Cherán K’eri: «Para nosotros aquí en el pueblo, los partidos políticos están muertos»
En abril de este año, el municipio purépecha de Cherán K’eri, Michoacán, estará cumpliendo ya 4 años de haberse levantado para acabar con la presencia del crimen organizado en su territorio. Tras su levantamiento, las y los indígenas no sólo lograron correr al narco, sino que también expulsaron a todas las autoridades (policía, gobierno municipal y partidos políticos) que respaldaban las actividades ilícitas en la comunidad. Decidieron retomar sus formas tradicionales de autogobierno para empezar un largo proceso de construcción de su autonomía. Hace unos meses, inauguraron una nueva arma para seguir defendiendo sus usos y costumbres y reafirmar su rechazo a la vía política institucional: una televisión comunitaria.
De la autodefensa a la autonomía
Cuando la comunidad de Cherán K’eri empezó a organizarse, una de las demandas fundamentales de las y los pobladores era la seguridad. El proceso de autodefensa que iniciaron y continúa vigente hoy en día ha tenido resultados que no pueden pasar desapercibidos: las sonrisas de la gente y la vida que anima las plazas y calles se notan desde la entrada al pueblo.
—Ya nos da la confianza de que estemos más tranquilos, que nuestros niños caminen tranquilamente a la escuela, igualmente las personas. Ya no nos sentimos con ese temor que teníamos antes —cuenta una habitante de la comunidad.
La seguridad del municipio está a cargo del concejo de Honor y Justicia: mientras la ronda comunitaria está controlando las entradas y salidas de la ciudad, así como resolviendo los problemas internos a la comunidad, los Guardabosques se encargan de cuidar las zonas rurales más lejanas del centro, donde se encuentra el bosque. Cada día y por turnos, dos equipos de 6 personas recorren el territorio con su camioneta. Cabe precisar que para las y los indígenas purépechas, la protección y preservación de su bosque es una obligación tanto tradicional como espiritual, y por lo tanto una parte esencial de su lucha. Su defensa incluye no sólo su seguridad, sino también un enorme trabajo de reforestación, cuyos efectos ya pueden ser observados.