Conflicto Colombia-Venezuela: Despojo y exterminio indígena para el extractivismo transnacional

Lo que quieren es desplazar a los pueblos para negociar con grandes transnacionales, grandes proyectos extractivos.

José Ángel Quintero Weir

 

El 29 de septiembre de 2015 se realizó este encuentro de Pueblos en Camino, cuya transcripción y audios compartimos incitando a su debate y difusión. En una Carta Abierta, que (el 16 de septiembre de 2015) envió la Organización Intercultural Autónoma Wainjirawa dirigida al “Pueblo de Zulia y Venezuela” y a “los pueblos de Abya Yala y el mundo” tiene voz y presencia una palabra, una humanidad y unos territorios negados en este contexto de confrontación, manipulación y propaganda de la “Frontera del Lucro” en beneficio del Capital transnacional. La carta presenta una perspectiva no de visitantes, ni de reporteros objetivos, ni de investigadores y analistas. En otras palabras, quienes se pronuncian acá lo hacen no porque les contaron, sino porque lo están viendo y lo viven. En otras palabras, porque saben lo que está pasando. Pero lo que sucede, para lo que sirve esta crisis y el contrabando y la guerra y la propaganda, precisamente, para avanzar, venga de donde venga, una guerra contra los pueblos en el propósito de la acumulación de capital de la que se sirven con diferentes discursos diversos actores. En últimas, estos intermediarios con distintas máscaras y caras, son solamente eso, mediadores crueles de una tragicomedia con víctimas concretas a lado y lado de una frontera fabricada para la conquista que atraviesa el hogar ancestral wayuu-añuu-barí, ahora roto en dos en esta farsa. Tragicomedia y montaje que beneficia finalmente a quienes vienen por el petróleo desde el poder corporativo totalizante y transnacional. La farsa tiene, según la verdad que se niega y que acá se expone, un libreto: el modelo que no se negocia. Así No! Pueblos en Camino

Conflicto Colombia-Venezuela:

Despojo y exterminio indígena para el extractivismo transnacional

 

Introducción

 

El 29 de septiembre de 2015 se realizó este encuentro de Pueblos en Camino, cuya transcripción y audios compartimos incitando a su debate y difusión. En una Carta Abierta, que (el 16 de septiembre de 2015) envió la Organización Intercultural Autónoma Wainjirawa dirigida al “Pueblo de Zulia y Venezuela” y a “los pueblos de Abya Yala y el mundo”tiene voz y presencia una palabra, una humanidad y unos territorios negados en este contexto de confrontación, manipulación y propaganda de la “Frontera del Lucro” en beneficio del Capital transnacional. La carta presenta una perspectiva no de visitantes, ni de reporteros objetivos, ni de investigadores y analistas. En otras palabras, quienes se pronuncian acá lo hacen no porque les contaron, sino porque lo están viendo y lo viven. En otras palabras, porque saben lo que está pasando. Pero lo que sucede, para lo que sirve esta crisis y el contrabando y la guerra y la propaganda, precisamente, para avanzar, venga de donde venga, una guerra contra los pueblos en el propósito de la acumulación de capital de la que se sirven con diferentes discursos diversos actores. En últimas, estos intermediarios con distintas máscaras y caras, son solamente eso, mediadores crueles de una tragicomedia con víctimas concretas a lado y lado de una frontera fabricada para la conquista que atraviesa el hogar ancestral wayuu-añuu-barí, ahora roto en dos en esta farsa. Tragicomedia y montaje que beneficia finalmente a quienes vienen por el petróleo desde el poder corporativo totalizante y transnacional. La farsa tiene, según la verdad que se niega y que acá se expone, un libreto: el modelo que no se negocia. Es decir que los diversos intermediarios buscan enriquecerse rápidamente y beneficiarse económicamente dentro del modelo mientras los guionistas y dueños de la historia, van logrando sus objetivos. Quienes no entran, las víctimas, las y los excluidos, los negados de siempre, los vencidos, no participan de la farsa, no están dentro del torbellino del “progreso”,  ni en la historia de acontecimientos para los vencedores. Hacen la historia en minúsculas de la resistencia y rompen, como en este texto, con sus vidas y su pervivencia, no solamente fronteras y farsas, sino toda la historia del despojo. Ellas y ellos somos la otra historia. Lo demás es el sistema y su cronología, almanaques y titulares manipulados para explotar tierras, pueblos y trabajo en beneficio de la codicia insaciable del sistema cuyo guión nos confunde y nos recluta en roles de contrincantes o víctimas de su manipulación. Lo que no cabe, lo que desborda, lo que no se somete, lo que no tolera fronteras, lo que se ha negado a la muerte en movimiento para saciar la insaciable codicia de pequeños y grandes, eso está no en esta carta, que es apenas un espejo, sino en estas vidas y tierras y luchas que se tejen en constelaciones con todas las demás negadas y presentes de un tiempo otro que reconoce la farsa, los poderosos y al capital y se niega a ser el otro del sistema. Además de esta carta, se compartieron como insumos los siguientes textos:

  1. 1. COLOMBIA-VENEZUELA: LA FRONTERA DEL LUCRO CONTRA LOS PUEBLOS 
  2. 2. ¿CÓMO ES LA VAINA EN VENEZUELA? ALGUNOS ELEMENTOS PARA COMPLETAR EL PANORAMA

 

 

Presentación y Provocación para el Intercambio

 

José Ángel Quintero Weir

 

Vamos a exponer.  Nos vinimos a mi casa. A la ciudad. En mi casa es desde donde vamos a conversar. Están los siguientes compañeros: Nelson Ceballos, Wayuu, abogado de Wainjinrawa. Del equipo de educación autónoma. Tiene información de lo que se vive en la frontera. Va a hablar sobre esta situación y sobre los planes nuestros.

 

Damaris Fernández, Wayuu. Miembro de la Fundación Indígena para la Educación Propia. 

 

Alexander Mercario. Indígena Barí, de la Serranía del Perijá. Hace parte de Waijinrawa que reúne miembros de diferentes pueblos indígenas y también no indígenas. 

 

Llegarán otras compañeras y compañeros.

 

Agradezco a Alonso, Hugo, Raúl, Constanza, Beatriz, René, Manuel, Vilma y a las y los demás.

 

Contextualizo. La situación es la siguiente: 

 

A raíz del cierre de la frontera Colombia-Venezuela en Paraguachón, en la Guajira, del lado Venezolano, se ha generado un apartheid del pueblo Wayuu en su propio territorio. Los pueblos Wayuu, Añuu, Barí y Yukpa se ven afectados. Su territorio está dividido entre los dos estados nacionales. La frontera es un establecimiento de los estados. Esta frontera no corresponde al desplazamiento en nuestro espacio territorial. Se ha separado a las familias, cuando estas familias funcionan como los antropólogos llaman clanes. Lo que denominamos Eyrruku: la carne, la familia. 

 

Un espacio común, compartido y fundamental. Un cementerio ancestral, territorios sagrados. Siempre se convoca al clan por celebraciones, velorios, reuniones. Para resolver conflictos. Se ha dado entonces una ruptura violenta ahora. Pero desde 2010 se viene dando esta ruptura sin que se haya dado a conocer, porque el gobierno Venezolano convirtió la Guajira en un distrito militar.

 

Desde el 2010, los alcaldes civiles no tienen control sobre el gobierno de sus localidades. Las tiene un militar. El gobierno es militar. Esto ha degenerado en un conflicto permanente. 

 

Los pueblos Wayuu-Añuu, que estamos en el río Wasare, el lugar donde bebemos y forma la laguna Karó, que significa el lugar del espejismo. Nos comunicamos entre Colombia y Venezuela por el río, a través del agua. Esto se ha roto. Se nos ha impedido esta comunicación.

 

Los Wayuu nos hemos trasladado forzados por la situación a la ciudad, porque no podemos sobrevivir en el territorio, por la explotación en Colombia del carbón en la minas a cielo abierto en nuestros territorios. El Cerrejón en Colombia y en Venezuela las del Wasare. Cada vez llueve menos. Esto afecta los cultivos de yuca, maíz, ahuyama y también la pesca. 

 

Destrucción de La Guajira por el carbón

 

Los Añuu tienen vedada la pesca de cangrejo y camarón, que es de lo que viven. Eso los obliga a vivir del negocio de(l contrabando de) la gasolina. No hay ningún poblador Añuu que no esté vinculado al tráfico de gasolina, porque no hay ninguna otra posibilidad de supervivencia

 

La destrucción ambiental minera del carbón ha llevado a la eliminación de especies que deben protegerse así como la tala de bosques para estos proyectos ha generado la falta de lluvias. Pero además se ha contaminado el río y con el las fuentes de agua y alimentos. Son estos megaproyectos mineros los que destruyen el territorio y la vida. 

 

A pesar de esta situación y de la catástrofe que se ha generado como consecuencia del extractivismo, el Gobierno Bolivariano de Venezuela ha entregado 14 mil hectáreas nuevas de tierra en concesión, en territorio Wayuu y Añuu. En consecuencia, nos condenan a desaparecer. Además de esto se cierra la frontera, lo que impide que consigamos recursos elementales para nuestro sustento y nos rompen la comunicación y la comunidad.

 

 

Néstor Ceballos

 

La Guajira ha sido cercada por un decreto que ha impulsado el gobierno venezolano: La creación del Distrito Militar desde 2010. Los Militares con la excusa del resguardo de la frontera y de combatir el tráfico de gasolina, nos cercaron y nos encierran. No hay, en este contexto de destrucción ambiental por la minería, otra forma de subsistir distinta al contrabando de gasolina y de alimentos. Pero además, no hay forma de alimentarnos y sobrevivir si no llevamos alimentos y agua a través de la frontera a nuestras familias.

 

Aún las niñas y los niños están vinculados con estas actividades de micro-tráfico a través de la frontera. Destrucción ambiental-territorial por extractivismo, diferencia de precios, necesidades en uno y otro lado de la frontera, imposibilidad de sobrevivir sin involucrarnos en el contrabando y cierre de la frontera con separación de familias y ruptura de territorios que contribuye al hambre y a la sed, son todas parte de un mismo problema. De un solo problema que no se reconoce ni se aborda en la manera en que se discute y se presenta distorsionado. Es por eso que estamos buscando una nueva forma de llegar al gobierno venezolano, para plantearle que la ocupación militar, el extractivismo, el cierre de la frontera, no es la manera de solucionar el problema sino de empeorarlo y profundizarlo

 

La Guajira está atravesada por un río. Hay que atravesar dos puentes sobre el río para cruzar la frontera. Son dos pasos fronterizos: Carrasquero y Río Limón. Ese es el camino para llegar por tierra a La Guajira. No dejan pasar con autos. Sólo nos dejan pasar con mochilas, sin comida. El Gobierno vende de manera controlada y muy limitada la comida. En esta situación, las comunidades buscan alternativas para alimentarse, para sobrevivir. Ese es el grave problema, el de la alimentación y el de la restricción de los derechos constitucionales. Los militares tienen el mando. No pueden hacerse reuniones sin informar a autoridades militares. Nosotros mismos, si llegamos a hablar con las comunidades, según nuestra tradición y derechos, vamos detenidos.

 

Con esa excusa de la lucha contra el tráfico han asesinado a más de 40 wayuu. Los militares los han asesinado acusados de bachaquear (término despectivo con el que se denomina el contrabando). Sale a la luz pública que trafican gasolina los Wayuu. De esta manera, asesinaron jóvenes que fueron a un velorio cerca de la frontera Colombia-Venezuela. Salían tarde. Los militares les ordenaron que se detuvieran. No lo hicieron por miedo a lo que les fueran a hacer y los asesinaron: 2 jóvenes. Hay más de 700 Wayuu detenidos por supuesto tráfico de alimentos y gasolina. 

 

Mientras tanto, los militares controlan esta actividad (contrabando), pero manifiestan que luchan contra esto. En realidad son cómplices. Las grandes autoridades militares son las que están traficando alimentos y gasolina hacia Colombia.

 

Estos mismos acusan a los wayuu de ser los que hacen esto. Los asesinatos y detenciones son argumentos para demostrar que son los Wayuu. Cada asesinado, cada detenido, se muestran como pruebas de que somos delincuentes y que se justifica y se necesita la presencia, el control y la acción militar. Estas acciones no han detenido el contrabando, al contrario, lo han favorecido y encubierto. Mientras más señalan y persiguen los militares y el gobierno al pueblo Wayuu por contrabandista, más contrabando hay y mas asesinatos y detenciones. 

 

Tenemos, además, en contra, la opinión pública. Nos ha criminalizado. Tenemos encima al gobierno y a los militares y estamos cercados.

 

Yo, por ejemplo, no he podido regresar a la Guajira porque me han querido detener. La última vez que lo hice me iban a detener. Lo haremos de manera clandestina, porque no tenemos otra opción. 

 

Somos víctimas de una ocupación para un negocio internacional de los grandes y poderosos que incluye y necesita de señalarnos, a los indígenas, como victimarios para mantener este negocio y eliminarnos simultáneamente. Por eso, más allá de decir lo que estamos viviendo, queremos que esto se conozca y esperamos su apoyo en este sentido.

 

José Ángel Quintero Weir:

 

Hay algunas cosas que es bueno puntualizar: 

 

– Hay familias Wayuu que participan del tráfico. Eso es cierto. 

– Sin embargo, el negocio, quien maneja los grandes volúmenes es el Ejército, la Guardia Nacional venezolana. 

– Las familias están cercadas para generar su propia economía por deterioro ambiental por extracción minera y falta de lluvia. No hay una gota de agua. Imagínense la situación. No hay lluvia porque la explotación carbonífera destruyó los bosques. 

– En este contexto y ante esta catástrofe que nos mata de sed y de hambre a los habitantes ancestrales de nuestro territorio, cuyas riquezas explotan transnacionales, el gobierno va a aumentar la explotación. Quieren pasar de 8 millones de toneladas métricas de carbón a 35 millones al año. Esto involucra la destrucción de la Serranía de Perijá y afecta a los (pueblos) Barí y Yukpa.

– Estos territorios son concedidos a corporaciones chinas y rusas.

 

Se ha creado un espejismo. De hecho a Karó, la laguna, se le dice Karrovia, que significa lugar de los espejos. Sobre Venezuela se ha tejido un inmenso espejismo. La imagen de que se está viviendo una transformación frente al sistema capitalista. Este espejismo incluye entre otras cosas que se dicen, la recuperación del pueblo, las grandes libertades. Eso lo podemos negar porque lo que estamos viviendo son los últimos períodos de poblaciones en proceso de exterminio para beneficio del extractivismo, de las explotaciones transnacionales del gran capital y del enriquecimiento pavoroso de élites, militares, traficantes a alto nivel y gobernantes

 

Lo que no se encuentra en Venezuela, aparece en Colombia 7 veces más caro

 

Por ejemplo los Añuu, lo que me toca más por mi relación con ese pueblo. Muy pocos hablamos la lengua. Somos 5 personas las que aún hablamos la lengua. La pesca, nuestra actividad tradicional y ancestral, no la podemos realizar. Estamos siendo condenados al desplazamiento.

 

Esto que nos hacen a nosotros, es lo que no sucedió con los Wayuu, porque nunca pudieron ser sometidos. Los españoles tuvieron que pagar con cabras, ovejas y de otras formas lo que causaron como daño Los Wayuu no fueron sometidos y además, ganaron la guerra contra la conquista y consecuencia de esto son hoy pastores, por lo que exigieron y obtuvieron como compensación por una guerra que ganaron al imperio. Lo que no pudo la conquista hasta ahora. Hoy, los Wayuu se están quedando sin su territorio

 

Hoy la lucha depende del rescate de nuestra cultura. No somos políticos tradicionales ni candidatos de nada. Creemos en la fortaleza de nuestra cultura como fuerza para la resistencia, para la recuperación de nuestros territorios y como resistencia y alternativa al capitalismo. 

 

Le doy la palabra a Damaris, Coordinadora de la Fundación para la Educación y Cultura Propias.

 

Damaris Fernández: 

 

Quiero hablarles en este contexto de la Fundación para el Desarrollo de la Cultura y Educación Propia. Surge el Centro de Educación Indígena que busca rescatar estudiantes de nuestros pueblos que abandonaron la educación por diversos motivos.

 

Lo primero es que asumimos que lxs abuelxs y ancianxs son claves para este rescate. Por el momento hacemos nuestro trabajo en condiciones difíciles. Estamos en un espacio prestado. Tenemos un espacio prestado en la Universidad, en Maracaibo. Estamos tratando de conseguir apoyo para construir nuestra propia sede. Estamos en un colegio prestado. Hemos tratado de conversar con autoridades del gobierno. Muy burocrático. Se nos cierran puertas.

 

Debemos rescatar la cultura y sabiduría ancestral para resistir la situación actual que afecta a los Pueblos Wayuu, Añuu, Yukpa y Barí. A pesar del contexto adverso, seguimos intentando rescatar la cultura para la resistencia. Así les sintetizo en general lo que venimos haciendo: FUNICEP

 

Alexander Mercario (Barí-Serranía del Perijá): 

 

Nos ubicamos al sur del Estado Zulia. Soy estudiante de la Universidad del Zulia. Estudio Humanidades. Estamos en la lucha para conseguir la universidad autónoma. Surge la necesidad de crear nuestra propia autonomía, nuestro espacio en la universidad y en el territorio. Necesitamos hacer alianzas para el fortalecimiento de esta iniciativa. Como indígena Barí hago parte de esta Fundación, motivado por la pérdida de territorio. La militarización del espacio empeora la problemática. El mismo problema lo tenemos en la Serranía de Perijá.

 

Detrás de todo esto que nos están haciendo está el carbón. Es necesario hacer saber que más allá de los gobernantes de turno están intereses por encima del estado por la zona carbonífera. Se necesita alzar voces ante otros países y pueblos para que se sepa lo que está pasando y lo que puede pasar en el futuro.

 

Como estudiante indígena buscamos la creación de la Universidad Autónoma. Para nuestra lucha debemos consolidar nuestra consciencia, desde nuestra perspectiva y cosmovisión ancestral-espiritual, sobre el propio territorio. Lo que hacemos es una alianza estratégica con el profesor José Ángel Quintero quien nos apoya. Es una lucha fuerte la que damos y a la que vamos. Vamos hacia la creación de la universidad. Esta institución como estrategia de cambio hacia nuevo paisaje. Los gobernantes de turno apuntan a la destrucción del pensamiento indígena. Queremos rescatar nuestra forma de ver la vida, la autonomía como pueblos. Como estudiantes y luchadores queremos alianza con otros pueblos de otros países.

 

Emmanuel Rozental: 

 

La imagen que se tiene de lo que esta sucediendo en la frontera es, además de la propaganda contra Venezuela explotando las víctimas civiles colombinas del cierre de la frontera para movilizar odio contra Venezuela, la versión oficial del gobierno venezolano en torno de la presencia y acciones paramilitares colombianos en Venezuela. Esto último, sin duda es cierto y es encubierto por el gobierno colombiano, pero la gente no sabe qué se está viviendo en la frontera, en particular por parte de los pueblos indígenas en La Guajira y en relación con el macro-tráfico y la militarización. Nos dieron testimonio de hechos que no salen en otra parte. Por ejemplo, que la Guardia Nacional Venezolana y el ejército controlan La Guajira desde el 2010 y que el tráfico de gasolina y comida se ha incrementado desde su presencia y control de la zona, y que están directamente involucrados en el tráfico. Que están reprimiendo, cercando y señalando a los Wayuu y a los pobres de cada uno de los lados de la frontera como culpables de toda esta situación. 

 

Néstor Ceballos

 

El ejército venezolano, desde el rango más alto al más bajo, son los que se benefician de este tráfico. Hay mafias que controlan este tráfico. Son bandas organizadas. Buscan grupos de personas, hay colombianos y Wayuu involucrados en el tráfico, y las bandas les pagan para que atraviesen la frontera con gasolina y que la ganancia le llegue a las bandas organizadas. También hay micro-tráfico en puentes de Río Limón y Carrasquero. Los que pasan tienen que pagarle a guardias y al ejército. Una vez pagan, pasan camiones tras camiones. Reparten las ganancias entre ellos: el ejército. El ejército venezolano recibe este dinero, desde los comandantes hasta los soldados.

 

 

Los grupos paramilitares han buscado controlar las comunidades indígenas en estas zonas fronterizas. Ahora que se habla de acuerdo entre los gobiernos de Colombia y Venezuela y entre el gobierno colombiano y las FARC, la situación seguramente va a empeorar y es importante que esto se sepa. Los grupos paramilitares son los que llevan este negocio del lado de Colombia. El gobierno y los paramilitares coordinados lo han permitido.

 

De hecho, los Wayuu no pueden hablar entre ellos. Las familias han sido separadas. Normalmente y desde una tradición ancestral muy rica, los conflictos se resuelven entre familiares. Estos grupos, los paramilitares, se involucran en estos asuntos. A raíz de esto, no hay autoridad ancestral y no puede actuar. Esto es muy grave. Destruye los fundamentos esenciales de una cultura. Ellos, los paramilitares controlan la Guajira. Han desplazado a las autoridades legítimas. Los paramilitares colombianos y los militares venezolanos y otras organizaciones armadas, han arremetido contra las autoridades Wayuu y no nos dejan resolver los problemas entre nosotros.

 

Frente al tráfico masivo y a gran escala de gasolina: Han descubierto y detenido autoridades venezolanas, ante la crisis y el conflicto que se ha desatado. Han tenido que hacerlo porque ya resulta demasiado evidente este negocio al más alto nivel. Desde el Viceministro de Energía de Venezuela hasta altos rangos de la Guardia Nacional y del Ejército

 

La zona militarizada ha servido para que los Wayuu perdamos nuestra dignidad. Están cercados quienes viven allí. No se puede sembrar. No se puede pasar comida. Contaminaron las aguas con gasolina. Las zonas cultivables están en sequía desde el 2010. Nosotros siempre hemos transitado en esta zona. Ha sido nuestro territorio. Fue violentada nuestra autodeterminación. El Gobierno Nacional debió consultar a la Guajira. A las autoridades y comunidades, para buscar formas de resolver este conflicto. 

 

Acá es necesario hacer una claridad que no puede ignorarse y que se encubre con propaganda y retórica: No es por el simple hecho de controlar el tráfico de gasolina o de comida que se da todo este conflicto, la militarización, la presencia de paramilitares, el cierre de la frontera, la persecución, cercamiento, hambre y despojo de los Wayuu y de otros pueblos indígenas. Las intenciones van más allá. Se busca el exterminio de la población Wayuu. Se trata de que dejemos el territorio. De que dejemos de ir y somos desplazados. Ahí, en ese territorio en disputa hay carbón, gas, recursos minerales. Nuestra presencia obstaculiza la explotación. Esa es la intención, el objetivo. Más allá de estos decretos y este proceso entre Colombia y Venezuela.

 

No es culpa nuestra. No es culpa de los pueblos Wayuu, Añuu, Barí, Yukpa, todo lo que pasa allí y por lo que se nos señala injustamente

 

José Ángel:

 

Yamilé Palmar de la Guajira, conoce la realidad y les va a comentar más a fondo sobre esta realidad. Sobre este complejo, serio y grave problema.

 

Yamilé Palmar: 

 

Soy de Cojoro, Alta Guajira. Regresé ayer de La Guajira. Las cosas están bastante complicadas.  La región está militarizada. Desde el 2010, se inicia el Distrito Militar y sufrimos atropellos por parte del ejército venezolano. Estamos en Estado de Excepción. El Presidente Maduro, al decretar el Distrito Militar anunció que habría libre tránsito para los Wayuu. No ha sido así. Trastearon la frontera al río Limón y no nos dejan pasar. Para pasar hay muchísimas trabas. Incluso llegar a casa es difícil. En el camino nos devuelven.

 

Menciono algunos casos anteriores que se dieron. 

 

Caño Sawa: 15 compañeros Wayuu fueron privados de libertad. Un mes antes en Cojoro, 15 pescadores fueron privados de libertad. Lo que está pasando es muy duro y complicado. No hubo consulta previa para nada de esto. Se violaron todos nuestros derechos. El Distrito Militar en 2010 y el Estado de Excepción actual, son violaciones abiertas a nuestros derechos y a mandatos legales y constitucionales que se encubren.

 

Es complicado vivir en esta incertidumbre. Se vive una situación dura y complicada.

 

Emmanuel Rozental: 

 

¿En La Guajira colombiana que es lo que ocurre?

 

Yamilé:

 

En la Guajira colombiana, están sufriendo mucho. Por la sequía y la destrucción ambiental causada por la extracción del carbón, los surtíamos de alimentos que comprábamos en Maracaibo. No podemos surtirlos ahora. Los precios son muy elevados en Colombia. Precios muy elevados, tanto de comida como de combustibles.

 

José Ángel: 

 

Acá hay que aclarar algo que nosotras y nosotros sabemos, pero que no se conoce. Todas las familias wayuu que puedan vivir en la región venezolana, todas y todos son y están en el lado colombiano. Todos los clanes tienen su territorio en el lado colombiano. El territorio Wayuu es fundamentalmente del lado de Colombia. 

 

Entonces, lo que llevan desde Venezuela es alimentación para ancianos y para los que no salen del territorio ancestral porque son los que cuidan la tierra, los sitios ancestrales. Siempre se trasladan al otro lado (Colombia). Los que están sufriendo hambre son los Wayuu que quedaron del otro lado, en Colombia en el territorio que no puede ser abandonado o dejan de ser Wayuu. Cuando se hace un velorio, siempre se hace en la Alta Guajira (del lado colombiano). Toda la familia asiste. Toda la comida de eventos que duran varios días hay que llevarla. La comida va de aquí (Venezuela) para allá. Ahora no les pueden llevar lo que se necesita para que resistan. No les permiten trasladar yuca ni agua. Se trata de una condena a muerte a esa población Wayuu en la tierra ancestral originaria. Es criminal. Jamás fue consultada esta política de cercamiento y despojo con los Wayuu y Añuu.

 

 

¿Quién controla esto? El gobierno venezolano. Han puesto presos, han tenido que poner presos finalmente y recientemente a dos gerentes de PDVSA que coordinaban el paso de camiones cisterna cargados de gasolina que lo reciben del otro lado (Colombia): paramiltares en un lado y del otro las FARC. El Gobierno Nacional Venezolano está involucrado al más alto nivel: hay diputados, ministros. El Gobernador y el hijo del gobernador de Zulia están vinculados al negocio del tráfico. Todo el mundo lo sabe. Han sido atrapados cargamentos de alimentos y resulta que es del hijo del gobernador de Zulia.

 

Hay desabastecimiento en Venezuela. Las cifras hablan por sí mismas: por ejemplo, el desabastecimiento de arroz, es del 95%. Dependemos de la exportación de petróleo para poder importar alimentos esenciales que deberían producirse en Venezuela.  Como el precio del petróleo cayó de 100 a 35 dólares por barril, el gobierno no tiene con qué comprar-importar. Venezuela vivía del café, caña, arroz, frijoles. Dependemos de todo esto que nos mandan de otros países a cambio de petróleo porque la producción nacional, incluida la indígena, fue liquidada. Estamos condenados los pueblos indígenas a ser desterrados, despojados y a que se nos impida producir alimentos. Lo que quieren es desplazar a los pueblos para negociar con grandes transnacionales, grandes proyectos extractivos.

 

Emmanuel:

 

Desde hace algunos años se habla en Colombia, es más, se generó uno de esos escándalos transitorios que no llevan a nada, por la muerte de los niños Wayuu de física hambre. Se señalan posibles responsables en programas del gobierno y cada señalado institucional pasa la responsabilidad a otro que hace lo mismo y mientras tanto, nada se arregla y siguen exterminando la infancia Wayuu por la vía del hambre. Es aterrador. Pero en ningún reportaje se explica por que están muriendo de hambre.

 

Nadie habla de que detrás de la muerte de los Wayuu hay un territorio que habitan con mucha riqueza y un negocio millonario que enriquece a los más poderosos mientras va despojando y exterminando al pueblo Wayuu y Añuu para entregar sus tierras a transnacionales, libre de sus defensores para que puedan enriquecerse sin el obstáculo de sus habitantes. Quedó claro en la larga historia de la conquista que viene desde los españoles hasta nuestros días, que a las y los Wayuu no les han podido robar el territorio ni el agua. Que nadie los derrota y que tienen un saber excepcional y ancestral que les ha permitido reproducirse en estas tierras duras de La Guajira durante milenios y además resistir a la conquista. Es justamente a partir de ese antecedente, de haber sido capaces de derrotar al conquistador y ganar la resistencia ante todo tipo de agresiones, que resultan un estorbo para megaproyectos de transnacionales. Mientras haya pueblo Wayuu habrá Guajira y no podrán extraer los recursos que le interesan al capital transnacional. Es en este contexto que se agudiza la crisis entre Colombia y Venezuela. 

 

Para entender lo que sucede, debemos mirar al escenario más probable dentro de 10 años, si la situación y dinámica siguen su curso actual. Estos conflictos no se entienden por los hechos y acontecimientos puntuales sino descubriendo y reconociendo a los beneficiarios. En este caso y en La Guajira, con el despojo y exterminio Wayuu e indígena, si miramos lo que va a ser este territorio dentro de 10 años, van a haber beneficiaron muy concretos: toda esa región se va a volver un desierto verdadero, real, estéril, entregado a la industria extractiva transnacional. Sacarán lo que quieren una vez despojen y exterminen a los Wayuu. Les quieren quitar el territorio, matarlos de hambre y entregar toda la riqueza a las trasnacionales que convertirán estas tierras en un cementerio. Desde esta perspectiva, la del capital transnacional, el conflicto fronterizo es secundario. Es un conflicto de la derecha trasnacional para quedarse con este territorio.

 

Beatriz Amor

 

Queridos compañeros: Vemos con tristeza que la situación de nuestros hermanos indígenas es similar, por no decir igual, en toda nuestra Amerindia. Les doy un abrazo inmenso a todos!!

 

José Ángel: 

 

La intención de reunirnos y compartir es precisamente porque los medios de comunicación que lanzan contra nuestros pueblos el apelativo de bachaquero, una forma despectiva de denominar a los Wayuu, tuvo gran aceptación por parte de los medios en particular en Maracaibo.

 

Dsabastecimiento: Anaqueles vacíos

 

En esta ciudad hay largas filas de gente en búsqueda de alimentos. En Maracaibo y todo el país. Filas de mujeres sobre todo. En Maracaibo, cuando llegan las mujeres Wayuu, la gente en las filas las señalan y las culpan de robarle la comida a las y los maracuchos. La gente que hace filas está buscando qué van a vender, porque no se sabe. No hay nada. De pronto están esperando todo el día a ver cuando abran qué van a vender y hay jabón, pero no hay pasta ni harina que es lo que necesitan. Esa es la situación que vive y sufre la gente con desesperación. Imagínense esa situación y esa angustia haciendo filas para ver qué aparece. 

 

Nada de esto es, como se dice y se cree causado por los Wayuu-Añuu. 

 

Hemos perdido el control de las aguas de donde nos alimentamos. El Lago de Maracaibo, por ejemplo, es un lago fétido por la industria petroquímica. No podemos pescar. ¿De qué vamos a vivir?

 

A la laguna Karó no podemos llegar. Te detienen y te devuelven. La última vez que estuve les reclamaba a los compañeros que transportan gasolina por el agua que contaminan. Les reclamaba, hermanos, no lleven gasolina por ahí que van a contaminar el agua. Pero me decían, ¿de qué vamos a vivir? no hay peces.

 

A menos que haya una transformación y recuperación verdadera del territorio, no hay futuro. 

 

Los Barí, como lo es el hermano Mercario que está acá. Todo su territorio ancestral desocupado. Desplazados a la fuerza en beneficio de la extracción petrolera. Quedaron con un potrero dentro de una gran hacienda de explotación petrolera.

 

Se trata de desplazarnos y quedarse con los bienes que están allí. La Constitución Bolivariana del Presidente  Chávez dice que no tenemos derecho a territorio sino a habitat como los zancudos. No se trata de un conflicto ideológico sino que todo está al servicio de las transnacionales. Una manera equivocada y destructiva de entender la vida a través de la explotación. Eso se llama desarrollo. Acaban con todo aquel que suene a tradición y vida. Izquierda o derecha: da igual.

 

Emmanuel Rozental: 

 

La crisis de la frontera se presenta como una contradicción de izquierda y derecha. Donde no hay contradicción ni lados en el conflicto es frente al extractivismo y los negocios del capital transnacional del que unos y otros son intermediarios y beneficiarios corruptos. 

 

Yamilé: 

 

Un placer haber conversado con ustedes, será hasta una próxima vez. Esperamos que hayamos respondido a sus preguntas. Si tienen otras inquietudes comuníquense que estaremos aquí para responderles.

 

Néstor:

 

Queremos saber con quien conversamos

 

Constanza Cuetia: 

 

Agradecemos mucho este encuentro. Esto que comentan es lo mismo que asumimos como desafíos que enfrentamos acá (en el Cauca-Colombia). Terror y guerra, propaganda, políticas de despojo y nos quieren estigmatizar. También la cooptación. La misma realidad que se vive en el Cauca. Si nos juntáramos como lo hicimos en la Minga del 2008, con una agenda de unidad, porque son las mismas agresiones y luchas, mucho podríamos conseguir. Tenemos que buscar la forma de seguirnos juntando. Es el primero de muchos encuentros y tareas comunes. Acá tratamos de visibilizar lo que pasa con ustedes allá, pero ustedes cuentan más y aclaran muchas cosas que deben conocerse.  Debemos mirar concretamente de qué forma nos seguimos encontrando.

 

Rafael Sandoval:

 

Estamos en Guadalajara, México. Hacemos parte del Centro Social Ruptura conformado por colectivos de anarquistas, dos familias y compas que vienen desde los 70s y luchas de resistencia y transformación. Estamos en relación con un frente de lucha contra el despojo en Guadalajara. Esta es una ciudad de 6 millones de habitantes. La segunda mexicana ciudad después de Ciudad de México. Hay tres pueblos indígenas en Guadalajara en regiones distintas de este estado que participan en el Congreso Nacional Indígena. Este frente que mencioné, trata de aprender de compañeros indígenas y de sus luchas.

 

Formamos colectivos en la ciudad. Hemos estado aprendiendo de pueblos indígenas que por cientos de años han acumulado sabiduría, experiencia y resistencia. Ahora escuchamos de ustedes, al igual que de los zapatistas, que estamos en una guerra de desterritorialización para que el gran capital y las transnacionales controlen y ocupen estas tierras. Los gobiernos de izquierda y derecha están haciendo lo mismo. Nos meten en el consumo y la producción para desaparecernos. Nos despojan de nuestras formas de vida. Son inteligentes los que esto hacen. Nos meten en la cabeza esa forma de establecer la destrucción. 

 

Agradecemos su lucha, sus enseñanzas y resistencias. Cada vez más nos incorporamos poco a poco a la lucha. Gracias por su compartición.

 

René Olvera Salinas:

 

Ante todo queremos reiterar este agradecimiento enorme por ser tan tercos y tercas y nos han tenido paciencia para hacerse escuchar. Los problemas técnicos los tenemos acá y allá. Estábamos nerviosos y ansiosos de que se pudiera dar esta comunicación. Acá hay un grupo de compañeros. Estamos en Querétaro a tres horas de la Ciudad de México. Es una ciudad industrial. En un cartel de una marcha decíamos: Narcos-Políticos y empresarios son los mismos. Acá se cometen feminicidios: uno cada tercer día. Más de 1200 mujeres desaparecidas en una ciudad de 1 millón y medio de habitantes en los últimos 5 años. Mujeres de 13 a 18 años, jóvenes. Este es un corredor industrial con casas y clubes para los de arriba. Los medios de comunicación están vendidos. 

 

En Querétaro se mata a los migrantes. Pasan migrantes centro americanos tratando de llegar a los EEUU obligados por el hambre a buscar un trabajo cualquiera. Se puso un cuerpo de policía de élite con la orden de matarlos. Hay mucha impunidad. 

 

Se lucra con servicios a través de la corrupción. 

 

La universidad pública está privatizada. Los estudiantes son encaminados hacia empresas transnacionales que despojan a los pueblos. 

 

La desventaja que tenemos frente a lo que nos contaron es que cada vez nos cortan más los lazos como pueblos. Ni siquiera se ven estas problemáticas. Les damos las gracias de corazón.

 

Beatriz Amor:

 

Soy de Argentina. Pertenezco a un colectivo llamado Red de Solidaridad con Chiapas. Participo de una radio comunitaria y me interesa mucho conocer la lucha de los pueblos de nuestra Indoamérica. 

 

Emmanuel Rozental

 

Estamos acá dos colombianxs. Vilma Almendra, una indígena Nasa-Misak del Cauca y yo. Este encuentro es una de las actividades que hacemos como Pueblos en Camino. No somos partido ni ONG ni organización. Tenemos en común que conocemos el sistema capitalista y sus actores e intereses, luchamos en su contra, lo resistimos y buscamos alternativas desde abajo, tejiendo resistencias y autonomías entre pueblos y procesos. Ayudando a tejer. No nos importa si el discurso de despojo es de derecha o de izquierda. Si vienen a acumular capital despojando, son capitalismo, hablen como hablen y vengan de donde vengan. Todo el tiempo buscamos reconocer y diferenciar entre nosotras y nosotros y ellos. No es fácil. Ellos se ponen máscaras, se meten a instituciones, nos roban los discursos y muchas veces vienen de entre nosotras y nosotros para acomodarse en el poder. Hacemos otras cosas y buscamos siempre que esto que vamos aprendiendo y tejiendo no se quede entre pocas y pocos. Apenas empezamos, frente a lo que hace falta y a lo que tenemos que hacer. El capital y sus aliados no respeta fronteras y es hora de tejernos entre pueblos sin dejarnos someter a las fronteras que, como ustedes saben mejor que nadie, son farsas y artificios para despojarnos. Por eso quisiera reiterarles lo que es nuestro acuerdo esencial. Si la decisión es luchar por la vida y la libertad contra y más allá de este sistema de codicia, somos Pueblos en Camino sin necesidad de afiliarnos o reclutar. Este espacio es de ustedes. No solamente para que, como hoy nos cuenten lo que sucede allí y que daremos a conocer y nos comprometemos a apoyar, sino, para que participen en lo que hagamos y en lo que a ustedes se les ocurra y sientan que debamos y podamos hacer para tejer resistencias y autonomías. Les incluiremos en nuestras listas y seguimos adelante. 

 

José Ángel:

 

Estamos preparando un acto en el que queremos reunir familiares de víctimas del ejército y de la guardia nacional, en el auditorio de la Universidad del Zulia acá en Maracaibo. Proponemos enlazar una comunicación con pueblos y procesos en el continente y el mundo el día del acto. Les avisaríamos con anticipación. La universidad está cerrada ahora por una huelga de profesores. Ahí hay los equipos para hacer una video-conferencia. Vamos a invitar a miembros de la Defensoría del Pueblo oficial y a funcionarios del Gobierno Bolivariano y hacer un diálogo, un debate con los hechos. Esperamos poderlo organizar para dentro de una o dos semanas. Les avisaríamos para convocar conjuntamente y que quien quiera pueda participar a distancia. 

 

Por otra parte debo decirles que estamos decididos a construir nuestra educación propia para y en nuestro territorio recuperado como base de nuestra autonomía. Rescatar y defender nuestras formas ancestrales. La justicia retributiva, la reciprocidad. Se impone la ley de la guerrilla, de los paramilitares, de los gobiernos. Nos han quitado hasta la autoridad en el territorio. Los Centros de Educación y la Universidad Autónoma los venimos consolidando en esta perspectiva.  Programamos la auto-construcción de una sede propia. La construiremos nosotras y nosotros. Estamos buscando apoyo para un proyecto que ya está andando.

 

Gracias por habernos escuchado y haber abierto este canal que vamos a tratar de mantener. Tenemos una página, la warura.net y del fuincep@gmail.com aceinluz@gmail.com para que estemos en comunicación. Para que se comuniquen directamente.

 

Damaris: 

 

Agradecemos como Fundación. Estamos encaminados a no dejar perder lo que hemos construido y seguir fuertes.

 

Mercario:

 

Estamos en la lucha! Hacia la alianza. Crear la universidad para la lucha indígena, por territorios y autonomías. Estaremos hablando pronto.

 

Presentes

 

Hugo Blanco Galdos. Lucha Indígena. Lima, Perú

Raúl Zibechi: Uruguay

René Olvera Salinas y grupo de estudiantes. Querétaro, México

Rafael Sandoval y Colectivo Social Ruptura. Guadalajara, México

Beatriz Amor: Argentina

Constanza Cuetia: Tejido de Comunicación. Pueblo Nasa. Santander de Quilichao, Cauca, Colombia

Tomás Astelarra: Argentina

Alonso Gutiérrez. México D.F. México

Vilma Almendra: Pueblos en Camino. Colombia

Emmanuel Rozental: Pueblos en Camino. Colombia

 

Nota Aclaratoria

Los audios fueron grabados y editados por René Olvera Salinas desde Querétaro (México) y Constanza Cuetia desde el Cauca (Colombia). La transcripción de estas notas fue hecha por Emmanuel Rozental -con ayuda de Luz Marina Quiguanás y de Rafael Sandoval- a partir de ir transcribiendo en vivo las conversaciones. En consecuencia, no se trata de una transcripción literal sino de una transcripción de los planteamientos e ideas fundamentales. Al revisar y editar la transcripción se busca fortalecer lo expresado en la perspectiva de que sea un instrumento más útil para su difusión, lectura y debate en otros ámbitos. Se comparte antes de publicarlas con quienes participaron para hacer correcciones de fondo. Una vez hecho esto, mientras más se disemine y más se discuta, mejor. No tienen dueño, son de los Pueblos en Camino de tejer autonomías y resistencias. Una grabación en vivo del encuentro está disponible también en www.pueblosencamino.org.-

 

Martes 29 de Septiembre de 2015.

Pueblos en Camino

 

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