóvenes muertos recibió un tiro en la cabeza y otro chico, un disparo en el cuello.
Entre los asesinados figuran *Cristhian Sánchez*, deportista y activista social, y *Segundo Jaime Rosas*, estudiante de ingeniería eléctrica de la Universidad del Valle, de 21 años de edad.
En el sitio, cuando los muertos eran velados por la multitud en una zona verde, en plena madrugada del 5 de junio, se dio a conocer la cédula de otro de los asesinados, de nombre *Cristian Javier Delgadillo*.
Los homicidios fueron cometidos hacia las 11:00 de la noche por las fuerzas represivas del Estado enviadas contra la resistencia juvenil en Chiminangos y Paso del Comercio, en una extensa jornada que se inició a las 4:00 de la mañana del viernes y se prolongó por espacio de casi 24 horas, hasta la madrugada del sábado 5 de junio, día 38 del Paro.
De acuerdo con fuentes consultadas por PERIODISMO LIBRE, otros dos jóvenes fueron retirados de la zona de resistencia con heridas de fusil en muy grave estado (“sin signos vitales”) y conducidos a clínicas u hospitales aún no establecidos.
Los dos heridos en mención “tenían impactos de bala, uno en tórax y otro en cuello. Esto ocurrió entre las 10:00 p.m. y 11:30 p.m.”, dijo una de las fuentes. Y agregó: “Los heridos por arma de fuego estaban cerca al punto de la brigada médica de Chiminangos, en la Carrera 1ª. con Calle 66. Y fueron trasladados en ambulancias. Solo se sabe que una de las ambulancias era de Amyt Salud. Es probable que las heridas fueran de fusil”.
Por otra parte, la Red de DD.HH. ‘Francisco Javier Ocampo Cepeda’ de Cali indicó que “se reportan por la comunidad casos de asesinatos por civiles armados”, y agregó que sujetos en carros particulares recogieron sus cuerpos, lo que impidió que fueran identificados.
El colectivo de derechos humanos recordó que este hecho es similar al procedimiento realizado el mismo viernes por civiles armados en cercanías a la Inspección de Policía de Siloé, en el sur occidente, donde se hicieron disparos indiscriminadamente por cuatro civiles y dos uniformados, que luego “raptaron forzosamente un manifestante a plena luz del día”, sobre las cinco de la tarde.
El régimen del terror implantado en Cali por el gobierno de Duque busca generar pánico en la población de la vasta zona del norte, entre las calles 66 y 80, a lo largo de toda la Carrera 1ª., en la ruta que conduce al puente del Comercio, sobre el río Cauca, y se prolonga en la carretera central del Valle que el gobierno pretende despejar a sangre y fuego.
Fuerzas combinadas de Policía, Esmad, Goes, Ejército y civiles armados (miembros de los servicios secretos del Estado y paramilitares) actuaron durante todo el viernes a lo largo y ancho de la capital del Valle del Cauca, principalmente en las áreas en las que se mantienen los plantones populares que la clase empresarial, cómplice de la masacre, le ha exigido al gobierno aplastar, tales como Paso del Comercio y Portada al Mar, este último en la ruta hacia el puerto de Buenaventura, sobre el océano Pacífico.
“A las cuatro de la madrugada del viernes comenzó el hostigamiento del ejército junto con la policía, y poco después llegó el Esmad, todo en el transcurso del día hasta las doce de la noche”, dijo un socorrista, quien aseguró que en el hecho hubo 120 heridos y varios muertos, “uno con exposición de masa encefálica y el otro con entrada de bala por cuello y salida por mejilla derecha”.
“Los atendimos, lamentablemente no tuvimos el tiempo, hicimos lo posible, pero mientras más avanzábamos con ellos más heridos llegaban”, testimonió el socorrista.
La dolorosa velación de los cadáveres en plena madrugada del 5 de junio.
SIETE DÍAS DESPUÉS DEL 28 M
A diario, Cali es sacudida por una agresión policial contra algún sector geográfico de la urbe, lo que refleja una programación intencionada de represión estatal que lacera a la población de los barrios populares y los convierte en puntos sometidos por la violencia oficial.
El gobierno de Duque desconoció un acuerdo firmado entre la URC y la Alcaldía de Cali para la creación de una comisión de derechos humanos y una mesa de interlocución (Decreto 304), e impuso su Decreto 575, de militarización y arrasamiento a sangre y fuego de las protestas.
“Exigimos que se detengan estas acciones, no más derramamiento de sangre, no más levantamiento violento contra nuestros puntos de resistencia”, expresó la URC.
“El gobierno Duque quiere justificar su actuación provocándonos y derramando más sangre, con la clara y desesperada intención de aumentar la violencia y así deslegitimar la protesta social pacífica que hemos venido adelantando, todo esto a tres días de la llegada de la Cidh a Colombia”, dijo el colectivo.
Los crímenes del viernes 4 de junio ocurrieron ocho días después de otra jornada de terror sufrida por Cali en el sur de la ciudad, el 28 de mayo, cuando cayeron bajo las balas de policías y paramilitares 14 personas, entre ellas el niño Daniel Stiven Sánchez, de 16 años de edad, cuyo cadáver calcinado fue hallado en el interior del almacén Dollarcity del barrio Siloé, un hecho doloroso que conmovió a todo el país.
Y un mes después del asesinado del joven Nicolás Guerrero, a manos del Goes de la Policía, en la misma zona de Chiminangos-Paso del Comercio, cuando participaba en una velatón en homenaje a las primeras víctimas de la represión oficial contra el Paro Nacional,
Durante la semana precedente al 4 de junio, hechos de represión se registraron en diferentes puntos de Cali, entre ellos en el sector de Meléndez, donde varios jóvenes fueron detenidos y otros perseguidos en urbanizaciones del sector.
Meléndez ha sido otro de los puntos de resistencia golpeados por la policía y civiles armados, debido a la firmeza de la población, y allí fueron asesinadas dos personas en la tenebrosa noche del 28 de mayo, el joven del pueblo inga Sebastián Jacanamejoy y el estudiante Jhonatan David Basto Goyeneche.
Cristhian Sánchez, joven deportista y líder social, asesinado el 4 de junio, en Paso del Comercio.
CRISTHIAN, UN DEPORTISTA SOLIDARIO
Cristhian Sánchez, uno de los asesinados en Paso del Aguante, era un joven dedicado al ciclismo y muy apreciado por su altruismo en la lucha social, al tiempo que era el sostén de su familia.
“Anoche fue asesinado por el gobierno criminal que, sin explicación, descargó balas de fusil en su humanidad, apagando para siempre la increíble energía que transmitía y el amor por la gente, el barrio, la resistencia y la bicicleta”, escribió sobre Cristhian en su muro de Facebook Michael Steven Sánchez Navas.
Continuó recordando que Cristhian “era miembro activo de los parches bici desde sus inicios en 2012, cuando se empezaron a crear colectivos como Cicloamigos Cali. ‘Energía’ (como le decían) era un defensor ferviente del espacio de la bicicleta, se articulaba ‘En Bici Arte’ y asistía a las rodadas, donde siempre estuvo pendiente del bienestar de las personas que lo rodeaban, hidratando al parche con sus jugos o despinchando a quien lo necesitara cada vez que tenía oportunidad”.
“Llegó rodando al Foro Mundial de la Bicicleta en Medellín, y colaboró con parte de la logística del Foro Nacional de la Bicicleta en Cali. Corrió el primer Velociraptor en Cali y hacía logística en la Masa Crítica, siempre fuiste un entregado a la causa”, expresó más adelante.
“Desde el inicio del Paro se metió de lleno en la Resistencia donde lo vi apoyando las diferentes Primeras Líneas de la ciudad, aportando insumos y llamando al orden en los momentos de caos en los que atacaba el Esmad”, agregó Michael Steven.
Y concluyó su sentido homenaje: “Hace unas horas salió a respaldar a los muchachos del Paso del Comercio y sin saber por qué… agentes asesinos del Estado le descargaron balas de fusil y nos arrebataron para siempre esa energía que tanto alegraba el corazón, en las rodadas y la vida”.
Juan Pablo Murillo, citado por el muro Cómo sería PR de Cali, escribió: “Me levanto con la dolorosa noticia del asesinato del parcero Cristián ‘Kabe’ –así también llamado cariñosamente–, quien vivió siempre en mi sector, desde San Antonio hasta el Nacional”.
“Lo recuerdo por ser un ‘pelao’ responsable, trabajador, berraco, y con sueños por cumplir. Era parte de la Primera Línea de la Loma de la Cruz. Hoy en el Paso del Comercio fue fusilado por el Estado, le dispararon sin compasión”, dijo Juan Pablo.
“Con él tuve varias anécdotas, ya que siempre le gustó el deporte, pero siempre me quedaré con esta frase de hace algunos años: ‘No espere el bus, venga lo llevo en la moto’. Inolvidable”, agregó.
El periodista JahFrann escribió: “El compañero era el soporte económico de su madre, ayer fue asesinado, amigos y familiares están recolectando para poder enterrarlo”.
Segundo Jaime Rosas, estudiante de ingeniería eléctrica de la U. del Valle, asesinado el 4 de junio.
EN GUERRA CONTRA EL PUEBLO
Como si se tratara de una guerra contra los barrios populares, Cali ha registrado desde el inicio de la protesta ciudadana una agresión tras otra, lo que evidencia una planificación de los ataques por parte de la Fuerza Pública (Policía y Fuerzas Militares).
Los crímenes en la amplia zona del norte a la altura de Paso del Comercio, conformada por numerosos barrios y urbanizaciones de edificios, que van desde la Estación Chiminangos hasta el puente sobre el río Cauca, estuvieron antecedidos de constantes ataques policiales y de parapolicías, que han dejado varios muertos, entre ellos el joven venezolano Sandy Bladimir Sierralta Rodríguez, asesinado por civiles armados en la noche del jueves 20 de mayo.
Muchos habitantes de la zona, convertidos en reporteros comunitarios a través de las redes sociales, denunciaron la forma como la policía agredía a los jóvenes en las calles el viernes 4 de junio y obligaba a los conductores de autos a transitar, para dar la apariencia de que la Carrera 1ª. “estaba despejada”.
En horas de la mañana, la policía practicó numerosos allanamientos y atacó residencias, rompiendo ventanas de vidrio con piedras y bastones, al tiempo que allanaba ilegalmente hogares en procura de la gente solidaria con los jóvenes en resistencia. La idea era acabar con todo lo que fortaleciera los plantones.
En las entradas de unidades residenciales del sector la agresión policial también fue evidente en horas de la mañana, se vio a policías lanzando piedras contra ellas, golpeando a los jóvenes e irrespetando a hombres y mujeres que se oponían a la detención arbitraria de los muchachos. Incluso, un agente de la policía disparó contra uno de los condominios.
“Si nos vamos de aquí luego nos allanan las casas, nos desaparecen, no tenemos garantías de nada”, le dijeron varios jóvenes a María Teresa Mueses, una lideresa de barrios del oriente de Cali que estuvo apoyando la resistencia juvenil durante todo el día hasta avanzada la noche y reportó a través de las redes el horror de la represión.
En toda la zona, las Fuerzas Armadas disparaban sin misericordia, mientras en casas y apartamentos sus moradores clamaban respeto y compasión, dos cualidades que no tiene los gobernantes de este país.
Ya en horas de la noche, la agresión a la población llegó a tal punto que, según denuncia la Red de DD.HH. ‘Francisco Javier Ocampo Cepeda’, “la Fuerza Pública celebraba cuando herían o asesinaban a los manifestantes, bailando y cantando frente a las víctimas y habitantes del sector”.
Charles Gros Shelton, periodista francés, agredido por la Policía el 4 de junio de 2021 en Cali.
ATAQUES A LA PRENSA INDEPENDIENTE
Entre los heridos en Paso de Comercio figura el periodista francés Charles Gros Shelton, quien fue objeto de agresión en su rostro por parte de la policía, en momentos en que cubría los hechos del viernes totalmente identificado como reportero de prensa extranjera (HK Golden News Press).
En horas de la mañana del mismo viernes se conoció que el periodista José Alberto Tejada, director del Canal 2 de Cali y quien ha venido haciendo un minucioso cubrimiento de los plantones juveniles, fue amenazado de muerte por un agente de la policía.
Ante los reclamos del comunicador y de defensores de derechos humanos en el lugar, el policía se refugió en el CAI del sector, cuyos integrantes se negaron a hablar sobre la grave amenaza contra Tejada.
De todas formas, la policía como institución está en la obligación de pronunciarse sobre estos dos casos de amenazas a la vida y a la integridad física de los dos periodistas, pues por lo menos en el papel la Constitución Política y las leyes colombianas garantizan la “libertad de prensa”.
El régimen insiste en reprimir a sangre y fuego, con la complicidad de organismo internacionales, pero seguirá encontrando una juventud dispuesta a resistir y a exigir sus derechos con el respaldo de los verdaderos demócratas del mundo.
Cali, sábado 5 de junio de 2021.
Publicado por Luis Alfonso Mena
PERIODISMO LIBRE.S.
https://luisalfonsomenas.blogspot.com/2021/06/denuncian-que-fueron-5-los-jovenes.html
7:03 a. m.
Junio 5 de 2021
Marta Lucía Ramírez y
su oscuro pasado y presente
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