Lo que se revela y se encubre en la Contra Insurgen-CIA

Existe, pues, un programa de la Casa Blanca, a través de la CIA, para convertir en terroristas a luchadores sociales y, de paso, asesinar mandos de la insurgencia armada. Entre otras, la pregunta que es necesario hacerse hoy es ¿por qué y para que revela la CIA a través del Washington Post estas verdades ahora? Seguramente, hacer que esto se sepa en esta coyuntura es parte del programa de la CIA y obedece a objetivos estratégicos, que seguramente incluyen afectar el diálogo FARC-Gobierno, el proceso electoral en Colombia, contradicciones políticas en EEUU que afectan a Obama y las acciones de espionaje de los EEUU. Difícil, pero necesario buscar respuestas y explicaciones válidas. Lo cierto es que  el proyecto económico de acumulación corporativa es el que orienta, desde sus círculos supra estatales de poder, este tipo de programas. 

 
La CIA ayudó a matar a «cabecillas» de las FARC y del ELN. Según lo informa el Washington Post, desde el año 2000, existe un programa especial, autorizado por el Presidente Bush, que continúa aún bajo la administración Obama, cuyo propósito es eliminar mandos de las insurgencias colombianas. El artículo, basado en fuentes primarias, señala que se adjudicaron 9000 millones de dólares para este programa. Uno de los operativos realizados «con éxito», fue el asesinato del comandante Raúl Reyes de las FARC entre otras 24 personas en un bombardeo de precisión con ayuda de bombas orientadas por GPS en la región de Sucumbíos en el Ecuador, conocido como Operación Fenix, autorizada por el Presidente Uribe y el entonces Ministro de defensa Juan Manuel Santos.
 
En su momento, el Gobierno colombiano negó enfáticamente la participación de los EEUU tanto en este operativo   , así como en la Operación Jaque con la que se liberó a Ingrid Betancur y en otras acciones que han dado muerte a mandos de la insurgencia armada. La existencia de este programa de la CIA, generosamente financiado y ordenado desde la Casa Blanca por dos gobiernos sucesivos, expone claramente la forma en que las autoridades colombianas, incluido el actual Presidente Santos mienten como parte de su obediencia a los intereses estratégicos de EEUU.
 
Es pertinente recordar que a partir de la Operación Fenix, ahora claramente expuesta como un operativo de un programa de la CIA, surge el «computador de Raúl Reyes» y con este, el más amplio programa de señalamiento, persecución y judicialización de que se tenga memoria en la historia de Colombia. Según las versiones oficiales, en este computador se encontró evidencia de vínculos de diferentes dirigentes con las FARC. Todo indica que, más que el disco duro de un computador, se trató de la compilación de materiales para generar este proyecto de persecución sistemática. Invirtiendo el orden de lo des-informado con las revelaciones que ahora se exponen, todo apunta a que la Operación Fenix y otras que le siguieron tenían la intención de eliminar cabecillas de la insurgencia armada PARA presentar evidencias prefabricadas y poner en marcha un programa de eliminación de resistencias populares y oposición democrática y política al régimen al transformar con esta falsa evidencia a líderes populares y movimientos sociales no vinculados a las insurgencias armadas, en terroristas. Como siempre, la legitimidad aparente de esta evidencia se basó en incluir personas con vínculos con la insurgencia entre muchos cuya acción política no tenía nada que ver con esta.
 
Existe, pues, un programa de la Casa Blanca, a través de la CIA, para convertir en terroristas a luchadores sociales y, de paso, asesinar mandos de la insurgencia armada. Entre otras, la pregunta que es necesario hacerse hoy es ¿por qué y para que revela la CIA a través del Washington Post estas verdades ahora? Seguramente, hacer que esto se sepa en esta coyuntura es parte del programa de la CIA y obedece a objetivos estratégicos, que seguramente incluyen afectar el diálogo FARC-Gobierno, el proceso electoral en Colombia, contradicciones políticas en EEUU que afectan a Obama y las acciones de espionaje de los EEUU. Difícil, pero necesario buscar respuestas y explicaciones válidas.
 
El Representante a la Cámara, Iván Cepeda, solicita al Gobierno colombiano, a través del Ministro de Defensa, dar explicaciones y detalles sobre la intervención de la CIA en Conflicto armado colombiano. Esperemos que salgan verdades poco a poco, aunque como de costumbre encubrirán y maquillarán a nombre de la soberanía y La Paz. Lo cierto es que  el proyecto económico de acumulación corporativa es el que orienta, desde sus círculos supra estatales de poder, este tipo de programas. La conquista en curso, como lo evidencia esto que se expone, no tiene dificultad alguna en valerse de muertes, mentiras, gobiernos, señalamientos, para someter a los pueblos a su codicia. No se entienden los hechos sin reconocer los beneficiarios. A ellos sirven la Casa Blanca, los gobiernos, las fuerza armadas, las agencias de inteligencia, los sistemas judiciales, los medios y el amplio espectro de confusión más o menos militante en la que nos ahogan. Pueblos en Camino
 
 
Anexamos en seguida la noticia de El Espectador al respecto:
 
«CIA ayudó al Ejército a matar a dirigentes de las Farc»
Así lo reveló este domingo el diario The Washington Post.
 
Según The Washington Post, la FAC contó con ayuda de Estados Unidos para lanzar bombas inteligentes en la frontera con Ecuador para matar a alias Raúl Reyes.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ayudó al Ejército colombiano a matar al menos a dos docenas de líderes de las Farc mediante un programa secreto, revela el diario The Washington Post.
 
El diario indica que el plan contra las Farc fue autorizado por el presidente estadounidense, George W. Bush, en el año 2000.
Ese programa conjunto se siguió ejecutando después con el presidente Barack Obama, según fuentes militares estadounidenses, de inteligencia y diplomáticas citadas por el rotativo.
La ayuda secreta para combatir a las Farc contó con un presupuesto multimillonario distinto a los 9.000 millones de dólares de la ayuda militar estadounidense del llamado «Plan Colombia», que se inició en el año 2000.
Para el rotativo estadounidense, las Farc, surgidas hace 50 años, ha sido «el grupo insurgente mejor financiado del mundo».
El periódico basó su información en entrevistas a más de 30 funcionarios estadounidenses y colombianos tanto de la actual como de anteriores administraciones y la mayoría de los entrevistados hicieron sus declaraciones bajo la condición de anonimato.
El programa de lucha contra los insurgentes estaba dirigido para combatir a los cabecillas no sólo de las Farc, sino también del ELN, precisa el periódico estadounidense.
Dicho programa, consistía en «un seguimiento en tiempo real» de los dirigentes rebeldes y «a partir del año 2006 se convirtió en una herramienta particularmente eficaz para matarlos».
Se usaron para ello bombas inteligentes guiadas por un sistema de geolocalización GPS «capaces de matar a una persona en la selva», tras determinar su ubicación exacta, añade la información,
The Washington Post cita el caso ocurrido en marzo de 2008 en el que la Fuerza Aérea Colombiana con la ayuda de Estados Unidos lanzó bombas inteligentes a través de la frontera con Ecuador para matar al dirigente de las Farc Raúl Reyes, entonces «número dos» de la guerrilla.
El rotativo asegura que este programa secreto en Colombia es una de las mayores acciones de la inteligencia encubierta desarrollados por Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
 
También compartimos el texto completo en inglés aparecido en el Washington Post 
 
CIA helped Colombia kill rebel leaders
 
By Associated Press, Published: December 21 | Updated: Sunday, December 22, 7:41 AM
WASHINGTON — A covert CIA program has helped Colombia’s government kill at least two dozen leaders of the Revolutionary Armed Forces of Colombia, the rebel insurgency also known as FARC, The Washington Post reported Saturday.
 
The National Security Agency has also provided “substantial eavesdropping help” to the Colombian government, according to the Post. And the U.S. provided Colombia with GPS equipment that can be used to transform regular munitions into “smart bombs” that can accurately home in on specific targets, even if they are located in dense jungles.
 
In March 2008, Colombian forces killed a top FARC commander, Raul Reyes, in one of several jungle camps the rebels operated in Ecuador, just across the border. The Post report Saturday said Colombia used U.S.-made smart bombs in the operation.
 
The report is based on interviews with more than 30 former and current U.S. and Colombian officials, who the Post said spoke on condition of anonymity because the program is classified and ongoing.
 
The CIA would not comment on the Post report. Without going into detail, Colombian President Juan Manuel Santos told the Post that the CIA has been “of help,” providing Colombian forces with “better training and knowledge.”
 
The multibillion-dollar program was funded secretly and separately from $9 billion in aid that the U.S. has openly provided to Colombia, mostly in military assistance. It was authorized by President George W. Bush and has continued under President Barack Obama, the newspaper reported.
 
Colombia’s government and FARC have been engaged in peace talks in Havana since late 2012, but there has been no ceasefire between the two sides. Earlier this month Santos blamed the rebels for an attack on a police post that killed nine people, including civilians, military and a police officer.
 
The FARC rebels took up arms in 1964. The U.S.-backed military buildup has reduced FARC’s ranks to about 9,000 fighters and killed several top commanders, though the rebels insist they are still a potent force.
 
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