Guatemala: Caso Molina Theissen, una sentencia única frente a la «Doctrina» del genocidio impune
A las 4:30 horas del día de ayer, miércoles 23 de mayo de 2018, el Tribunal de Mayor Riesgo C dicta sentencia contra militares guatemaltecos directamente involucrados en violaciones atroces a derechos humanos. Hace casi 37 años, en septiembre de 1981 Emma Guadalupe Molina Thiessen fue detenida ilegalmente en Santa María Utatlán, Sololá, Guatemala, «fue trasladada a la zona militar General Manuel Lisandro Barillas de Quetzaltenango, donde fue torturada y violada. Nueve días después logró escapar.» El 6 de octubre del mismo año, 3 miembros del ejército vestidos de civil, fueron a buscarla a su casa. Al no encontrarla se llevaron a Marco Antonio, hermano de Emma Guadalupe, de 14 años de edad a quien desaparecieron. El 26 de abril de 2004, el gobierno de Guatemala reconoció su responsabilidad ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, instancia que condenó al Estado de Guatemala.
Nelson Rivera del colectivo de comunicación km. 169 dice «Adjunto el audio completo de la sentencia histórica de esta madrugada 23 de mayo en Guatemala, por primera vez una mujer sobreviviente de detención, tortura y violación sexual durante la guerra logra condenar a prisión a cuatro generales del ejército de la dictadura de Romeo Lucas García en 1981. Emma Guadalupe, su madre y dos hermanas más. Caso Molina Theissen, Escuche la totalidad de la Sentencia Histórica del Tribunal de Mayor Riesgo C, caso Molina Theissen publicada por Prensa Comunitaria km. 169″
Tal como lo establece la sentencia, este no fue un hecho aislado, sino que hizo parte de agresiones sistemáticas y violentas contra la población civil en Guatemala. Bajo el ámbito de la «Doctrina de Seguridad Nacional», los altos mandos del ejército de Guatemala, entrenados dentro y fuera de Guatemala, asumieron a la población civil como enemigo y actuaron violando todos los principios, derechos y obligaciones de manera sistemática y generalizada. En consecuencia y en los términos de la sentencia emitida, aunque únicamente son condenados por este caso particular unos militares, una estructura criminal y genocida, el gobierno y estado de Guatemala, se dedicó a implementar la «Doctrina de Seguridad Nacional» cometiendo crímenes atroces contra la población que tenía la obligación de proteger. La sentencia en el caso Molina Theissen, al condenar en justicia a altos mandos militares directamente involucrados en estos delitos, señalando su relación directa con una política de estado de carácter sistemático y generalizado, de hecho y en derecho reconocen la impunidad, la injusticia generalizada y el fracaso de la ley ante la guerra y genocidio contra la población civil en Guatemala. Hechos que, contra toda evidencia y testimonios, ha negado de manera sistemática y recurrente de diversas formas, el estado guatemalteco y sus cómplices y aliados. Esta sentencia ejemplar y sin precedentes, gracias a la perseverancia y valor de una mujer y de su familia, expone 37 años después de los hechos, que estos no fueron delitos ni crímenes aislados ni que este fue un acto excepcional e inusual sino que, por el contrario, lo excepcional es que se haya llegado a sentenciar criminales de alto rango militar cuando era política de estado y quehacer sistemático de las fuerzas del mismo la comisión masiva de este tipo de actos repugnantes e inaceptables. Con la condena a los militares en el caso Molina Theissen se hace evidente desde un tribunal en una sentencia que así lo explicita, que 37 años más tarde, en cientos de miles de víctimas de la «Doctrina de Seguridad Nacional» aplicada en Guatemala, en igual número de casos, no se ha hecho justicia y que esa instancia criminal, el Estado y Gobierno de Guatemala, permanece impune. Si se requiriera de 37 años para resolver en justicia cada uno de los abusos cometidos contra centenares de miles, hacer justicia sería una imposibilidad que permitiría y de hecho ha permitido que esa instancia criminal permanezca no sólo impune sino en el poder y ejerciéndolo para quienes se beneficiaron y se benefician aún de la guerra y de las atrocidades y genocidio contra un pueblo, especialmente contra la mayoría indígena.
Es indispensable además señalar que la «Doctrina de Seguridad Nacional» bajo la cual se cometieron, según lo reconoce y señala el Tribunal estos crímenes por parte de las Fuerzas Armadas, no es una política ni una estrategia de Guatemala. Esta «Doctrina» fue diseñada desde los Estados Unidos e implementada en muchos países del Continente Americano y más allá. No sorprende la presencia del Embajador de los Estados Unidos en la Sala donde el Tribunal leyó la sentencia que no mencionó directamente a este país y su responsabilidad directa e indirecta en este y los demás casos. Los militares de alto rango finalmente han sido condenados, pero la «Doctrina de Seguridad Nacional» y sus diseñadores y ejecutores en los Estados Unidos siguen impunes. Este acto de justicia, señala abiertamente la impunidad e injusticia que se perpetúan en y desde Guatemala y que hasta el día de hoy se han actualizado y profundizado. La guerra contra los pueblos aún no ha sido condenada y mucho menos desmantelada, pues, como lo demuestra la sentencia del caso Molina Theissen y el genocidio en Guatemala, el terror desde los centros de poder para la acumulación, el privilegio y la ganancia, son sistemáticas y permanecen intocadas. Una mujer valiente y un niño desaparecido, se levantan desde su dolor y el de sus familias y comunidades para señalar con el respaldo de una sentencia desde Guatemala, el carácter criminal sistemático y global del capital y los privilegiados a los que sirve. El dolor y el olvido perduran y gritan con esta sentencia. ¡Así no! Dominación y Despojo. Pueblos en Camino.
Caso Molina Theissen
Tribunal condena a militares retirados con penas de entre 33 y 58 años
A las 4.30 horas de este miércoles, 13 horas después de haber citado a las partes involucradas, el Tribunal C de Mayor Riesgo llegó a la sala de audiencias para leer la sentencia contra cinco militares retirados por la desaparición de Marco Antonio Molina Theissen y la detención ilegal y violación de su hermana Emma Guadalupe en 1981. Las penas van entre 33 y 58 años.
El tribunal considera que los militares acusados participaron directamente diseñando el plan contrainsurgente y ordenando los operativos para capturar y torturar a Emma Molina Theissen, quien fue golpeada y violada por soldados, a modo de tortura, durante nueve días. Cuando escapó, se procedió a la captura ilegal y desaparición de su hermano, Marco Antonio.
El referido tribunal está integrado por los jueces Pablo Xitumul de Paz, presidente, y los vocales Elvis David Hernández Domínguez y Eva Marina Recinos Vásquez.
Los militares retirados procesados por este caso son Manuel Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor del Ejército; Manuel Antonio Callejas Callejas, exjefe de Inteligencia Militar; y los ex altos cargos de la zona militar de Quezaltenango Francisco Luis Gordillo Martínez, excomandante; Edilberto Letona Linares, exsubcomandante; y Hugo Ramiro Zaldaña Rojas, exoficial de inteligencia militar.
Los acusados «pudieron haber actuado de manera distinta, pero prefirieron no obedecer los mandatos normativos de Derechos Humanos y de carácter penal que prohíbe las conductas realizadas», leyó el juez Xitumul.
“Todos los acusados, a excepción de Edilberto Letona Linares, son responsables de violación y delitos contra los deberes de la humanidad”, señaló el Tribunal. La absolución de Linares se dio al determinar que no tenía responsabilidad en la cadena de mando.
«Esto ofende a todos los seres humanos por lo que no debe quedar en la impunidad», dice Xitumul y agrega que reclamar que no hubo guerra interna sino un «enfrentamiento entre guerrilla y ejército» es un argumento «insostenible», pues se involucró a la población civil para luego «atacarla sin misericordia, como lo hicieron».
De acuerdo con la sentencia, los militares diseñaron la estrategia de tortura. De hecho, estaba en los archivos personales de uno de los acusados.
Por el delito de desaparición forzada contra la integridad de Marco Antonio Molina Theissen, fueron hallados culpables Hugo Zaldaña, Manuel Callejas y Benedicto Lucas García.
La sentencia
Por el delito de deberes contra la humanidad, en agravio de Emma Molina Theissen, fueron condenados a 25 años de prisión inconmutables Manuel Benedicto Lucas García, Manuel Antonio Callejas Callejas, Francisco Luis Gordillo Martínez, y Hugo Ramiro Zaldaña Rojas.
Por los delitos de desaparición forzada, en agravio de Marco Antonio Molina Theisen, fueron condenados a 25 años de prisión Hugo Ramiro Zaldaña Rojas, Manuel Benedicto Lucas García y Manuel Antonio Callejas Callejas.
Por violación fueron sentenciados a ocho años de prisión Hugo Ramiro Zaldaña Rojas, Manuel Benedicto Lucas García y Manuel Antonio Callejas Callejas.
El Ministerio Público (MP) había solicitado penas de hasta 112 años y 6 meses de prisión para los militares.
El embajador de Estados Unidos, Luis Arreaga, asistió a la megasala y se retiró antes de que se conociera la resolución.
También llegaron activistas de derechos humanos y el procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas.
En Guatemala la sentencia a los militares fue el tema más comentado en Twiter, con el hashtag #CasoMolinaTheissen.
Lucas García, hermano del fallecido expresidente Fernando Romeo Lucas García, siguió la audiencia por videoconferencia desde el Centro Médico Militar, donde se encuentra hospitalizado.
Los otros cuatro militares procesados padecen de presión alta, por lo que mientras esperaban la audiencia salieron de la sala para recibir un chequeo médico de rutina.
En la sala de audiencias se encontraban Emma Theissen Álvarez de Molina y Emma Guadalupe Molina Theissen, madre y hermana de Marco Antonio, respectivamente.
Emma Guadalupe fue capturada de manera ilegal y violada por militares en 1981. «Vengo a pedirle al Tribunal que su sentencia sea proporcional al daño provocado», dijo el pasado lunes durante su declaración ante el Tribunal.
Pide exhibición personal
Un familiar del militar en situación de retiro, Hugo Zaldaña, presentó una solicitud de exhibición personal a favor del procesado para que se evaluara su estado de salud por la larga jornada que debieron esperar por la sentencia.
Jordan Rodas, Procurador de Derechos Humanos, habló sobre la exhibición personal presentada por Jeniffer Zaldaña en favor de su padre, el sindicado Hugo Zaldaña.
Los hechos
El 27 de septiembre de 1981, en Santa Lucía Utatlán, Sololá, fue detenida Emma Guadalupe Molina Theissen en un retén militar de control de carreteras; ella llevaba escondida propaganda de estudio y discusión política y fue trasladada a la zona militar General Manuel Lisandro Barillas de Quetzaltenango, donde fue torturada y violada. Nueve días después logró escapar.
El 6 de octubre de ese mismo año, tres miembros del Ejército vestidos de particular llegaron a la casa de la familia Molina Theissen ubicada en la 6 avenida 2-35, zona 19, colonia La Florida para recapturar a Emma, pero al no localizarla se llevaron a Marco Antonio, de 14 años, ante la mirada de su madre. Hasta ahora se desconoce al paradero del menor.