‘No nos engañemos: enfrentarse al fascismo es tarea del movimiento popular de izquierdas’
Hablamos con Evgenia Mijalopulu, activista griega, del auge del fascismo en este país mediterráneo.La cuestión de enfrentarse a AD y al fascismo es tarea del movimiento popular de izquierdas, y no debemos dejarla en manos de cualquier Gobierno. Aquí en Grecia y en toda Europa. Debemos darnos cuenta de que si no nos organizamos para cambiar la sociedad, el fascismo, el nazismo y la oscuridad nos esperaran en cualquier rincón, a la vuelta de la esquina, aún en los escondidos rincones de nuestro propio ser. Porque el “huevo de la serpiente” se alimenta de la desesperanza. La historia lo demuestra y debemos aprender. No es únicamente Grecia. Es el desafío que enfrentamos los pueblos en el mundo entero. Nos convoca a resistir algo mucho peor que el fascismo y teje extractivismo, especulación financiera, recomposición del capital global y la mafiosidad con el terror y el despojo. Tarde ya, pero la resistencia popular debe entender todo esto»
¿Cómo ha sido la evolución de la extrema derecha griega desde el fin de la II Guerra Mundial?
La extrema derecha protagonizó la vida política griega durante más de cincuenta años, hasta 1974. El papel que jugó colaborando con los nazis durante la ocupación alemana, y luego en la guerra civil con la derecha parlamentaria contra el “peligro comunista”, era el de catalizador. Durante los años de la guerra civil se organiza masivamente en los llamados “batallones de seguridad”, que aterrorizan a la población, funcionando en connivencia con el Ejército. Es por entonces que echa raíces profundas en los mecanismos e instituciones estatales. Tras la guerra civil, en los primeros sesenta, la fuerza electoral de la izquierda sube, y la derecha institucional se basa otra vez en los mecanismos paraestatales que siguen controlados por la extrema derecha. Y así llegamos al golpe de Estado de 1967 y la dictadura. Pero tras la dictadura su fuerza se debilita, su influencia en la sociedad es prácticamente nula y apenas quedan unos grupos marginados e invisibles como Amanecer Dorado, que se funda en 1980, se organiza durante dos décadas en el modelo de los “batallones de asalto”, hace su aparición pública en los noventa con pequeños actos de calle contra Macedonia, Turquía y los emigrantes, hasta establecerse en la vida política en 2012, cuando entra al Parlamento con el 6,9% de representación.
¿Qué imagen tiene el griego medio de Amanecer Dorado?
El griego medio es antifascista. La memoria del pueblo con lo sufrido por los nazis y el fascismo sigue viva en Grecia. Hace unos días, en el periódico español Público había un artículo con el título ¿Por qué los griegos votan a favor de los nazis? Pero es una pregunta falsa o totalmente equivocada, pues en su discurso público AD no se presenta como nazi o fascista. Aun ahora, despues de todos los símbolos nazis descubiertos en sus oficinas y casas, niegan serlo, pues saben que muy pocos les seguirían si se presentaran como tales. Siempre a nivel público se presentan como defensores de la nación contra el enemigo exterior, como defensores de los griegos contra los emigrantes y como los únicos “puros” contra la corrupción del sistema politico. Tres “causas” que encuentran buen oído y aceptación en parte de la sociedad, por lo siguiente: el racismo se cultiva en las dos últimas décadas por todos los Gobiernos griegos. El nacionalismo, aún por una parte de la izquierda. Y la corrupción de la “democracia” representativa y del sistema político es más que evidente. En este escenario, donde además muchos griegos se sienten como animales de un experimento de Alemania por sus exclusivos intereses, donde el desempleo ha alcanzado el 28% (del 7,6% en 2008), donde están “encarcelados” en Grecia —por las políticas migratorias de la UE— 1.400.000 emigrantes sin trabajo, donde es un “secreto a voces” que las familias políticas de cualquier signo se han enriquecido robando dinero público… Por tanto, la imagen que vende AD ha encontrado un suelo fértil, pues la mayoría de sus votantes y seguidores no lo tenían por un partido fascista o nazi.
¿Es AD el primer movimiento importante de estas características?
Sí, lo es… En las elecciones de 2009 aparece un partido de extrema derecha, LAOS, que logra entrar en el Parlamento. Pero no se trata de un grupo militarizado como AD, sino de un partido politico nacionalista y religioso, con ideología confusa, que ya en el Parlamento deja poco a poco su discurso radical, entra en un life-style y hasta llega a participar en el Gobierno tecnócrata de 2011 junto con PASOK y Nueva Democracia. En aquellas elecciones AD solo consigue el 0,29% de representación. Y aquí debemos preguntarnos por los motivos que permitieron el lanzamiento de un movimiento como éste, por décadas marginado y que solo ocupaba los noticieros circunstancialmente, si salían a la luz las actividades criminales de algunos de sus miembros. Entonces: ¿cómo se transforma en apenas unos meses un partido de tan mínima representatividad en el protagonista del Parlamento que define la agenda política del país? La respuesta obvia es que se alimenta de la crisis, con la pobreza y desesperanza que generan las políticas de austeridad. Sí, pero también por la impunidad y protección absoluta que le ofrecían el Estado, la Policía, la Justicia y los medios de comunicación.
¿Ha habido siempre colaboración entre la Policía griega y la extrema derecha o es un fenómeno reciente?
Desde siempre. La primera aparición pública en la calle de AD fue en 1992 con una manifestación contra Macedonia. Aquel día los fascistas de AD intentaron incendiar la casa ocupada “Lelas Karagiani” e invadieron la Universidad Económica, donde había estudiantes antinacionalistas, mandando a dos de ellos al hospital. Tras las denuncias de los vecinos detuvieron a 9 miembros de AD con todo su “armamento de guerra” (molotovs, bates de madera, puños de hierro, etc.), pero saliendo libres en apenas una hora, sin ni siquiera quedar sus nombres y datos registrados por la Policía. En 1998, tres miembros de AD, con el entonces sub-líder de la organización nazi —conocido como Periandros— entre ellos, atacan a tres jóvenes estudiantes sindicalistas. En este caso con vídeos y pruebas que no dejaban la más pequeña duda sobre los responsables, dejando a uno de esos jóvenes casi muerto y hospitalizado por meses. Sin embargo, Periandros “desaparece” y queda “escondido” en Grecia, sin ser detenido en 7 años. Un documento oficial de Asuntos Interiores de la Policía asegura que su detención es imposible por la protección que le ofrecen “oficiales superiores”.
Hablar de las conexiones de la Policía con AD necesitaría más que un libro. Los testimonios y documentos son innumerables. Los videos que muestran a miembros de AD atacando a manifestantes en plena colaboración con los antidisturbios, saliendo de sus propias filas para agredir a griegos o emigrantes, también son incontables y están en Internet desde hace muchos años. Lo que ahora sale a la luz tras el asesinato de Pavlos Fyssas, aunque siempre se supo y era fácilmente constatable, es que son los Gobiernos, la Justicia y los medios de comunicación quienes lo escondían o cerraban los ojos. Como igual se sabía que el comandante de la comisaría de Agios Panteleimonas o el de Omonia (ambos detenidos por sus relaciones con AD tras el asesinato de Pavlos) habían transformado las sedes policiales en oficinas de AD, que en sus sótanos y con miembros de AD torturaban a emigrantes, que indicaban los apartamentos donde vivían emigrantes a los de AD, pisos que éstos marcaban con una cruz negra para saber dónde atacar después… Pero ante tan escandalosas evidencias, el silencio de los medios masivos de comunicación y de la Justicia era estruendoso. Como así la impunidad facilitada y manifiesta complicidad de los Gobiernos de turno.
Para entender lo anterior requiere explicarse: AD, desde su fundación, mantiene vínculos estrechos con lo que en Grecia llamamos “Estado profundo”, esto es, unos mecanismos establecidos por la extrema derecha durante la guerra civil que sobrevivieron por décadas en el interior de instituciones como el Ejército, la Policía, la Justicia y la Iglesia. Ningún Gobierno después de la dictatura ha tocado al núcleo de ese “Estado profundo”. Tal núcleo, que mantiene su fuerza intacta y todavía mueve hilos dentro de dichas instituciones, se identifica ideológicamente con el núcleo duro de AD. Es relevante lo que sale a la luz pública tras el asesinato de Pavlos: los Servicios Secretos de Inteligencia tenían en sus manos documentación sobre la actividad criminal de AD, su estructura paramilitar, la implicación de oficiales de la Policía y el Ejército en la capacitación militar de sus miembros, la financiación del grupo nazi por empresarios y armadores… Documentos ya entregados desde febrero de 2012 a las autoridades, pero que sin embargo, todo ello junto con 32 expedientes relacionados con 10 casos de homicidios e intentos de homicidio y 264 ataques verificados de AD, estaban bien archivados e intactos en el Ministerio de Seguridad Pública o en las oficinas de jueces y fiscales.
Ahora se realizan detenciones de algunos policías y militares, pero es fácil imaginar y entender que cuando más de la mitad de los policías griegos y un alto porcentaje de los militares votaron a favor de AD (en Grecia la Policía y los militares votan en aulas especiales, así que están todos los datos), la infiltración de AD en tales estamentos es muy profunda, y el problema, por tanto, va mucho más allá de esas detenciones efectuadas de unos pocos.
¿El reciente asesinato ha supuesto un salto cualitativo en la actividad violenta de la extrema derecha griega o había ya precedentes?
Creo que ese salto se da a raíz de la revuelta juvenil de diciembre de 2008. Hasta entonces AD era un grupo peligroso por su ideología y estructura militarizada, pero en cualquier caso marginado en la sociedad. Tras aquello, con plazas y espacios públicos ocupados durante meses, es cuando empiezan las apariciones frecuentes de esta organización nazi en varios barrios bajo el falso nombre de “Comisiones de Vecinos”, colaborando con la Policía en la recuperación de calles, plazas, edificios y hasta manzanas enteras donde había penetrado la mentalidad de la revuelta. Su objetivo ya no solo son los emigrantes, sino también para reprimir y aterrorizar a más amplios sectores de la sociedad que no consideran lo bastante obedientes y sumisos. Por entonces AD intenta crear un movimiento racista en barrios del centro de Atenas, consiguiéndolo a su vez en algunos de la periferia, los barrios pobres, los primeros y más atacados por la crisis. Sin duda, el racismo cultivado por los Gobiernos durante años, junto a los problemas reales de pobreza que provocaron las políticas de austeridad, dieron sus frutos.
Entre tanto, al Gobierno y a los dos grandes partidos griegos les viene muy bien dejar correr la impresión de que el problema para la “salvación” del país son los emigrantes y demás “enemigos de la nación”: quienes se oponían al “rescate”. Y los medios de comunicación se encargan de jugar su sucio papel: dando paso y palabra a AD, les presentan como defensores de los griegos que sufren por la criminalidad de los emigrantes, a la vez que malmeten contra quienes los defiendan, que son los mismos que se resisten a las políticas impuestas por la Troika. Así pues, poco a poco AD consigue su “imagen” como defensor de los pobres griegos. Los reportajes de cómo ayuda a viejitos y viejitas van y vienen. Hasta llegar a las elecciones municipales de 2010, donde consigue un 5,6% de representación en el municipio de Atenas. De ahí en adelante, aprovechándose de toda la publicidad que le regalan, empieza a enfocar su discurso más oficial y público contra la corrupción de los políticos, alcanzando en las elecciones generales de junio 2012 el 6,9% de representatividad, tras lo cual ya se descubren del todo como lo que en realidad son: ataques a locales de izquierda y anarquistas, pogromos en el centro, ataques a emigrantes en los mercados populares semanales, invasiones en los hospitales para echar a enfermeras emigrantes, desfiles en el centro de ciudades, provocaciones y amenazas directas en el Parlamento, bofetadas e insultos a diputadas de la izquierda, ataque mortal a miembros del Partido Comunista y al menos dos asesinatos de emigrantes. Y en cada acto, los medios de comunicación les regalan publicidad, la Justicia es literalmente ciega, la Policía les cubre y el Gobierno lo utiliza desarrollando la teoría de “los dos extremos violentos” (AD e izquierda radical), en cuanto a que cada cual por sus intereses quiere conducir y hundir al país en el caos. De ahí al asesinato de Pavlos Fyssas es muy poca la distancia. AD se siente cada vez mas fuerte y sus miembros creen que, hagan lo que hagan, seguirán impunes. A mi juicio, sobrevalorando sus fuerzas y sin calcular bien la reacción del pueblo griego ante tal asesinato; quizás al creer que todo se taparía de nuevo, como era lógico que pensaran ante tanta protección que venían disfrutando. Sin embargo, tras ese asesinato, el hecho es que todos temían encontrarse con otra revuelta como la de 2008, por lo que el Gobierno se ve obligado a reaccionar y así empieza a deshilvanarse toda esta trama de fascistas y complicidades. Lo que ello va revelando es escalofriante.
¿Cuál es la situación de todo esto a día de hoy? ¿Cómo es previsible que evolucione?
A fecha de hoy están en la cárcel veintidós miembros de AD, entre ellos su líder, parte de su dirección política y algunos de sus diputados, en tanto el resto siguen en el Parlamento defendiendo sus ideas y organizando su defensa y reaparición. Otros miembros del núcleo duro se han convertido en “testigos bajo protección” y dan testimonios escalofriantes de las actividades, capacitación, organización y estructura de AD. La financiación estatal se ha cortado. Las investigaciones de los jueces instructores siguen, y hasta el momento se han encontrado tres puestos en Ática con cuatro mil armas de fuego. Se investigan las relaciones de AD con más empresarios y con las organizaciones hermanas en toda Europa. Parece que hay una red fuerte entre partidos y grupos fascistas y nazis europeos. Los sondeos muestran una caída importante del 14% de representación que AD había alcanzado antes del asesinato de Pavlos.
Todo esto es muy importante. Pero para atajar de raíz a una “criatura” como AD se necesita voluntad política. Y aquí, no nos engañemos, no se cuenta con un Gobierno antifascista. Las condiciones y motivos que alimentaron a AD siguen vigentes: el “Estado profundo” sigue intacto, la pobreza que generan los memorándum va en aumento, el sistema político cada vez es más corrupto vendiendo a todo el país muy barato y enriqueciéndose ellos, el mismo primer ministro nombra a los emigrantes en el exterior e interior como el problema más grande de Grecia, una buena parte de los diputados de la derecha sigue flirteando con AD, los medios de comunicación y el Gobierno entero han regresado a su teoría de los “dos extremos violentos”. En Grecia y estos tiempos, quien se mueve y se resiste es tachado de ilegal y echado a la misma canasta con AD.
No, que no nos engañemos. La cuestión de enfrentarse a AD y al fascismo es tarea del movimiento popular de izquierdas, y no debemos dejarla en manos de cualquier Gobierno. Aquí en Grecia y en toda Europa. Debemos darnos cuenta de que si no nos organizamos para cambiar la sociedad, el fascismo, el nazismo y la oscuridad nos esperaran en cualquier rincón, a la vuelta de la esquina, aún en los escondidos rincones de nuestro propio ser. Porque el “huevo de la serpiente” se alimenta de la desesperanza. La historia lo demuestra y debemos aprender.
Autor y Fuente: Periódico Madrid 15M