«Nuestra voz más antigua y profunda: gracias, a ustedes, mis hermanos mayores, por su lucha»

El color de la tierra rebelde, desbordado, sabio y adolorido, pero alegre, se derramó sobre el asfalto. La obra del dominio quedó enterrada, como debe ser, como sigue debiendo ser, bajo la libertad de la vida. 12 de marzo de 2001, referente para la memoria en el almanaque del despojo que también quedó enterrado bajo la semilla de es marcha del EZLN desde México. Porque indemnizar-nos es escuchar y aprender, es maestro de la escucha, Carlos Montemayor, les dio un saludo que resuena, narra y por una vez enormemente y de pie agradece, como debe ser.  Dijo «esa voz de los pueblos indios que no quieren oír está aquí.» Es la «más antigua y profunda.» Detrás de esa voz y de ustedes, «nos encontramos nosotros»: «Los nosotros que somos la verdadera vida de todos los que han vivido, de todos los que siguen vivos, de los que deben y tendrán y deberán tener derecho a seguir viviendo.» Que la tierra y sus colores vuelvan y y sigan desbordando y enterrando el dominio. Que esas voces antiguas resuenen por nuestras memorias y actos. Que la lucha no sea ajena ni despreciada como hasta ahora. Que hoy mismo, mientras en una audiencia dolorosa en la que se juzga a unos que asesinaron hermanos indios mientras otros pretenden dirigirlos hacia el olvido a nombre de su lucha, que hoy mismo, saludemos siempre escuchando, la llegada del indio, del color de la tierra con su fuerza con el hermano (Monte)mayor esa escucha que nos rebela y nos levanta detrás de ustedes pero juntxs. Que hoy sea siempre 12 de marzo y que nunca olvidemos lo que debemos escuchar «lxs que siguen vivxs… lxs que deben y tendrán y deberán tener derecho a seguir viviendo.» ¡Así Sí! Prácticas y Saberes. Pueblos en Camino

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