Tres Golpes Imperiales y el Laberinto de los Pueblos

Según la policía, el domingo 15 de marzo hubo movilizaciones en 70 ciudades del Brasil con un millón de personas solamente en la Avenida Paulista de Sao Paulo. La policía y los medios comerciales inflaron estas cifras. Sí hubo manifestaciones y sí fueron grandes, pero en La Paulista había 200.000 personas. No sólo inflaron las cifras de manifestantes sino que, esta vez, los protegieron y los respaldaron. Contrario a la violenta represión contra las marchas pacíficas frente al Mundial o las de las favelas o, ante todo, las de “Passe Livre” exigiendo un sistema de transporte público gratuito y que funcione. La gente que marchó el domingo, la más visible y mostrada en las imágenes no venía de barrios populares y muchos tenían pancartas conmemorando el golpe militar de 1964 y llamando a una intervención militar para derrocar el gobierno de Dilma y al PT. La corrupción del PT en el billonario drenaje de Petrobras con fines políticos, es el motivo inmediato de estas movilización que, según los medios y la policía, fueron convocadas por medios sociales. No puede negarse que había también gente, mucha gente de pueblo que está harta con el PT y con Dilma quien acaba de ganar a duras penas una reelección, no porque fuera la mejor sino porque no había alternativa y cualquier otra opción era –y sigue siendo- peor… Así No. No más!!!

 
 
Este golpe que avanza en Brasil con mucho apoyo policial-militar, de medios y gremios económicos poderosos, es, sin duda, orquestado desde los EEUU. Nadie más es capaz de articular todos estos sectores y menos, de dar la orden de respaldarlos, no reprimirlos e inflar las cifras de movilizados, cuando ellos mismos en general ordenan reducir las cifras, reprimir violentamente y distorsionar en contra de las movilizaciones las “noticias”. Otro tanto viene sucediendo en Venezuela donde la situación avanza hacia una guerra total como la de Siria. Piñera, Calderón y Pastrana, tres de los peores y más impopulares presidentes en la historia reciente, llegaron juntos a visitar a la oposición en Caracas para que se diera una movilización (también inflada y apoyada desde el Pentágono) y aprovecharan estas dos manifestaciones para bombardear Miraflores y dar un golpe de Estado. La gente no salió.
El gobierno supo contener el golpe por el momento. Golpe que niegan los EEUU contra toda evidencia y que continúa avanzando. Algo similar avanza en Argentina donde el asesinato del Fiscal Nisman, quien tenía evidencia de corrupción entre los gobiernos de Kirchner y Cristina quienes, según parece, aceptaron dinero de Irán para encubrir la participación de este país en atentados terroristas contra israelíes y judíos en Buenos Aires, puso en problemas a la Presidenta. 
 
Así como no hay duda de la injerencia de EEUU y de las derechas nacionales con la intención de derrocar gobiernos “progresistas” electos democráticamente, para acabar con cualquier resistencia al modelo del “Libre Comercio” y la ocupación continental de las transnacionales y del capital especulativo de Wall Street, tampoco hay duda de que la fuerza de estos golpes en curso, se debe, en buena medida a que los gobiernos han perdido por sus propias mano el respaldo y entusiasmo popular que los llevó al poder. Además de la corrupción (que aprendieron, heredaron y comparten con los gobiernos de derecha que los precedieron y que les seguirán si los golpes tienen éxito), las políticas ejecutadas, lejos de frenar al capital transnacional, fomentar la soberanía y autonomía y gobernar con los pueblos, a nombre de la izquierda, han sido utilizados para consolidar poderosas burguesías izquierdo-parlantes en estos países, que giran en torno de los gobiernos, sus partidos y aparatos y se enriquecen hablando de la revolución, mientras los pueblos, receptores de programas asistenciales insostenibles a cambio de su lealtad, enfrentan la entrega de tierras, industrias, recursos y riquezas a transnacionales y a capitales especulativos. El pecho se lo ponen a la derecha y a la burguesía izquierdo parlante, sectores indígenas, campesinos, populares, que se oponen al extractivismo minero-petrolero, al agro-negocio, a las empresas que se enriquecen con megaproyectos de represas e infraestructura, a la industria militar y a la especulación financiera mientras son señalados como “agentes de la CIA”. Han gobernado con la derecha. Cuando esto se hace, gana la derecha desde el gobierno progresista y luego, como ahora, gana también derrocándolos. Pobres pueblos, atrapados en sus ilusiones y luchas por el poder imperial de siempre que re-conquista su “jardín trasero” y por los gobiernos que se hicieron “prácticos” discurseando para la revolución contra el capital y haciéndose a capitales para su beneficio. Hay que estar en contra de los golpes con firmeza, y también, en contra de los criollos que explotaron de nuevo la lucha popular por la soberanía para su propio beneficio ¿Cómo defender el camino de los pueblos en estos momentos golpistas?
 
Emmanuel Rozental
Cuernavaca
2015-03-16
Publicado el 20 de marzo en Correo Canadiense
 
 

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