Colombia: “La revolución de Kurdistán es la revolución de las mujeres”
Se realizó en Cali y Popayán, Colombia, el lanzamiento del documental “Comandante Arián” y dos conversatorios con una representante del Movimiento de Mujeres de Kurdistán.
“…Ayudar a una mujer que se siente derrotada, una mujer débil, humilde y vulnerable, en eso consiste para mí la libertad…”, son las palabras arrolladoras de la Comandante Arian, que nos dejaron estremecidas después de ver la cruenta guerra con que las Unidades deProtección de las Mujeres (YPJ) resisten en Kurdistán por arrancar de raíz al patriarcado, los estados y el colonialismo. ¡Así Sí! Resistencias y Caminos. Pueblos en Camino
El 7 y 8 de diciembre realizamos el conversatorio “La revolución de Kurdistán es la revolución de las mujeres” en Popayán, Cauca y Cali, en el Valle del Cauca, con la participación presencial de la compañera Melike Yasar, representante del Movimiento de Mujeres de Kurdistán (KMK) para América Latina. Allí tuvimosel privilegio de lanzar el documental “Comandante Arian, una historia de mujeres, guerra y libertad” de la directora catalana Alba Sotorra, a quien le agradecemos por permitirnos presentarlo por primera vez en América Latina.
En Popayán, en medio de un paro de estudiantes en defensa del derecho a la educación pública que viene siendo asfixiada en Colombia, movilización que lleva más de dos meses, nos dimos cita en la Casa Rosada de la Facultad de Diseño de la Universidad del Cauca, para ver el documental mencionado y conversar con Melike Yasar, quien nos contextualizó la realidad en Kurdistán, territorio que ni siquiera aparece en los mapas, porque después de la Primera Guerra Mundial fue partido por las potencias vencedoras entre cuatro estados: Turquía, Siria, Irak, Irán.
“Nos tocó la lucha armada para defendernos, pero nuestra revolución va más allá de las armas, consiste en un cambio de mentalidad. De allí que la crítica y la autocrítica es nuestra gran arma para las transformaciones que estamos haciendo y la autonomía que necesitamos”, afirmó reiteradamente Melike, al insistir en que la guerra a la que han sido obligadas, es una mínima proporción de lo que realmente vienen haciendo y, desafortunadamente, tiende a ser lo único que se les reconoce desdefuera como lucha.
De igual forma, nos contó de los sufrimientos y despojos que ha vivido el pueblo kurdo históricamente, así como los vivimos en el mundo entero, pero también hizo referencia a la lucha emprendida desde hace 40 años por la liberación de Kurdistán, que es la liberación de las mujeres y que significa la liberación de la sociedad. Las y los participantes, impactados con el documental y entusiasmados con la elocuente narrativa de Melike, preguntaron, comentaron, reflexionaron e intercambiaron durante casi cuatro horas.
Incluso alcanzó el tiempo para ver “Sakine Canzis y la historia del Movimiento de Mujeres”, un documental que acaban de editar desde este Movimiento, dando cuenta de cómo se inició la revolución kurda, de los vitales aportes de mujeres como Sakine Canzis, mártir, fundadora y paridora de la revolución que caminan hoy miles de mujeres desde Kurdistán.
En Cali, el conversatorio se realizó en la cinemateca del Museo de Arte Moderno “La Tertulia” con amplia participación de estudiantes, profesores y representantes de movimientos sociales, de mujeres y organizaciones populares. Aquí nuevamente el documental impactó profundamente a la audiencia que hizo retumbar el auditorio con sus aplausos. En esta ocasión, desafortunadamente, no hubo el tiempo suficiente para conversar con las y los asistentes, porque sólo tuvimos el auditorio por dos horas. Así que Melike Yasar, en el poco tiempo disponible, insistió en decir que: “El documental muestra sólo un 5 por ciento de nuestra revolución, porque usar armas es una contradicción que tenemos que enfrentar quienes defendemos la vida y la libertad. Son sólo un instrumento para defendernos en medio de la guerra. Nuestra revolución empieza desde la necesidad de liberarnos de una mentalidad patriarcal, empezando por la familia como institución estatal que nos oprime”.
Asimismo, explicó que para el Movimientola firma de un acuerdo de paz en el papel es importante pero no es suficiente. Que ellos y ellas desde Kurdistán proponen “el Confederalismo Democrático y no un Estado-nación. En nuestras comunas tenemos economía, salud, educación, comunicación, justicia alternativas. Nuestra organización es nuestra mejor arma contra la guerra, porque aunque estamos en guerra no estamos, por ejemplo, aguantando hambre.”
Nos quedó claro que la revolución kurda propone una crítica radical a la mentalidad patriarcal, para ir logrando transformaciones desde adentro, porque si los movimientos en lucha no tenemos la capacidad de hacer la crítica y la autocrítica sencillamente no vamos acambiar el orden establecido. “Criticarnos es cuidarnos. Criticarnos es querernos”, dijo Melike.
“Para demostrar tu amor tienes que sacrificarte. El amor no consiste sólo en acostarse con alguien y casarse. Si la tierra sobre la que construyó mi casa se ve amenazada, ¿cómo voy a proteger ese amor?”, nos reclama la Comandante Arian, mientras Melike reitera que: “Nuestra lucha es contra el patriarcado para construir una nueva sociedad con una mirada femenina, poniendo en el centro la liberación de las mujeres y el cuidado de la naturaleza”.
El entusiasmo con el que fue recibido el documental y la fuerza y claridad de esta lucha, transmitida directamente con la presencia y palabra de Melike Yasar, contagiaron a quienes asistieron de modo que, en Popayán cuatro horas fueron insuficientes para compartir. En Cali, al salir de la cinemateca, la gente se reunió a conversar, preguntar y, ante todo, a proponer caminos y dinámicas para establecer puentes entre luchas y pueblos que se van reconociendo cercanas.
No se trata de solidaridad con otras distantes, sino de sumarnos a nuestro propio camino femenino, confederal y democrático, tejido a la Madre Tierra: el camino de estos territorios y pueblos del Abya Yala, ejemplarmente abierto y defendido desde las mujeres de la revolución de Kurdistán. Es nuestra lucha y de manera recíproca sentimos el afán de aprender, de conocernos en resistencia y caminando por el rumbo denuestra libertad.
Agradecemos a todas las personas y colectivos que le hicieron minga a este esfuerzo y facilitaron que los conversatorios se realizaran en estas dos ciudades: el tejido de nuestros esfuerzos se siente fortalecido, entusiasmado, inspirado y exigido por el Movimiento de Mujeres de Kurdistán.
FUENTE: Pueblos en Camino / Edición: Kurdistán América Latina