Mujeres de la Tierra: La destrucción se detiene aquí y ahora
«…Nuestra Madre no va a ser salvada por trajes elegantes planteando ilusiones, su salvación vendrá del trabajo arduo, la pasión fiera y la compasión de quienes han asumido el compromiso sagrado de actuar para proteger, defender y renovar los sistemas de vida que son sagrados. Vendrá de las calles, de las selvas, de las montañas, de los desiertos y oceanos, de quienes rechacen y se rehusen a la violencia de la colonización extractivista extrema en cualquiera de sus formas y en todos los territorios del planeta.
Y son las mujeres las que han sufrido lo peor bajo estos sistemas opresivos que promueven y acumulan matando la vida de la tierra, y serán las mujeres quienes conseguirán que sane”…«
Mujeres de la Tierra: La destrucción se detiene aquí y ahora
Refiriéndose al “histórico” acuerdo firmado en París contra el cambio climático, Cherri Foytlin, de descendencia Diné/Cherokee/Latina, escribe una reflexión desde el dolor de nuestra Madre Tierra y entre muchos otros sentires, nos llama a curarnos con ella.
En ese camino, nos cuenta que en septiembre de 2015, algunas mujeres indígenas líderes de las Américas del Norte y del Sur firmaron un primer Tratado de Mujeres declarando la solidaridad en el movimiento para proteger a la Madre Tierra de las industrias extractivas. Que justamente, “…Es aquí donde queda clara la diferencia entre el Tratado de las Mujeres Indígenas y el acuerdo de París”. Precisamente porque el Tratado de Mujeres “es un documento vivo, es comunalizado por todo lo que ha sido desde siempre y desde siempre será. Es una invitación, un llamado a todas las mujeres del mundo a unirnos como dadoras y protectoras de la vida a asumir nuestra obligación sagrada de detener la destrucción del origen único de la vida.
“Estamos señalando un límite y diciendo que la destrucción se detiene aquí y ahora. No más infraestructura ni extracción de combustibles fósiles, no más organismos genéticamente modificados, no más toxinas en nuestras aguas, suelos y aire, y no más privatización y modificación de la tierra, el agua, el aire y los sistemas naturales”, según se lee en el texto del Tratado.
Nuestra Madre no va a ser salvada por trajes elegantes planteando ilusiones, su salvación vendrá del trabajo arduo, la pasión fiera y la compasión de quienes han asumido el compromiso sagrado de actuar para proteger, defender y renovar los sistemas de vida que son sagrados. Vendrá de las calles, de las selvas, de las montañas, de los desiertos y oceanos, de quienes rechacen y se rehusen a la violencia de la colonización extractivista extrema en cualquiera de sus formas y en todos los territorios del planeta.
Y son las mujeres las que han sufrido lo peor bajo estos sistemas opresivos que promueven y acumulan matando la vida de la tierra, y serán las mujeres quienes conseguirán que sane”.
Cabe resaltar que Cherri Foytlin es bloguera, autora, fotógrafa, activista y organizadora. Vive en el sur de Louisiana (EEUU). Es autora de “Spill It! The Truth About the Deep Water Horizon Oil Rig Explosion,” (Derrámenlo! La verdad sobre la explosión del pozo petrolero profundo “Deep Water Horizon”) y contribuye regularmente a BridgetheGulfProject.org. En la primavera del 2011 caminó 1243 millas desde Nueva Orleans a WashIngton D.C. convocando a la movilización para detener el desastre de la perforación submarina de BP (British Petroleum). Además es co-fundadora del movimiento “Idle no More” en la Costa del Golfo (movilización indígena iniciada en la Costa Atlántica del Canadá contra el “tracking” y los proyectos extractivistas que se extendió por toda Norte América, convocando a superar la pasividad y asumir la lucha). Ha participado en innumerables movilizaciones y acciones directas y ha sido una vocera permanente por la salud de la Madre Tierra y la de sus hijas e hijos.
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