El golpe de estado comenzó cuando renunció Evo: no ayudemos a fomentarlo. Ni fascistas, ni MAS. Que el pueblo de Bolivia retome su camino.
(VER RESPUESTA A COMENTARIOS Y REACCIONES ABAJO)
- El golpe de estado y (ojalá no) la guerra civil se iniciaron y desataron una vez que renunciaron Evo Morales y García Linera.
- Los hechos hablan por sí mismos y están siendo manipulados de manera tal que nos reclutan en favor de una masacre sin precedentes.
- Evo y García Linera mienten a consciencia e irresponsablemente (una vez más) cuando al renunciar se declaran víctimas de un golpe de estado.
- La verdad, como acá la recogen con datos y evidencias bien conocidas Pablo Solón y Raúl Zibechi, en artículos separados, es que como consecuencia de un fraude que rebasó la copa de indignación, el pueblo Boliviano se levantó porque no toleró más una dupla de gobierno que destruyó sus ilusiones, luchas y derechos en 13 años de mal-gobernar con un discurso revolucionario y unas políticas autoritarias, neoliberales y tiránicas que culminan en trato de imponerse contra la voluntad del pueblo para un período presidencial más. El pueblo en referendo le había dicho NO a la reelección y en su arrogancia sin límites reincidieron negándolo y luego hicieron fraude.
- Una vez que renuncian la derecha racista inicia el golpe de estado fascista y desata las fuerzas racistas-cristianas en todo el país y, claro, entre las élites económicas y parte (¿cuanta?) del ejército y la fuerza pública.
- Se desata también la ira de estos fascistas y del pueblo contra el MAS y sus dirigentes y cuadros de modo que les incendian las casas y secuestran familiares para obligarles a huir, buscar asilo, renunciar. Renuncian quienes deberían haber asumido el poder.
- Se genera un vacío que quieren aprovechar los fascistas del «movimiento cívico» para tomarse el Palacio Quemado contra indios y Whipalas.
- Pero el pueblo en rebeldía, el que desató la insurrección contra Evo y García Linera no es fascista ni es sumiso y se defiende. Se defiende de los fascistas y sus tropas asesinas, así como fue obligado a defenderse del MAS en el poder fraudulento y autoritario.
- No se ha consumado un golpe de estado en Bolivia. Lo están ejecutando los fascistas y lo está resistiendo el pueblo que obligó al Presidente a renunciar.
- Quienes hoy están llamando al retorno de Evo y García Linera como alternativa al golpe consumado de la derecha, están llamando a una guerra total contra el pueblo de Bolivia digno, valiente, heroico y bajo ataque.
- El último acto de Evo-García Linera alimenta al no reconocer el fraude, la inexistencia del proyecto popular que los llevó al poder y que estos abandonaron reiteradamente con su vanidad, ambición y codicia.
- Durante 13 años desde el poder se impusieron como la única izquierda, la única alternativa al capital (que reprodujeron) y la única voz del pueblo.
- Persiguieron a quien quiera que les criticó y que se empeñó en dar continuidad desde abajo a la lucha y camino que les llevó al poder.
- Destruyeron con un ahínco corrupto y arrogante la revolución popular que deberían haber defendido. Las pruebas y los hechos abundan.
- Incluso se aliaron con los fascistas que ahora lideran el golpe en curso.
- La revolución en Bolivia hoy, contra el capitalismo, contra el fascismo, contra el autoritarismo y para evitar la guerra civil reclama que se vayan Evo y García Linera, que el MAS abandone el poder, que los fascistas sean resistidos, detenidos, derrotados como criminales que son y sometidos a la ley por sus crímenes y traición y que cese la guerra y la masacre contra el pueblo y contra el MAS.
- Quienes desde el poder cometieron delitos deben ser juzgados en derecho.
- Bolivia merece un gobierno de transición ni fascista, ni del MAS y que respete la voluntad de un pueblo que se levantó cansado de unos y otros.
- No promovamos el golpe de estado apoyando fascistas a nombre de la democracia ni a quienes dimitieron como si hubieran sido revolucionarios.
- Devuélvanle Bolivia a su pueblo.
- !Ayudemos a que Bolivia sea del pueblo en libertad! ¡Ni fascismo ni MAS…! ¿Dónde Estamos? En tiempo real. Pueblos en Camino
Bolivia: un levantamiento popular aprovechado por la ultraderecha
El levantamiento del pueblo boliviano y de sus organizaciones fue lo que en última instancia provocó la caída del gobierno. Los principales movimientos exigieron la renuncia antes de que lo hicieran las fuerzas armadas y la policía. La OEA sostuvo al gobierno hasta el final. La crítica coyuntura que atraviesa Bolivia no comenzó con el fraude electoral, sino con el sistemático ataque del gobierno de Evo Morales y Álvaro García Linera a los movimientos populares que los llevaron al Palacio Quemado, al punto que cuando necesitaron que los defendieran, estaban desactivados y desmoralizados.
1.- La movilización social y la negativa de los movimientos a defender lo que en su momento consideraron “su” gobierno fue lo que provocó la renuncia. Así lo atestiguan las declaraciones de la Central Obrera Boliviana, de docentes y autoridades de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), de decenas de organizaciones y de Mujeres Creando, quizá la más clara de todas. La izquierda latinoamericana no puede aceptar que una parte considerable del movimiento popular exigió la renuncia del gobierno, porque no puede ver más allá de los caudillos.
La declaración de la histórica Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), cercana al gobierno, es el ejemplo más claro del sentimiento de muchos movimientos: “Presidente Evo ya hiciste mucho por Bolivia, mejoraste la educación, salud, le diste dignidad a mucha gente pobre. Presidente no dejes que tu pueblo arda ni te lleves más muertos por encima presidente. Todo el pueblo te va a valorar por esa posición que tienes que tener y la renuncia es inevitable compañero Presidente. Tenemos que dejar en manos del pueblo el gobierno nacional”.
2.- Este triste desenlace tiene antecedentes que se remontan, en apretada síntesis, a la marcha en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) en 2011. Luego de esa acción multitudinaria, el gobierno empezó a dividir a las organizaciones que la convocaron.
Mientras Morales-García Linera mantuvieron excelentes relaciones con el empresariado, dieron un golpe del Estado contra el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), dos organizaciones históricas de los pueblos originarios. Mandaron a la policía, echaron a los dirigentes legítimos y atrás llegaron, protegidos por la policía, los dirigentes afines al gobierno.
En junio de 2012 CIDOB denunció “la intromisión del gobierno con el único propósito de manipular, dividir y afectar a las instancias orgánicas y representativas de los pueblos indígenas de Bolivia”. Un grupo de disidentes con apoyo del gobierno desconocieron a las autoridades y convocaron una “comisión ampliada” para elegir nuevas autoridades.
En diciembre de 2013, un grupo de disidentes de CONAMAQ, afines al MAS, tomaron el local, golpearon y expulsaron a quienes allí se encontraban con apoyo de la policía, que permaneció resguardando la sede e impidiendo que las legítimas autoridades pudieran recuperarla. El comunicado de la organización asegura que el golpe contra CONAMAQ se dio para “aprobar todas las políticas en contra del movimiento indígena originario y del pueblo boliviano, sin que nadie pueda decir nada”.
3.- El 21 de febrero de 2016 el propio gobierno convocó un referendo para que la población se pronunciara a favor o en contra de la cuarta reelección de Morales. Pese a que la mayoría dijo NO, el gobierno siguió adelante con los planes de reelección.
Ambos hechos, el desconocimiento de la voluntad popular y la expulsión de las legítimas direcciones de movimientos sociales, representan golpes contra el pueblo.
Más grave aún. En la mañana del miércoles 17 de febrero, días antes de la celebración del referendo, una manifestación de padres de alumnos llegó hasta la alcaldía de El Alto. Un grupo de cien manifestantes ingresó por la fuerza al recinto provocando un incendio en el que murieron seis personas. Los manifestantes que se escudaron en la movilización de los padres pertenecían al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
Este es el estilo de un gobierno que denuncia “golpe” pero una y otra vez ha actuado de forma represiva contra los sectores populares organizados que enfrentaron sus políticas extractivistas.
4.- Las elecciones del 20 de octubre consumaron un fraude para la mayoría de las personas en Bolivia. Los primeros datos apuntaban hacia una segunda vuelta. Pero el conteo se detuvo sin explicación alguna y los datos que se ofrecieron al día siguiente mostraban que Evo ganaba en primera vuelta, ya que obtenía más de 10% de diferencia aunque no llegara a 50% de los votos.
En varias regiones se producen enfrentamientos con la policía, mientras los manifestantes queman tres oficinas regionales del tribunal electoral en Potosí, Sucre y Cobija. Las organizaciones ciudadanas convocan a una huelga general por tiempo indeterminado. El día 23, Morales denuncia que está en proceso “un golpe de estado” por parte de la derecha boliviana.
El lunes 28, se intensifica la protesta con bloqueos y enfrentamientos con la policía, pero también entre simpatizantes y opositores del gobierno. Como en otras ocasiones, Morales-García Linera movilizan a las organizaciones cooptadas para enfrentar a otras organizaciones y a personas que se oponen a su gobierno.
El 2 de noviembre se produce un viraje importante. El presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, que mantenía una alianza con el gobierno de Morales, Luis Fernando Camacho, llama al ejército y a la policía a “ponerse del lado de la gente” para forzar la renuncia del presidente, invocando a dios y la biblia. El viernes 8 se amotinan las primeras tres unidades policiales en Cochabamba, Sucre y Santa Cruz, y los uniformados fraternizaron con los manifestantes en La Paz. Dos días después, con un país movilizado, el binomio ofrece su renuncia verbal, que no escrita.
5.- En este escenario de polarización, debemos destacar la notable intervención del movimiento feminista de Bolivia, en particular el colectivo Mujeres Creando, que encabezó una articulación de mujeres en las principales ciudades.
El 6 de noviembre, en plena polarización violenta, María Galindo escribió en el diario Página 7: “Fernando Camacho y Evo Morales son complementarios”. “Ambos se erigen en representantes únicos del ‘pueblo’. Ambos odian las libertades de las mujeres y la mariconada. Ambos son homofóbicos y racistas, ambos usan el conflicto para sacar ventaja”.
No sólo exige la renuncia del gobierno y del tribunal electoral (cómplice del fraude), sino la convocatoria de nuevas elecciones con otras reglas, donde la sociedad esté involucrada, para que “nadie necesite nunca más de un partido político para ser escuchad@ y para hacer ejercicio de representación”.
La inmensa mayoría de las personas que habitan Bolivia no entró en el juego de la guerra que quisieron imponer Morales-García Linera cuando renunciaron y lanzaron a sus partidarios a la destrucción y el saqueo (en particular en La Paz y El Alto), probablemente para forzar la intervención militar y justificar así su denuncia de un “golpe” que nunca existió. Tampoco entraron en el juego de la ultraderecha, que actúa de forma violenta y racista contra los sectores populares.
6.- La izquierda latinoamericana, si es que aún queda algo en ella de ética y dignidad, debemos reflexionar sobre el poder y los abusos que conlleva su ejercicio. Como nos enseñan las feministas y los pueblos originarios, el poder es siempre opresivo, colonial y patriarcal. Por eso ellas rechazan los caudillos y las comunidades rotan sus jefes para que no acumulen poder.
No podemos olvidar que en este momento existe un serio peligro de que la derecha racista, colonial y patriarcal consiga aprovechar la situación para imponerse y provocar un baño de sangre. El revanchismo político y social de las clases dominantes está tan latente como en los últimos cinco siglos y debe ser frenado sin vacilaciones.
No entremos en el juego de la guerra que ambos bandos nos quieren imponer.
Raúl Zibechi
Noviembre 11 de 2019
desinformemonos
https://desinformemonos.org/bolivia-un-levantamiento-popular-aprovechado-por-la-ultraderecha/
¿Qué pasa en Bolivia? ¿Hubo golpe de estado?
1) Evo Morales hubiera terminado su tercer mandato el 22 de enero del 2020 con gran popularidad y con la posibilidad de presentarse, e incluso ganar, las elecciones del 2024 sino hubiera forzado su reelección para un cuarto mandato. Siendo presidente de Bolivia: a) desconoció el referéndum del 2016 que dijo NO a su reelección[1], b) promovió en 2017 que el Tribunal Constitucional deje en suspenso los artículos de la Constitución que establecen que una persona sólo puede ser reelegida una sola vez, c) realizó fraude en las elecciones del 20 de octubre para evitar una segunda vuelta e imponer una mayoría de su partido en el parlamento.
2) El gobierno se proclamó ganador de las elecciones a pesar de que habían serias irregularidades: a) El conteo rápido fue detenido intempestivamente el día de la elección, b) la empresa encargada del conteo rápido denunció que dicha orden vino de la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y que les cortaron el internet y la electricidad para que no continúen su trabajo[2], c) analistas independientes[3] y de la universidad mostraron diferentes delitos electorales, d) la empresa contratada por el tribunal electoral para supervisar las elecciones declaró que el proceso estaba “viciado de nulidad” por una serie de factores[4], y e) la auditoria de las elecciones solicitada por el propio gobierno de Evo Morales a la OEA determinó en su informe que “no se puede validar los resultados de la presente elección”[5].
3) El gobierno minimizó la indignación generada por el fraude. En un principio Evo Morales dijo que eran protestas de pequeños grupos de jóvenes engañados por dinero y por notas que no sabían bloquear y se ofreció incluso a dar seminarios para enseñarles a como bloquear[6]. Cuando se masificaron los paros en todas las ciudades recurrió a la táctica del amedrentamiento y dio luz verde al cerco de las ciudades para “ver si aguantan”[7]. Los enfrentamientos y la violencia provocaron varias muertes y cientos de heridos. Lejos de decaer los bloqueos y paros en las urbes se fueron radicalizando.
4) El gobierno ha tratado de mostrar esta movilización como un golpe de estado de la derecha fascista y racista. Efectivamente todos los sectores de la derecha reaccionaria han aplaudido las protestas. En la ciudad de Santa Cruz el principal dirigente del Comité Cívico, Luis Fernando Camacho, viene de una organización de ultra derecha como es la Unión Juvenil Cruceñista. Sin embargo, en las otras ciudades ha habido diferentes articulaciones de sectores independientes y políticos de derecha e izquierda que han dirigido la protesta. En Potosí la oposición al gobierno se radicalizó antes de las elecciones por la suscripción de un contrato por 70 años y sin pago de regalías por la producción de hidróxido de litio del salar de Uyuni. En el caso de La Paz, el Comité Nacional de Defensa de la Democracia cuenta entre sus principales dirigentes a dos ex Defensores del Pueblo que ejercieron sus funciones durante el gobierno de Evo Morales y que denunciaron serias violaciones a los derechos humanos como la represión a la marcha indígena del TIPNIS el 2011. Por su parte Carlos Mesa, que fue vicepresidente del gobierno neoliberal de Gonzalo Sánchez de Lozada, y se convirtió en el principal contendiente electoral de Evo Morales no tienen un partido estructurado y fue más un vehículo de la oposición en las urnas antes que el artífice organizador de las protestas. La rebelión que vive Bolivia es mayoritariamente un hecho espontaneo protagonizado en particular por jóvenes contra el abuso de poder.
5) Es necesario dejar claro que tanto en el lado del gobierno como de las fuerzas de la oposición existen indígenas y trabajadores. El gobierno tiene evidentemente más apoyo en las áreas rurales, pero en el sector de la oposición están también productores de hoja de coca de la zona de los Yungas, dirigentes campesinos, trabajadores mineros, trabajadores en salud y educación y sobre todo jóvenes estudiantes tanto de clase media como de extracción popular. Contrario a lo que ocurrió en anteriores conflictos fue el gobierno el que exacerbó el racismo diciendo que se buscaba desconocer el voto de los indígenas del campo que apoyaban su gobierno. Durante el conflicto se han producido actitudes racistas de ambos lados. La quema de la whipala, la bandera de los indígenas aymara y quechua, es absolutamente deplorable. Sin embargo, se puede constatar en las redes sociales que amplios sectores que integran las protestas contra el gobierno han salido a cuestionar estas medidas y a defender la whipala.
6) La policía en un principio salió a defender sobre todo a los sectores vinculados al partido de gobierno que atacaban los bloqueos. El caso más emblemático se produjo en Cochabamba. Las primeras semanas fueron de un intenso enfrentamiento de jóvenes contra los grupos del MAS y la policía. Para garantizar el respaldo de la policía, el gobierno de Evo Morales durante el conflicto les otorgó un “bono de lealtad” de 3.000 Bs (431 USD). Después de días y noches de permanente enfrentamiento con la población la policía se amotinó. Esta no fue una decisión de la cúpula policial sino de la base. El gobierno trató de negociar con la policía cambiando a algunos comandantes muy cuestionados por la base policial, pero el motín se fue extendiendo a la mayoría de las guarniciones. La policía dejó de salir a enfrentar a los jóvenes que protestaban y ello cambió la relación de fuerzas.
7) El alto mando militar es partidario de Evo Morales como se puede constatar por las manifestaciones de su comandante en jefe[8]. Los militares en Bolivia son el único sector que recibe una jubilación del 100% de su salario. Durante el gobierno de Evo Morales han obtenido una serie de beneficios, empresas y embajadas. Sin embargo, el cálculo político de la cúpula militar fue que salir a las calles representaba una situación de alto riesgo pues podrían ser posteriormente enjuiciados y encarcelados como ocurrió por la masacre de octubre del 2003. En ese contexto los militares decidieron no salir a enfrentar las protestas antigubernamentales y, después de conocerse el informe de la auditoria de la OEA, le “sugirieron” a Evo Morales que renunciará. Con esta actitud los militares más que buscar tomar el poder están precautelando sus propios intereses y su institución.
8) En la actualidad la situación en varias ciudades del país es de extrema tensión, violencia y vandalismo. Varios domicilios particulares de figuras del gobierno y la oposición han sido saqueados y quemados. Antenas y canales de televisión fueron atacados. La noche del 10 de noviembre grupos del vandálicos y del MAS atacaron varios vecindarios en diferentes ciudades. En diferentes ciudades la población se está organizando para defenderse de estos ataques y saqueos que afectan a comercios, fábricas, farmacias y buses públicos.
9) Evo Morales ha renunciado sólo verbalmente y no ha enviado una nota escrita al parlamento. La presidenta y miembros del TSE han sido detenidos por la policia cuando trataban de escapar. En general hay una tendencia a que el vació de gobierno se resuelva por vía institucional a través de la Asamblea Legislativa. Sin embargo, esta salida no es fácil porque el MAS tiene más de dos tercios en el parlamento y debe aceptar la renuncia de Evo Morales y elegir a un presidente transitorio que convoque a nuevas elecciones a la brevedad posible. Si los parlamentarios del MAS no allanan la salida institucional el vacío de gobierno puede generar más situaciones de violencia vandálica, revanchismo y una situación en extremo peligrosa.
La Paz, 11 de noviembre 11 am.
[2] http://www.la-razon.com/nacional/informe-neotec-trep-elecciones_0_3249875031.html
[4]https://www.scribd.com/document/434031751/EHC-REP-Consolidado-Resumen#from_embed
[5]http://www.oas.org/documents/spa/press/Informe-Auditoria-Bolivia-2019.pdf
[7] https://www.eldeber.com.bo/154733_evo-amenaza-con-cercar-ciudades-que-estan-en-paro-y-descarta-negociacion-politica-para-salir-de-la-c
Pablo Solón
Noviembre 11 de 2019
https://systemicalternatives.org/2019/11/11/que-pasa-en-bolivia-hubo-golpe-de-estado/
FRENTE A LOS COMENTARIOS Y RESPUESTAS (Redes sociales)
Agradecemos los comentarios y reacciones. Frente a estos resulta indispensable lo siguiente:
1. Les pedimos por favor entrar al vínculo. El texto que aparece publicado en Facebook es una editorial-prólogo a los textos de Raúl Zibechi y Pablo Solón. Esta editorial está respaldada por algunos hipervínculos a otros textos (entre muchos) que soportan lo planteado y a los que pueden acceder en la página de Pueblos en Camino. Leer éste prólogo únicamente y hacerlo en fb excluye el conjunto de lo planteado y sustentado y permite interpretaciones que no representan lo que se argumenta.
2. Contrario a lo que aseveran en algunos comentarios reiteramos: – En Bolivia sí se viene realizando un cruento golpe de estado y este lo lideran fascistas, racistas con nombres propios y reciben el respaldo de los EEUU y de la OEA. – Como todo golpe de estado, este fue planificado, estaba preparado, seguramente bien financiado y entró en ejecución en un momento particular según los preparativos previos. – Justamente lo que señalamos es que el golpe fue preparado para ser puesto en acción aprovechando el levantamiento popular de indignación contra el fraude electoral cuando Evo/García Linera no pudieron ganar las elecciones en la primera vuelta y un “apagón” permitió que el TSE modificara los resultados de manera evidente. – Los golpistas aprovecharon la insurrección popular contra el fraude para desatar el golpe racista, fascista e imperialista. – El golpe no niega el fraude, la ira del pueblo, ni los 13 años de políticas que finalmente generan la ira y el descontento de la mayoría del pueblo boliviano contra el gobierno del MAS. – La continuidad de Evo en el poder habría generado aún más ira, polarización y sublevación. Es esto lo que hace renunciar a Evo/García Linera y esto lo que aprovecha el plan golpista fascista, racista e imperialista.
3. Es el gobierno del MAS el que con sus actos (leer los textos que aparecen en el vínculo y no sólo la intro) durante 13 años, que culminan con el fraude (la gota que rebasa la copa) el que con sus alianzas con la derecha, sus políticas neoliberales y capitalista/extractivistas, su corrupción reiterada, su persecución a procesos, organizaciones y movimientos indígenas, populares, anti-capitalistas, feministas y de izquierda que no le fueran cómplices, el que genera la creciente e indiscutible pérdida de respaldo popular, la indignación y la ausencia de alternativas. No criticamos, como algunxs insinúan a Evo por indígena, sino justamente por haber dejado de responder a los principios del Sumak Kawsay con los que se posesionó, empezando por “No Mentir”, lo que ha hecho una y otra vez hasta la mayor de las mentiras y engaños: Un fraude contra la voluntad popular para re-elegirse en primera vuelta cuando el pueblo le había manifestado su voluntad de que no se presentara de nuevo como candidato. Estas aciones y políticas dividieron al movimiento indígena, al pueblo boliviano, generaron la indignación y el descontento y abrieron espacio a los golpistas, fascistas, que ahora aprovechan.
4. Las decisiones colectivas, en asamblea, obedeciendo la voluntad popular, son la característica esencial del Ayllus, corazón del mandar-obedeciendo indígena especialmente en Bolivia. Una y otra vez Evo-García Linera ignoraron y suplantaron este principio traicionándolo. Quienes critican y criticaron con fundamento al gobierno del MAS por esto, no somos racistas ni enemigos del Presidente Indígena. Por el contrario, con la evidencia disponible (leer a Zibechi y Solón entre muchos otros) con profunda tristeza podemos decir que Evo y García Linera han sido enemigos de los pueblos indígenas y su lucha a la que le han hecho mucho daño. La decisión de introducir transgénicos, explotar las minas de litio, construir la carretera sobre el TIPNIS, reprimir las movilizaciones indígenas, entre muchas otras, exigen que respondan ante los pueblos indígenas por haberles perseguido, señalado, dividido y traicionado, siempre arrogándose el derecho de actuar en su nombre sin consultarles o irrespetado los resultados de estas consultas. Defender a Evo/García Linera a pesar de esto es atacar a los pueblos indígenas.
5. Que el imperio y los fascistas busquen profundizar el extractivismo, la esclavitud y desposesión de indígenas y clases populares y el imperialismo, como de hecho lo han buscado y realizado siempre, no niega el que a nombre de actuar contra estos, el gobierno del MAS haya impulsado estas mismas políticas en alianza con transnacionales y gremios de la derecha nacional y transnacional. Que lo que venga con los fascistas sea mucho peor, no niega, reitera que pueden actuar y golpear aprovechando políticas que ya eran malas y contrarias al pueblo.
6. La Bolivia popular, a la que se le negó control sobre su propio proyecto indígena-transformador desde el gobierno del MAS, a la que se le negó la posibilidad desde el poder de corregir el rumbo y participar en este proceso, aguantó justamente para evitar que la derecha fascista resurgiera. El gobierno aprovechó el temor del pueblo al fascismo, la derecha y el imperio, para no escuchar al pueblo y para imponer sus políticas neoliberales aduciendo que no había otra alternativa y negando el sentido de la revolución indígena y popular. Esto generó el peor de los escenarios: 1. Un proyecto golpista fascista-imperial-racista, 2. La indignación y levantamiento popular, 3. La renuncia de Evo/García Linera 4. La ausencia de alternativas revolucionarias visiblemente reprimidas y perseguidas y 5. La ira desatada que buscaron los golpistas para imponerse a través del terror y la guerra civil bajo el músculo financiero-táctico de los EEUU y su aparato Continental la OEA
7. Si Evo-García Linera volvieran al poder, nada de lo anterior cambiaría. Por el contrario, la catástrofe sería aún más profunda. En ninguna parte apoyamos ni promovemos a Mesa. Representa la derecha y el golpismo. Fue la actitud autoritaria del Gobierno la que promovió en lo fundamental su reaparición y el resurgimiento del fascismo. Si el gobierno hubiera estado abierto a la participación, a la crítica y a la renovación con alternativas, hoy no serían Mesa y el fascismo-imperial-racista la oposición y el golpismo, sino alguna otra tendencia y fuerza dentro de las fuerzas indígenas y populares.
No promovemos el Golpe. No encubrimos al fascismo ni a los EEUU y la OEA, No somos racistas. No atacamos a Evo como indígena. No queremos una guerra civil entre el MAS y los Fascistas que excluya y niegue al pueblo que se insubordinó harto de unos y otros y que ahora masacran.Todo esto lo promovió el gobierno del MAS hasta la renuncia del Presidente y Vice Presidente. La revolución popular en Bolivia, la resistencia contra el racismo y la lucha contra el imperialismo racista exigen que no nos hagamos cómplices y encubridores de quienes se impusieron contra un pueblo y son mayormente responsables de esta guerra en ciernes. No sigamos apoyando la destrucción de un proceso por la liberación indígena-popular de Bolivia.
Me parece coherente el analisis. Muerta la izquierda en el continente, solo queda la hora de los pueblos, profetizo el Che Guevara.o
No hubo fraude ¡no mientan más!
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No hubo fraude. Si están en contra del MAS, se hubieran presentado a las elecciones con un partido político. El referendum del 2016 estuvo intoxicado por la prensa canalla mintiendo e inventando un hijo que no era de Evo. En todo caso, Evo, debió repetirlo. La interrupción del conteo PROVISORIO estaba declarada en forma anticipada. Uds. los que escriben estas notas, son usados por el imperialismo y se dejan usar. Flaco favor le hacen a la lucha popular. El golpe de Estado RACISTA está matando COMO SIEMPRE a los oprimidos, los campesinos, los indígenas. Y no encuentro ningún problema en que un líder se mantenga al mando. Evo revolucionó Bolivia. Primera vez en Nuestra América que los indígenas ocupaban cargos estatales.
Victoria desde Argentina