No En Nuestro Nombre: Resistiendo al Arco Minero del Orinoco
“En el año 2016 el Estado venezolano declaró la puesta en marcha de un proyecto para la expansión de la minería en diferentes escalas al sur de Venezuela, en el área norte de laAmazonía. Pueblos indígenas, movimientos sociales, organizaciones ambientales, grupos académicos y congregaciones religiosas se oponen firmemente, alegando que con esto se compromete la vida de las comunidades indígenas, las reservasde agua dulce más importantes del país y la biodiversidad de la región. Enmedio de grandes dificultades sociales, políticas, y económicas, donde lasluchas socio-ambientales también se han visto debilitadas, estos líderes sociales plantean la necesidad de un debate nacional sobre la cultura dedesarrollo y el modelo económico más apto para la sociedad venezolana” (Plataforma Contra el Arco Minero y Centro de Estudios de la Realidad Latinoamericana).
Las y los invitamos a “sentipensar con la tierra”, reconociéndonos en el espejo quenos están mostrando las y los compañeros desde Venezuela. Vale la pena reconocer que el problema actualno es nuevo, “…Venezuela tiene ya cien años de lógica petrolera, rentista, extractivista,estado céntrica, clientelar. Y eso ya entró en un punto de crisis final de agotamiento…”(Edgardo Lander), pero no es un problema de lxs vecinxs, es unmodelo fundamental del sistema patriarcal, con el que globalmente siguenreproduciendo la colonización, el genocidio, el despojo, dominación de la Madre Tierra…para la acumulación de riquezas. Veamos el documental Producido por Plataforma Contra el Arco Minero y Centro de Estudios de la Realidad Latinoamericana.
En todos los rincones del “mundo mundial” debemos seguir liberando nuestrosterritorios del imaginario para no aceptar la limosna a cambio de ladestrucción de la que nos parió. “Yo quieroque una madre piense, si tiene orgullo de que en nuestro país se expanda una economíade usura, una economía extractivita, de destrucción de la naturaleza. ¿Cuál esel orgullo que podemos sentir nosotros si no orientamos a las nueva generacionesy no los sensibilizamos con la naturaleza?” (Robzayda Marcos Vera). Entre todasy todos en la penumbra y en el olvido, “…desde la lucha del día a día de laresistencia necesitamos el diálogo entre nosotros. Necesitamos sacar el poderdel diálogo. La situación ha llegado a tal extremo de tensión y de enajenaciónde nuestras relaciones. Estamos tan intervenidos que es fundamental un diálogo entrenosotros..” (Juan Carlos La Rosa).
Tenemosla urgencia de vernos críticamente junto a nuestras luchas por la tierra para autorreconocer lo que estamos siendo hoy, porque “…otra de las terribles estrategias delestado y del gobierno nacional para legitimar este proyecto de muerte, esapoyarse en la indiocracia, este grupo de compañeros y compañeras de origen indígenaque repiten y repiten el discurso gubernamental, que siguen y legitiman estaspropuestas. Son indígenas pero con mentes colonizadas… ¿Qué hacemos con lo queya somos, que hacemos con lo que la colonialidad ha hecho de nosotros?…”(Alicia Moncada).
Definitivamente“…hacen falta un poco más de agendas propias de los movimientos, que no esténtan atadas a los lineamientos del gobierno o de la mesa de unidad o del frenteamplio, como se le llame…” (Emiliano Terán Mantovani), porque si seguimosatados a lo que nos permite el sistema, simplemente vamos a seguirnos moviendo endirección a la muerte. Y ésta no es una opción. Por eso es necesario vercríticamente, “…cómo nos movilizamos sin cometer los mismos errores de la políticatradicional. Porque nosotros no creemos ni en héroes ni en salvadores ni engente que tiene toda la razón. Ni tampoco creemos en acuerdos de dirigentespolíticos ni de dirigentes sociales… (Andrea Pacheco).
A pesar de todas las guerras en contra de nuestras territorialidades, “…nuestro ritmo creativo se mantiene, están sucediendo ya cosas nuevas entre nosotros, que nosotros mismos no nos vemos y es necesario empezar a reconocer ¿cuál es la canción que estamos cantando ahora para el futuro?, porque sobre esa canción se va a montar el nuevo plan sobre nosotros. La resistencia es un acto creador, es algo nuevo que hacemos para seguir siendo. Nos cambia, pero para seguir siendo vale la pena cambiar…”(Juan Carlos La Rosa).
“… Lucharemos y lucharé por proteger ese espacio. El Jepira no es sólo un territorio físico es un territorio espiritual. La protección del territorio físico implica la protección del territorio-mundo espiritual, del mundo de nuestras ancestras y ancestros…” (Alicia Moncada). En últimas, “¿Dónde está la curación?, nos pregunta el compañero Juan Carlos La Rosa: “Cerca de nuestra madre, eso es fundamental. Nadie puede luchar alejado de casa, alejado de la tierra…”.
Pueblos en Camino
Octubre de 2019