Entre el estado y las autonomías: Resultado electoral en Bolivia. Algunas reacciones y preguntas inmediatas
Tan pronto conocimos los resultados de las elecciones presidenciales en Bolivia, el contundente triunfo del MAS (20 puntos de ventaja al momento de reaccionar con los textos que compartimos) y el anuncio y reconocimiento anticipado de los resultados y de los ganadores por parte de la Presidenta Golpista, compartimos una reacción inicial como un audio (acá transcrito) para invitar al debate abierto en algunos espacios. Las personas que acá reaccionan no se conocen entre sí, no han tenido ningún tipo de comunicación entre ellas. Habían escuchado la provocación -que acá aparece con el título Bolivia: Entre el estado y las autonomías-. Luego de consultárselo, decidimos compartir estas reacciones francas, iniciales y abiertas. Son aportes sentidos y sustentados a la lectura de un contexto en movimiento. Sólo dos puntos para resaltar:
1. Las elecciones las ganó el Pueblo Boliviano cuya sabiduría y fortaleza en condiciones siempre adversas queda expresada en ese resultado contundente
2. El futuro de Bolivia depende de la consolidación y fortalecimiento autónomo de y desde los pueblos y organizaciones que son, a pesar de todos los abusos, el tejido colorido de la Whipala que deberá alcanzar la libertad por sus propias manos tejiéndose más allá y mucho más acá del estado y de los partidos.
Hay motivos sólidos para plantear serios cuestionamientos, criticas y dudas. El fascismo golpista, racista y criminal tiene otra deuda pendiente con los pueblos. Una más de las que se vienen acumulando con trampas y engaños de unos y otros desde hace 528 años. El Estado ha servido y sirve a la conquista y al despojo…eso…¡TANTO! con diversas máscaras y discursos, sigue reclamando verdad, justicia y libertad.
El debate está abierto y es desde Bolivia pero nos involucra a todxs en toda Abya Yala, y se ilustra en estas palabras sentidas que destacamos de las reacciones de una hermana:
«Ésta es una elección sobre varios ausentes: estamos ausentes las mujeres y toda la violencia desatada contra nosotras (más de 90 feminicidios, incontable número de violaciones y embarazos adolescentes solo en estos meses), está ausente la tierra, todo el show electoral ha sido realizado sobre miles de hectáreas de bosque quemadas, ha sido realizado con la negociación con la oligarquía camba que viene del tiempo del MAS, sobre la consolidación de la ampliación de la frontera extractiva en amazonía iniciado por el MAS… es decir nada ha cambiado. Y creo que es muy perverso que tengamos que elegir entre el mal menor porque no tenemos más opción…»
¡Jallalla Bolivia! ¡Que los pueblos hagan su camino!
¿Cómo Así? Contradicciones. Pueblos en Camino
Bolivia:
Entre el estado y
las autonomías
En esta coyuntura, es bueno que haya ganado el MAS. Sin duda. A partir de esto hago una provocación para poner la coyuntura en el contexto…o mejor, para pedir con franqueza critica y de manera abierta ayuda para hacerlo desde lo que entiendo y conozco.
Yo me atrevo como provocación (reitero) a decir unas palabras bien abruptas y generar una discusión que creo, es urgente. Una provocación desde Bolivia, pero no exclusivamente de Bolivia.
El MAS -bajo la Presidencia y control de la dupla Evo-García Linera- iba en curso de colusión y seguramente de auto-destrucción. 14 años de, de una parte, comprar, dividir, cooptar, manipular, destruir los movimientos sociales y, sobre todo, la autonomía de los procesos y organizaciones populares (de todo tipo) de Bolivia. Evo y García Linera los metieron en su agenda, los cooptaron, les exigieron lealtad y complicidades. A quienes criticaron y no se sometieron, los persiguieron y reprimieron. Todo esto en la perspectiva de convertirse en jugadores firmes dentro de las estructuras del establecimiento desde el Estado y dentro del capital progresista. Las políticas y alianzas son claras: TIPNIS, extractivismo, Ley de Transgénicos, Privatizaciones, alianzas con la ultra-derecha (sobre todo Santacruz), transnacionales, extractivismo, narco-tráfico, corrupción…en fin, todas las políticas de estado del gobierno progresista con asistencialismo condicionado a lealtades. Iban en curso de deterioro a colisión por su propio hacer.
El fascismo de derecha, con el que hizo alianzas el gobierno del MAS, se debilitó y casi desaparece antes de la elección de Evo y al comienzo de su gobierno, pero empezó a reaparecer gradualmente no sólo con las alianzas y acuerdos MAS-derecha – que empezaron con la Asamblea Nacional Constituyente partidista que les dio la oportunidad (a las derechas) de salvarse de la sin salida-, sino, sobre todo, aprovechando el descontento popular creciente con el gobierno de Evo-García Linera. No es distinto en lo esencial a lo que sucedió en Brasil con los gobiernos Lula-Dilma (Nao vai ter Copa, Passe livre etc.), o el descontento en Venezuela, o el descontento contra Correa, o el descontento y levantamiento contra Ortega en Nicaragua…descontento popular creciente y masivo. El MAS bajo Evo-García Linera iba en curso de colisión y ellos-la derecha- aprovecharon lo que vieron como su oportunidad para que se suicidara y destruirlo (al MAS) y para explotar -la derecha- el descontento y el intento de renacimiento de los movimientos sociales. Movimientos sociales y procesos divididos, con toda clase de problemas de base consecuencia de ese deshilachamiento generado desde el gobierno de Evo, que nos han ido narrando y hemos ido recogiendo de luchadorxs y luchas sociales a lo largo de los años y del que hay evidencia y documentación de sobra para quienes no se negaron a verlo.
En ese contexto Evo-García Linera se lanzan a la Presidencia de nuevo a pesar de que les han manifestado con absoluta claridad, en movilizaciones y un referendo, que no quieren que sean candidatos otra vez. El MAS, sin duda, era y es la mayor fuerza electoral, pero ya no más bajo Evo y García Linera. Eso genera un estallido social que se nos olvida. La gente ya estaba movilizada y movilizándose en Bolivia antes del golpe…y no sólo no eran en su gran mayoría masas de derecha o fascistas, sino que incluían una gran proporción de la propia base descontenta del MAS. Las bases se movilizaron contra Evo. Fueron las bases. En consecuencia y aprovechándose de ese levantamiento (como es usual en la derecha agazapada) viene el golpe.
Dando un salto en el tiempo: el descontento le da aire al golpe y el golpe le da aire al fascismo que estaba renaciendo, pero muy débil; sigue siéndolo. El fascismo sigue siendo débil en Bolivia, pero ese descontento le da un aire que se suma, claro, a los respaldos imperiales-empresariales etc. Se alían liberales y fascistas, dan el golpe, reprimen brutalmente y con toda ésta dinámica y trayectoria reaparecen desde su casi total eliminación.
Pero el golpe mismo le da aire al MAS. Los movimientos sociales terminan bajo el golpismo, por el momento, sin más opción que la politico-electoral en una coyuntura que es o fascismo, represión y destrucción – por la vía de la mano dura racista y de la entrega total a intereses imperiales, que fue lo que hizo Jeanine Añez y su gobierno con las transnacionales y todo el aparato de ultra-derecha -,o, volver al MAS. El MAS es la única opción en la coyuntura, pero no una salida.
Entonces hay que idealizar al MAS ante la falta de opciones y el MAS recucita gracias al golpe de estado fascista y a la ausencia de otras opciones ante la descomposición y destrucción del tejido social y popular organizado que tanta historia tiene en Bolivia. Aún en este contexto, los movimientos hacen un bloqueo nacional de vías con el que no está de acuerdo el MAS (cuya agenda es electoral), pero utiliza ésta movilización para fortalecer ese ámbito y espectro de lo político-electoral que sólo puede caber dentro de lo estado-céntrico. En síntesis: o es el MAS, o es el Fascismo. Esas son las condiciones en las que predeciblemente, desde afuera lo leemos así (podemos estar equivocados), lo más conveniente es que ganara el MAS (a menos que el resultado fuera tan apretado que hubiera sido viable un fraude desde el gobierno de facto-con 20 puntos de ventaja, seguramente, esto se volvió un imposible).
Predicción: Si los movimientos y organizaciones sociales logran reconstituirse con sus propias agendas y autonomía, en este contexto, lo harán en contra del MAS y del fascismo. En este momento y en este contexto, la legitimidad del régimen depende de la cooptación, sometimiento, captura, reclutamiento de los movimientos y organizaciones sociales bajo la amenaza desde el nuevo gobierno de que si no son ellos, es el fascismo (como sucede en estos casos recurrente y predeciblemente), pero también de los acuerdos MAS-Fascismo -incluidos los conflictos de interés entre ellos-. Hay algo para el poder que es más importante y más valioso que el MAS o que el partido de gobierno y es el régimen y el Estado (tal como en los demás países)… Y el régimen se salvó ayer con las elecciones. Es un régimen extractivista, transnacional, pragmático y administrador de recursos y riquezas para las ganancias y acumulación.
En otras palabras, la ecuación que quedó planteada: En Bolivia, como en el continente y más allá, o es el Estado-capitalista desde el espectro progresista-liberal-neoliberal hasta el fascista-mafioso, o son las autonomías. Estamos ante la implementación de un proceso estratégico contra las autonomías colectivas y populares. Si lo miramos desde las autonomías, creo yo, nos queda más fácil entender desde Bolivia el resto del continente también.
Es lo que se ve desde acá…el debate tiene la palabra.
Emmanuel Rozental
Pueblos en Camino
Cauca, Colombia
Octubre 19 de 2020
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Triunfo electoral del MAS:
Más interrogantes
que repentina fiesta
El triunfo electoral del MAS en Bolivia me deja mas interrogantes que repentina fiesta. La mirada general sigue esta línea: en las urnas el Movimiento al Socialismo derrotó al golpismo elitista, católico conservador, mestizo racista. La situación amerita reflexionarse con más detenimiento.
1. Carlos Mesa, candidato opositor, aceptó el triunfo como “muy contundente y muy claro”. Téngase en cuenta que el expresidente Mesa fue el mismo que lanzó las privatizaciones del 2003 al 2005 en Bolivia. ¿Aceptaría con tanta facilidad el desbarajuste de su plan político y, más importante aún, de la institucionalidad del Estado boliviano? ¿Cómo verá la continuidad de su plan económico o al menos del campo de fuerza donde implementar sus políticas?
2. El Golpe en Bolivia mostró la crítica a la figura de Evo Morales. Aún así no sucedió como en Guatemala con el Golpe de la CIA en 1954 cuando todos los partidos relacionados con la Revolución fueron perseguidos, masacrados, desterrados. En Bolivia se permitió al MAS no sólo participar en las elecciones sino ganar, incluso con el Ejército custodiando las urnas. ¿Qué significa esto? ¿Es el MAS, como partido, considerado baluarte del Estado boliviano? De serlo así, ¿qué tipo de relaciones está construyendo entre gobernabilidad estatal, comunidades indígenas e intereses del capital?
3. Los referentes de izquierda política en América Latina parecen, en la actualidad, ser momentos estratégicos del capital. Legitimidad democrática-estatal, implementación de vastos proyectos de capital, resignificación de la memoria popular estatalizada. Empero, los mismos Ejércitos que apoyan el Golpe de Estado en Bolivia u otrora la Guerra contra el Narco en México terminan apoyando la continuidad estatal. Junto a los Ejércitos parecen refundarse las elites. La izquierda termina siendo un plan de gobernabilidad de largo aliento para la estabilidad estatal.
En un próximo quinquenio o sexenio, la misma democracia estatal que permitió la subida de un presidente de izquierda cuenta con toda una estructura legitimada para lanzar potentes ataques del capital. Ese, me parece, es el peligro de una lectura facilona de la “democracia”. Mientras países como Honduras o Guatemala muestran con claridad lo que es el Estado como expolio de casta capitalista, manteniendo la acumulación a costa de millones de proletarios sin tierra, procesos como los de México o Bolivia, en mi opinión, son antesalas de una misma lógica sin bien en su momento de preámbulo o actualidad.
Sergio Palencia
Guatemaya
Octubre 19 de 2020
18:48 hrs
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¿»Reconciliación y Unidad»?
¿A qué se refieren?
Con relación a los resultados electorales, existen más preguntas que respuestas.
Antes de las elecciones el ministro Murillo, en una entrevista en CNN, declaró enfáticamente, que el presidente electo no va a ser del MAS, Murillo afirmaba contundentemente: “se lo puedo asegurar”. Estamos hablando del hombre, a quién Óscar Ortiz, allegado del círculo íntimo de Añez, reconoció como quien en realidad «gobernaba Bolivia».
Sin embargo, conocida la victoria del MAS, el día lunes, no solo Añez aceptó la victoria del MAS, sino también el propio Mesa, principal contendiente de Arce Catacora. Incluso el representante de la OEA y el propio representante de la diplomacia estadounidense felicitó y reconoció el triunfo de Luis Arce en las elecciones presidenciales, incluso propuso un trabajo conjunto en base a intereses compartidos.
La pregunta que saltaba a flote era ¿Por qué la derecha (nacional, junto a la OEA y Estados Unidos) que se opuso tan drásticamente al MAS, que propició el golpe, ahora acepta casi pasivamente su victoria?
Por otro lado, la cúpula del MAS, Evo incluido, han convocado a la “reconciliación” y la “unidad”; lo que ha generado varias preguntas ¿esta reconciliación y unidad, incluye a la derecha? ¿el MAS se abrirá a un posible acuerdo con la Derecha?. Esto dependerá de lo que se le permita (o no) hacer al MAS «desde abajo«.
Entre tanto, hoy martes, el Ministro de Murillo, que fue destituido por una censura legislativa, volvió a ser nombrado como Ministro. Paralelamente, el día de hoy también se convocó a una concentración en Santa Cruz por los sectores más conservadores de esa región, que cuestionan los resultados del proceso electoral, e incluso el hecho de que el Tribunal Supremo Electoral no haya cancelado la personería jurídica del MAS; también pequeños grupos han salido en protesta en Cochabamba, cuestionando los resultados de la elección. Entre tanto el Tribunal Supremo Electoral, al finalizar esta jornada ha vuelto a ratificar la transparencia del proceso y la victoria electoral del MAS. Esta que parece ser una reacción tardía de sectores conservadores. ¿Qué buscan estratégicamente? ¿Qué alcance tendrán estas manifestaciones en los siguientes días? ¿Qué articulación tiene con el actual gobierno de facto? ¿Quiénes la impulsan? ¿Son movilizaciones “autoconvocadas” como señalan sus propios integrantes?. La OEA y EEUU ya avalaron las elecciones, las movilizaciones contra los resultados electorales no tienen la fuerza de anular el proceso eleccionario ¿acaso buscan obligar al MAS a sentarse para negociar la impunidad del golpe?
Mario García*
Bolivia
Octubre 21 de 2020
*Pseudónimo para proteger la identidad del autor por motivos de seguridad personal
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Un voto contra «ese racismo y ese fascismo que empezó a gobernar».
«No son los políticos los que ponen el cuerpo
sino nosotros y nosotras.»
Quiero sí compartir unas letritas sobre mi mirada de lo que ha pasado en estas elecciones y los desafíos que vienen, aclaro antes, que no soy “analista” soy mujer de base y de pueblo, por ello mismo no he logrado sentarme a escribir nada hasta ahora, entre el trabajo, mis wawas y casa este es el tiempo que queda
Primero: el margen de votación con el que gana el MAS es sorprendente, se sabía que podía ganar o pasar a segunda vuelta, pero el margen declarado es considerable, eso quiere decir que hay un grueso sector de la población que ha votado por esta opción, se me ocurren varias razones:
– La desastrosa gestión del gobierno en transición, un periodo caracterizado por la corrupción, el racismo y la inoperancia.
– La crisis económica que vamos a atravesar y estamos ya atravesando, unida al miedo a la violencia, esto último me parece importante porque da cuenta de una lección que vamos aprendiendo, no son los políticos los que ponen el cuerpo sino nosotros y nosotras.
– La exacerbación de un racismo sin sentido. Aquí quiero acotar, que independientemente de las traiciones iniciales al momento de la Asamblea Constituyente y de todo el proceso de violencia contra los pueblos indígenas realizados en el gobierno de Morales, tengo la claridad de recordar algo que nos llenaba los ojos de lágrimas cuando bajamos con los hermanos y hermanas en la marcha para la promulgación de la nueva constitución, sabíamos, con esa vieja sabiduría de los años de lucha, que sin importar cómo terminase el gobierno de Morales, ya las cosas no serían nunca más las mismas, ese proceso de manera simbólica nos restituye un lugar que no vamos a volver a ceder.
Entonces sí, es un voto – desde mi lectura – contra ese racismo, ese fascismo que empezó a gobernar las calles, las redes sociales y las declaraciones públicas de los políticos de turno. Pienso en las palabras de Zabaleta Mercado sobre el abigarramiento, sobre ese sentido de pertenencia que nos permea desde diferentes frentes y formas. Recuerdo que cuando la guerra del gas, muchas organizaciones vecinales, se movilizaron por la muerte de sus hermanos de sector campesinos e indígenas, ahí no había color político sino un sentido de hermandad y pertenencia profundo.
Segundo: no creo que sea un voto por Evo, en ese sentido es una alianza interesante Arce que sigue representando a la clase media, formada y “blanca”; y Choquehuanca, el indígena –menospreciado por Evo- el que representa en cierta manera la parte ideológica y casi la reserva moral del MAS… Qué va a significar ello, ante los nuevos líderes jóvenes del MAS???? La mayoría con formación académica, con un sector crítico a Evo, es algo que tendrá que verse más adelante, además de la emergente burguesía campesina.
Tercer: yo no me alegro de que el MAS haya ganado, ni me hubiera alegrado que gane Mesa, porque lo cierto es que estas elecciones una vez más te demuestran el verdadero sentido de los estados y el poder. Ésta es una elección sobre varios ausentes: estamos ausentes las mujeres y toda la violencia desatada contra nosotras (más de 90 feminicidios, incontable número de violaciones y embarazos adolescentes solo en estos meses), está ausente la tierra, todo el show electoral ha sido realizado sobre miles de hectáreas de bosque quemadas, ha sido realizado con la negociación con la oligarquía camba que viene del tiempo del MAS, sobre la consolidación de la ampliación de la frontera extractiva en amazonía iniciado por el MAS… es decir nada ha cambiado. Y creo que es muy perverso que tengamos que elegir entre el mal menor porque no tenemos más opción…
Cuarto: creo que sí este proceso nos plantea desafíos. Entre ellos la reorganización de los movimientos sociales, y me preguntó si ello será posible, yo creo que inmediatamente se va a volver a rearmar el aparato corporativo de poder, por lo menos desde el sector sindical, habrá que ver cómo van las organizaciones indígenas, como dicen los Kara Karas y otros hermanos y hermanas, cada logro es el resultado de muchas luchas, no son concesiones de los gobiernos
Quinto: me preocupa también esa tendencia al caudillismo – que creo subsiste – y que hace olvidar precisamente esa larga memoria de las luchas y los muertos. Veo cómo la gente del MAS pide justicia y asegura que habrá justicia para los muertos de Sacaba y Senkata, en la masacre de los meses pasado… pero qué rápido olvidan a las masacre en el mismo periodo de los mineros, como ya han olvidado a Chaparina y Takovo Mora, cómo olvidan incluso a los muertos en el último con el sector cooperativizado. Es más, el proceso de “La Calancha” en Sucre por los hechos de violencia y racismo en el proceso constituyente ya ha prescrito, sin culpable ni responsables y mucho menos reparación, porque a pesar de ser un hito importante en la retórica masista, en la práctica no les importa. Esa mirada sesgada de la historia es funcional al poder y la que nos arrebata de fondo las largas luchas por nuestros derechos.
Aurelia Canelas
La Paz,
Bolivia
Octubre 20 de 2020
BOLIVIA: DE LA FABULA GOLPISTA AL TRIUNFO ETNICO-CLASISTA.
JORGE LORA CAM*
Raúl Prada, sintetiza lo ocurrido en Bolivia a fines del 2019.
“El mito del caudillo, que es como el núcleo ideológico de la ideología populista, a la que acude la izquierda continental decadente y fracasada, se ha apagado, agotada su llama, no queda más que la oquedad y la mudez de una máscara que no dice nada. La izquierda acrítica, que ha medrado del prestigio de las revoluciones pasadas y triunfantes, que se ha aposentado en esta fulguración histórica, empero, tan solo haciendo apologías e invistiéndose de “revolucionaria”, sale en defensa del caudillo, sin haber intentado siquiera comprender la crisis de los “gobiernos progresistas”, mucho menos de hacer un análisis, y muchísimo menos se puede esperar un análisis crítico. Con lo que expresa patentemente sus limitaciones ateridas. Es pues una izquierda conservadora y colonial, apoltronada en sus adornos “revolucionarios”. No se da cuenta que asiste a fenómenos perversos donde el lado oscuro del poder no solo atraviesa el lado institucional del poder, sino que lo controla, lo usa como máscara. Una izquierda que nunca se detuvo a evaluar lo que pasó con las revoluciones socialistas triunfantes, por qué cayeron después de más de medio siglo, en unos casos, o menos, en otros; por qué se pervirtieron, sufriendo una metamorfosis como las del “socialismo de mercado”. Una izquierda de la que no se puede esperar que analice objetivamente lo que son estructuralmente los “gobiernos progresistas”. Asumen que son de “izquierda” y se enfrentan a una “derecha” neoliberal; lo hacen sin explicar por qué neoliberales y neopopulistas reproducen, con distintos estilos, el modelo colonial extractivista del capitalismo dependiente. Mucho menos van a ocuparse de las visibles profundas contradicciones de estos gobiernos, de su desbocada política antiindígena y antiecológica.”
Le damos la razón a Raúl Prada, existe una izquierda que se siente revolucionaria cada vez que el progresismo consigue avances políticos y se embravece cuando presencia retrocesos. Sin embargo, el caudillismo comienza a caer y sus intelectuales organicos también, aunque se prevee sera un largo conflicto a observar. Entender el proceso boliviano – como toda transformación histórica- no es tarea sencilla. La información o la búsqueda de esta, siempre estará permeada por la cultura política, por identidades, ideologías, preferencias, expectativas, mitos, símbolos, religiosidad, memoria, proyectos; por un ethos cultural que precede y cobra significados en los diversos procesos, agravándose las dificultades del conocimiento debido a los rápidos cambios coyunturales. La desinformación y la sobreinformación contribuyen a equivocaciones sucesivas, protegiéndose el presunto analista, en última instancia, en la fé y el fetichismo político.
Al mismo tiempo, el triunfo del MAS expresa varios aspectos que no se destacan suficientemente: 1. que sí era posible ganar con un candidato que no fuera Evo Morales, y que los esfuerzos reeleccionistas de Alvaro García a través de Evo, y con él, fracasaron.2. Que se mantiene la tensión entre el populismo neoliberal sustitucionista y la autodeterminación de los movimientos; entre caudillismo narcisista incontrolado y la conciencia politica común por la emancipación; entre los estereotipos ideologicos y etnicistas utilizados como medio de sumisión y la renovación de liderazgos que pugnan por la descolonización; entre la autonimización de los dirigentes y funcionarios y la democracia directa y control desde abajo del mandar obedeciendo, que decían acatar. 3. Que, como veremos, reiteramos que no hubo un golpe de Estado. Evo protagonizó una entrega consciente del poder y una fuga que provocará una revuelta que no llego a ser la rebelión que él esperaba. Mas bien, consiguio, sin proponerselo, un Gobierno reaccionario, conservador y represivo 4. La amenaza mas dura que enfrentará el proceso será la multiple crisis y la sujeción o no a la implacable logica de la acumulación y estabilidad macroeconomica como fundamento de su otra cara, la logica de la reproducción del poder. Se impone una necesaria creatividad auogestionaria, comunalista, colectivista, de una economía y politica alternativa para construir paso a paso el socialismo. Bien advierte Josep Casals:
siendo ésta una vida en la que se superponen autodeterminación e indeterminación. La acción movida por reclamos de justicia debe regirse por criterios políticos. Si predominan los resortes narcisistas o la idea de un alma colectiva, nos encontramos en ese plano compensatorio del que hablaba Marx cuando presentaba la religión como una suerte de opio o como una guirnalda de flores imaginarias que impide poder disfrutar de las flores reales.
La última elección fue una respuesta histórica anticolonial, étnica y espontánea, no fue un movimiento organizado, horizontalmente estructurado y politicamente antineoliberal y emancipatorio; el voto no requiere de preparación cultural a diferencia de un movimiento que obedezca a un nuevo ethos comunitario. Sin embargo fuera de Bolivia provocó una lluvia de triunfalismo de los adherentes, los influyentes del Foro de Sao Paulo y del progresismo neoliberal; dicen que triunfo el socialismo encarnado en Evo Morales y que se ratifica que Alvaro Garcia, es el sociologo vivo más grande de América Latina ( Emir Sader). Hace 15 años, ocurrió algo similar, pero hoy tiene diferencias: las bases del MAS se deslindan de los advenedizos que se apoderaron del MAS y del Gobierno el 2005-2006; Evo y sus mas cercanos colaboradores estan en el exilio, mientras rechazan y condenan a Añez-Murillo, a la OEA y Almagro, la mayoria estan procesados por corrupción, incitación a la violencia, estupro y otros cargos. Hoy se acompañan de una nueva narrativa que se resume en que se estaría comprobando sin duda alguna que no hubo intento de fraude hace un año y que más bien lo que hubo fue un sanguinario golpe fascista, seguido por un año de feroz dictadura que estaba haciendo retroceder al socialismo boliviano. Según ellos, ganó el anti-imperialismo y en un mes se retomará la supuesta construcción socialista. El análisis para algunos es antecedido por una cuestión de fe y a los criticos hay que llevarlos a la hoguera por ser parte de la reacción fascista.
LA DEBATIBLE HISTORIA Y EL GOBIERNO DEL MAS 2006-2019
Veamos historicamente la coyuntura inaugurada con el referendum sobre la reelección. Para ello, hay que volver a discutir si hubo fraude electoral y si realmente se dió un golpe de Estado (Según la RAE, usurpación violenta del gobierno de un país). O si el violento conflicto postelectoral fue una consecuencia de la asonada popular contra el fraude, de la fuga y el llamado a la rebelión por Evo, agudizada por la ocupación y represión por el gobierno de su sucesora legal, la Sra. Añez, ante el vacio dejado por la retirada de Morales .
Hace un año, el 20 de octubre de 2019 Morales ante la inseguridad de conseguir la diferencia en votos para no pasar a una segunda vuelta en aquellos fatídicos comicios, intentó un fraude denunciado por la oposición y la OEA, por lo que esa elección fue anulada por el Legislativo el 23 de noviembre siendo acusados de manipulación dolosa de actas e intervención en el procesamiento de resultados. Una interpretación mas coherente, agregaría, que de acuerdo con el referendum del 2016 el pueblo ya había rechazado la reelección y no estaba por una cuarta reelección del Presidente y sus acompañante García, menos de los ministerios, todos desgastados por muchas razones. Desde acusaciones corrupción, colusión con el narcotrafico, clientelismo y división de los movimientos de base, machismo y estupro, hasta cuestiones de fondo como el haber continuado con las politicas neoliberales ecocidas, extractivistas y colonialistas.
De hecho, el proceso de cambio dirigido por el MAS fue un simulacro desde su anterior gobierno. Se inicia desde que algún líder del MAS pactó una Constitución, construida por aportes de una sociedad en movimiento anti neoliberal y hasta emancipatorio, con la oligarquía del Oriente y se acordó la permanencia del latifundio y la eliminación de la “democracia de segundo piso” que ampliaba los poderes populares organizados en todos los níveles de gobierno.
Ciclo que terminó con la oposición popular al referendum contra la reelección y una pretendida reforma constitucional, este fue el inicio del fraude electoral. Y en las elecciones del 2019, de acuerdo con Pablo Solón hubo:
serias irregularidades: a) El conteo rápido fue detenido intempestivamente el día de la elección, b) la empresa encargada del conteo rápido denunció que dicha orden vino de la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y que les cortaron el internet y la electricidad para que no continúen su trabajo, c) analistas independientes y de la universidad mostraron diferentes delitos electorales, d) la empresa contratada por el tribunal electoral para supervisar las elecciones declaró que el proceso estaba “viciado de nulidad” por una serie de factores, y e) la auditoria de las elecciones solicitada por el propio gobierno de Evo Morales a la OEA determinó en su informe que “no se puede validar los resultados de la presente elección”.
El llamado “golpe” en realidad fue una mezcla inexpresable en la terminología política normal, donde los policias y militares se amotinaron en desobediencia a las ordenes de represión desde la Presidencia. Hecho que fue respaldado por algunos jefes militares. Esta interpretación, se ajusta a la potencialidad de resistencia popular y las luchas precedentes a la imposición y dominación gubernamental, portadora de una alianza antinatura con terratenientes y el poder económico, incluyendo una nueva burguesía y una burocracia, compuesta por funcionarios, sectores de comerciantes, contrabandistas, narcotraficantes, cooperativistas mineros, productores de hoja de coca, transportistas y otros que se enriquecian ante la mirada critica de los pueblos. La dominación y sumisión, ejercidos sobre la sociedad y determinados conglomerados y territorios populares, se expresó en una revuelta democrática contra la reelección y el fraude. Esta, para muchos analistas, es la visión más cercana a la realidad. Es mas, para muchos militantes rebeldes del MAS fue una oportunidad para liberarse de esta opresión y lo hicieron cuestionando el llamado a la insurgencia por Evo y también en contra de la represión ejercida por el nuevo gobierno.
Todo esto nos lleva a recordar que el Gobierno del MAS, a pesar de la descomposición que vivia, nunca se autocriticó; desde el inicio no le importó la emancipación y se quedó en la gestión neoliberal del capitalismo desde el Estado y los gobiernos departamentales y municiplaes. Otro de los pensadores que junto a García Linera – y muchos otros de no tan especial importancia- establecieron las bases políticas del proyecto fracasado de establecer el socialismo en Bolivia, es Luis Tapia, quien sostiene, que el 20 de octubre se intentó
consumar un fraude electoral que pretendía articular otro momento de legitimación del control del aparato estatal, de la sociedad civil y de los territorios comunitarios indígenas. El MAS ha enfrentado la resistencia ciudadana al proyecto de prolongación de su dominación en el país. El fraude de octubre tiene antecedentes: ha estado preparado por varios momentos de fraude y cancelación de la democracia, siendo el principal el desconocimiento de los resultados del referéndum sobre la reelección de Evo Morales y García Linera en febrero de 2016, cuando el pueblo boliviano votó mayoritariamente por el “NO”.
El gobierno del MAS – señala Raquel Gutiérrez, otra ex miembro del grupo La Comuna, como Tapia y Raul Prada- desconoció “cualquier otra forma en competencia de acuerpamiento político negando, desde entonces, la ampliación democrática”. Desde ese momento se intentó sofocar o someter a las organizaciones colectivas críticas, empezó la división de organizaciones, la destrucción de la izquierda critica, opuesta a la implementación del IIRSA y megaproyectos neoliberales cuyo mejor ejemplo fue el conflicto del Tipnis. La última década fue de una campaña electoral permanente donde el gobierno solo busco mayor clientelismo y estabilidad y crecimiento económico en aras de la reelección. Esos objetivos lo encadenaban cada vez más al extractivismo y a la derechización, a la imposición de proyectos y la creación de una forma de dominación.
Cuando ocurre el fraude se desata una asonada, desde la auto organización, desde una resistencia democrática que en la práctica y en los medios queda desplazada por la existencia de dos violentos sectores políticos fundamentalistas que despertaron la memoria colonial y vida cotidiana racista que estaba en retroceso. Se trató de minorías con hegemonías segmentadas, donde unas convocan a grandes grupos a la guerra civil en defensa del Gobierno denunciando un golpe imperialista y otras divididas, los del oriente donde un sector quema wiphalas, agreden e insultan a los pueblos en oposición al Gobierno y se mimetizan con mestizos e indígenas de áreas urbanas y rurales andinas que rechazan la política de Evo y el MAS. Ambas fuerzas violentistas antagonizan y centralizan el conflicto, utilizan la memoria racista e instrumentalizan a un tercer sector, a las mayorías, a los pueblos aymaras, quechuas, cambas, chapacos, guaranís. Entre ellos, un gran sector popular no estaba de acuerdo ni con unos ni con otros. De alli surgen nuevos luchadores que seran protagonistas en estas nuevas elecciones.
Ahora bien, el hecho de que muchos opositores buscaban y tejían estrategias para sacar a Evo, era parte previsible de la lucha política, donde se agregaban e implicaban, cada vez más, organismos y personajes políticos bolivianos y del Gobierno norteamericano, personalidades conservadoras, poderosos políticos bolivianos exilados; que comienzan a articularse con sus contactos policiales y militares. Pero les faltaba un motivo, que lo esperaban, y se preparaban para actuar en el momento preciso. Evo y Álvaro tenían y querían ganar en la primera vuelta, una segunda era una verdadera amenaza. Como dice Evo: “me hicieron pisar el palito”, cual era ese palito: orillarlo al fraude electoral. Y lo piso evidente y escandalosamente, esto, en primer lugar, consiguió una rebelión ciudadana, principalmente juvenil, contra el fraude, donde destacan Luis Fernando Camacho (40 años) en el Comité cívico de Santa Cruz y Marco Pumari (30 años) en el Comité Cívico de Potosí, Juan Flores en el Comité cívico Popular de Cochabamba. Reaparecen otros Comités cívicos en el Beni, Tarija, La Paz. Casi todos los Comités representaban principalmente a los descontentos contra la imposición, pero también a las nuevas clases medias, a los nuevos jóvenes empresarios, a los estudiantes sin futuro, a la boliburguesía, a las mujeres, etc. No obstante hay que reconocer, que los mas organizados y decididos fueron los jovenes cambas de derecha en un lado y los cocaleros del Chapare, ambos acompañados de los nuevos sujetos creados por el proceso, que se politizan sin programa socialista, pero si con demandas democráticas y otros con claros intereses económicos. Muchos de ellos, coincidíeron en la oposición a la ilegitima candidatura de Evo Morales, criticaban el autoritarismo y la corrupción, reivindicaban los derechos humanos y ambientales, levantaban reivindicaciones regionales, en algunos casos se enfrentaban a otros comités cívicos del MAS. Otros mas, con sus organizaciones populares y ciudadanas organizaron los levantamientos contra el fraude. Jóvenes blancos e indígenas ahogados por los tramites, la burocracia, la corrupción, el doble aguinaldo, las AFP, los impuestos, revitalizan organismos abandonados como los comités cívicos y asumen su conducción. Cuando los viejos líderes reaccionaron habían perdido sus direcciones y en algunos casos hubo comités cívicos paralelos.
Cuando la Comisión de la OEA, en la que confiaba Evo, por haber legitimado su candidatura con el argumento de ser un derecho humano, decidió publicar los resultados de su investigación del proceso electoral, estaban las condiciones para el desplazamiento. El segundo factor decisivo, se puede decir el inicio del imaginario Golpe, fue la participación de la policía y militares que sugirieron la renuncia presidencial. Hay que decir que muchos de estos uniformados cuestionaban a Evo por no acatar el referendum sobre la no reelección y bajaron las armas ante las ordenes de reprimir. Evo renunció verbalmente y salió del país acompañado del vicepresidente y otros personajes. Muy rápido reaccionó la derecha en estos Comités y redireccionó los objetivos, ahora ellos estaban cerca del poder, pero con la complicidad de Evo y sus acompañantes, pues a quienes les tocaba la banda presidencial renunciaron en cadena por orden del caudillo, hasta quedar el Gobierno en manos de Jeanine Añez. Mientras Evo y parte de la dirección del MAS jugaba con el vacío de poder y la recurría a la convocatoria a la violencia con la idea de que sería invocado a volver para pacificar el país, se unificó una derecha que estaba dividida. Católicos fanáticos de ultraderecha como Camacho, el comité Cívico de Santa Cruz y su candidato Oscar Ortiz y Tuto Quiroga; evangélicos civiles y militares que tuvieron como candidato al coreano Chi (aceptado como tal solo para dividir la oposición) respaldaron como Presidenta de Bolivia a Jeanine Añez escoltada por Carlos Mesa, el candidato ex Presidente de centro derecha junto a Doria Medina, Murillo y los jovenes líderes Camacho-Pumari, tomando las decisiones más importantes en el país. Estados Unidos y muchos gobiernos reconocieron a este nuevo gobierno, estaba, ahora si consumado el reemplazo, al que consensuaron los seguidores de Evo en llamarlo “Golpe”, que insistimos, no llega a configurar un golpe.
Muchas veces oímos lo que queremos oír y nada más. En una entrevista, ya en México, Evo Morales se siente traicionado por los empresarios para quienes gobernó la última década y eso es muy cierto. Los barones del Oriente, las trasnacionales hidrocarburíferas, los agroindustriales, el sector financiero, los comerciantes, el ejército, la boliburguesía y el narcotráfico, no tenían motivos para un golpe. Ellos fueron subsidiados, cuando no financiados por Evo, no peligraba el poder corporativo, más al contrario seguirían gobernando. Se compara la situación con Venezuela, sin embargo, en Bolivia Camacho fue un líder improvisado que ni quedo en el gobierno, no existía una personificación del golpe. Evo se siente traicionado por los empresarios y tras ellos por la policía con la que ya tenía problemas y los militares, en los que confiaba por las prebendas otorgadas y que fueron -según Evo- el factor decisivo. El poder real siguío y seguirá en manos de grandes corporaciones solamente que ahora, gobernó solo para ellos una derecha aparentemente consolidada, pero corroida por los intereses grupales.
En resumen, los sujetos neoliberales creados o, como dice Evo, “alimentados” por el proceso no fueron sus enterradores como sugiere. El mismo, junto a Alvaro Garcia y el Gabinete se enterraron solos. Los empresarios de Oriente y Occidente, los jóvenes universitarios o “emprendedores” embrutecidos en las universidades publicas y privadas de lucro, los trabajadores precarizados y sin derechos, la boliburguesía, los militares – los únicos servidores públicos con pensión 100%- y los policías desfavorecidos solo fueron agentes que ejecutaron la erronea voluntad de aquellos. A la pregunta si Evo es víctima o cobarde. La respuesta esta en los hechos, Evo y Alvaro Imponen su candidatura anticonstitucionalmente, luego pretenden un triunfo mediante el fraude y son descubiertos, huye, pero antes convoca a la guerra civil. Evo pudo quedarse, hacer un acuerdo de paz con los cívicos y realizar elecciones limpias. Pero no, prefirió dejar un vacío de poder, crear el caos y muy instrumentalmente empujar irresponsablemente a sus seguidores a pelear contra la oposición, enfrentando al pueblo entre sí y huyo. Pero, quedaba el Congreso y surge otra pregunta, ¿ un golpe normalmente cierra el Congreso? ¿Alguien lo cerró? Por qué callaron los congresistas (70% del MÁS). ¿Caudillismo? ¿Esperaban órdenes? ¿Adriana Salvatierra fue obligada por Evo a renunciar a asumir la Presidencia y el MÁS quedó mudo? ¿Por qué no se pronunciaron?, Estos hechos complican el análisis de los defensores de la teoría del golpe. Si es un golpe sin líder nacionalmente conocido, sin programa, sin antagonista definido, surgen muchas dudas y nos llevan a seguir buscando fuerzas oscuras.
Los cambios propiciados por el neoliberalismo en la política, habiéndola degradado hasta el punto de corromper y desacreditar partidos, políticos, instituciones, ideologías e incluso identidades, han conducido a que las movilizaciones hoy sean por intereses: desde empresariales, regionales, territoriales, ecológicos, reivindicativos, derechos humanos, derechos políticos perdidos, expoliación financiera, democracia, etc. Junto a los oscuros intereses del narcotráfico, el contrabando, la apropiación de recursos naturales y territorios, existían potencialidades derivadas de la permanencia de políticas neoliberales, continuaba el dominio financiero de la economía y nunca se inició un cambio de extractivismo y de las bases estructurales de la economía neoliberal y la inserción subordinada de estos países en la división internacional del trabajo como fuentes de materias primas y mano de obra barata.
LAS ELECCIONES DEL 2020
El conexto no era nada prometedor un año antes de la llegada del covid. El “modelo boliviano” economico y político, empezaba a resquebrajarse desde el 2018 y se agudizaba con la pandemia; se preveía un crecimiento del 2% y la aparición del litio era la esperanza, sin embargo, creaba nuevas contradicciones por las rentas y el uso del agua en detrimento de los cultivadores de quinua. El litio que se vendía a China, Rusia, Europa, subía rápidamente en el mercado y despertaba la ambición norteamericana por su control en este país y en los vecinos Perú y Chile. Importantes contradicciones entre las potencias y de clase subyacentes comenzaron a estallar. Se iba reduciendo la legitimidad política al mismo ritmo que atentaban contra los derechos humanos y los de la naturaleza, descendían los programas redistributivos específicos al bajar impuestos y regalías, proyectos de infraestructura, extensión de la financierización que se extendía a las clases populares. Peligraban los programas de empleo, el gasto social y la reducción de la pobreza. El Estado hoy impone la austeridad y el abandono de los programas político-económicos generales que nunca desafiaron las relaciones de propiedad social o las matrices productivas de las economías coloniales heredadas, incluyenndo fuerzas oscuras que estuvieron tras el gobierno.
En las elecciones del 18 de octubre, lo incontrastable parece ser que una mayoría del pueblo (55%) voto por insistir en acabar con el colonialismo, que fue un voto etnico-clasista; un pueblo indigena que fue incorporado parcialmente a la administración, que se beneficio de una superficial redistribución, que mejoro sus derechos y beneficios sociales, que se integró a una diversificación de jerarquías sociales y “empodero” a un sector; se expresó contra la derecha blancoide y su desatrosa gestión durante el año que transcurrió, cometiendo inmnumerables actos deslegitimadores, mas aun considerando que de por medio estaban las proximas elecciones. Mesa, el opositor liberal con mayor fuerza, con su campaña de silencio y el optar por esperar la renuncia de sus candidatos cercanos: Añez, Camacho, Tuto. No activo el espacio de la critica y se quedo en la potencialidad del voto util. En este contexto, Luis Arce Catacora y David Choquehuanca Cespedes, ambos indigenas mestizos, expresaron la conexión entre la discriminación racial y la opresión de clase, exacerbados por la agresividad de Añez-Murillo que lograron conectar venganza, muerte, pandemia, y la tensión entre la estabilidad economica y la crisis, a pesar del despojo extractivista y ecocida. La expansión del capitalismo moderno consumista e individualista en medio de la amenaza de una crisis economica estaba a salvo y aun tiene futuro.
La idea del Golpe creo un imaginario antigolpista, que no tenía sustento pero sirvio electoralmente, y que ademas, las medidas del gobierno hacian que parezca que asi fue. Solo usemos la lógica simple. Si el objetivo de la ocupación de la dirección del Estado por el nuevo gobierno transitorio hubiese sido apoderarse del ejecutivo a través del llamado “golpe” de noviembre de 2019, con el objetivo de impulsar el neoliberalismo, en ese periodo lo hubiesen impulsado, pero este ya existia, nunca desapareció, y es por ello que se limitaron a favorecer intereses particulares. Y si habia que imponer un proyecto, tampoco se explica por que convocaron a elecciones y dejar el gobierno. El proyecto neoliberal siempre estuvo vigente, Mesa erroneamente no propuso un proyecto diferente y los electores prefirieron votar por aquella estabilidad neoliberal ya probada. Ademas, otro elemento importante es el abandono del gobierno por Evo y ordenar a sus posibles sucesores a no ocupar el sillon presidencial, que le permitió hablar de golpe y jugar a la rebelión. Consiguio una revuelta, fracasada pero con el saldo de Senkata y Sacaba que fue adjudicado solo al nuevo gobierno y quedo en el imaginarioo como una masacre racista. Podemos agregar que Camacho no tuvo propuesta de gobierno, su respaldo también fue etnico-clasista y solo apuesta a garantizar las ganacias de la oligarquia radicada en Santa Cruz. Ni siquiera atrajo a las poblaciones orientales de Beni y Pando. Fueron tantas las coincidencias prácticas de Creemos con el MAS que hasta se especulo de una alianza secreta para que perdiese Mesa.
Y es que ademas, los pobladores de occidente han ocupado el territorio boliviano y fue parte de la politica del gobierno del MAS. Es sobre estos elementos que David Choquehuanca, pensado, por muchos masistas, desde antes como sucesor de Evo se erige como candidato a la Presidencia. Choquehuanca, mas autocritico, con obvias preferencias de los pueblos por su sencillez, identidad, honestidad ( libre de acusaciones) fue el seleccionado por los pueblos indigenas y movimientos, pero fue desplazado por Evo a un segundo lugar precisamente por sus virtudes y su reconocimiento de errores y por que se presume que no obedecera a Evo. Los ministros de Evo habian perdido totalmente su legitimidad y voces del pueblo y dirigentes demandaban un recambio. Arce, mas condescendiente con Evo, como otros dirigentes del MAS, también tuvo su atractivo como estabilizador de la economía en medio de un momento histórico de agudización de la crisis sanitaria y económica. Aunque prometió que sera “su” gobierno y que no colocará a los ex ministros en puestos claves, ya trascendio que lo hará. De todos modos, el MAS vive desde la huida de Evo, una convulsión liderada por jovenes y mujeres criticas, que no quieren sustitutos indeseables, quieren autogobernarse en el MAS como Eva Copa, Presidenta de la Cámara de Senadores de Bolivia y Angelica Ponce, líder de la Confederación Sindical de Mujeres de Comunidades Interculturales de Bolivia quienes prefieren a Evo lejos del Gobierno pues el Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos es del pueblo. Sus criticas buscan una apertura del MAS-IPSP y van mas alla de la ideología, surgen de una práctica y desde abajo, van sobre el mapa institucional y los agenciamientos concretos del poder.
Evo Morales que parecía haberlo hecho bien, en el fondo ha terminado mal y no ha dignificado la izquierda. Es posible que sin él, se reinicie un ciclo de expectativas y que la vuelta al poder, ya no despierte la ilusión de detener y menos acabar con el neoliberalismo. Estamos, entonces, sumergidos en las fronteras inexpugnables del capitalismo y precisamente ahora que parece más decadente. Esto, sin duda alguna, será algo de lo que podrán sacar mejor ventaja las derechas que sepan renovarse, lo cual tampoco se vislumbra a corto plazo. De ahí que, la política vuelva a caer en el descrédito. ¿Qué podría tocar ahora? Es posible que lo prometedor esté incoado en nuevos movimientos sociales o partidos políticos, que desde luego todavía no han salido a la luz y quizá ni siquiera estén por germinar. Mientras tanto se prevee que la lucha etnico-clasista continue.
Este triunfo con un 55% es algo engañoso, pues incluye a un 20% de los indecisos y los antipolíticos, que finalmente se decidieron a participar y votar por un MAS renovado, con los viejos funcionarios huidos, autoexilados y asustados por sus numerosas culpas, incluyendo su responsabilidad en la sangrienta revuelta convocada por Evo, y definieron la contienda. Por su lado, los jefes del MAS, decidieron volver y gobernar, ello provocara indeterminadas respuestas que tendremos que analizar. Lo que si queda claro es que la ideología neoliberal y de la derecha evangelica y racista mantiene su fuerza, mientras el proyecto siga siendo el neoliberal. Los indecisos, sumados al 45% que votaron por la oposición, nos dan un 65% potencialmente opositores, pero el pensamiento neoliberal va mas alla, pues tambien esta dentro del propio MAS; de allí hay un paso a la vuelta a la arbitrariedad, la corrupción, la injusticia, la antidemocracia y la pobreza.
LAS PERSPECTIVAS.
Nos recuerda Pablo Solón que “La lógica del poder es muy similar a la lógica del capital. El capital no es una cosa sino relaciones y procesos, que sólo existe en tanto genera más capital. Capital que no se invierte y no da ganancias es un capital que sale del mercado. El capital para existir debe estar en permanente crecimiento. De igual forma opera la lógica del poder. Sin darse cuenta, lo más importante en el gobierno pasa a ser como preservarse en el poder y como adquirir más poder para asegurar continuidad en el mismo”.
No se ha creado una nueva cultura, permanece la cultura neoliberal, aquella de la banalidad y la trivialidad, del individualismo y el consumismo, la modernidad decadente que esta en decadencia, pero aun es hegemónica. La práctica política y el discurso político demagógico no salen de los cliches, de poses estridentes, de ideologías no corroboradas por la práctica; sin discursos sustantivos, con balbuceos de lideres mediocres y sin horizontes, construidos por los medios. Con estos síntomas de la decadencia, de deterioro, de derrumbe ético y moral, la política, como ámbito del mando y la obediencia, de la competencia de fuerzas en el campo de las decisiones, se renovara parcialmente y podrá ser la muestra patética de que los políticos neoliberales de izquierda y derecha, alejados de los pueblos ya no puede ofrecerle nada y se reiniciara el ciclo.
Parafraseando a Raúl Prada y para ir concluyendo, si bien, la compulsa parece ir resumiéndose, en las pretensiones de legitimidad de un retorno al régimen clientelar implosionado y una oferta institucionalista de unidad nacional. En su singularidad nacional, la crisis política adquiere en Bolivia contornos sórdidos. Después de la implosión parcial del régimen clientelar y corrupto neopopulista, será dificil recuperarse con escasos recursos, las propuestas se acercaran a repetir sin imaginación la inercia aburrida del círculo vicioso del poder, en plena caída al abismo de la crisis. Porque la corrosión institucional y la corrupción galopante forman parte de las estructuras mismas del poder; y, porque ambas propuestas están en lo mismo de lejos del horizonte abierto por la insurrecta Constitución Plurinacional Comunitaria y Autonómica. Parece utópico que la nueva casta política recupere los alcances de una Constitución descolonizadora traicionada, que se abre a la condición plurinacional, intercultural, comunitaria y de la democracia y no vuelvan a usurpar la victoria popular contra el neoliberalismo. Podemos conjeturar que asistiremos a la sola administración de la crisis, por el nuevo gobierno.
En consecuencia, todavía falta cumplir con las condiciones de posibilidad histórico-políticas-culturales para salir de la crisis múltiple del Estado. Estas condiciones de posibilidad tienen que ver con la responsabilidad del pueblo, con su madurez, con su independencia respecto de la casta política, tutora de su minoridad, su dependencia y sumisión a las ilusiones del poder. Cuando el pueblo haya logrado su madurez, el uso crítico de la razón, cuando sea capaz de autogobierno, por lo tanto, de la democracia plena, entonces estará en condiciones de salir de la crisis múltiple, del círculo vicioso del poder. Seguramente se potenciaran la independencia y capacidad de autodeterminación de las organizaciones sociales para que sean un verdadero contra-poder que proponga y controle a las burócratas estatales.
El verdadero gobierno del pueblo está fuera del Estado, a la espera. Corresponderá a colectivos y grupos radicalizados del MAS y de fuera de él, todavía poco numerosos y que buscan nuevos esquemas de comportamiento y conductas, cansados de discursos anacrónicos, disímiles y dispersos evitar que los oportunistas de siempre, los que quieren vivir bien a costa del Estado regresen. Las elecciones, en el sistema formal de representación delegada, manifiestan claramente los alcances y limitaciones degradantes de esta forma de dominación en decadencia que impide la verdadera democracia. Vivimos un periodo en el que ante el despojo -o sin el- han resurgido las identidades autóctonas y la lucha por los derechos y la cultura indígena, es un renacer de la resistencia y la voluntad de ser, hacer y permanecer de dimensión global; el combate al colonialismo y al racismo han impedido que desaparezcan culturas ancestrales y ahora, muchos indígenas y mestizos se reindigenizan, reclasificándose en clases sociales, sin desaparecer todo lo que no son, son los que promueven proyectos de asimilación, aunque sean ficticios, jerárquicos y excluyentes, y así será mientras se mantenga el neoliberalismo en las politicas oficiales.