“Lo que sea para detener Barro Blanco” reiteran indígenas Ngäbe de Panamá
La Corte Suprema de Justicia de Panamá dejó sin efecto el permiso que tenía la empresa Genisa, gestora del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco para entrar al territorio Ngäbe Buglé en la ribera del río Tabasará. Es un pequeño paso adelante que no llega a compensar todos los retrocesos que han supuesto para los indígenas Ngäbe Buglé la construcción de la hidroeléctrica Barro Blanco: un proyecto inconsulto y perjudicial para la población indígena que habita las comunidades de Kiad, Quebrada Caña y Nuevo Palomar en la ribera del río.
Los indígenas Ngäbe Buglé piden nulidad desde 2011 del Estudio de Impacto Ambiental y especialmente la cancelación definitiva del proyecto. Los afectados del Movimiento 10 de Abril M10 quieren dejar claro al nuevo gobierno que “no pedimos una indemnización, ni mitigación, ni limosnas, ni millones sino la libertad del río Tabasará y que se respete la Constitución de la República de Panamá”. Así lo aclara Ricardo Miranda, dirigente del M10. El artículo 127 que establece claramente que los territorios comarcales indígenas son territorios colectivos que no se pueden privatizar ni enajenar por ningún motivo.
Hay que señalar, que el proyecto está financiado en parte por bancos europeos (DEG de Alemania y FMO de Holanda) que paradójicamente manejan dinero para el supuesto desarrollo de terceros países.
Por su parte, la administración del presidente electo en mayo Ing. Juan Carlos Varela ha declarado que apoya al proyecto y a sus inversores. Ricardo Miranda afirma de parte de los afectados que «el pueblo Ngäbe hará lo que sea para no volver a ser expulsados de sus tierras y para que el proyecto se cancele».
Actualmente, los dirigentes Ngäbe han anunciado que se declararán en huelga hambre si no ven intenciones en el Estado de ser oídos.
Fuente: Salva la Selva