¿Complot contra el Papa Francisco?

El analista Germán Gorraíz comparte su análisis sobre la gestión que desde el Vaticano realiza el Papa Francisco frente al “establishment” del vaticano y de los intereses a los que este ha servido. La relación de hechos y acciones de esta gestión señala para Gorraíz una tendencia que amenaza intereses creados y promueve una transformación de la iglesia. Vale la pena, a nuestro juicio, tener muy en cuenta estos hechos y tendencias y mantener una mirada critica y abierta. En este mismo sentido hay que partir por reconocer que la crisis del Vaticano y del establecimiento católico lo obligaron sin duda a modificar sus posturas y discurso so pena de profundizar esta crisis en todos los ámbitos. Nadie puede poner en duda las incalculables deudas de la iglesia católica con los pueblos del mundo. De no ser por la bendición de la iglesia el genocidio conocido como la Conquista no habría sucedido de la forma en que se dio con las consecuencias que llegan hasta nuestros días. Fue un Papa el que dividió con del Tratado de Tordecillas al globo terráqueo en dos para que se lo repartieran las codicias asesinas de Portugal y España. Delito que nunca han reparado. Antecedentes que no obstan para reconocer que bajo este marco y siempre como parte de las estructuras de opresión, dentro y fuera de la iglesia, a nombre del catolicismo, se han dado procesos de lucha por la liberación de los pueblos y por la justicia. De allí la dificultad para sacar conclusiones justas respecto de este tema. Será como decía alguien refiriéndose a la iglesia católica que “Nunca pasa de Moda” en el sentido de que está con los pobres y con los poderes de manera vehemente y simultánea; uno de sus mayores milagros. O que, en realidad, ¿hay una grieta en su estructura coherente con valores de justicia y liberación? Este texto es sin duda un aporte en este contexto. “Por sus actos los juzgaréis”. Los actuales y los de la larga historia que no puede echarse al olvido. En el ámbito de los abusos el curso de la historia lejos de ser «caprichosa y cíclica» ha obedecido a los caprichos y ciclos de los poderosos sacrificando a sangre, fuego pueblos y libertades. Delitos que son reiteradamente santificados pero cuya responsabilidad y culpa se acumula para que nunca se pierda la esperanza y decisión de hacer justicia desde la memoria digna.

 

¿Complot contra el Papa Francisco?

 

 

El caprichoso y cíclico devenir de la Historia, podría hacer que dos Papas de la Iglesia Católica, separados en el tiempo y en la distancia por 35 años y un océano, queden hermanados por la brevedad de su mandato y la imagen de descrédito de la Iglesia que recibirán como herencia . Así, Juan Pablo I y Francisco pasarán a la Historia por su lucha contra el establishment vaticano, su innegable carisma personal y un estilo revolucionario plasmado en un estilo apologético propio basado en el desapego de las formalidades y en su don de gentes , quedando sus elecciones como hitos del finiquito de la concepción eurocéntrica de la Iglesia Romana y la irrupción de la Iglesia centrífuga. Así, en los albores del siglo XXI, Francisco comenzó su Papado bajo el signo de la «Franciscomanía”, fenómeno sociológico que logrará que una persona sin conocimiento previo de los entresijos del Poder Vaticano se convierta en icono de la juventud, insufle vientos de cambios y devuelva la ilusión y la esperanza a unos fieles sumidos en la perplejidad y la desilusión tras la significativa erosión de la imagen de la Iglesia Católica debido a los lacerantes episodios de acusaciones de pederastia, ilegalidades en la Banca Vaticana e intrigas palaciegas de la Curia Romana (trama de filtraciones conocida como “Vatileaks”) ,que hicieron retrotraer a la Iglesia Católica a escenarios del siglo XIII y a la vigencia de las ideas de Francisco de Asís.

 

Cónclave sorpresivo

 

La inesperada renuncia de Benedicto XVI abrió la puerta a un candidato descartado por los vaticanistas que fruto de su miopía intelectual lo consideraron “no fiable”, (olvidando que ya en el Cónclave del 2005 y apoyado por el Cardenal Martini fue finalista), aunque finalmente Ratzinger se convirtiera en Benedicto XVI tras desaconsejar el propio Bergoglio su elección al resto de cardenales participantes en el Conclave , pero finalmente , en el Cónclave del 13-3-13 y por vez primera en la Historia, un jesuita y argentino de raíces italianas se impuso al teórico favorito del establishment vaticano, Angelo Scola debido a las divisiones intestinas entre las facciones conservadoras detentoras del Poder con el Papa Ratzinger y tras haber descartado su candidatura el resto de cardenales no europeos debido al estigma del reciente escándalo del “Vatileaks”.

 

Estilo apologético propio

 

Francisco ha impuesto un estilo apologético diametralmente opuesto al de sus predecesores al humanizar la dignidad del Pontificado con su aspecto bondadoso y sus gestos de amistad y cercanía, imagen que se extendió a todo el orbe cristiano tras su primera aparición en el balcón de la Plaza de San Pedro tras su elección y que sería fruto del bagaje adquirido en el ejercicio de su misión pastoral como Cardenal Emérito de Buenos Aires , despojándose en suma de la máscara hierática que hasta entonces había simbolizado la figura Papal. Así, Bergoglio, adoptó el nombre papal de su admirado Francisco de Asís (il poverello d’Assis) y nada más ser elegido Papa, exclamó: “Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres”, frase que sería un guiño al espíritu de pobreza de los primeros cristianos y a los ideales de justicia social de Monseñor Romero, quien hace tres décadas decía: “La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres” , así como un mensaje de esperanza para los que todavía sueñan con hacer factible dicha utopía en América Latina.

 

Geopolítica de su Pontificado

 

En América Latina hemos asistido en las dos últimas décadas al fenómeno de la irrupción de las iglesias evangélicas (sectas o cultos según la jerarquía vaticana), surgidas en la década de los 80 bajo inspiración y patrocinio de EEUU con el objetivo inequívoco de desbancar al catolicismo romano como religión dominante y que habría conseguido dibujar una nueva arquitectura espiritual en el llamado patio trasero de EEUU, ya en su versión de iglesias evangélicas latino-americanizadas. Las diferencias serían no tanto dogmáticas como pastorales y de estructura organizativa, pues los movimientos evangélicos tienen una estructura horizontal y no jerárquica como la Iglesia Católica, lo que ha contribuido a extender su influencia ya que el pueblo identifica a la Iglesia Católica como una institución centrada en las élites dominantes e incardinada en las estructuras del poder político de la mayoría de dichos países, por lo que a pesar de reconocer la labor social de los sacerdotes católicos en sus múltiples campos de actuación, se habría producido una fuga masiva de ex-feligreses católicos a las iglesias evangélicas protestantes, entras la que descollaría el pentecostalismo que englobaría al 75 % del total de fieles evangélicos de América Latina y el Caribe.

 

Así, según el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS) , los evangélicos representan un 25% de los cristianos en el mundo con más de 560 millones de fieles, (107 de ellos en América Latina y el Caribe), siendo Guatemala paradigma de la nueva geografía espiritual latinoamericana con un 50% de su población evangélica. En consecuencia, el Papa Francisco pondrá énfasis en la tarea de supervisar dicha geografía espiritual para intentar detener la incesante sangría de fieles de la Iglesia Católica Latinoamericana, para lo que deberá respaldar los movimientos de regeneración que ya están surgiendo en la Iglesia Latinoamericana, una vez diluido el estigma de la acusación de colaborar con la dictadura militar argentina del General Videla.

 

Reforma del Banco Vaticano

 

El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como Banco Vaticano fue fundado en 1942 por Pío XII para “custodiar los bienes de la iglesia, destinados a obras de religión o de caridad”, una especie de Caja de Ahorros y Monte de Piedad sin ánimo de lucro ni potestad para realizar préstamos o inversiones directas que pronto derivó hacia la opacidad y quedó envuelto por las sospechas de lavado de dinero. Recordar que en enero del 2013, el diario británico ‘The Guardian’ realizó una investigación que reveló que la Santa Sede construyó un imperio inmobiliario secreto con propiedades en el Reino Unido, Francia y Suiza con millones recibidos de Mussolini y que según el diario La Repubblica el IOR operaría como “pantalla para ocultar dinero de clientes que quieren evadir los controles fiscales italianos”.

 

Recién asumido su apostolado, Bergoglio, a pesar de tener un corazón franciscano y un cerebro jesuitico, habría desoído la máxima del fundador de la Compañía de Jesús, el vasco Ignacio de Loyola: » En tiempos de crisis, malo es hacer mudanza» y tras la detención de monseñor Nunzio Scarano por orden de la Fiscalía de Roma bajo la acusación de fraude y corrupción, Bergoglio habría iniciado el proceso de descabezar el Banco Vaticano y ponerlo bajo sus órdenes directas y en aras de dotar a la Institución bancaria de una mayor transparencia, la Autoridad de Información Financiera del Vaticano habría firmado un acuerdo con el Banco de Italia para el intercambio de información en un intento de reforzar el control y la supervisión de los flujos de activos, con lo que se habría granjeado la enemistad de la Mafia italiana.

 

Reforma de la Curia

 

Parafraseando a Wright Mills en su libro “The Power Elite” (1.956), el establishment vaticano sería “el grupo élite formado por la unión del lobby eurocentrista, el lobby curial, el lobby masón y el lobby gay”, grupos de presión que serían los verdaderos detentores del poder en la sombra y del que serían rehenes los últimos Pontífices tras el golpe de Estado virtual urdido en los sótanos del Vaticano y que concluyó con la misteriosa muerte de Juan Pablo I apenas 33 días después de haber sido electo, en lo que fue el segundo papado más breve de la historia desde León XI.

 

En la actualidad, estaríamos asistiendo a una lucha soterrada entre Francisco y el establishment vaticano en la cruzada personal que dirige el actual Pontífice para desinfectar las actuales estructuras de la Iglesia de los virus patógenos inoculados por dichos grupos de presión (lobbys de sotana) y proseguir con el desarrollo de los postulados del Concilio Vaticano II. Una de las claves de esa reforma es que las iglesias nacionales, los laicos y las mujeres adquieran un protagonismo creciente en la conducción de los asuntos generales para lo que resulta imprescindible que el otrora poder omnímodo de la curia romana se vaya diluyendo y delegando en las estructuras de base.

Ello supondría un auténtico “golpe de mano” de Francisco contra el endémico establishment vaticano por lo que el proceso encontrará resistencias crecientes por parte de los grupos de presión, no siendo descartable la gestación de una trama endógena que mediante métodos expeditivos intente reconducir a la Iglesia Romana a la senda de los pontificados tutelados por el verdadero poder en la sombra ( establishment vaticano).

 

GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista

Diciembre 29 de 2014

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