Colombia, entre la flagrancia criminal y las Semillas germinando desde la penumbra de esta tierra

Fuente: William Velasquez

Alguien es descubierto en el momento en el que dispara y asesina. Además de los testimonios múltiples de quienes lo descubren, hay registros de video y audio con fecha, hora y lugar en los que claramente pueden identificarse los hechos y los perpetradores del crimen. Frente a la flagrancia así registrada, documentada y descubierta en tiempo real, no hay “presunción” de culpabilidad. Es incorrecto, injusto y además denota complicidad señalar al perpetrador en flagrancia como presunto criminal. Una aclaración evidente e innecesaria que recoge la esencia de lo que enfrentamos: NOS ESTÁN MATANDO. Pero resistimos y nos encontramos en las penumbras como semillas germinadas. ¿Dónde Estamos? En tiempo Real. Pueblos en Camino

“A la izquierda, Fredy Bermúdez Ortiz, quien disparó contra jóvenes en el sector de La Luna. A la derecha, un sujeto de civil dispara contra periodistas alternativos, en Ciudad Jardín. Imágenes del viernes 28 de mayo de 2021, en Cali, captadas de redes sociales.”

Está a la vista y es un caso de flagrancia documentada. La ejecución de estos crímenes: agentes de la fuerza pública del estado colombiano, de manera sistemática y recurrente cometen y están cometiendo ahora mismo crímenes atroces de lesa humanidad por toda Colombia. Disparan armas de fuego, fusiles y pistolas de dotación contra manifestantes sin armas. Apoyan hombres armados que hacen lo mismo. Capturan de manera brutal y cobarde a manifestantes o a civiles que ni siquiera participan de las protestas y les dan un trato cruel con agresiones verbales, torturas y todo tipo de maltratos (de manera simultánea y recurrente en todo el territorio nacional ahora y desde hace años) y un gran número de estas personas, sobre todo jóvenes, hombres y mujeres que salieron a protestar para exigir que no los maten de desprecio, de hambre, de pata y bala, de persecución y abuso, de robo de lo que merecen y es suyo, de negación de sus derechos, empezando por el derecho a vivir, a quienes esto salen a exigir así les violentan. Si son mujeres, el mismo discurso aterrador de abuso sexual como objetos indefensos es pronunciado por estos agresores (en flagrancia) y proceden a manosearlas, a violarlas, a golpearlas. Utilizando en flagrancia armamento ilegal, atacan marchas y protestas pacíficas causando daños irreparables (reventarle los ojos a gente joven), matar a quienes son impactados por venom y otras armas y un doloroso y aterrador etcétera. No pueden ir a los hospitales muchas veces porque allí los esperan (documentado en flagrancia) para judicializarlos. El caso de un reconocido joven músico capturado en Cali demuestra la forma en que son torturados para obligarles a confesar actos vandálicos que no cometieron. ¡Ellos mismos lo graban ensangrentado, esposado, deformado a golpes “confesando”! Van apareciendo desmembrados partes de cuerpos, brazos, cabezas, de quienes fueron sistemáticamente “desaparecidos” simultáneamente en todo el país. Van apareciendo como antes, como siempre que el estado los asesina y desaparece, flotando en los ríos, como los que ya han sido encontrados así en el río Cauca.

Créditos a @patatacaricaturas

También de manera sistemática, simultánea, recurrente y siguiendo un patrón (obedeciendo a los patrones) miembros de la “fuerza pública” y sus cómplices, vestidos de civil o abiertamente usando sus uniformes, han sido descubiertos quemando y destruyendo propiedades, rompiendo ventanas, infiltrando marchas encapuchados y atacando con piedras y garrotes propiedad y policías.

“TULUA PARO NACIONAL 25 DE MAYO CIVILES ARMADOS”

Si usted es de Colombia, seguramente no ha llegado a leer hasta acá o ha escaneado rápidamente estas líneas porque está hartx de saberlo bien sea por la impotencia y la rabia, por el dolor que se vuelve desesperación, o por el odio que le hace saber que se lo merecen y que no es criminal actuar así sino necesario. Que es hora de que esos vagos dejen de hacer daños y nos permitan volver a la normalidad, trabajar y vivir, a pesar de que el propio gobierno, a través del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) ha tenido que reconocer que acá solamente pueden trabajar y vivir unos privilegiados y solamente quieren volver a esa normalidad de miseria, desempleo, desprecio, hambre, masacre y muerte quienes se asumen siervos obedientes, sumisos, reclutables de los gamonales, gobernantes y mafiosos que gobiernan para robar y explotarnos. No hay salud, no hay educación, no hay justicia, no hay trabajo, no hay respeto, no hay paz, no hay con qué conseguir comida, no hay con qué cultivar o sacar los alimentos cultivados, no hay respeto, no hay nada de esto y además nos aterrorizan, nos despojan, nos masacran, nos reclutan para matar y robar…todo esto en flagrancia y a este presunto país del trabajo y la vida lo defienden contra los vándalos.

“El es el joven encontrado dentro del dollar city incinerado. / Dicen fue asesinado porque tiene disparos en su cuerpo / sólo tenía 16 años / lamentamos en nuestra alma estos hechos… Dios fortalezca el corazón de su familia y que la justicia divina saque todo a la luz.” Fuente Facebook: Barrio Siloé Cali

Anoche, en flagrancia, unos muchachos de la Primera Línea de Siloe en Cali entraron a un Dollar City que había sido incendiado (no por ellos ni por las marchas sino presuntamente por la propia fuerza pública porque así actúan y han sido descubiertos en flagrancia de manera sistemática y simultánea por todo el país). El que graba habla y esa palabra es testimonio así no hubiera sino lo que dice. Pero además asegura que a varios jóvenes “de los nuestros”, “nos habían capturado 16”, fueron llevados a ese negocio al que luego se le prendió fuego y allí fueron calcinados. “No es uno” asegura una y otra vez “son varios, yo sé que son varios”. Luego de insistirle a los bomberos y arriesgándose, entran al espacio quemado y encuentran un cuerpo calcinado. Le quitan la capucha que le cubre el rostro y descubren que es “un morocho de los nuestros”. No sabe quién es, pero sale porque está a punto de vomitar. Reza por él. Promete justicia. Acá sí se DEBE presumir y asumir que además de desaparecerlos, torturarlos, asesinarlos, desaparecen los cuerpos buscando o aplicando sistemáticamente métodos sistemática y simultáneamente aplicados en diversos lugares. Porque no podemos olvidar que acá en Colombia ya se han descubierto fosas comunes, hornos crematorios y más de 6 mil falsos positivos. Es decir que acá ya se sabe y ahora es justo y necesario asumir y presumir que la fuerza pública es un aparato criminal organizado que cumpliendo sus funciones de manera rutinaria aplica técnicas de desaparición forzada, tortura, masacre y desaparición de los cadáveres. Basta con recordar las “escuelas de la muerte” como Puerto Torres en el Caquetá donde durante 3 años los paramilitares, protegidos por la fuerza pública y en colisión con esta torturaron brutalmente desde una escuela y la casa de la parroquia a miles, día por día y luego aplicaron una técnica para picarlos, empacarlos y enterrarlos para que no fueran descubiertos. La colusión de esta escuela y sus mandos con la fuerza pública y el estado fue descubierta en flagrancia pero quedó como presunta y así hasta hoy están en libertad y gozan de impunidad quienes ordenaban y enseñaban a ejecutar estos actos de terror y sus mandos y los mandos de sus mandos hasta llegar al patrón y por encima del patrón, los que mandan y les conviene mantener la estabilidad de este país apoyando, a nombre de la larga y fructífera amistad que ha unido nuestras naciones, el genocidio, el terror, la masacre, la tortura, la violación, porque así y solo así no sólo fluyen capitales legales e ilegales hacia el norte, se apropian de riquezas y territorios, hacen volar golondrinas de capital que entran flacas y salen obesas de ganancias habiendo hecho realidad el milagro de transformar cada dólar en miles o cientos de miles exprimiendo la riqueza de esta tierra y sus gentes. Milagro que sería imposible aún como milagro si no fuera porque logran hacer realidad el otro, el de convencernos de que somos pobres empobreciéndonos para agradecer siempre la ayuda en robo y terror para la estabilidad de la democracia. Pero no sólo hacen eso. Sería muy poco. En flagrancia han sido descubiertos entrenando ejércitos asesinos que llaman paramilitares o pájaros o como se llamen, entrenando a la propia fuerza pública para cometer masacres y proteger la propiedad usurpada para ellos y sus ganancias. Los han entrenado, armado y financiado con toda clase de adornados y diplomáticos pretextos de ayuda a nuestra pobre nación que no existiría sin ellos para hacer diversas guerra y planes (como el Plan Lasso, el Plan Colombia, etc.) para experimentar en el uso del terror y la aplicación de refinadas tecnologías de guerra para matarnos y robarnos y que ganan dinero con todo eso y además de robarnos y matarnos y sacar los recursos, los dineros y las ganancias, les demos la admiración y la gratitud eterna que merecen. Han puesto bases militares con estos fines por todas partes y desde ellas salen y han sido descubiertos en flagrancia no sólo narco traficando a nombre de la guerra contra las drogas sino violando niñas y jóvenes. Hay que presumir que son una fuerza imperial de ocupación, conquista, despojo y masacre. Nada de ello podrían hacer si no hubieran diseñado con sus cómplices la parte de la constitución que les sirve (lo demás es carreta o estorba), las leyes que necesitan, los tratados de “libre” comercio que nos gobiernan y despojan, los sistemas de salud, educación, justicia, vivienda, agricultura, minería, energía, aguas…todo que legalmente les permite sacar lo que quieren sin pagar casi nada y obtener los permisos en regla para todo esto con la protección de la fuerza pública que es privada al servicio de ellos y de las mafias de esta narco-nación producto de una política pública transnacional liderada desde Colombia y sus mafias: el narco-tráfico, que auto-financia esto y más enriqueciendo a los que ya son ricos y generando las reformas tributarias, de salud, laboral, educativa, de pensiones y todas. El estado colombiano involucra todas sus instituciones y funcionarios a todo nivel y desde allí a todo el país en un orden criminal de modo que o nos hacemos parte de toda esta dinámica o hay consecuencias graves. A las buenas o a las malas. Desde el campesinado que no sirve al narco o al agronegocio es desplazado, amenazado, despojado o asesinado hasta el profesional que no acepta la inequidad, la injusticia, el mal trato, la rosca y la trampa, pasando por el pequeño empresario asfixiado a impuestos y normas y competencia desleal con los grandes y los de fuera que consigue en la red de corrupción o se hunde con su honestidad. Todo el país sometiéndose. Todo el mundo sirve a este orden que incluye, por supuesto, los aparatos y redes de terror en todas las ciudades en los que fuerza pública, mafias y poblaciones/gremios reclutados para el crimen garantizan seguridad y eliminan estorbos además de financiarse con pescas milagrosas, chantajes, secuestros y toda clase de mecanismos legítimos en este orden que articula lo legal y lo ilegal. Una mentalidad mafiosa. Una cultura mafiosa: de modo que la flagrancia del crimen es apenas cotidianidad.  Ese Estado es Colombia: somos Colombia.

“El Gobierno nos quitó los ahorros pensionales y los de regalías de los territorios para que los banqueros se lleven la plática a sus portafolios y cuentas personales.”

Álvaro Uribe Vélez, tan macho comandando y orquestando todo esto y tan arrodillado y servil de visita al norte, se molesta mucho con que la gente repita “Uribe, paraco, el pueblo está verraco”. Tanto que, hace unos días, en pleno paro y cuando se lo volvieron a gritar de cerca les reclamó que cambiaran de arenga porque esa ya estaba muy aburrida: “¿No se saben otra? ¿No se pueden inventar otra cosa?” Eso mismo sienten quienes se aburren con lo que acá y en todas partes repetimos, pero es que sigue siendo verdad y lo siguen negando. Pero falta esto: Uribe ha sido descubierto en flagrancia, no una sino muchas veces como narcotraficante, corrupto, contrabandista, ladrón, creador, financiador, cómplice y mando de escuadrones de la muerte, cómplice o mando directo e indirecto de masacres y asesinatos, directo responsable de falsos positivos, protector de criminales en los más altos cargos de la fuerza pública, manipulador de testigos, asesino de sus cómplices cuando ya no le convienen, diseñador y ejecutor de políticas públicas para el servicio de organizaciones criminales, transformador y director de instituciones en todos los ámbitos del estado para convertirlas en organizaciones criminales (espero que a nadie se le olvide el DAS -Departamento Administrativo de Seguridad- por ejemplo). Este señor fue proclamado Gran Colombiano por un medio comercial transnacional de propaganda y ha sido protegido de manera abierta y encubierta por sus aliados transnacionales del gran capital y los gobiernos a su servicio mientras organiza y promueve (en flagrancia) una red mafiosa-fascista por todo el continente y más allá. Uribe personifica el recurso del método: actuar de manera abierta, criminal y a la vista. Ser descubierto en flagrancia con toda la evidencia, negarlo abiertamente contra toda prueba y acusar a quienes recogieron y presentan las evidencias de ser criminales, amenazarlos, matarlos. Controlar todas las instituciones de justicia y de control para que lo protejan y fallen a su favor y seguir actuando de manera criminal. Esa es la política pública y ese es el estado. Un día como con dictadores y tiranos a su servicio en todas partes, tal vez no les convenga y una parte de esos crímenes recopilados en flagrancia dentro de un prontuario sin límites, servirán como pretexto para salir del incómodo ejecutor y cómplice y mostrarse limpios y ajenos, además de ofendidos por todo esto que tanto beneficio y ganancia les trajo. Ejemplos de este comportamiento descubiertos en flagrancia sobran. Por eso el patrón tiene la habilidad del capo, se cuida de todas las maneras y sobre todo de una, les genera muchas ganancias y les brinda la seguridad del terror, la masacre, el genocidio y la propaganda que necesitan. Tal vez le permitan retirarse con honores de pacificador y gran hombre a una de sus fincas acá o allá para disfrutar de honores y buen retiro. En todo caso, la presunción de inocencia es un método, el método por excelencia que mantiene esta democracia genocida, este estado que antes, pero ahora mucho más, gracias a que actúan como siempre contra el paro en el que estamos comprometidos millones, y esa organización criminal y asesina en masa que llaman estado colombiano está siendo develada en flagrancia.

En Barranquilla: “Policías habrían entregado a otros presos y como objetos sexuales, a manifestantes en Soledad Den”

Lo que pasa es que el territorio de nuestro imaginario ha sido sometido por el brazo criminal comercial de los medios de propaganda a su servicio. Si no fuera por ellos, la flagrancia no sería presunta y los criminales no serían desde el norte hasta el patrón y la fuerza pública y las instituciones, en algunos casos de manzanas podridas, presuntos criminales (para tal vez y de vez en cuando juzgar y condenar a alguno para legitimar la propaganda y la impunidad respetable y respetada). Los dueños de lo que pensamos hacen parte de la fuerza pública criminal, del aparato de injusticia, de todo el entramado de terror y despojo cubierto de perfumadas maneras y “noticias”. Caracol, RCN, Semana y los demás medios y sus fabricantes de tendencias, son criminales y todos los días ahora en el paro y desde hace años son descubiertos en flagrancia mientras garantizan impunidad a los victimarios, los convierten en víctimas, son propiedad directa de los mismos beneficiarios de la masacre y a sus servicio la exigen reclutando pueblo que exige a su vez que nos acaben de una vez por todas para que la economía se salve, los bloqueos se levanten y podamos volver a vivir como borregos y limosnerxs arrodilladxs y a trabajar, si les da la gana de emplearnos en condiciones de creciente esclavitud o como desechables aptos para el tráfico o el sicariato. Circo nos dan por las dudas y de la sección de complicidad se pasa a los deportes y de allí al entretenimiento en ese paréntesis del engaño cotidiano que se llama noticiero. Capturados en flagrancia: no son sólo cómplices, son estado, son genocidas, son promotores del terror, son ladrones, son corruptos y son vándalos. Por eso cuando permiten que haya por ahí una excepción para legitimarse, terminan, tarde o temprano silenciándola o expulsándola.

“CALI# valle del cauca
28 De mayo/ 2021/ Gente de Bien en Ciudad Jardin Disparando con apoyo de la policía”

Colombia, un régimen criminal descubierto en flagrancia, sería una excepción si no fuera una regla. Contra esto y por esto nos paramos. Nos pusimos de pie o nos hemos estado levantando mientras lo descubrimos ¿Somos ya la mayoría? ¿Somos suficientes con suficiente claridad para no caer en las trampas y regresar a lo mismo? ¿Nos vamos a volver a consolar con una negociación que saque a unas manzanas podridas y reforme poniendo rostros renovados dentro de la misma maquinaria? ¿Eso es Uribe-Duque, pero Santos y otros son mejores a pesar de toda la criminalidad en flagrancia que nos recuerda la historia? Son preguntas, verdades, desafíos y llamados desde Colombia, pero lo son también desde todo el mundo. Lo sabemos y lo saben quienes hoy nos apoyan para resistir el fascismo y el genocidio que es lo único que tienen. Hay que decirlo: o nos masacran y nos aplastan, o se van. Pero no podemos solas ni solos y nos falta evaluarnos, mirarnos a la cara, aprender.

Créditos a @patatacaricaturas

Marta Lucía Ramírez, la socia en negocios de propiedad raíz del paramilitar y narcotraficante “Memo Fantasma” que vive cómodamente como gran empresario en España, la que se reunía con Mancuso y otros comandantes paramilitares en el club El Nogal de la élite bogotana, crímenes descubiertos y documentados en flagrancia, es decir, no hay presunción posible. Son hechos. Ella, la vicepresidenta de Colombia no a pesar sino por estos atributos y sus conexiones y riquezas, fue nombrada ministra de Relaciones Exteriores durante el paro para que viajara a EE. UU. y se reuniera con el secretario de Estado. Fue a obtener la presunción de inocencia del estado colombiano a pesar de la flagrancia, sistematicidad, recurrencia de las acciones criminales como política pública. Con toda la evidencia que expone la cadena de mando de Uribe Vélez a Duque al ministro de defensa, a comandantes de policía y ejército, al fiscal general, al Defensor del Pueblo y de allí hasta los lugares de los crímenes en el ámbito local, los demás ministros y ministerios, el congreso de la república, el aparato judicial, los medios comerciales de propaganda, los gremios económicos, la “gente de bien”, los cómplices locales, regionales, nacionales, transnacionales y lo que falta. Con todo esto expuesto en flagrancia como una organización criminal nacional con articulaciones y beneficiarios transnacionales, con toda la evidencia y la presunción y la flagrancia…la recibieron con honores ratificando la amistad que une a los países. Complicidad criminal en flagrancia. A partir de esa visita, Duque ordena desde Cali la militarización de la ciudad (7 mil efectivos) y luego el Decreto 575 que militariza media Colombia. Donde el paro tiene más fuerza. Entendimos muy bien:

  1. El secretario de Estado de EEUU, es decir, su gobierno, Joe Biden, sabe que son criminales y les autoriza a escalar el terror. A completar el trabajo sucio porque les conviene. Es cómplice abierto y en flagrancia del genocidio y todo lo demás
  2. Duque ordena la masacre de la noche del 28 al 29 de mayo en Cali. Hasta ahora se sabe de 10 jóvenes asesinados y falta mucho por esclarecer.
  3. El terror y el abuso criminal que él ordena y es ejecutado, le sirve como pretexto para ordenar que la Gobernadora del Valle del Cauca le solicite, en una parodia obscena, según lo requiere el libreto, incrementar el apoyo militar en Cali.
  4. Duque responde a su propia solicitud desde las ordenes del Departamento de Estado, en la voz de la funcionaria y viaja a Cali. Flagrancia: ellos, la fuerza pública en complicidad con armados protegidos por ésta actúa criminalmente y con terror y con ese pretexto, ellos, los criminales militarizan Cali para levantar los bloqueos. Lo mismo en medio país. Los asesinos son convocados con el pretexto de los asesinatos y el terror ejecutado por ellos mismos. Alcalde o Gobernador que no obedezca estas ordenes será sancionado según lo anuncia en su parágrafo final el decreto 575.

Un niño confronta a Duque en Cali el 29 de mayo. A gritos le relata lo que vio. Lo que bajo sus ordenes se ejecutó. Le muestra a gritos la forma en que disparaban los hombres bajo su mando. El mandatario, el hombre fuerte, el defensor de la ciudadanía, no tiene respuesta. Mientras la gente de la Alameda le grita asesino y le exige que se vaya, el cobarde, de impecable camisa blanca y de manos limpias y perfumadas para lavar la sangre, se oculta, se escapa de un niño, de la verdad, de la flagrancia y se mete a su vehículo blindado. No les queda sino el terror. Son criminales. Es un orden criminal transnacional. Biden le autorizó el terror para mantener la estabilidad que nos somete. Mientras no se vayan, seguimos en la esclavitud. Se necesita saber resistir desde la decisión con el valor de la Guardia Indígena, de la Primera Línea y de los pueblos de pie. Convertir la resistencia en fuerza, experiencia, estrategia y tejido desde el frente en todos los frentes. Eso ya es mucho, pero no basta.

¿Cuántos de nosotrxs somos estado y defendemos ese orden criminal? ¿Cuántos seguimos buscando o aceptando que unos negocien y lleguen a acuerdos con estos hampones? ¿Cómo salimos de esto hacia la libertad y la vida?

IG: @luisa_gonzalezbfoto

Una universidad tomada por los estudiantes. Un círculo amplio en la tarde. Mujeres que por décadas han defendido sus viviendas y barrios a la orilla del río, mientras en la otra orilla habitan los terratenientes, la clase política, los paramilitares y quieren esa orilla también. No se van. Resisten y saben hacerlo. No han podido con ellas y con ellos. Saben vivir en medio del despojo y allí encuentran su felicidad y su dignidad. Un Consejo comunitario afro cuyos voceros exponen la corrupción, el desprecio, la xenofobia, las contradicciones internas: “Es un error mostrarlo todo bien, todo en orden cuando no es así. Hay que decir la verdad.”. La ha dicho, ha sido perseguido, discriminado y también apoyado y hoy expone con orgullo un camino a las márgenes de otro río hacia la libertad desde la dignidad. Unos excombatientes desmovilizados han enfrentado todas las trampas y obstáculos del estado y exhiben con orgullo su ETCR. Trabajan con dignidad y compromiso. Se rigen por una disciplina que aprendieron en la guerra y que los obliga a ser un Consejo colectivo de gobierno para la paz que ejercen. Son comunistas de esta manera y han conseguido agua, energía y otros derechos para ellxs y para quienes les rodean. No buscan someterlos ni reclutarlos sino vivir con dignidad entre todxs. Unas mujeres se levantan con la pañoleta violeta en las muñecas y exponen la verdad horrenda del patriarcado que es la del estado criminal en flagrancia y nos convocan a liberarnos con y desde las mujeres. Un recolector de mangos anuncia que la fruta es alimento y es del pueblo y expone el orgullo de hacer este trabajo mientras lo persiguen los dueños de los mercados comerciales de fruta a través de la ley y de la fuerza pública. Una mujer joven es vocera de la lucha de años por un territorio y la soberanía, pero su palabra es tan sabia, tan clara, tan fuerte que le bastan unos pocos minutos para establecer el contraste entre la dignidad y la vida y este orden del manoseo y del desprecio para la ganancia. Estudió una carrera, pero no se hizo profesional en el mercado sino comunera en un proceso. Indígenas de diferentes pueblos relatan su resistencia, su despojo, el desplazamiento, la organización como guardias y cabildos, la preservación de la música y los principios vitales y se encuentran. Y así más voces, más experiencias, más memorias ocultas en el olvido. Somos ese olvido. Sabemos alimentarnos donde nos niegan el empleo y la comida. Sabemos encontrar vivienda a pesar de la propiedad raíz y de la propiedad privada de la tierra concentrada en pocas manos. Sabemos, hemos sabido vivir en medio de la muerte en expansión y del terror como estado y fuerza pública y entre todas y todos seguramente sabemos y podemos dejar de morir en vida y de resistir en soledad. Decidir no salir del círculo de nuestros encuentros y tejidos. Visitarnos en los procesos. Saber que se puede y cómo. Desde el agua, hasta la tierra, la vivienda, la ropa, la comida, la fiesta, la dignidad, la seguridad, la educación, la salud, la justicia, la vida y el abrazo que nos dimos gritando gracias a las diferencias, en medio del compartir, que hemos decidido no salir de los círculos. No dejar de estar entre todas y todos, sin jefes ni patrones. Sin policías ni ladrones. Hemos decidido aprender de lo que sabemos y hemos hecho. Evaluarnos sabiendo escuchar. Poner la mirada en las dificultades y en lo que falta, porque solamente de este tejido de semillas germinadas, de tierra que nos habita surge la vida. Por lo menos allí, esa tarde nos decidimos a no salir del círculo y a seguir tejiendo…y allí, todos los saberes se trenzan de modo que resistir entendiéndola la agresión permanente de un orden patriarcal para la ganancia es inseparable de vivir aquí y ahora en lo concreto resolviendo como sabemos y para saber haciendo lo que haga y hace falta.

“Madres en Primera Línea.
Fotografía de la madre de Dilan Cruz”
Fotografía: Hanna Bohórquez

Aún bajo la militarización y la masacre tenemos noticias: Cali sigue en pie y en paro, este tejido de territorios que llaman Colombia está germinando en la decisión de caminar la memoria de nuestros olvidos. Nadie ni nada más nos representa: las semillas han germinado como siempre lo hacen, en la penumbra de la tierra.

Emmanuel Rozental
Mayo 30 de 2021
1 mes y dos días de pie
NOS ESTÁN MATANDO
Pueblos en Camino

Un comentario en «Colombia, entre la flagrancia criminal y las Semillas germinando desde la penumbra de esta tierra»

  • el 9 junio, 2021 a las 5:56 pm
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    Manuel,
    Gracias por este detallado análisis sobre Las luchas en Colombia. En solidaridad, Ana.

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