20 años sembrando vida en medio del terror para reafirmar el futuro cada día

«No nos hemos dado por vencidos ya son 20 años de resistencia civil donde los victimarios nos han marcado con mucho derramamiento de sangre pero aun así seguimos por la vida.” Comunidad de paz San José de Apartadó, 2017.

La comunidad de paz, San José de Apartadó, conmemora 20 años de lucha, resistencia y autonomía en la construcción de su proyecto de vida comunitaria. La fuerza de las y los campesinos permitió expulsar a los actores de la guerra de su territorio y consolidarse con autonomía. Les ha costado más de 300 asesinatos, incluidos niños y niñas. El ataque constante de paramilitares con apoyo y en coordinación con las fuerzas armadas del estado han sido documentados recurrentemente y la solidaridad en los territorios ha sido clave para contener el terror y denunciar que quieren despojarlos y robarles su territorio para la explotación y la acumulación de las transnacionales. Con dolor aun hoy cuando se habla de “paz”, sabemos que a diario los reprimen, persiguen, amenazan y asesinan. Las órdenes del terror provienen de los niveles más altos del poder. En el II Foro de No Violencia, 2013, Jesús Emilio Tuberquia de San José de Apartadó dijo: “criamos a nuestros hijos según nuestros usos y costumbres. Creemos en esta tierra. Nos cuidamos unos a otros y… nos van a matar. Mientras nos matan, vivimos.” Ellos y ellas están liberando su territorio. “Son libres y están en libertad en medio del campo de exterminio y no tienen esperanza porque están construyendo, creando vida, ejerciéndola. Ya están ellas y ellos en un mundo otro mientras nosotras y nosotros seguimos en este mundo sin siquiera darnos cuenta de que la esperanza, esa esperanza a la que se refiere Jesús Emilio en nombre de su comunidad, es parte de la trampa.” La comunidad de paz, expresa sus voces de agradecimiento por la solidaridad nacional e internacional en sus 20 años de conmemoración, “Esperamos seguir contando con ustedes en los tiempos que vienen que se anuncian difíciles. Les aseguramos que nuestra resistencia seguirá siempre indeclinable.” La resistencia, la lucha por la autonomía y la defensa de los territorios continuarán mientras no se apague el sol. Así sí carajo!!!

1997 – 2017, 20 años en resistencia

San José de Apartadó, 20 años de lucha, resistencia, autonomía y defensa del territorio.
San José de Apartadó, 20 años de lucha, resistencia, autonomía y defensa del territorio.

El 23 de marzo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó cumplió 20 años de haberse constituido. A la vez que agradecemos profundamente las significativas muestras de apoyo y solidaridad recibidas, queremos también compartir con el país y con el mundo las preocupaciones que nos deja este aniversario, ya por las nuevas tácticas de persecución y exterminio que con esta ocasión se revelaron, ya por el contexto en el cual tuvo lugar la conmemoración.

El 21 de marzo se inició la última versión de la Universidad de la Resistencia, en la cual participaron algunas comunidades indígenas y campesinas que habitualmente nos acompañan en ese intento de compartir saberes y de reafirmar nuestro rechazo a la mercantilización del conocimiento. El mismo 21 comenzaron a llegar delegaciones de países lejanos que nos querían acompañar físicamente en una fecha tan especial. 30 delegados de países europeos: Italia, Bélgica España, Alemania, Portugal, Suiza, entre quienes se encontraban un Alcalde en ejercicio, varios diputados, concejales y exconcejales y miembros de diversas entidades humanitarias, académicas y religiosas quisieron compartir el humilde techo de nuestra Comunidad por tres noches con el fin de poder sentir de cerca la vida cotidiana de nuestro proceso.

El 22 de marzo las delegaciones internacionales asistieron a una cita que había sido acordada previamente en la Brigada XVII con su Comandante, el Coronel Antonio José Dangón, con el fin de hacerle algunas preguntas sobre el comportamiento de la fuerza armada del Estado para con la Comunidad de Paz y el campesinado del entorno. Luego de cambiar muchas veces la hora de la cita finalmente los recibió y hubo desconciertos: el Coronel se había tomado la libertad de invitar a muchas personas a la reunión sin consultar a los peticionarios y sin que éstos supieran siquiera quiénes eran los extraños concurrentes ni qué objetivo tenía su presencia; una falta no sólo de cortesía sino que ocultaba una perversa manipulación. El Coronel había preparado una extensa exposición sobre las relaciones de la Brigada con la Comunidad de Paz y, si no es por una interrupción desesperada de uno de los delegados, se habría marchado sin darles la palabra. En su exposición prolija en imágenes de Power point, era imposible reconocer la realidad cruda que ha vivido la Comunidad; todo allí estaba maquillado, tergiversado, ocultado, reducido a palabras o frases que en sus contenidos estaban a años-luz de la realidad vivida. Las sentencias de la Corte Constitucional se reducían a una frase secundaria, ocultando y cambiando sus cometidos esenciales; las respuestas de la fuerza pública a las denuncias, alertas tempranas, constancias, etc., reproducían las mentiras originales: “aquí no pasa nada” – “todo es montaje de la Comunidad”- “en la zona no había tropas” – “los paramilitares no existen”.

La reunión en la Brigada XVII el 22 de marzo dejó al descubierto con gran claridad la nueva estrategia persecutoria del Estado contra nuestra Comunidad de Paz: en primer lugar, los militares afirmaron que ahora, en el supuesto “posconflicto” ya no son ellos los que se ocupan del orden público sino las autoridades civiles. Nos preguntamos cómo puede un Alcalde controlar, perseguir y erradicar a los paramilitares, cuando ellos siguen contando con la tolerancia, apoyo, protección y amistad de la fuerza pública, como ha sido evidente en las décadas pasadas y en los últimos meses cuando el paramilitarismo está intensamente reactivado y en avanzada de control de territorios. En segundo lugar, quedó muy al descubierto lo que ya se sospechaba: que el Estado ha decidido cooptar a grupos de campesinos, prometiéndoles proyectos económicos, para que sean ellos quienes acusen y estigmaticen a otros campesinos y así evitar que el Estado mismo sea acusado internacionalmente de violación de los derechos humanos; en adelante todo se explicará por conflictos de intereses entre campesinos o entre indígenas y afros, etc. Los miembros de Juntas Comunales que el Coronel Dangón invitó abusivamente a la reunión con las delegaciones internacionales tenían esas características y trataron de exponer una gruesa colección de mentiras y calumnias para estigmatizar a nuestra Comunidad. Se aplica aquí la misma matriz perversa que sirvió para la creación de los paramilitares en 1962, cuando la misión norteamericana recomendó involucrar a poblaciones civiles en la guerra para atribuirles los hechos más repugnantes impidiendo así que el Estado se deslegitimara.

El 23 de marzo desde tempranas horas el asentamiento central de nuestra Comunidad se fue llenando de visitantes. Llegaron los Embajadores de Suiza y Noruega, la Embajadora de Italia y funcionarios de las Embajadas de Francia, Alemania, Bélgica, de la Unión Europea y el director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Sus intervenciones fueron no sólo calurosas sino en extremo elogiosas; para todos y todas la Comunidad es un modelo que atrae a nivel mundial por su valentía y por la eticidad, nitidez y contundencia de sus principios. Las Naciones Unidas cuestionaron la presencia de la Brigada XVII si en realidad hay un posconflicto y abogaron para que se investigue con seriedad su trayectoria. Las intervenciones de los delegados de las Comunidades Hermanas de nuestra Comunidad en varios países fueron muy calurosas, así como las de organizaciones humanitarias del mundo y de Colombia. A comienzos de la tarde, una emotiva y multitudinaria peregrinación al caserío de San José, al sitio mismo donde hace 20 años leímos la proclamación primera de COMUNIDAD DE PAZ, nos unificó en el sentir emocionado a internacionales y nacionales, al compás del himno de nuestra Comunidad de Paz, compuesto por quienes luego fueron asesinados. Las fotografías de nuestros mártires (varios centenares) profundizaban las emociones.

Nuevamente agradecemos la solidaridad nacional e internacional que se expresó tan viva e intensamente en este vigésimo aniversario. Esperamos seguir contando con ustedes en los tiempos que vienen que se anuncian difíciles. Les aseguramos que nuestra resistencia seguirá siempre indeclinable.

Comunidad de Paz de San José de Apartadó

Marzo 29 de 2017

 

 

No, no retrocedemos

San José de Apartadó, 20 años de lucha, resistencia, autonomía y defensa del territorio.
San José de Apartadó, 20 años de lucha, resistencia, autonomía y defensa del territorio.

De nuevo, nuestra Comunidad de Paz acude a la humanidad y la historia, esta vez, para manifestar nuestra máxima expresión de gratitud a todas las personas que desde los diversos lugares del mundo nos han sostenido con su fuerza moral insobornable al cumplir 20 años de comunidad.

Han sido 20 años de dolor, lágrimas y tortuosos momentos que han dejado en pedazos nuestros anhelos y esperanzas. En ese caminar, hemos visto arrancar la vida a muchos de nuestros hermanos y hermanas de nuestra comunidad, con el afán de acabarnos.

Han sido dos décadas de sufrimiento y dolor, donde los peores horrores de la guerra se han manifestado contra nuestro proyecto de vida. Pese a todo ello, hemos resistido pacíficamente y sobre todo creativamente con opciones alternativas creando espacios de vida en medio de la muerte y el horror.

Al cumplir 20 años sembrando vida, más que celebrar fue conmemorar y recordar a los cientos y cientos de nuestros hermanos y hermanas que ofrendaron sus vidas al construir este proyecto de vida comunitaria. A todos y a cada uno de ellos, los recordamos, y llevamos presente sus palabras y enseñanzas que jamás morirán en nosotros. Los asesinos podrán apagar nuestras vidas, pero jamás nuestros sueños.

A todos y todas las personas que nos han acompañado, que han seguido de cerca, o que han leído, visto, escuchado, o visitado nuestro proyecto de vida en el transcursos de estos años, les manifestamos que nuestras palabras de gratitud se nos quedan cortas, y no nos queda más que expresarles esa gratitud y aprecio por ello, a la vez que nos reafirmamos en nuestros principios y valores humanos a los que jamás renunciaremos pese a las circunstancias a las que seamos sometidos.

No, no retrocedemos ni un centímetro ante los asesinos, ni abandonaremos el territorio de nuestros padres y ancestros, siempre ira en nuestra memoria día a día las palabras de nuestros hermanos y hermanas caídos (as).

A todos nuestros amigos que nos han acompañado; hermanos- hermanas, nuestro más profundo sentido de gratitud por toda la ternura y por esas palabras de aliento que nunca han faltado al compartir esta experiencia que nos presenta la vida paso a paso.

Comunidad de Paz de San José de Apartadó

Marzo 28 de 2017

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