Carta a nosotrxs en la prisión del olvido, del Profe Papas libre en el cadalso del estado.
Si fuera libre habría paz y justicia. Bajo el estado criminal que se atrevió a encarar -y no está sólo-, es un criminal y está en prisión.
Dos cartas y un video de Rolando Quintero quien tiene mucho que decir. Si uno lo escucha, si pudiera ser escuchado, quedaría claro que estudia, que piensa, que reflexiona y cuestiona, que sabe y sobre todo, que quiere y necesita saber desde un lugar. Saber de manera que lo dicho sea justo. Que lo dicho recoja memorias, verdades, experiencias y también que exprese dudas, preguntas, críticas. Tiene mucho que decir, porque viene de un lugar negado, de realidades negadas, criminalizadas, aplastadas. No está sólo allí. Es heredero como tantas y tantos anónimxs que fundaron barrios, que construyeron pueblos y comunidades en contra vía. Habla porque él también sabe que lo que a los medios de comunicación para difamar, señalar, mentir «no les cuesta ni una sola gota de sudor, a nosotros nos cuesta mil lágrimas«, mil lágrimas más. En realidad Rolando Quintero se levanta, levanta la voz y la vida -y no está sólo- y alza en colectivo un puño de resistencia -también en colectivo- para hacer presencia. Porque hacer presencia, existir, como lo nombra Rolando Quintero, resistir y vivir en paz, luchar por la justicia social, es un crimen y debe ser castigado, está siendo castigado. Es un delito y se paga con cárcel o desaparición o muerte. Se paga con desprecio y olvido. «No somos necesariamente anti-estado. Nos levantamos por la justicia social y esto nos obligó a luchar contra el estado...». A Rolando Quintero, que tomaba una escoba, hacía seguridad perimetral, no quería estar en el centro de la atención pública, no le gustaba hablar, pero un disparo de las fuerzas represoras contra su sobrino generó una decisión familiar y personal. Era hora de llegar al centro y hablar, así con esta palabra que les compartimos y que no basta, que merece respeto y escucha, para que «siquiera se supiera a quienes habían matado» por haber luchado, resistido, defendido la libertad y el derecho a la paz. Rolando Quintero sintió la necesidad y tomó la decisión -y no estuvo sólo- de darle la cara al poder. De levantarse ante el poder como Primera Línea a expresar un clamor de una propuesta dialógica para acordar convivencia, diálogo, reconciliación. Así, tomó la decisión de hablar en un país en el que la «democracia genocida», la institucionalidad del despojo que siendo minoría señala de ser minorías a quienes ha convertido en masa, en olvido, en mujeres empobrecidas, en indios, en negras y negros; ha convertido a las mayorías en minorías, nos ha producido como oscuridad y nos ha negado para arrogarse el derecho a fuerza de propaganda y terror como estado legítimo. Acá se entiende porqué a Rolando lo llamaron y lo reconocemos como el Profe Papas. También porqué el Fiscal General de la Nación cuya función queda expuesta como la de criminal represor general desde el estado de despojo, usa esa misma denominación de Rolando Quintero como Profe Papas que se ganó en la comunidad de pie que decidió existir y nombrarse y poner el cuerpo en Primera Línea como Puerto Resistencia en Cali a exigir respeto, a Rolando, a nuestro Profe Papas que también reconocemos y respetamos desde su palabra coherente, a él, un mediocre mezquino con cargo de Fiscal califica de «alias» a nombre de la mafia Uribe-Vélez, Duque y otros nadie que han sido y aún son dueños del estado y del derecho a negarle la existencia y condenar al olvido a Rolando Quintero y lo que nombra él solito que es mucha gente y todo lo que falta. Rolando lee, reflexiona, estudia y entiende desde la calle. Se apropia de lo que haga falta «apropiarse para promover el goce de los demás» -y acá cita a Kierkegaard para levantar el puño monumental de Puerto Resistencia. Acá se escucha lo negado. Una partecita elocuente e incómoda para algunos, pero sobre todo desafiante y hermosa. Acá no habla un prócer, ni un ambicioso de poder sino un buscador elocuente de justicia, una vida-resistencia -y no está sólo-. No lo presentamos, ni opinamos, solamente exigimos que sea escuchado -y no sólo él- y que sea libre y que podamos vivir en paz y eso sí, que para que lxs condenadxs al olvido alcancemos la paz, este estado y sus medios y sus patriarcas y su manera de reclutar, cansar, comprar, odiar, desaparecer, matar, robar… tiene que acabarse, tiene que quedarse atrás. Lo tenemos que dejar atrás. Acá Rolando narra para Nerdopolitan, hace 10 meses, mientras camina por Puerto Resistencia, todavía en la calle y alrededor del monumento-puño en alto, ideas, caminos, verdades, memorias que teje para que se conozca el levantamiento desde el 28A en Cali desde Puerto Resistencia. Si hay quienes piensan que esa hora y 48 minutos es muy larga, qué será para estos afanes toda una vida de lucha y una condena a muerte con impunidad o prisión de 50 años? Una hora y 48 minutos para escuchar y que quede pendiente la fogata y el encuentro, la juntanza y la conversa en lucha por la libertad de pie y en rebeldía. Además de esa su palabra, la del Profe Papas que habla sólo y no puede quedarse sólo, compartimos dos cartas. Una reciente que titula ME DESLIGO y otra que envía al Fiscal General de la Nación, a este en particular y nombra, según nos queda claro por ella, no sólo a este mediocre corrupto frente a quien se levanta para ponerlo en su lugar sino a todo el régimen. Rolando Quintero está en prisión mientras el estado mata, desaparece, juzga, condena, compra, captura, engaña, desprecia y manipula. Profe Papas, gracias. Ahí está en la cárcel. Pasó de moda la Primera Línea que tanto explotaron y pusieron de moda para robarse las imágenes, la lucha y el discurso, aún los muertos, para luego criminalizarla, tratar de vaciarla de sentido y encerrarla en las cárceles con tantas y tantos mientras restauran y folclorizan las cárceles urbanas como Cali y Colombia. Se robaron como mercancía en gran parte la primera línea. Lo están haciendo. De esto se desliga el Profe Papas. La de verdad, la que no pudieron robarse, sigue de pie aún en prisión o ad portas de juicios y condenas. Porque el levantamiento no terminó, todo está pendiente o empeorando. Quienes como el Profe están en las cárceles, o a punto de ser juzgadxs y tal vez condenadxs como criminales a penas de hasta 50 años de prisión les reconocemos con vergüenza que hasta hoy y mientras no sean libres y no luchemos de pie por la libertad, no ha cambiado nada: está peor. Esta voz y esta vida son un puño de resistencia en alto y nos reclama liberarlxs y a todxs con ellxs del estado. El Profe Papas no nos pide nada, nuestra conciencia nos exige su libertad, la libertad de su palabra y camino compartidos.
Respeto y reconocimiento a quienes ya se han organizado para defenderlxs jurídicamente y en los barrios y en las calles: son nuestra primera línea hasta sumarnos. Con ellas y ellos somos prisioneras y prisioneros del régimen.
LIBRES YA
Comité de Familias de los 9 compañeros de Puerto Resistencia Privados de Libertad
https://www.facebook.com/LibresYa
Colectivo por la Libertad de Colombia
Colombia Freedom Collective
https://colombiafreedomcollective.org/
Como ellas y ellos nos debemos la dignidad que nos hará libres. Ni se venden, ni se cansan, ni claudican, habitantes de la libertad como Mumia, Dora María Téllez y lxs demás, Leonard Pelletier, Abdullah Öcalan y tantxs más que nos convocan.
!Así Sí! Prácticas y Saberes. Pueblos en Camino
Marzo 6 de 2023
Me desligo
La gran experiencia de afrontar, asumir la cárcel (en lugar de padecerla) como una fase más de la lucha social, ha evidenciado de qué estoy hecho; pero aún más, de qué pudieran estar hechas las personas que dicen hacer parte de la causa que se expresó digna y bellamente en el «estallido social» 2021.
Esta es una diatriba de un hombre nunca postrado contra quienes poco a poco han ido doblegando su furor y activismo revolucionario que se reuniera espontáneamente, pero justificadamente en los denominados Puntos de Resistencia y en especial en mi amado Puerto Resistencia del que soy parte y me mantengo; porque uno no se quita lo que es.
A hoy, Puerto Resistencia poco a poco ha mutado a una estación turística adaptable a los requerimientos del orden imperante. Atenuado su garbo beligerante, cuestionante y crítico social de lo estatuido, se ha ido plegando a las conveniencias de gobernantes, de propios del territorio y de extraños, de los mismos o de los que hacen parte del vicio politiquero contra el que también izamos nuestra protesta social.
Pero eso no es lo más triste.
Exclamar hoy este hondo pesar obedece al hecho de la pérdida del sentido esencial que liga una causa y coliga a quienes de ella hacen parte: la solidaridad y la fraternidad.
Esto es lo que hoy, en esos afanes electoreros, la Asamblea de Puerto Resistencia está perdiendo.
Sin desconocer la valía de varias de las personas que la integran y reconociendo que varias de éstas se mantienen en la firmeza de la causa que nos juntó, hoy resalto críticamente el servilismo que se exacerba por esas aspiraciones politiqueras.
Hoy me siento manoseado, utilizado como Prisionero Político por levantarme, contra ese uribismo gobernante (y aún con poder), en mente, corazón y mano dignamente, ponderando siempre la dignidad humana y respeto por la vida.
Siento que algunos de mis compañeros-hermanos de causa, unos ingenuamente, otros no tan ingenuos, han hecho de la injusticia del cadalso impuesto por ese uribismo (que insiste en su fútil desquite a través del nefasto fiscal Barbosa) caldo de cultivo para sus aspiraciones electoreras.
Siento que hicieron de PR y del caso de persecución política-judicial su bacteriódromo para esa finalidad contra-solidaria.
Llevamos ya más de siete meses en los que en PR se han ido acostumbrando a nuestra ausencia impuesta y canazo injusto. Tanto así que, por ejemplo, sin siquiera contar con nuestra participación, como parte que somos de PR, su Asamblea decidió postular candidatos a las próximas elecciones regionales.
Prestos, solícitos, corrieron a definirlos sin tenernos en cuenta. Muy distinta actitud y comportamiento, en cambio, ante los llamados que desde prisión una y otra vez en busca de solidaridad les hemos hecho. Acaso ¿en la agenda del día trataron siquiera de pasada el tema de la urgencia del hermano Gr.?, por ejemplo.
Tal actitud ha evidenciado, de paso, que más es el rigor del olvido al que tal acostumbramiento nos condena, que el de estos barrotes y normas del INPEC.
Pero la diatriba no tiene su razón de ser en este solo hecho.
Se complementa con la sordera que nos han dispuesto a los 10 de PR (no hablo por todos, aunque varios estén de acuerdo con estas líneas, parte de estas o su sentido en general) a nuestros llamados, sugerencias y hasta clamores en busca de apoyo a nuestra defensa o bienestar durante esta forzada quietud y monotonía del encierro.
Sería injusto no resaltar, aún en medio de la desidia a la que hoy el devenir de esta lucha nos arriba, actitudes y acciones que al contrario sí persisten en el talante solidario y fraterno que debe caracterizar a un hermano a una hermana de causa. No me atrevo a mencionar sus nombres por consideración de su intimidad y seguridad.
Muy distinto al vendejabonismo al que nos mantuvieron con embeleso de fuego fatuo otros que decían hacer, que parecían hacer por nosotros y nuestra excarcelación, pero apenas fuimos el fondo sobre el cual abonaron intereses menores.
Me desligo, entonces, de esas actitudes y comportamientos que han llevado incluso a rebajar la esencia de PR a, cuando no a una plataforma de despegue electorero, a apenas, como complemento de esto, a una especie de extensión de agencia de empleo y lavacaras de la actual alcaldía de Cali; harto cuestionada por posibles prácticas de corrupción.
Nosotros, queridos y queridas, somos PR, no nos amangualamos con nadie. Cosa distinta es trabajar con quienes administran el bienestar social al que como ciudadanía tenemos derecho porque como ciudadanía producimos la riqueza más que suficiente para vivir dignamente.
Somos Puerto Resistencia, no pedimos favores, no nos plegamos a las conveniencias y necesidades que no sean las propias de nuestro territorio y sus gentes y sin esperar ni perseguir nada a cambio, nada para nosotros.
La única sombra a la que nos es propio mantenernos, es a la que proyecta Nuestra Mano de PR a la luz de nuestra lucha; ninguna otra, ¡nunca, jamás!
Además de mi reconocimiento, dejo, por último, mi gratitud a las familias que persisten, a la mía que se paró en PR y me ha refortalecido con su ejemplo imperecedero de fuerza y perseverancia en medio de tanto dolor directo que nunca ha logrado someterle… Resistir es persistir (hasta prevalecer). Entre otros varios más, a los amigos congresistas; al Gobierno nacional, por sus esfuerzos y persistencia también, aún en medio de las ansias de más sangre derramada de esa extremista oposición, y del fracaso gubernamental de la oposición «moderada» de las huestes uribistas. A mi abogado Del Río Malo, que no es muy bueno, es excelente, otro gran luchador por la justicia. Al apoyo de esa parte de la Defensoría del Pueblo que sí nos apoya en ejercicio honesto de su deber constitucional. Al equipo de trabajo en lo técnico penal y asesores de gran valía. A quienes se mantienen y nos soportan nuestros desesperos y rabietas y no dejan de hacer por nuestra excarcelación (yo persisto libre, aún tras estos muros) todos los días, sin importar nuestros desafueros. A tantas personas que han expresado su solidaridad aún desde lugares remotos y se mantienen con nosotros… A todos estos imprescindibles, mi reconocimiento, gratitud y afecto.
Todo ello, Uds., ligan.
Fraternalmente:
Profe P. de PR.
Carta al Fiscal Barbosa:
La justicia como venganza
Morirá Ud., señor Barbosa, antes que hallar una pizca de evidencia; un dejo, tan siquiera, de verdad que sustente la carga de su acusación infame contra mí, la memoria y heredad de mi padre: mi honor, y el de mi familia.
No tendrá Ud. nunca cómo resarcirme el haberme privado del nacimiento de mi unigénito, sus primeros llantos y sonrisas y del primer brillo que de sus ojos volvió a estallar el big-bang del Universo.
Mi nombre es Rolando Quintero Ramírez, según Ud., «alias» Papas, el «principal» de la, según Ud., «estructura delincuencial Puerto Resistencia».
Ni «alias» (apodo, sobrenombre, sí, nunca «alias»), ni cabecilla, ni estructura criminal… Ni ninguna de sus carajadas de jerga criminalística de pasarela prepago noticiosa.
¡Respete!
Un ciudadano más, nada más. Uno de tantos inconforme, mamao de la injusticia social, condena de nuestra nación; a la que Ud. y sus correligionarios de la zaga del horror autoritarista a la que Ud. tan bien, aún en la secuela, sirve y en la que insisten en mantenernos. No obstante, entérese, les dijimos no más en las calles y reconfirmamos en las urnas.
Puerto Resistencia, con La Mano, Nuestra Mano, testimonio veraz a contrahistoria (contra la que nos impusieron godarrias de apellidos de abolengo contra el pueblo), retuérzase, ha pasado a la historia como territorio y símbolo, bastión de una lucha por lo que es justo: justicia social.
Adverso: el excrementario de desquites en lo que Ud. transformó a la Fiscalía General de la Nación por mor de su fútil venganza y la de sus copartidarios de aquella capilla estructurada autodenominada Uribismo. Descuide, también Ud. pasará al prontuario de la Historia de Colombia.
Y en esta yacerá la mancha de su nombre, señor Barbosa, sobre la FGN, y escrito el mío con los barrotes de esta injusticia. Será, ea, mi histórica justicia sobre Ud.
¡Oh, Poe, tu sublime venganza corta queda!
Por lo pronto, señor Barbosa, espero y deseo que viva más que yo, para que sienta el rigor de la Justicia, a la que Usted ha mancillado al hacer de la FGN su instrumento de concupiscencia.
Le auguro, por demás, que no bastará la eternidad en lo profundo de la exploración infernal de Dante para terminar de conocerla: la historia de mi nombre y el de Puerto Resistencia, al lado del suyo, y sí, de Su fiscalía.
Por ahora, plázcase Ud. en esta antesala de su averno. Y yo en esta misiva, mi divertimento.
La memoria de mi amado padre asesinado, Dios y la Historia, para siempre mis testigos de mi honor mantenido.
Desde la cárcel de Jamundí, en la que su venganza no me toca. Miserable.
Rolando. Profe Papas de PR.
(Puto-Lobo Albatros de Fuego).