Frente a la «buena noticia» de la marihuana en su territorio, Autoridades Misak reiteran rechazo
Un gesto más de dignidad y de autonomía ejemplar en el Cauca. Un articulo del diario El Tiempo (de la familia Santos) anuncia con bombos y platillos ésta «gran noticia»: Los primeros indígenas con licencia para producir marihuana medicinal. En esencia, se trata de unxs comunerxs (con la figura visible de la persona que acompañó al Presidente Santos a recibir el Nobel de la Paz) que se asociaron con la multinacional Canadiense Pharmacielo LTDA y obtuvieron licencia para sembrar y producir marihuana en el territorio ancestral del Pueblo Misak con «fines medicinales y terapéuticos«. Quién no quisiera que la legalización y comercialización de la marihuana pusiera fin al narcotráfico, pero en este contexto no sólo es imposible sino que únicamente promueve su extensión y profundización, como lo ha entendido el pueblo Misak y sus autoridades.
Mientras socios, cómplices e incautos (una vez más) celebran éste tipo de noticias (ésta se promueve aseverando que «La comunidad misak del Cauca espera cambiar la percepción que hay sobre esa región«), sin siquiera tomarse la molestia de consultar la posición y lectura de las comunidades y autoridades del Pueblo Misak, las Autoridades Ancestrales Nunakchak del Pueblo Misak emiten un pronunciamiento en el que rechazan éste anuncio y presentan las razones, los argumentos y sus decisiones.
Éste pronunciamiento es un ejemplo de dignidad, sabiduría y claridad. Lo compartimos en su totalidad. Basta con citar la decisión fundamental en la que basan su rechazo a este atrevimiento:
«Manifestamos que el pueblo Misak, por Mandato de todas las Autoridades del Pueblo Misak en el marco del I y II Congreso Nacional del Pueblo Misak realizados en el 2017 y 2019 respectivamente, ha mandatado que en cuanto a nuestras proyecciones en materia de derechos territoriales, política de preservación y conservación ambiental en todos los territorios del pueblo Misak NO estará permitida la intromisión de monocultivos o formas de economías externas que afecten y dañen el equilibrio de nuestras soberanías ancestrales indígenas Misak, entre ellas el cultivo de cannabis. Hemos determinado que en ninguno de los territorios Nu Nakchak a nivel nacional se permitirá la experimentación del recurso colectivo de la tierra con siembra de monocultivos, exploración o explotación minera otros proyectos que desarmonicen la salud de la cultura, la espiritualidad y territorio Misak. En razón de lo anterior rechazamos categóricamente las iniciativas que causen desequilibrio del pueblo, como es el proyecto de plantación de marihuana y la industrialización o la transformación de la misma para fines comerciales y de lucro, como lo busca hacer la denominada «Sociedad Pharma Indígena Misak Manasr.»
Este es apenas el primer párrafo de un documento sólido que entra a sustentar con evidencias y argumentos incontrovertibles la amenaza que representa éste proyecto, las irregularidades e irrespetos incurridos en todo el proceso que condujo a la expedición de la licencia, las condiciones y contexto del uso de la tierra, el riesgo para el territorio, los abusos cometidos por las partes involucradas y, además, los actores que están detrás de lucrar explotando, destruyendo y despojando un territorio ancestral y por ello mismo una cultura milenaria.
En consecuencia, la gran noticia que se anuncia y se defiende en El Tiempo, es en realidad propaganda para perfumar una amenaza y una violación al Derecho Mayor, a los usos y costumbres, a los derechos colectivos, constitucionales y ancestrales del pueblo Misak; el incumplimiento abierto al Mandato expreso y explícito de dos Congresos con la complicidad de comunerxs que sin autorización actuaron en representación de todo un pueblo ofreciendo un territorio colectivo para actividades de monocultivo, con ánimo de lucro y en contravíaa de ejes que sustentan la cultura y la existencia del pueblo Misak.
Además de reconocer la sabiduría y dignidad de este pueblo y de sus Autoridades, no podemos dejar de señalar que, el Cauca indígena viene siendo objeto de una guerra inclemente, justamente como consecuencia de la producción, transformación, transporte, comercialización y consumo de la marihuana. En este contexto resulta imposible garantizar la producción de marihuana en territorios indígenas exclusivamente para usos medicinales. Esto no ha podido garantizarse en ninguna parte de Colombia y del mundo. Inevitablemente, los cultivos atraen la violencia, el terror, la división de las comunidades y la incorporación de tierras y pueblos a esta guerra global mafiosa. Esto sin olvidar que, como bien lo señala el pronunciamiento de las autoridades: «la sociedad Pharma Indígena Misak Manasr, es una subsidiaria local de Pharmacielo LTDA, empresa extranjera con más de 600 socios (entre ellos la aristocracia antioqueña uribista) que tiene el logo de «Cultivado en Colombia, propiedad canadiense».» En otras palabras, se pretende engañar a incautos y encubrir un proyecto directamente vinculado al despojo y a la conquista, lo mismo que a la política integral del narcotráfico. No podemos dejar de recordar el discurso Nobel del Presidente Juan Manuel Santos en el que reconocimos, como único contenido de fondo, el relacionado con el narcotráfico. En compañía de la comunera que promueve éste convenio, el laureado abría el camino para este tipo de iniciativas cuyo propósito no es, de ninguna manera, acabar con el narcotráfico ni con la guerra en su contra, sino enmascararlo, promoverlo y profundizarlo. Es, como ya se sabe y se sufre en el Cauca indígena, en Colombia y el mundo, la paz de los dueños sin pueblos que garantiza la continuación y extensión de la guerra por todos los medios. Manifestamos y convocamos todo el apoyo al pueblo Misak, a sus autoridades y a quienes no se dejan reclutar a cambio de ganancias para sumarse a una guerra sin tregua entre hermanas y hermanos que únicamente beneficia a los conquistadores. ¡Así Sí! Prácticas y Saberes. Pueblos en Camino
Comunicado de Autoridades Ancestrales Nu Nakchak
del Pueblo Misak
Opinión personal, que podemos hacer si otros aprovechan en este caso es personal legalmente un emprendimiento empresarial y legal. Creo que toda persona tiene derecho al libre desarrollo del progreso.
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