Derrotado el mal gobierno ataca la caravana de Marichuy y fabrica otra «verdad histórica»

23 enero, 2018 Legerin 0 comentarios Capitalismo, Carteles, CNI, Estado Mexicano, EZLN, Mafiosidad, Marichuy, Michoacán, Terror

El Estado Mexicano planificó y ejecutó un ataque intimidatorio, una amenaza abierta contra la campaña de y desde los pueblos por la vida, que desde octubre de 2016 promovió el Congreso Nacional Indígena (CNI), a través del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) en representación de barrios, pueblos y territorios, con la vocería de Marichuy, María de Jesús Patricio. Los hechos los describe el CNI-CIG en este comunicado que compartimos. Pero, mientras investigan y esclarecen sabemos que fue el Estado que ahora, no sólo niega el ataque sino que procede a acusar a sus víctimas de haberlo inventado. No nos referimos solamente a las instituciones capturadas y al servicio del capital repugnante, corrupto, ladrón, asesino que gobierna México, que se sirve de estas instituciones para someter, despojar, mentir y acumular. Nos referimos al Estado Mexicano, a toda esa relación que abusa, desprecia, roba, destruye y, sobre todo, para poder servir a la acumulación exprimiendo tierra y trabajo, intimida, desaparece y asesina. El Estado mexicano cumple rigurosamente con este macabro y perverso oficio, por más almidonados y perfumados que aparezcan los altos funcionarios y por más que maquillen la maloliente podredumbre que destilan. Los carteles, el narcotráfico, los paramilitares, las fuerzas armadas, la policía, la procuraduría, en fin, las fuerzas legales e ilegales son maquinarias de terror al servicio de un orden criminal. En otras palabras, el estado mexicano es crimen organizado; claro, lo es el Capital transnacional, con brazos legales e ilegales coordinados y articulados. El Estado de Michoacán es, en su mayoría, territorio de ese nuevo orden global de la mafiosidad y el terror. Un experimento consolidado de la economía capitalista cuyo eje central para la acumulación es justamente la mafiosidad. Hay islas de libertad y rebeldía como Santa María Ostula, como Cherán y Nurío y han pagado caro su osadía, su valor, su dignidad. En un recorrido de campaña entre estos espacios de rebeldía y libertad, el estado mexicano asalta la caravana y transmite su mensaje de amenaza. El ataque no termina. Como en la noche de Iguala y en cada uno de los actos criminales de esta mafiosidad-estado, el libreto ahora aparece en los medios que señalan a los carteles como si fueran el otro, el misterioso, inalcanzable y omnipresente enemigo. Señalan ya, la verdad histórica adornándola de modo que aparezca Marichuy y su campaña como una derrotada en sus últimos suspiros de fracaso. Aprovechan su acto para señalar que es una pelea ajena entre derrotados por las sagradas y consolidadas instituciones y por el poder. Toda esta farsa y ataque para exhibir su derrota ante la dignidad. Esta campaña que Marichuy vocea, les expone en su mezquina pequeñez. No les queda nada más que el terror y la máscara para seguir robando y matando. La verdad de su derrota los obliga al terror y nos convoca a señalarlos y a apoyar con Marichuy al éxito rotundo de una estrategia del CNI, a partir de una propuesta del EZLN debatida y aprobada en el plenario del V Congreso y consultada luego en todo México. Campaña, desde abajo, que no busca poner una Presidente, sino movilizar una agenda desde abajo que, justamente, ponga en su lugar, el basurero al que pertenecen, quienes ordenan estos ataques, los orquestan y ejecutan. Es el capitalismo. Es el sonido de su mundo derrumbándose. Allá y en el mundo les decimos: mientan , encubran, pronuncien sus verdades históricas, acá sabemos que fueron ustedes, pequeños infelices, servidores de oficio del estado, fue el capital…y, reducido a la mentira y al terror, qué poco queda de su mentida e infame gloria. La campaña de los pueblos que se levanta en la palabra de Marichuy ya derrotó a quienes la amenazan. Lo demuestra contundente la necesidad que tienen los cobardes de atacarla. ¿Dónde Estamos? En tiempo real. Pueblos en Camino.

Comunicado sobre las agresiones a la caravana del CIG

A los medios de comunicación,

A la sociedad civil nacional e internacional.

El día de hoy por la mañana la caravana del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y su vocera María de Jesús Patricio se encontró con la Comunidad Nahua de Santa María Ostula en territorio recuperado de las manos del crimen organizado, quien saqueaba las maderas preciosas y minerales dentro del territorio indígena. Durante el festivo y multitudinario encuentro nos dimos cuenta de que Ostula es una comunidad libre, segura, donde la policía comunitaria cuida al pueblo, creciendo la resistencia en contra del despojo capitalista.

Cuando la caravana se dirigía a Paracho, habiendo salido apenas de los límites del municipio de Tepalcatepec, ya fuera del territorio bajo resguardo de la Guardia Comunal de Ostula y los grupos de Autodefensa que se articulan con ella, el último vehículo de la caravana, donde se transportaban los periodistas independientes Daliri Oropeza, Aldabi Olvera, Cristian Rodríguez, mismos que han cubierto desde un inicio el recorrido del CIG y su vocera, fue interceptado y arrinconado por una camioneta HONDA CR-V gris, en la cual viajaban cinco sujetos que portaban armas de alto calibre. Estos hombres obligaron a los compañeros Aldabi Olvera y Cristian Rodríguez a descender, los amenazaron y los obligaron a entregar sus cámaras y teléfonos celulares únicamente.

Denunciamos que se realiza este cobarde ataque en un territorio controlado por el crimen organizado, en el contexto de una guerra capitalista generalizada en el estado de Michoacán y en varios estados del territorio nacional en complicidad con el mal gobierno. Sabemos que la intención del crimen organizado en contubernio con el gobierno es crear un clima de miedo y terror.

Ante estas agresiones hacemos responsables del ataque a los tres niveles de gobierno, al federal representado por Enrique Peña Nieto, al estatal representado por Silvano Aureoles Conejo, y al Municipal, así como las posibles agresiones que puedan sufrir las comunidades y pueblos del CNI, la Caravana del CIG, y periodistas que dan cobertura al caminar del CIG, debido a que durante el recorrido por las comunidades de los pueblos originarios nos hemos cimbrado al escuchar los dolores causados por el crimen organizado en contubernio con los malos gobiernos.

Reconocemos la labor que las y los periodistas independientes realizan, sobre todo quienes acompañan la caravana, ya que han sido fundamentales para visibilizar nuestro caminar y nuestros dolores. Sabemos bien que ejercer el periodismo en México es un trabajo de alto riesgo y que 40 periodistas han sido asesinados en nuestro país en el sexenio de Peña Nieto. Como Congreso Nacional Indígena nos indigna esta guerra contra la palabra, herramienta fundamental para la organización de los pueblos. Nos solidarizamos con los y las compañeras que realizan su oficio y defienden las libertades de expresión y prensa.

En esta construcción que busca el CIG, vamos juntos de la mano con las personas que extienden la palabra de los Pueblos indígenas en resistencia de manera honesta.

Comunidad Purépecha de Paracho, Michoacán, 21 de enero de 2018.

Nunca más un México sin nosotros

CONGRESO NACIONAL INDÍGENA

CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO

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