Marielle Franco: «¿Cuántos más van a tener que morir para que esta guerra acabe?»
Este 14 de marzo se cumplió un año del asesinato de una mujer, madre, negra, lesbiana, de favela, feminista, de pueblo, que conmocionó a Brasil y al mundo con su lucha desde, por y con lxs de abajo. Ella también llegó al Concejo de Río de Janeiro para defender las luchas en las favelas, junto a los derechos de mujeres negadas, silenciadas y violentadas históricamente. Ella con sólo año miedo de trabajo en el Concejo logró «… aprobar un proyecto para crear Casas de Parto en Río de Janeiro que mejorasen las condiciones de atención tanto a las madres como a los recién nacidos. Propuso crear guarderías nocturnas para las familias que trabajan de noche, defendió derechos de los colectivos LGBTI, denunció la violación sistemática de derechos de la población que vive en las favelas y creó campañas contra el acoso sexual como el «no es no«. Días antes de ser asesinada ella denunció el accionar violento de la Policía Militar: «Tenemos que gritar para que todos sepan lo que pasa. El 41° Batallón de la Policía Militar de Río de Janeiro está aterrorizando y violentando a los habitantes de Acari (un barrio empobrecido de la zona norte). Esta semana dos jóvenes fueron asesinados y tirados en una alcantarilla. Hoy la policía caminó por las calles amenazando a los habitantes. Sucede desde siempre pero con la intervención militar se puso aún peor«. Como bien sabemos en todas partes, el accionar violento de lxs militares y demás agentes de las guerras es similar, pues desde 5000 años atrás y recientemente desde los Estados, tienen que ejercer terror para «explorar, explotar, excluir y exterminar». Ésta es una fórmula histórica contra las mujeres, contra los pueblos, contra la Madre Tierra, sin esto no existiría el patriarcado en todas sus expresiones. Hoy cuando las agresiones contra las mujeres y las luchas que caminamos están siendo más visibles que antes, es necesario que no sólo marzo, sino todos los días de nuestros calendarios sean resignificados para honrar a nuestras ancestras y para recuperar a nuestras crías. Marielle, Berta, Legerîn y las miles que siguen luchando y muriendo en el mundo, tienen que convertirse en inspiración cotidiana y de largo aliento. Hace unos días detuvieron a los autores materiales del homicidio y todo apunta a Bolsonaro. Las muertas no mueren, ellas viven en cada palabra y acción de digna rebeldía que emprendamos día a día. Compartimos el texto de Luna Gámez titulado: «Brasil: A un año del asesinato de Marielle Franco, ¿qué se sabe?». ¿Dónde estamos?. Lectura de contexto. Pueblos en Camino.
Brasil: A un año del asesinato de Marielle Franco, ¿qué se sabe?
La principal incógnita de este caso es conocer quién ordenó su ejecución
Dos días antes de que se cumpliese un año del asesinato de Marielle Franco, concejala de Río de Janeiro por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y defensora de los derechos humanos, la Policía Civil ha detenido este martes 12 de marzo a dos sospechosos de haber cometido este homicidio. Ronnie Lessa, policía militar retirado, y Élcio Vieira de Queiroz, policía militar expulsado del cuerpo.
Franco fue asesinada el 14 de marzo de 2018 mientras regresaba a casa en coche tras haber participado en un evento llamado ‘Mujeres negras moviendo estructuras». Cuando estaba adentrándose en el barrio de Estácio, próximo al centro de Río de Janeiro, otro vehículo se aproximó y desde ahí propiciaron13 tiros, cuatro de los cuales acertaron en la concejala. Anderson Gomes, conductor del vehículo, también falleció y la asistente de Franco, Fernanda Chaves, fue la única que salió con vida de los disparos.
La investigación avanzó durante casi un año en un sigilo que llegó a ser interpretado como abandono por algunas organizaciones. Amnistía Internacional exigió una «investigación imparcial, independiente y exhaustiva sobre el crimen» y, en un documento presentado en febrero de este año, llamado ‘El laberinto del caso de Marielle Franco‘, pidió a las autoridades que respondan a ciertas preguntas espinosas. En noviembre del año pasado, el Ministerio de la Seguridad Pública denunció que un supuesto grupo organizado ayudado por la policía estaría actuando para obstaculizar las investigaciones.
«Es una sospecha grave sobre la que necesitamos que las nuevas autoridades federales respondan», cuestionó Jurema Werneck, directora Ejecutiva de Amnistia Internacional Brasil. «Es de extrema preocupación que un lote de munición de la Policía Federal, usado en homicidios, se haya desviado y que después de tanto tiempo las autoridades no hayan dado una explicación satisfactoria», añadió Werneck en relación a los casquillos de bala correspondientes con un lote de munición de la policía encontrados en el lugar del asesinato de la concejala.
Este martes, la Comisaría de Homicidios responsable por la investigación y el Ministerio Público, no solo procedieron a la detención de los dos sospechosos, sino que explicaron algunos de los detalles del ataque que han descubierto hasta el momento.
Detalles sobre la investigación del caso Marielle Franco
De acuerdo con las pruebas presentadas, se sabe que fue un crimen planificado durante al menos tres meses. El análisis de las pocas imágenes de cámaras de seguridad que la policía ha conseguido de ese día indica que los dos acusados portaron pasamontañas y se cubrieron para esconder tatuajes. Esperaron durante horas, sin salir del coche, a que Marielle saliese del evento. La siguieron hasta llegar al que parecía un lugar planificado para el ataque, más solitario y donde, casualmente, no había cámaras de seguridad funcionando en ningún edificio o comercio que pudiesen captar el momento. Los disparos se realizaron con un silenciador a las once horas de la noche.
Mural en homenaje a la activista asesinada Marielle Franco, Río de Janeiro, Brasil, 13 de marzo de 2019. / Sergio Moraes / Reuters
Ronnie Lessa, acusado de haber propiciado los disparos, investigó durante meses la vida de Marielle Franco, las direcciones de lugares que frecuentaba así como el tipo de eventos políticos en los que participaba. El hecho de que esta práctica se repitiese con otras figuras de izquierdas, como el diputado Marcelo Freixo, también del PSOL, tal y como demuestra la investigación que rastreó la pista del acusado en la red, ha motivado que la acusación de homicidio esté agravada por acción inmoral. La policía de investigación considera que otras personalidades políticas podrían haber estado en el punto de mira.
Lessa, que en 1998 fue homenajeado como agente militar ejemplar, ya había levantado sospechas de implicación con grupos criminales. Un mes después del asesinato de Marielle sufrió un intento de homicidio, que la policía interpretó como una supuesta destrucción de pruebas, y en la investigación más reciente le han descubierto una mansión valorada muy por encima del capital económico medio de un agente policial jubilado, que ingresa en torno a 1.600 euros por mes. Además, un amigo de Lessa, Alexandre Motta, también ha sido detenido con 117 fusiles M-16 y centenas de municiones en cajas de cartón en su casa que según Motta estaría guardando para Lessa, supuestamente sin conocimiento de lo que había dentro.
El supuesto conductor, Élcio Vieira de Queiroz, había sido expulsado del cuerpo de la Policía Militar en 2016 por prestar servicios de seguridad privados e ilegales. En 2011, además, estuvo implicado en la Operación Guillotina, donde le acusaban tanto a él como a otros policías de corrupción y de asociación con grupos de tráfico de drogas.
Policía en el lugar en el que fue detenido uno de los sospechosos, Barra da Tijuca, Río de Janeiro, Brasil 12 de marzo de 2019. / Sergio Moraes / Reuters
Ambos sospechosos fueron detenidos en la madrugada del martes en sus residencias. Lessa vivía en el mismo complejo residencial de lujo en el que tiene su casa el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aunque las investigaciones no han indicado indicios de relación entre ambos por el momento. Los resultados de la investigación que hasta ahora pueden ser desvelados confirmaron que la ejecución de la activista y concejala estuvo motivada por la oposición a su lucha por la defensa de las causas en la que estaba implicada.
Asesinada por defender los derechos humanos
Marielle, consciente de que todos sus actos se convirtieron en política, se presentaba como madre, lesbiana, feminista y ‘cría de la favela’. Vivió durante toda su vida en la Maré y desde allí alzó la voz para denunciar la exclusión social, la violación de los derechos de los jóvenes negros de la favela estigmatizados, recurrentemente encarcelados y asesinados.
En octubre de 2016 se convirtió en la quinta concejala más votada de la Cámara municipal de Río de Janeiro. Defendía un mandato popular y colectivo, en el que todas las voces que generalmente no están representadas en la política encontrasen en esa conquista una vía para participar más activamente en la formulación de políticas públicas. En entrevista con esta periodista durante su campaña política, Marielle afirmó que «escuchar de una mujer negra y favelada que yo la represento, esa es mi mayor motivación para candidatarme».
Durante su año y medio de mandato, Marielle consiguió aprobar un proyecto para crear Casas de Parto en Río de Janeiro que mejorasen las condiciones de atención tanto a las madres como a los recién nacidos. Propuso crear guarderías nocturnas para las familias que trabajan de noche, defendió derechos de los colectivos LGBTI, denunció la violación sistemática de derechos de la población que vive en las favelas y creó campañas contra el acoso sexual como el «no es no», que se hizo masiva durante el carnaval de 2017.
Marielle, formada en sociología y con una investigación de master sobre la política de seguridad de las unidades de policía pacificadora (UPP) en las favelas de Río de Janeiro, fue nombrada relatora de la Comisión de Investigación sobre la Intervención Militar de la Seguridad en Río de Janeiro, para supervisar las posibles situaciones de violaciones de derechos humanos derivadas de la decisión del por entonces presidente Michel Temer que, en febrero, entregó el control de la seguridad de esta región a las Fuerzas Armadas. Cuatro días antes de ser asesinada, esta política había denunciado los abusos perpetrados por algunos agentes de policía.
«Tenemos que gritar para que todos sepan lo que pasa. El 41° Batallón de la Policía Militar de Río de Janeiro está aterrorizando y violentando a los habitantes de Acari (un barrio empobrecido de la zona norte). Esta semana dos jóvenes fueron asesinados y tirados en una alcantarilla. Hoy la policía caminó por las calles amenazando a los habitantes. Sucede desde siempre pero con la intervención militar se puso aún peor», publicó ella en su cuenta de Facebook el 10 de marzo. Un día antes de su muerte denunció un asesinato más de un joven de la favela, Matheus Melo, y cuestionó en un tuit: «¿Cuántos más van a tener que morir para que esta guerra acabe?».
«Marielle era una figura política en ascensión. (…) Desde el lado de la vieja política no es interesante tener una figura como Marielle disputando ese espacio de poder», declaró Mônica Benicio, viuda de la concejala asesinada durante una entrevista concedida a Píkara Magazine en octubre. Durante la presentación de los resultados de la investigación de este martes, Benicio exigió que se descubra quién ordenó la ejecución de Marielle y la policía anunció que el próximo paso en las investigaciones será averiguar si existió un autor intelectual del crimen.
Luna Gámez
Fuente: Actualidad RT
Publicado el 14 de marzo de 2019