«No soy Ignacio Ramonet…soy un pinche Wayuu-añuuu»
Esta es una carta dirigida por un reconocido líder Wayuu, Juan Ángel Quintero Weir, a intelectuales y activistas de izquierda: «…les comunicamos que pueden publicar la carta que, ciertamente, lo escribimos desde el dolor y la impotencia.» ¿Como Así que para defender un gobierno se encubre y se niega un genocidio, además de perseguir a quienes lo denuncian?
«…les comunicamos que pueden publicar la carta que, ciertamente, lo escribimos desde el dolor y la impotencia.» Pero no nos amilanamos. Estamos convocando a un acto para este viernes 21(de febrero de 2014). Allí los wayuu harán sonar la Kacha (tambor) y danzarán en homenaje al padre de todos los wayuu: Juyakai (El Lluvia), eimichi de mmakat (esposo de la tierra) weimmakat (nuestra madre).
Denunciaremos cómo en la Alta Guajira, territorio wayuu, la gente comienza a morir de hambre, o pensar en abandonar definitivamente el territorio para venirse a las ciudades para sobrevivir. Todo por un plan represivo y de control de los alimentos por parte del gobierno.»
Carta Abierta de un Wayuu a Intelectuales de «Izquierda»
Herman@s
Saludos
Les estamos enviando nuestra convocatoria, la del tercero, en torno a la real lucha que en este país en verdad, y, radicalmente está planteada. No la que supuestos intelectuales (muy bien pagados) que callan nuestros asesinatos (van 25 wayuu asesinados por un general enviado, según él públicamente dice, por el mero mero, es decir, por Nicolás Maduro, para acabar con los wayuu contrabandistas, se llama Ramón Romero Bolívar, según nos informan los compañeros en la Guajira es el responsable de por lo menos 25 muertes de wayuu. Hay muchos registros de sus andanzas que pueden sí, ser catalogadas como fascistas y neonazistas).
Con esto no pretendemos justificar nada, sólo establecer el punto de que, por el amor de Dios, no es Ignacio Ramonet el que puede hablar por nosotros; ahora que, si ustedes le creen a él y no a los wayuu, pues, está bien para Ramonet y su cohorte.
Por nuestra parte, organizamos nuestra propia defensa, nuestra propia lucha, porque, ciertamente, están matando a algunos estudiantes que no merecieron morir sólo por ser de la oposición tradicional, si ustedes le creen al gobierno pues justifican el asesinato diario que el mismo gobierno hace con nuestra gente. He allí la contradicción entre el discurso y la acción concreta.
Nosotros no somos parte de esos Intelectuales de América Latina. Nosotros no somos; por mencionar a uno solo, Fernández Retamar, pero dudo que Retamar pueda cuestionar el valor literario de un Reinaldo Arenas, de quien, por muchos años permitió fuera sometido a cualquier tortura hasta que, el Gabo, se dignó a decirle a Fidel que, ya estaba bueno, que liberara a Reinaldo Arenas, porque, el Gabo sabía, Reinaldo Arenas ya estaba por morir, y, en efecto, meses después de su liberación, murió en Nueva York. Reinaldo Arenas fue condenado por el gobierno cubano solamente por homosexual, pues Fidel se siente no marica y odia a las maricas, por eso ordenó guetos para maricas como Reinaldo Arenas.
Hoy, el General Ramón Romero Bolívar (tenía que apellidarse Bolívar) ha llegado al territorio wayuu para asesinarnos, pero ante las protestas de los estudiantes de las universidades nacionales, no privadas, el gobierno a través de esos intelectuales convierten todo en un «plan imperialista de golpe de Estado», pero, al tiempo que la supuesta organización de intelectuales pide la firma en respaldo a Maduro para detener la supuesta agresión imperialista, el mismo Maduro firma el mimo día la cesión de derechos de propiedad para explotación petrolera a la Repsol (transnacional imperialista) derechos sobre territorios indígenas en el Estado Bolívar donde deberán ser expulsados los pemones y ye’kuanas.
Con su firma, seguramente, ustedes seguirán siendo considerados por los representantes del Estado-gobierno venezolano como «gente de «izquierda». Les felicitamos por eso. De seguro Ignacio Ramonet les seguirá publicando sin la manipulación y tergiversación de mi palabra a la que fui sometido meses atrás por Le Monde Diplomatique. Pero no tienen por qué creerme, pues, a fin de cuentas, yo no soy Ignacio Ramonet, mucho menos Regis Debray, no tengo vinculaciones con Atilio Borón (cosa que detestaría), y mucho menos con Fidel Castro. Soy un pinche wayuu-añuuu recuperado para su familia, esto es, un indio que andaba perdido y que recuperó su camino.
Hoy nadie sabe en Venezuela quien es Nicolás Maduro, nadie sabe si es colombiano o venezolano pero todos pueden decir que yo no soy venezolano porque soy indio y Nicolás Maduro es más venezolano que yo porque quien lo apoya es Ignacio Ramonet y los intelectuales de izquierda financiados por el Estado-gobierno venezolano con el dinero que extraen de los territorios indígenas.
Así todos se sienten bien espiritualmente, pues, mientras firman a favor del Estado-gobierno supuestamente amenazado por el imperialismo norteamericano, el mismo gobierno firma el acuerdo con la transnacional Repsol y con los chinos la explotación de los territorios indígenas.
Para América Latina, la gran difusora de estas firmas en favor del gobierno venezolano es Ana Esther Ceceña. Esta señora nunca quiso firmar ningún apoyo a la defensa de Sabino Romero, de hecho, más de una vez la invitamos a que acompañara nuestra lucha junto a Sabino, pero ella nada tiene que ver con las comunidades pero sí con los Estados-gobiernos de los que, no sabemos, pero sí que pueden financiar proyectos de «estudio» para producir «teorías» que justifican «nuestra desaparición socialista» como pueblos.
En Lima, antes del asesinato de Sabino, yo: José Angel Quintero Weir (así lo digo y lo certifico), asistí a ese evento en función de regresar con un documento de apoyo a Sabino que, en ese evento denunciamos iba a ser asesinado. El señor Emilio Taddei, secretario y beneficiario de Atilio Borón, se opuso al texto que presentamos. Nosotros, como lo que queríamos era un consenso total y las firmas de todos, concedimos en cambiar el texto. El mismo se lo presentamos a Aníbal Quijano, sólo que Aníbal, en ese momento, parecía estar interesado en otro propósito y, como yo me presenté sin invitación a una reunión en la que él no me esperaba (esto quiero pensar), pues él se negó rotundamente a firmar el apoyo a Sabino porque el texto no declaraba lo que yo había dicho en la conferencia.
En fin, nadie firmó el acuerdo. Menos de un mes después, el gobierno mató a Sabino.
Saquen sus cuentas. No voy a seguir tratando de explicar, pues bien inteligentes que son todos ustedes. Lo único que sé es que, a la hora de la lucha, ya me lo dijo Raúl Zibechi, nada se trata de apoyos internacionales (ya lo hemos comprobado), sino de la capacidad de cada pueblo de ejercer su autonomía.
Les juro por Dios, que en eso andamos. Firmen y apoyen lo que quieran. Salven hoy su «reputación» pero no olviden que van 25 wayuu asesinados por este gobierno y de los que Ana Esther Ceceña no les ha hablado porque, además, no le interesan.
Nosotros, el tercero en disputa, no les invitamos a firmar nada, sino a que nos acompañen a construir nuestra autonomía. No tenemos dinero para pagarles pasajes y estancias en hoteles del gobierno. Sólo les podemos garantizar que:
1) Serán Odiados por Ignacio Ramonet y, por tanto, dudarán de publicar sus escritos en Le Monde Diplomatique;
2) Sólo nosotros podemos garantizar su seguridad física. Esto, si ustedes en verdad nos vienen a visitar se lo podemos garantizar porque el gobierno tiene sus paramilitares en Caracas, pero aquí, en La Guajira esos tipos se tienen que bajar los pantalones, incluyendo a sus generales, ante nosotros, pues, nunca ningún wayuu fue doblegado por ningún europeo hasta que nosotros, por nuestra cuenta, decidimos negociar la paz con ellos.
En fin, no podemos decirles, mucho menos ordenarles, que no firmen un documento a favor de Maduro. Ustedes pueden hacer lo que les venga en su santa gana, especialmente, si eso satisface la mera justificación de su existencia. Pero, lo que sí queremos exigir es que para justificar políticamente esa firma NO NOS USEN A NOSOTROS PORQUE, HOY POR HOY, EL GOBIERNO DE MADURO NOS ESTÁ MATANDO Y ES AL QUE NOSOTROS, SIN SUS FIRMAS NI SUS RESPETUOSAS INVESTIDURAS INTELECTUALES, ESTAMOS ENFRENTANDO SOLO CON NUESTRAS VIDAS.
Entendimos lo que Raúl Zibechi nos dijo y lo estamos aplicando: NUESTRA LUCHA ES NUESTRA Y DE NADA VALEN LOS APOYOS INTERNACIONALES, PUES, (ENTENDIMOS) A FIN DE CUENTAS, EN LA BATALLA POR NUESTRO TERRITORIO SÓLO NOSOTROS MORIREMOS, LOS DEMÁS, SEGUIRÁN SIENDO INVITADOS COMO INTELECTUALES O PREMIADOS CON NUESTRA SANGRE HASTA QUE SE MUERAN.
UN ABRAZOTOTOTE
José Angel Quintero Weir
Indígena Wayuu