Más allá de lo que nos permite el sistema: convocarnos por la vida y la libertad

Nos convoca ahora mismo un desafío que nos reclama romper la derrota, la impotencia, la manipulación, la fragmentación, la cooptación y el desgaste. El sistema de muerte para la codicia de unos pocos: el capitalismo patriarcal y racista, destructor y explotador de la vida y de la Madre Tierra, nos está anunciando desde la atrocidad sin escrúpulos, que esta vez viene por todo, que ya no es lo mismo, que es mucho más y peor, que no hay quién lo pueda detener. Que debemos temerle, resignarnos y acostumbrarnos, o hacer mucho, para ocuparnos y que no sirva de nada.  Nos insulta y pisotea a ver si somos capaces de resistirlo y detenerlo. Si somos capaces de reconocer su mensaje de terror y muerte, su decisión de hacer matar, perseguir, aplastar, desaparecer, violar, prometer, comprar, engañar, reclutar, idiotizar, entretener y causar mucho, mucho dolor y rabia que se ahoguen en el gesto, el grito y el olvido. Ponernos a lo sumo a hacer mucho, pero que resulte inútil. Asume que no somos capaces de hacer más de lo que nos permite.

PEC-invitacion

Por ejemplo, nos asesinaron a Berta Cáceres mientras nos asesinaban y nos asesinan en todas partes luchadores y luchadoras cercanos a nuestros pueblos. Nuestra gente que defiende la justicia, la vida, los territorios y además construye tejida en colectivo, en comunidades. De Berta se supo porque era conocida, pero de las y los demás están llorándolas en medio del olvido programado. Berta es el COPINH, es todas estas muertes, todos estos dolores, pero jamás para ayudar a que queden anónimos en esa división de clases que nos impone el sistema de despojo donde hay unas y unos que son más y las y los demás que son menos o no son nadie. Berta es la voz de pueblos y procesos en su territorio y desde este en toda Abya Yala y más allá. Berta es el llamado del amor a la Madre Tierra en resistencia al sistema. Los asesinos habrían logrado lo que buscan si ella suplanta, desplaza y ayuda a desaparecer a partir de su homicidio y la reacción frente a éste, a tantas y tantos en otros lugares. Berta no puede servir para el olvido y el privilegio porque luchó contra ambos. Que no nos roben con su muerte las otras vidas por las que ella también vivió. Que no nos definan con el terror desde el poder, el privilegio. Que no se sirvan de matarla para matar su lucha compartida, para eliminar doblemente a tantas y tantos otros: Una vez matándolos como a ella. Otra vez negándolos con una muerte que valga más que todas las vidas y luchas y duela más que las otras muertes y dolores.

Son calculables y predecibles nuestras reacciones. Tanto, que seguramente los criminales de oficio del sistema, para la acumulación y la contra-insurgencia, sabrán que nos manifestaremos en las redes sociales, firmaremos cartas y haremos marchas, movilizaciones y un limitado y calculable etcétera. Tendrán programada nuestra reacción en algún “protocolo post-muerte y afines”. Estudiarán lo que hagamos y lo incluirán en la ecuación como cálculo para lo que nos van a hacer según necesitan. Sea Ayotzinapa, Buenaventura o todas las demás que ahora mismo están preparando y escalando. Recabarán información estratégica para saber quienes, dónde, cómo, cuando, qué, con qué, y así definir donde golpearnos, a quienes matar, judicializar, criminalizar, atormentar, intimidar, encarcelar, comprar, desaparecer. Les damos en nuestra rabia y dolor predecibles la información que requieren para que, calmada la reacción, vengan por nosotras y nosotros, una a una, en todas partes. Lo están haciendo. Lo han hecho, una y otra vez. Es una guerra total contra los pueblos, sólo que no necesitan declararla y no aprendemos a reconocerla.

Reaccionar, claro, pero teniendo impacto para detener al sistema, para parar su proyecto de muerte, para que golpearnos se devuelva en su contra de tal modo que no se atrevan a hacerlo. No seguir partiendo de los mismos agotados principios e ideologías para seguir fracasando y haciendo lo mismo. Defendiendo lo mismo. Convocando desde lo mismo. Nuestra claridad, compromiso y contundencia debe aplastar el horror programado de los funcionarios del despojo, a la vez que nos transforme para poder sin el poder. Nos hace falta palabra y acción estratégica desde abajo, abrazados y reclamándonos esta capacidad y efectividad. El sistema capitalista, patriarcal y racista no respeta fronteras, las fabrica para mantenernos separados y así someternos y eliminarnos. Hacen lo mismo en todas partes según su estrategia y fines. Para pervivir, debemos entender que es una misma agresión desde un mismo centro, del capitalismo contra todas y todos, con los mismos propósitos y, en consecuencia, desde cada territorio y cada ámbito, necesitamos entender esta agresión para resistirla como pueblos, a la misma vez que construimos o seguimos creando alternativas. Porque es el sistema el que nos pone a separar la resistencia de la autonomía y las autonomías de las resistencias cuando resistir es construir autonomía y autonomía es resistencia. Debemos aprender a diferenciar entre nosotroas y ellos. Hay quienes a nombre nuestro hasta negocio hacen con la resistencia y el dolor y las autonomías. A veces, terminamos por no tener claridad de todo esto, o por razones prácticas y conveniencias, haciendo un nido en el sistema a partir de resistirlo o protestar contra el mismo. Nos asignan un lugar. Ubicados en nuestro lugar, en nuestro cargo, en la función que nos asignan o permiten, alimentamos la hidra que nos destruye. No podemos perder de vista lo que hay detrás del maquillaje y de la maniobra. La maquina de muerte y engaño resulta cómoda, práctica y es según sus múltiples versiones, lo único posible. Como la muerte que nos han recetado como presente y futuro ahora mismo, no es alternativa, tenemos que hacer lo imposible: defender la vida viviendo.

Pensamiento y acción estratégicas por la vida, organizados como pueblos desde abajo en cada lugar y en todas partes simultáneamente resistiendo, consolidando y tejiendo autonomías, necesitamos tomar la iniciativa y no solamente esperar los golpes. Descubrir con toda nuestra creatividad, memoria y experiencia, cómo y donde actuar para tener impacto. Tener propuestas propias para no seguir sometiéndonos a negociar las del opresor. Pensar y actuar simultáneamente de modo que en cada proceso humilde y autónomo de lucha estén presentes y visibles, de hecho, otros procesos y luchas.

Nos convocamos a encontrarnos. A irnos encontrando y haciendo. A seguir haciendo y encontrándonos y compartiendo. A nombrar la agresión, el desafío y a tejer caminos. A no saber y decir lo que sabemos. Por esto y por nuestro dolor y rabia. Hartas y hartos de la derrota y de la impotencia. Incapaces de resignarnos o vendernos. Porque nos repugna que nos usen y se sirvan de nuestras lágrimas, dolores, sangre, territorios y alegrías para hacer negocio o trepar al poder. Porque necesitamos que respeto no sea amabilidad y buenos modales sino contar con que nos decimos y nos exigimos para ser partidarias y partidarios de nuestros actos dejando de ser cómplices amables o vencidos de lo que nos somete. No nos podemos dar el lujo en esta hora de peligro y amenaza de no desafiarnos a aprender, a cambiar, a entender, a organizarnos a encontrarnos. Palabra y acción de los pueblos en el espíritu de comunidades y colectivos, tejidas y tejidos a la Madre Tierra que nos acerque y nos teja.

Proponemos una jornada en la que a partir de una provocación a varias voces, empecemos a reconocer y abordar el desafío, los retos y el camino en palabra y acción paso a paso.

+Información: pueblosencamino@gmail.com 

 Pueblos en Camino
2016-03-27

6 comentarios en «Más allá de lo que nos permite el sistema: convocarnos por la vida y la libertad»

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