¿Quiénes son los “Enemigos del proceso”?: La respuesta la dan los pueblos y los hechos
Los indígenas Wayuu se pronunciaron frente a la militarización de su territorio, en una Carta Abierta titulada: “SALGAN DEL TERRITORIO Y RESPETEN NUESTRA LIBERTAD. NO LE SIGAN AYUDANDO AL IMPERIO” publicada por Pueblos en Camino, que, además de circular ampliamente por redes sociales y medios alternativos, fue retomada por el Tejido de Comunicación como su Editorial en un boletín reciente, antecedida por dos párrafos en los que enuncian su posición. Este último hecho, suscita un comentario cuyo contenido y postura ejemplifican una manera de reaccionar, rechazar y descalificar lo que la Carta de los Wayuu expresa y exige.
A continuación presentamos en una misma publicación el comentario aludido, la respuesta de Hugo Blanco, las aclaraciones del Tejido de Comunicación y los planteamientos de Pueblos en Camino y de José Ángel Quintero Weir, a nombre de los pueblos indígenas.
Tal como concluye Hugo Blanco, (con nuestro agregado entre paréntesis) “Nuestro rol no es aplaudir su espectáculo equilibrista, es impulsar y apoyar las organizaciones populares (e indígenas) y su movilización (autonomía y resistencia) para que no triunfe el golpe derechista.”
Acerca del artículo sobre el Pueblo Wayuu de la fuente Pueblos en Caminos
Por James Larrea
Lo que faltaba, este espacio convertido en caja de resonancia de los enemigos de un proceso que con dificultades y luchando por avanzar en beneficio del pueblo, ha logrado en escasos 20 años, en materias como salud. educación, vivienda, agricultura, pesca, etc lo que en mas de doscientos años no logró, el régimen oligárquico, impuesto desde la «independencia». El lenguaje utilizado deja entrever que buscan desprestigiar a un gobierno y deslegitimar un proceso, que si algo tiene claro es el servicio al pueblo venezolano, recuperar la soberanía y la dignidad de un pueblo, deja bastantes dudas, que hoy hablen de estar luchando, lo que no hicieron con los gobiernos que se robaron los ingresos del petróleo, sin beneficio alguno para el pueblo y precisamente «supuestamente» luchen ahora contra «Chavez y sus herederos», (aún después de muerto sus enemigos no pueden descansar). Flaco servicio a la información veraz, aludiendo la libertad de expresión y al mejor estilo de RCN, CARACOL, CNN y otras yerbas de los medios de alienación (¿COMUNICACIÓN?), del capitalismo.
Pero bueno, ya lo anticiparon «no son responsables», de lo que otros escriban, que forma de evadir posición política, que conlleve a no dejar dudas acerca de que lado se ponen, en la situación que hoy afronta un pueblo al que le quieren negar su derecho a decidir su rumbo sin injerencia alguna.
Qué sorpresas más vendrán, desde la invocación del derecho a la libertad de expresión….
James Larrea, marzo 22 de 2014
La revolución, avanza o retrocede
Por Hugo Blanco Galdos
Frente al golpe de prueba de junio en 1955 en Argentina, la clase obrera salió a la calle, incendió los símbolos del golpe y asaltó las armerías. Perón los calumnió y dijo que la obligación de la clase obrera era ir de su casa al trabajo y del trabajo a su casa…La desmovilización de la clase obrera facilitó el golpe de setiembre.
En Chile de 1973, luego del golpe de prueba también de junio, los obreros organizaban la autodefensa armada. Allende los frenó porque eso no les gustaba a los “militares constitucionalistas”, cuando en setiembre le comunicaron que había golpe, él contestó: “¡Comuniquen inmediatamente al general Pinochet!”, quien era el más notorio militar constitucionalista.
Triunfó el golpe contra Lugo porque no cumplió con su promesa de hacer la reforma agraria, por lo tanto el campesinado no se movilizó en su defensa.
En Venezuela: Si el gobierno de Chávez no hubiera impedido que la central obrera tenga su congreso que hubiese elegido una dirección revolucionaria, pero independiente del gobierno. Si no hubiera expulsado al combativo dirigente petrolero Chirinos. Si hubiera hecho justicia a los indígenas Yukpa y Wayuu, hoy tendríamos una movilización fuerte obrera e indígena ante la cual la derecha no se hubiera atrevido a salir a las calles.
Los bolcheviques en Rusia luchaban por la Asamblea Constituyente. Se organizaron comités de obreros, campesinos y soldados. Existiendo esas organizaciones populares democráticas, ¿para qué ya se necesitaba la A.C.? ¡Que esas organizaciones tomaran el poder! ¡Todo el poder a los soviets!
Lo que sucede es que los gobiernos progresistas tienen pasión de caminar en la cuerda floja, ni muy a la derecha ni muy a la izquierda.
Nuestro rol no es aplaudir su espectáculo equilibrista, es impulsar y apoyar las organizaciones populares y su movilización para que no triunfe el golpe derechista.
Hugo Blanco Galdos, marzo 26 de 2014
Ponemos nuestra palabra
desde lo que creemos y por lo que luchamos
Por Tejido de Comunicación.
Aclaración en respuesta a su comentario.
Señor James Larrea
Agradecemos su comentario. De inmediato lo hemos compartido con Pueblos en Camino cuya respuesta anexamos abajo. Por parte del Tejido debemos manifestarle que usted ha interpretado mal la frase inicial que aparece como salvedad en nuestros boletines. Lo que esta frase señala es que la posición que manifestamos y hacemos pública no representa a la organización. Es decir, que al contrario de lo que usted dice, se trata de expresar con entera libertad nuestra posición que responde a nuestro mandato y compromiso de lucha. Ponemos nuestra palabra desde lo que creemos y por lo que luchamos. En este sentido, al publicar como editorial la Carta Abierta del Pueblo Wayuu, nos identificamos con lo que allí se dice y lo asumimos desde un criterio editorial y ético. Es la posición del Tejido, no necesariamente la de la organización. No evadimos nuestra responsabilidad, por el contrario, allí habla nuestra palabra.
Para complementar lo dicho le pedimos volver a leer los dos párrafos introductorios con los que presentamos la Carta Wayuu. Allí se lee claramente nuestra posición. Una respuesta anticipada a su comentario. Los copiamos en seguida para dejar constancia.
«Se les ha robado a los pueblos la palabra digna, con la que se defienden los territorios de los TLC, del extractivismo y de ese modelo económico totalitario. Se les ha robado los espacios participativos, de reflexión y de análisis para hacer frente de verdad a los problemas de fondo. Se persiguen y se eliminan a quienes, desde abajo, mantuvieron el esfuerzo de la consciencia colectiva y de las agendas comunitarias autónomas. Las derechas disfrazadas de izquierdas y las nuevas ‘izquierdas’ que actúan como derechas, se los han apropiado para legitimarse.
Si no se cambia el rumbo de las tendencias y las dinámicas actuales, parece inevitable un exterminio masivo a través de guerras y conflictos. O los procesos populares y colectivos tienen presencia y agenda propia, o serán aplastados y se hará cada vez más difícil resistir y reproducir la vida. De allí la importancia de contribuir desde las perspectivas que planteamos y defendemos la palabra y camino de los pueblos«
En seguida anexamos la respuesta de Pueblos En Camino. Tanto nuestro boletín como su comentario y la respuesta que da Pueblos en Camino son públicas y contribuyen a reiterar y esclarecer perspectivas y malos entendidos siempre con el compromiso de servir a nuestros pueblos en lucha contra el despojo, la ocupación y el imperio del Capital transnacional. Esa es nuestra posición.
Tejido de Comunicación y de Relaciones Externas para la Verdad y la Vida, marzo 27 de 2014
En defensa de la Revolución,
de la lucha popular y de los Wayuu
Pueblos en Camino.
Respuesta a un comentario de James Larrea.
El pueblo Wayuu ha planteado por escrito y en testimonios que hemos escuchado de manera directa una situación a la que hace referencia el texto publicado (vínculo), otros textos y evidencias presentadas en varios ámbitos, a las que hace referencia este y otros documentos. Se trata de una Carta Abierta en la que se señalan hechos graves y en la que plantean la situación por la que atraviesan y la hacen pública. La gravedad de lo que allí se dice y los hechos a los que se hace referencia merecen toda la atención, empezando por la del Gobierno Bolivariano de Venezuela. Los hechos, como el asesinato de líderes, el hambre, el señalamiento, la ocupación militar, la corrupción, el racismo, no desaparecen porque uno no esté de acuerdo y menos porque uno esté de acuerdo con la razón de ser del Gobierno Bolivariano y sus esfuerzos. Estos hechos señalados, no son materia de opinión y menos de no poder o no querer creer que estén sucediendo. Deben ser reconocidos, no negados y enfrentados para superarlos con verdad, justicia y reparación integral como corresponde en derecho. Debe superarse la situación que les da lugar y sus causas. Eso es lo que reclama la grave realidad que se describe. Encubrir hechos tan graves y señalar a quienes los denuncian y dan a conocer equivale, ni mas ni menos, a hacerse cómplice de los mismos.
Durante años, hemos defendido y seguimos defendiendo la lucha del pueblo Venezolano contra el opresor imperial, el despojo de transnacionales y del capital financiero, la injusticia social y el abuso de élites y lo seguimos haciendo. Esta es la responsabilidad que ha asumido en palabra y en ejercicio de la política el gobierno de Chávez y ahora el de Nicolás Maduro. Rechazamos las acciones de la derecha por ocupar Venezuela y por atacar a su legítimo gobierno y por ello mismo, acompañamos y damos la palabra a quienes con seriedad y en justicia, reclaman coherencia con esta palabra y acción por parte del gobierno o señalan incoherencias que solamente pueden servirle a los intereses imperiales y hacerle daño a los pueblos y al proyecto Bolivariano popular. Resulta evidente y obvio, ahora como siempre, que hacer silencio frente a incoherencias y abusos porque provengan del gobierno bolivariano (o de cualquier gobierno u organización por progresista o revolucionario que sea), no le ayuda ni a los pueblos ni al gobierno. La respuesta no puede ser seguir censurando a quienes exigen justicia y señalan abusos a nombre de los esfuerzos del gobierno por los pueblos. Muy al contrario, donde quiera que se cometan errores y abusos, al señalarlos, estamos defendiendo un proceso que es de los pueblos y para que lo sea.
La respuesta que esperamos del gobierno y de quienes luchan por los pueblos contra el imperio es escuchar estas voces, evaluar y reconocer ante evidencias claras y con seriedad lo que allí se denuncia sin negarlo de ante mano y en principio para evitar que una situación grave empeore ante la negativa de reconocerla. De ello depende el triunfo de la revolución. Con esta actitud de encubrir y silenciar como una forma de apoyar al gobierno, se le ayuda al imperio y no se defienden los logros del mismo sino que se sacrifican por defender con ahínco sus desaciertos para que el imperio saque ventajas. Es hora (siempre es hora) de reconocer y superar contradicciones y faltas para no ayudarle a los escuálidos y a la derecha. El silencio de los pueblos y el señalamiento y persecución a quienes señalan abusos y los resisten, nunca le ha ayudado a las luchas revolucionarias y ha sido si más destructivo y eficaz enemigo.
(James), La invitación que hacemos al difundir la carta y los testimonios que nos llegan de primera mano y de comunidades y personas que conocemos y reconocemos como luchadores populares en resistencia contra el Capital y la conquista, es a responder a la Carta Abierta de los Wayuu con solidaridad, con respeto y con hechos. No a negarlos y silenciarlos señalándolos y con ellos a quienes les escuchamos. Esto es actuar tal como lo ha hecho el opresor contra los pueblos. Si algo representa como esperanza y camino la lucha popular Venezolana es que por fin se comprometió a darle la palabra y a respetar por encima de toda otra consideración a los pueblos. En estos momentos duros, según lo enseña la historia, no hay mayor coherencia con la lucha popular revolucionaria, que estar con los pueblos y sus mandatos a los que deben servir los gobiernos empezando por mostrar capacidad clara y contundente para corregir el rumbo desde los mandatos populares. Por eso reproducimos la Carta Abierta de los Wayuu y nos adherimos a la lucha por las autonomías y la justicia soberanas, contra el Capital, venga de donde venga. Así como se la negamos de manera critica, franca y abierta a los escuálidos, la exigimos para los pueblos y, en este caso, para el pueblo Wayuu. Es por la revolución, no contra ella. Estamos firmemente del lado de quienes la defendemos y resistimos a quienes la atacan y distorsionan en palabra y acción. Rechazamos con firmeza a quienes nos señalan como enemigos de la revolución y del pueblo. Nada hay más falso que estos señalamientos.
Una vez aclarada de esta manera nuestra posición y el sentido ético en favor de la revolución y de los pueblos en Venezuela y su lucha, en consecuencia con ello, sería absurdo suplantar a los Wayuu y hablar en su nombre. Ellas y ellos hablaron. Es su testimonio y palabra a la que le hemos dado espacio. Por eso mismo, asumiendo nuestra responsabilidad pero sin hablar en su nombre ni en su representación, lo que obedecería a una delegación de responsabilidades que no nos han dado, son ellas y ellos quienes deben responder en lo sustancial a este tipo de comentarios, pues, en últimas, no se trata de un debate por encima y por fuera de lo que están viviendo, sino de una defensa de su vida y de su cultura ante una amenaza y ocupación de su territorio. La respuesta la dan los pueblos y los hechos, como en todo proceso revolucionario verdadero y no vanguardias y dirigencias a nombre de estos. Dejamos la palabra a los Wayuu y a los hechos.
Sinceramente,
Pueblos en Camino, marzo 26 del 2014
“Es difícil hablar desde nuestra dignidad
sin que les moleste”
José Ángel Quintero Weir
ACEINLUZ y Wainjirawua
Hermano y todos los demás de Pueblos en Camino.
Saludos
La verdad, las palabras del señor James Larrea nos han hecho pensar mucho sobre nuestro futuro. Las leímos, las pensamos, las conversamos y concluimos que, definitivamente, el pensamiento colonial es muy profundo en la sangre y huesos de los no indígenas.
No podemos con eso. Es difícil para nosotros hablar desde nuestra dignidad sin que les moleste, pues, aún los más solidarios siempre esperan que hablemos bajando la cabeza, pues, si así no lo hacemos, nos convertimos en algo peor, tal como lo sugiere su compañero James.
La verdad, ustedes lo saben muy bien, no son ustedes nuestra «caja de resonancia», sólo han sido nuestros solidarios y, por eso, tienen nuestro emparejado respeto. En este sentido, queremos hacerle saber al señor James que su grupo nada tiene que ver con nosotros salvo desde su solidaridad. Decimos esto porque no sabemos hasta donde llega el poder de este señor y no queremos que por solidarizarse con nosotros se conviertan ustedes en objetivo de no sabemos qué.
Le decimos al señor James que somos una organización intercultural conformada por indígenas wayuu, añuu, barí, mestizos y criollos dedicados a una educación autónoma y propia. Que tal organización es públicamente representada por mí: José Angel Quintero Weir, que no soy clandestino, que vivo en la ciudad de Maracaibo, la Laguna de Sinamaica y la región del río Socuy. Que todos los órganos de inteligencia saben de mi procedencia pues, durante la cuarta república estuve preso tres veces, que no tiene que inventar ninguna historia para justificar mi rebeldía, pues, no soy ni de izquierda ni de derecha, que no soy revolucionario pues solo somos indios en rebeldía, yo soy rebelde, por lo que me puede delatar, denunciar, acosar, perseguir, apresar y hasta matar, pues, nada de eso impedirá nuestra rebeldía, muy por el contrario.
Toda la respuesta que tu mismo le diste, la asumimos como nuestra respuesta. Si quiere mas, pues que se lance a nuestra persecución tal como, de acuerdo al tono de sus palabras, parece que quisiera hacer.
No les escribiremos más. No queremos que los vayan a perseguir a ustedes por nosotros. Sabemos como son las cosas en Colombia, y sabemos a donde conducen palabras de sujetos como este James. Olvídense de nosotros. Nosotros sabemos qué debemos hacer y por lo que estamos dispuestos a morir, y ello no incluye arrastrar a nadie en nuestra muerte. Esto no quiere decir, que pensemos en derrotas, por el contrario, nuestra lucha está en función de, incluso, de convocar al señor James, a que nos ayude a construir otro mundo posible luego de nuestra victoria.
Disculpa hermano, no responderemos correos pero si les enviaremos nuestros mensajes para que los James de Colombia no les vayan a perseguir o maltratar en nuestro nombre, ya con la guerrilla de la «izquierda» o con el ejercito de la derecha (que es donde muchos de estos lenguajes terminan).
Un abrazo
José Angel Quintero Weir, marzo 27 de 2014
Asociación de Consejos Estudiantiles Indígenas de LUZ (ACEINLUZ).
Organización intercultural para la educación autónoma Wainjirawua