Desde Venezuela, el desafío de Comunizar en el Caos. Nuestro diálogo desde nuestro hacer

Para el 16 de septiembre de 2017, a partir de una convocatoria abierta titulada «Venezuela: Comunizar en el caos, encontrar juntos la clave: Encuentro por las autonomías, territorios y dignidades«, que se hizo pública el 4 de septiembre, redactada por Emiliano Terán Mantovani, nos citamos. Empezaba la convocatoria diciendo: “En Venezuela, todos los territorios y ámbitos de la vida cotidiana están en disputa. Una disputa cada vez más violenta. Por eso hay una pregunta que resuena cada vez con más fuerza ¿Cuál es el horizonte, la estrategia, cuando la guerra y el estado de excepción van avanzando como régimen biopolítico para la acumulación de capital? ¿Por dónde avanzar? ¿Por dónde continuar, o tal vez, por dónde volver a empezar?”.

Acá compartimos textos y audios de ese encuentro que se inició con las provocaciones de Emiliano Terán Mantovani y Juan Carlos la Rosa Velazco. La Venezuela negada, los territorios y pueblos destinados al olvido, se asoman en estas provocaciones y se esbozan a sí mismos con firmeza y humildad. No es la Venezuela destinada al olvido y por ello reducida a esquemas de un guión diseñado para la confrontación de dos bandos, la simplificación y reducción de un pueblo al servicio de versiones limitadas, ni la reiteración de un horizonte político empobrecido al servicio de la disputa por el poder y por un territorio limitado al premio de la renta extractivista, tradicionalmente petrolera. Acá se levanta con su historia y memoria, exigiéndonos re-conocerla, una Venezuela otra, tejida sin fronteras a otros pueblos de Abya Yala y de la Madre Tierra, de y desde tierras y territorios concretos. Una vivencia y memoria que no quiere corresponder con “la versión que de nosotros se espera que demos”, sino que afianza la palabra y acción de procesos y pueblos cuya decisión de estar siendo levanta desde el caos impuesto, la dignidad. Justamente, se propone comunizar el caos. Apropiarse del caos, haciéndolo de los pueblos y desde el hacer, deshacerse de las rupturas que convienen a la acumulación, al despojo y a la guerra del capital contra los pueblos, venga de donde venga. Deshacerse de las rupturas de ellos para plantear esa otra ruptura desde el tiempo pleno de las y los negados. Ruptura que es libertaria reiteración de lo que no cabe ni ha cabido nunca en el proyecto del poder, del prestigio, de los ámbitos de los estados y de los territorios del despojo ni del de los otros del sistema que son la parte aceptada y aceptable como oposición que reitera y ratifica el poder y el orden. Acá está la palabra que vive surgiendo y haciendo de tierras y pueblos y que es, según el poder, imposible, absurda. Pero conocerlas tejidas a la acción que las ha parido, señala el absurdo donde de veras está: en el proyecto del despojo, de la arrogancia, del poder que pretende someter a los bandos de la guerra del capitalismo para beneficio y perpetuación de la ganancia a unos pueblos que en medio de ese caos se proponen y nos convocan a hacernos del caos para re-conocernos. No hay respuestas en esto que acá se intercambia sino desafíos. Pero vienen del territorio de los pueblos y se niegan a aceptar lo normatizado, incluyendo fronteras y estados-nación.

Recuperación de finca comprada por la minera caño seco. Irlandesa.

Son desafiantes y duras. Deben serlo mucho más, porque la alegría no es blanda ni suave, sino firme y franca. No es Venezuela, por ejemplo, inevitablemente petróleo, extractivismo y renta. El caos, por la caída en curso de ese mito de grandeza-junto -con los precios del petróleo-, reitera la voz negada como imposible; como la única posible: esos territorios y pueblos son y deben ser más que y a pesar del petróleo y del despojo. Así lo han sabido siempre y en consecuencia, arraigados a la Madre Tierra han nutrido de memoria y sabiduría su lucha y nos reclaman hacer ronda-ciranda-para que el destino no siga siendo sangriento, avaricioso y vacío sino de escuchar y hacer tejidos para la vida y la libertad. No es tomarse el poder ni defender la soberanía nacional el camino de la patria al que hay que subordinarse. Por el contrario, ese llamado es la otra cara de la subordinación; de la indignidad y la resignación a la muerte. A esto, haciendo, nos convocan, porque los territorios de los pueblos, esa Venezuela que no cabe allí dentro, no es como la someten, ni puede seguirlo siendo. De allí brota este torrente de vida. Les invitamos a leer, a escuchar, a compartir, a debatir, a sumarnos a este “comunizar el caos” para que la guerra no siga en Venezuela por el camino de negar la libertad y la lucha de luchas. ¿Dónde Estamos? En tiempo Real. Pueblos en Camino.

Participantes:

 

Emiliano Terán Mantovani – Observatorio de Ecología Política de Venezuela

Juan Carlos La Rosa Velazco, Activista de la Organización Intercultural Wainjirawa. Miembro de la Fuincep (Fundación Indígena para el Desarrollo de la Cultura y la Educación Propia) miembro del CEOCIAAC (Centro de Estudios de Oralidades y Culturas Indígenas y Africanas de América Latina y el Caribe), Venezuela.

Hugo Blanco Galdos, Director del mensuario Lucha Indígena, Lima, Perú.

Ileana Valenzuela, Asesora de ASAPP (asociación de la comunidad Itza) San José Petén, Guatemala.

Óscar Sampayo, Barranqueño, Santandereano del Magdalena Medio, Colombia, integrante del GEAM y de la Corporación Yareguíes.

Vilma Rocío Almendra Quiguanás, Santander de Quilichao, Cauca, Colombia. Pueblos en Camino

Emmanuel Rozental Klinger, Santander de Quilichao, Cauca, Colombia. Pueblos en Camino

Rafael Sandoval, Centro Social Ruptura, Guadalajara, México.

Marcelo Sandoval, Centro Social Ruptura, Guadalajara, México.

Fernando Castañeda, ciudad de Coyhaique, región de Aysén, Patagonia – Chile.

Alejandro Cárdenas Baracaldo migrante Bogotano y libre comunicador. Hace 4 años ha empezado a ser parte y construcción de Yagan Visual Comunicaciones desde la misma región de Aysén, Patagonia, Chile.

René Olvera Salinas, En cortito que’s pa largo/ Pueblos en camino, Querétaro, México.

Lluvia Cervantes, En cortito que’s pa largo/ Pueblos en camino, Querétaro, México.

Beatriz Amor, Argentina…zapatista-abuela-albañil, maestra, activista, vicepresidente de la Apdh de la costa y participante del colectivo Radio libre, comunitaria, alternativa y popular, aunque para mí todo esto es lo de menos.

 

Provocaciones

Introducción:

Primera provocación:

Intervención de Emiliano Terán Montovani

Ver qué está pasando en Venezuela y tratar de usarla como un espejo de lo que está sucediendo en América Latina, con todas sus diferencias pero tratar de ver coincidencias y ver como se sitúa Venezuela en lo que esta ocurriendo, podríamos usar el período para hacerlos mas inteligibles del año 2013 a la actualidad, en el que comenzaron a converger una serie de factores como la muerte de Chávez, el contexto internacional que se vuelve mas tenso con la caída de los precios del petróleo y otra serie de factores. Lo que ocurrió en Venezuela en este período es lo que pudiera haber sucedido si los problemas y dramas que cada quien visualiza en su país se escalaran geométricamente y se volvieran monstruosos o Frankensteinizados.

Así sucedió aquí y se reflejó en la materialidad de nuestras vidas, el colapso de instituciones formales combinado con una afectación bastante dramática de los tejidos sociales en los territorios. Una proliferación y sofisticación de grupos delincuenciales de diverso tipo, una especie de lógica de rapiña y canibalismo que se va extendiendo cómo una espacie de metástasis y la propia economía formal se va deshilachando y se va instalando una economía informal, sin querer reivindicarla, es un signo de lo que va ocurriendo.

El colapso de la economía formal lo que ha fortalecido es a los grupos delincuenciales al contrabando, a la corrupción y canales para que el descontento popular se vaya por ahí. La afectación de los tejidos sociales ha parado las respuestas solidarias cómo podría haber ocurrido y hubo 10 años atrás cuando hubo el paro petrolero en Venezuela y la respuesta fue fantástica en términos de solidaridad, de resistencia y formas alternativas de energía, de esto ahora hay mucho menos.

Llegamos a un punto de inflexión donde no es que aparecen fenómenos nuevos, sino que estos fenómenos se convierten en Frankenstein en todo el país, en todos los territorios y en las economías. Hay que pensar cómo el capital puede querer escenarios de este tipo y capitalizarlos y cooptar el antagonismo o la revuelta y restarle su potencial e imaginario emancipatorio, como es el caso del Caracazo, en el que la revuelta abre el camino para la emancipación. Ahora ésta tiene una doble cara, una cara distópica al estilo Mad Max que debe ser pensada y problematizada. Hay un par de cosas que también quisiera plantear…¿Sólo eran 10 minutos?,

Manuel Rozental: tranquilo puedes usar 20 minutos y si te hace falta un poco más no hay afán.

Emiliano:

La guerra permanente y el imaginario que la oculta

Se comparte mucho una noción de que entramos en una etapa en la cual estos conflictos de alta intensidad, por llamarlos de una forma, o este patrón de beligerancia permanente tiene unas causas materiales que parece que no van a desaparecer. Llegó para quedarse. Podríamos pensar la actual situación no como una coyuntura sino como un proceso permanente en el tiempo. Voy a insistir en una pregunta que se planteó la vez pasada  ¿qué es la guerra y qué entendemos por guerra? Hay un imaginario profundamente instalado de la guerra, no como un acontecimiento sino como algo permanente y cotidiano al penetrar como asunto todos los escenarios de la vida de la gente se confunde con la paz ¿no? La paz se confunde con la guerra y creo que hay que repensárselo porque no lo digo como un tema teórico sino si entramos en un problema de ese tipo, poder problematizarlo y entender que la guerra se encuentra entre nosotros y no necesariamente sea un futuro acontecimiento. Me parece que esto puede ser movilizador o desmovilizador. Por eso creo que eso no es algo solo teórico sino fundamentalmente estratégico. Por eso es que también tiene que pensarse en sus formas discontinuas o las formas flexibles que puede tener, o las formas más diferenciadas situadas. Sobre todo pensárselo territorial y geográficamente,  como se comentó también la vez pasada que nos vimos. Por ejemplo, aquí en Venezuela tenía una especie de territorios de JUEGOS DEL HAMBRE/MAD MAX, y cerca de ahí había una normalidad profunda. Incluso en una misma ciudad puede tener unos barrios en guerra y unos barrios en paz. Yo creo que esas formas discontinuas nos hacen pensar en lo que estamos.

Polémica necesaria: Organizarse para la paz o para la guerra

Creo que hay otro tema entre los comentarios que he leído que considero polémicos y que van a ser parte de nuestra polémica: Algunos concuerdan con la idea de organizarse para la paz, pero entiendo que otros no comparten esa idea y consideran que la vía es otra. Ese problema está planteado aquí (en Venezuela) también, mientras se está pensando en algo parecido y el horizonte que se tiene respecto de esto es un dilema, porque es un cruce de fronteras bastante complejo, sobre todo por la crudeza de la violencia aquí y ahora. La violencia acá es la misma de la de México, Brasil, Colombia, pero aquí se ha masificado a escala nacional y se ha desbordado por completo en el panorama de la geografía venezolana, al parecer, y se ha mezclado con estas formas que están mas presentes en México o países africanos que tienen conflictos por recursos naturales… Creo que esta polémica es importante pensarla: la crudeza del conflicto en Venezuela, sobretodo en su masividad por estar tocando prácticamente todos los cuerpos, todos los sujetos del país, ha generado un shock en la población, y, la tendencia, a mi parecer, en la población, ha sido la de movilizarse para la paz, y no creo que por cobardía porque este es un pueblo bastante valiente… eso hay que leerlo: Porque la población ha decidido hacer jugadas con estrategias para evitar que esa lógica se desborde y esté influyendo tanto la guerra del capital como incluso formas populares de organización.

¿Qué sería comunizar desde el caos desde abajo y desde Venezuela?

Y para ir cerrando: ¿Qué supone comunizar en este contexto? El tema de comunizar desde nuestro propio tejido y nuestras propias particularidades. Permítanme traer un tema importante: Las corrientes autonomistas de pensamiento en general o en su mayoría han visto el caso venezolano como un caso puramente cooptado o desde un modelo exclusivamente estatal. Yo creo que ese ha sido el proceso de arriba. Pero me parece que es una incomprensión de lo que ha sido Venezuela desde abajo, con todas las limitaciones que tiene por supuesto. No lo digo para polemizar sino para ver lo que significa comunizar en las particularidades que tiene el caso venezolano que no son los tejidos bolivianos, guatemaltecos, mexicanos con todavía una profunda raigambre cooperativa, donde todavía se conserva una parte de las tradiciones de tejidos indígenas, campesinos… bueno, Venezuela tiene un caso diferente por razones históricas y contemporáneas. En el caso del desarrollo petrolero venezolano, pero también por el impacto de la revolución Bolivariana en términos de institucionalización. Marcar este proceso desde abajo en los esquemas de la organización desde arriba, ese proceso proceso ha tenido por supuesto sus impactos, pero hay que pensarse esta forma de comunizar también desde lo que tenemos y no necesariamente desde lo que queremos o el deber ser. Debemos plantearlo al revés de lo que tendemos a ver como lo que sería ese deber ser y no un deber ser que se va a llevar desde iluminados o vanguardias para ver cómo se moldea a los de abajo hacia ese deber ser… cierro preguntándonos entonces ¿qué sería para ustedes comunizar desde el caos?

…y el petróleo…¿qué? Nuestro contexto: La violencia desterritorializante y el mito de la riqueza que se derrumban ahora

Manuel Rozental: ¿qué magnitud e influencia tiene el petróleo en el caso venezolano? Lo que mencionas de paso sobre la caída del precio del petróleo y cómo eso ha tenido que ver un poquito con la particularidad tanto desde un punto autonomista como desde los procesos desde arriba de las estructuras institucionales económicas y de todo en toda la sociedad… ¿Eso del petróleo cómo juega aquí ante la pregunta que estás planteando de comunizar desde el caos? Es una pregunta para complementar lo que has dicho.

Petare, símbolo de la Venezuela urbanizada

Emiliano: El caso del petróleo no es sólo de por sí el petróleo. El petróleo, ha sido evidente para nosotros, que se trata de un commodity que incluye mucha violencia; una carga de violencia muy importante por su significado. Pero ha sido como una moneda de dos caras en la medida en que esa violencia se encubre con todo ese mito de la riqueza. Creo que la riqueza ha sido fundacional para la propia industria pero fíjense cómo la industria modeló buena parte de un país sobre ese mito. Permítanme darles un par de referencias: Pienso en el caso del petróleo en Nigeria que ha sido un caso extremadamente violento. El caso de los Ogoni, de la violencia contra este pueblo por el petróleo, ha sido extremo. Pero si quieren verlo no sólo geopolíticamente sino en la forma que ha tomado en Ecuador, no necesariamente ha sido un caso de violencia, pero si ustedes ven los conflictos que tienen que ver con petróleo en Ecuador, son conflictos de más alta intensidad, pero tienen que ver con un desarrollo más tardío del petróleo y sobretodo en la región amazónica. El caso venezolano fue un largo período de asimilación de la población nacional en la zona norte costera que en efecto pacificó las zonas donde hay enclaves petroleros. Fueron zonas que, en términos ambientales, no económicos, en términos del territorio sobretodo, fueron pacificadas por la vía de la distribución de la renta e infraestructura y la promesa futura del desarrollo y la riqueza. No es cualquier cosa, Venezuela fue el máximo exportador de petróleo durante cuarenta años aproximadamente y digamos que tenía una maquinaria de distribución y de construcción del mito económico y de narrativa nacional muy poderosa y logró impactar en los tejidos sociales y en los horizontes y su relación con el territorio fue bastante particular por eso. Te diría que esta forma de poder en Venezuela es una forma que, aunque parezca paradójico decirlo, es una forma desterritorializante porque concentró a la población un 90% en las ciudades –la urbanización en Venezuela fue mucho mucho antes que en el resto de América Latina – y eso fue por supuesto en torno a la distribución de la renta. Aquí había una especie de embriaguez de riqueza o aparente riqueza, parecida a la metáfora de la Matrix; alejados del desierto de lo real en la medida que estamos embriagados por esta idea y eso por supuesto que tiene un impacto en las tradiciones, sobre los pueblos indígenas, sobre el campesino. (El petróleo)Es, en efecto, el contexto. Y cierro diciendo precisamente que todo esto, todo este mito y sus consecuencias, se está viniendo abajo y el impacto de eso es que estamos entrando de nuevo al desierto de lo real.

Los “Consejos Comunales”…y la dinámica de captura institucional

Hugo Blanco Galdos: Quiero saber, que nos cuentes sobre los “Consejos Comunales”

Emiliano: Los consejos comunales surgieron como en el año 2006. Sería injusto decir que todas estas formas de organización en el país fueron completamente cooptadas y que la subjetividad que se nutrió en torno a la propuesta fue simple y llanamente cooptada. Sería restarle capacidad de decisiones y de agenciamiento a la gente. Pero fueron mecanismos muy poderosos para articular experiencias barriales, campesinas y de diverso tipo. Inclusive (y eso Juancho -La Rosa- lo puede explicar mucho mejor) el intento de acotamiento de organizaciones tradicionales indígenas bajo estas modalidades fue en general un poderoso mecanismo de encausamiento local a los objetivos estatales que tenían objetivos principalmente electorales; que tenían objetivos macroeconómicos. En sí tenían objetivos diferentes de organización referida a un partido y el liderazgo del presidente Chavez y por supuesto posponían agendas autónomas y particulares de los territorios porque siempre había año tras año tareas que ponía el estado referidas a lo que te comentaba: macroeconómicas, electorales, partidistas… Yo creo que ahí hay una conclusión y un diagnóstico que pudiésemos llamar corporativo respecto a esta forma, sin por eso decir que no ha habido contradicciones o no ha habido resistencia. Ha habido permanentemente, en el tejido social, resistencia ante estas formas. Mucha gente que se niega a acotarse, se niegan a renunciar al proyecto popular por el cual pactó, por estar todo el tiempo fajado a tareas burocráticas

Reiterando el desafío…¿Comunizar el caos?

Manuel Rozental:

Para ir siguiendo con la conversación y darle la palabra a Juancho La Rosa. Dos cositas para recoger en términos de la provocación; una excelente provocación sin querer quitar ni una letra de las preguntas que nos planteamos:

Una en términos de ese tema de construcción de autonomías tejidas a los territorios como proyectos propios y en particular en Venezuela en relación con el proyecto de riqueza y el petróleo y su influencia en esa intención autonomista/territorial y

Dos, en relación a la construcción de autonomías y comunizar en el caos  y la relación de dependencia con contradicciones y tensiones de la construcción de autonomía: por una parte el petróleo y ese mito de riqueza y por otra parte su relación con el proyecto de revolución bolivariana. Con todo su espectro: de gente que embistió con todo el corazón y sigue defendiendo porque siente que por ahí es el camino para ir construyendo y al otro extremo del espectro de haber sometido procesos autonómicos en construcción al mito de la riqueza y la revolución desde arriba. Es un espectro que tiene toda clase de lecturas pero, justamente, por ahí está el desafío gigante de esto de entender e intentar de hacer desde la la idea de comunizar ese caos cuando entran en crisis conjuntamente la revolución bolivariana y el petróleo; el mito de la riqueza, cuando entra en crisis la institucionalidad. Con todos los ataques desde afuera. Con toda la contradicción desde adentro. Entonces aparece una pregunta social que no es teórica, una pregunta compleja, complicada, tensa, en el contexto de guerra como estado social permanente, como planteó Emiliano, de guerra que permea todos los ámbitos y como devenir social cotidiano y en ese contexto entonces: ¿Cómo –cayéndose el mito y sometidas las autonomías a distintas presiones que no les permiten ser tan autónomas- cómo es todo eso de comunizar en el caos aquí y ahora ante esta dinámica concreta? Estoy dejando la pregunta abierta. No estoy concluyendo nada ni suplantando lo que se dice…si les parece entonces, Juancho si quieres decir tu palabra desde ahí y luego abrimos al intercambio. La pregunta va adquiriendo su contexto, sus contornos y su realidad…

 

Segunda Provocación:

Intervención de Juancho (Juan Carlos La Rosa- Venezuela):

Voy a hacer un esfuerzo para hablar fundamentalmente desde nuestra experiencia que es desde donde nos podemos situar para ver todo lo que pasó en este territorio en estos años.

Habíamos impedido la minería…antes de Chávez

Nosotros al inicio del proceso bolivariano, estábamos empeñados en una lucha con algunos elementos que venían sucediendo desde 1987 que eran: eliminar las concesiones mineras en Perijá y en el sur de la Guajira (interviene Rafa y una compañera que chequean el sonido y el audio en el foro)… Al encontrarnos en ese momento sentimos una enorme identidad que no era particularmente homogénea, algunos de nosotros veníamos acompañando lo que parecía ser una alternativa para todos nosotros, desde nuestras luchas… (fallas de transmisión en la web de nuevo)… decía que al inicio del proceso de gobernabilidad chavista nosotros le exigíamos a esos gobiernos anteriores y a este que empezaba que rescindieran todas las concesiones mineras otorgadas en la Sierra de Perijá y el Sur de la Guajira. Estas concesiones mineras tenían una cantidad de argumentos para ser suspendidas, detenidas, anuladas.. que tenía que ver incluso para todo el mundo alijuna (no indígena), para todo el mundo criollo, con el argumento de que no era un buen negocio para el país, no era rentable ni para los criollos ni para nadie. La tonelada de mineral había que financiarla desde el petróleo para sacarla; no tenía ningún sentido.

Al día de hoy y en el transcurso de estos años sigue siendo un sin sentido como negocio para el mundo criollo. O sea sacrificar los territorios de los pueblos indígenas tampoco tiene ningún sentido para ellos (criollos) y desde esa lógica o ese sentido común frente a qué iban a sacrificar fuentes de agua que nos eran comunes para favorecer su industria y perjudicar las ciudades que rodean la cuenca del lago de Maracaibo: pues era un argumento sólido.

Habíamos hecho un enorme esfuerzo por hacer alianzas con académicos para desmontar todos los argumentos que hacía falta desmontar en esa época, pero además veníamos de una resistencia política, social y militar -incluso- contra la minería. Ninguna empresa, para el momento de la llegada de Chávez al gobierno, había logrado explorar siquiera –excepto en la cuenca del Socuy- -y en el Socuy lo habían logrado porque éramos muy débiles (el Socuy es un territorio Wayuu) pero en los territorios yukpa y barí a costa de grandes sacrificios humanos habían impedido que se explorara. O sea, las empresas que hasta ese momento tenían concesiones; habían doscientos cincuenta mil hectáreas de concesión en el pie de monte de la Sierra de Perijá del lado venezolano y no habían sido explotadas porque los pueblos habían impedido que las empresas cumplieran su agenda y esa agenda no cumplida incluso anulaba por sus claúsulas ya las concesiones.

Hay muchas historias que contar. Digamos que esta es una síntesis general de lo que pasaba para ese momento… y habíamos construido algunas alianzas débiles con el movimiento popular en toda Venezuela para poder lograr ganar algunas batallas que habíamos ganado: Hasta ese momento habíamos impedido que las empresas avanzaran excepto en dos minas donde había una debilidad organizativa muy fuerte (Mina Norte y Paso Diablo). Esas minas son el espejo venezolano a lo que ustedes en Colombia conocen como las minas de El Cerrejón… Nosotros. Pueblos y aliados, habíamos detenido de este lado, en toda la Sierra, la explotación de carbón y de otros minerales que ya sabíamos que existían: Fosfato, coltán, uranio, que estaban fundamentalmente en territorio barí y yukpa. No habían podido los gobiernos avanzar. Había sido muy fuerte nuestra oposición y la estructura organizativa con la cual resistimos era muy tradicional, o sea, nuestras estructuras viejas. El apoyo de grupos ecologistas y organizaciones de intermediación como ASOBARIVEN, y asociaciones del pueblo Yukpa. Estas asociaciones que eran muy tradicionales, o muy hechas a lo criollo, más las organizaciones comunitarias nuestras, habían logrado dar la batalla.

Chávez, lo primero: Identidad. La hora de victorias definitivas…solo que

Al llegar el gobierno de Chávez, lo primero fue sentir una enorme identidad porque sentimos que estaba planteando cosas que eran comunes con nosotros y que era el momento de lograr victorias definitivas para avanzar más allá de simplemente resistir y pasar a construir alternativas de vida. Porque ya la vida era precaria. Las enfermedades estaban diezmando a las comunidades y en efecto nos proponen gran ayuda. Sólo que la ayuda no viene acompañada de nuestras reivindicaciones históricas, o sea: les vamos a dar toda la ayuda que necesiten, les vamos a dar maquinaria agrícola, te podemos dar créditos, te podemos dar financiamientos no retornables, te podemos apoyar con educación, montar muchas misiones educativas, darte una radio comunitaria con todos los equipos, pero no podemos entregarles su territorio… no es que no podemos dártelo, no te decimos que no, pero vamos a discutirlo…y a la vuelta de unos meses nos damos cuenta que la mitad de quienes nos pusimos y organizaciones que nos pusimos a discutir ya no eran nuestras, habían sido desmanteladas o cooptadas clientelarmente: dinero, préstamos, todo esto que nos ofrecían servía para dividirnos. Es cuando nos damos cuenta que teníamos que entender mucho más lo que está pasando. Que no era suficiente sentir el optimismo que sentíamos y que sin despreciar ese optimismo había que aprender porque estaba pasando algo que no controlábamos… ya no éramos nosotros. A veces estaba la mesa servida para la discusión y todos los que estaban ahí eran distintos a nosotros aunque tuvieran nuestro color y venían de nuestra comunidad… ¿qué sucedió después?

Imposición y sometimiento

Nos impusieron otras formas organizativas: los “consejos comunales” fueron una de esas formas. La primera Ley de consejos comunales decía que se debía respetar la organización ancestral que existía ahí, por lo tanto en territorios indígenas no hacían falta consejos comunales sino asumir como interlocutor lo que ya existía porque era ancestral… y la segunda Ley, la que actualmente existe, cuando se hacen una serie de reformas dice: se crearán consejos comunales en las comunidades indígenas respetando los usos y costumbres de los pueblos, eso es radicalmente distinto a lo que decía antes. Nosotros creemos que ese cambio muy sutil en la ley fue drástico para nosotros y significa una comprensión desde el poder de lo que era necesario para poder desmantelar nuestro proceso de organización y lucha. Ha servido mucho el consejo comunal para desmantelar. Una comunidad que tenía un gobierno propio ahora tiene diez consejos comunales y a cada consejo comunal le dan un proyecto de financiamiento sin casi presentar ningún recaudos, digamos, si lo aceptan los hermanos, el trabajo está hecho (el desmantelamiento). Nos ha pasado entre los barí y los yukpa. Sobre todo entre los yukpa, donde la saña por desmantelar el proceso fue mucho más extrema en la medida en que Sabino Romero Izarra y los suyos, levantaron la cabeza para decir NO a este proceso de cooptación. Hasta el encarcelamiento de Sabino, en el Yaza no existían prácticamente consejos comunales por su liderazgo… No fue lo único que se hizo. Dentro de los planes militares y de seguridad, se crearon planes de financiamiento para los pueblos indígenas (el subplan yukpa del plan Perijá que es un plan militar) con mucho dinero para poder hacer propuestas. Por ejemplo: se le podía entregar a cada jefe de comunidad un camión 350. Ese es un camión muy costoso en Venezuela. No sé cuánto pueda costar en Colombia, pero sólo alguien con mucho dinero lo puede comprar. Además no es fácil conseguirlo en el mercado. Un 350 4×4 es un camión muy costoso. También se les pueden construir casas a la comunidad quizás mal construidas, pero se les construye. Lo que si queda aplazado para siempre en ese pliego de petición constante –que nosotros hacemos chanzas en medio de nuestra tristeza y decimos que la primera pregunta que hace un burócrata al llegar a la comunidad es: -¿Cuáles son sus requerimientos? – es la pregunta que habla de esa cultura de darnos cosas. La otra cosa que sucedió es que crearon un modelo de organización distinto al consejo comunal que parecía administrativo para relacionarnos con el presupuesto público y se llamaban Centros Piloto. En cada centro piloto nombran a un cacique funcionario estatal. El nombre del cargo es: Cacique Mayor, que en la mayor parte de los casos no es electo por la comunidad y cuando es electo por la comunidad ocurre un proceso muy fraudulento donde permiten que vote gente que no es de la comunidad que traen a votar en zonas apartadas donde están nuestras comunidades… el cacique mayor es un funcionario del gobierno con muy buen sueldo, puede ser yukpa o barí – ya algunos no son yukpa o barí- son funcionarios públicos que incluso han sido validados como autoridades legitimas. El CNE (Consejo Nacional Electoral) ha participado en sus procesos electorales para poder elegirlos donde sean electos. Este esquema de centro piloto, comparado con los esquema en Colombia o EEUU de reservaciones indígenas es mucho más agresivo porque no requiere territorio sino unas fincas productivas cuya rentabilidad no está medida según la necesidad de la comunidad sino desde los informes que dé un funcionario público. No solamente el cacique mayor sino toda una estructura de funcionarios que se ponen a trabajar allí. Usualmente no están produciendo café y ningún cultivo y están bajo la idea de que la comunidad indígena debe ser productiva y contribuir con el desarrollo alimentario del país. Sobre la alimentación indígena, la única preocupación viene por hacerlos beneficiarios igual que el resto del país, incluidos en el sistema de bolsas de comida que pueden llegar regular o irregularmente pero que no depende en absoluto de nuestra producción sino fundamentalmente de la importación de alimentos.

Hago este resumen para ver a lo que nos enfrentamos después de nuestra confianza… En el paro petrolero que fue un momento crucial para nosotros, nos damos cuenta que la batalla porque la renta petrolera fuera un gran presupuesto discutido por todos los venezolanos y que lo que sucediera con esa industria tuviera que ver con nosotros en términos de que nosotros participáramos no solo en los beneficios sino en su control y administración, eso fue derrotado en el paro petrolero. Frente al paro petrolero el gobierno tuvo el apoyo de todos nosotros, incluso hubo activistas ecologistas y de la lucha indígena que declararon durante el paro a favor del gobierno y militaron contra el paro de los gerentes dePDVSA. Nuestra organización de de comunicación, que nació para darle apoyo a la lucha de Perijá, puso en el Zulia las cuatro cámaras con las que el gobierno contó para darle cobertura comunicacional a todo ese proceso. Eran cámaras alquiladas. No eran nuestras. Pero nosotros dijimos: -tenemos que contribuir porque hay que salvar esto para poder salvar nuestro proceso de discusión sobre la demarcación y todo el proceso nuestro…

Está claro…el gobierno no quiere hablar con nosotros

Podemos agregar más cosas desde punto de vista comunicacional que hicimos en esa época pero como dicen en Caracas – a nosotros en aquel momento “Nos cae la locha” que es una frase que se dice mucho en Caracas, en el barrio 23 de enero… nos cayó la locha o sea nos dimos cuenta que el plan no era compartir ni con nosotros ni con los venezolanos la renta petrolera porque con la renta petrolera es que se gobierna en este país. No sólo se gobierna con la gente, ni en las democracia representativas anteriores, ni en la que estamos viviendo en este momento … en ese proceso del 2003 del paro petrolero y 2005 al final del paro nos damos cuenta de dos cosas: 1.- que el gobierno no solamente no quiere hablar con nosotros sino que probablemente no quiere hablar con nadie en Venezuela sobre qué va a suceder después y 2.- que hay un proceso de cierre del poder constituido o del estado-gobierno para poder compartir las decisiones que había que tomar en el destino de Venezuela con el resto de los venezolanos. Hubo unas tímidas mesas de acuerdos a las que nunca tuvimos acceso porque la oposición proselitista o lo que podemos llamar la derecha (aunque esos limites están bastante difusos en Venezuela sobre qué es la derecha y qué es la izquierda) en todo caso el gobierno se sentó con ellos un ratico pero con nosotros nunca. Una idea clara de la no comunicación del gobierno y el movimiento social y el movimiento indígena en particular. Hugo Chávez en toda su vida nunca pronunció en público el nombre de Sabino Romero, ¡jamás! El presidente Nicolás Maduro jamás ha mencionado el nombre ni de él ni de ningún dirigente indígena o interlocutor: a ver, el presidente Maduro nunca ha dicho Edgardo Lander. No ha dicho ese nombre en todo su proceso. Tal vez Chavez si lo nombró un par de veces porque Edgardo apoyaba la posibilidad de que el gobierno caminara hacia una democracia popular con un destino de independencia. Y cuando un funcionario público mencionó el nombre de Sabino fue cuarenta y ocho horas después de su muerte para decir que iba a aportar todo el apoyo posible a la familia de Sabino y que iba a rear una plaza en homenaje a la lucha de Sabino Romero. Ese fue Arias Cárdenas el gobernador del Zulia y es considerado por nosotros un agente de la banca mundial. Tiene funcionarios claves a su alrededor que vienen formados por el BID y el Banco Mundial y es quien lleva más acelerado el son de un plan estratégico de desterritorialización por vía de los recursos administrativos jurídicos que tiene el país para poder garantizar cosas que después se conviertan en minas, en hidrovías, en puertos multimodales en las cosas que nos plantea la banca, a través de la IIRSA.

Enfrentamos IIRSA. Igual que todos los demás países y gobiernos progresistas o no

En esos años nos dimos cuenta que nos enfrentábamos a eso pero no nada más nos enfrentábamos al gobierno y a su inconsecuencia, ni que era sólo un problema de burócratas, sino que además era un problema de todo el continente y que ningún gobierno lo menciona con ese nombre: La IIRSA. Y que detrás de la lucha contra los TLC no había nada. La IIRSA era la verdad para nosotros, porque un país que tiene dos cosas para ofrecerle al capital transnacional: 1.- es que tiene excelente salida al norte por el mar Caribe; tiene una excelente posibilidad de ser un gran sistema portuario de expansión y de lo que se extraiga del sur y 2.- lo otro que tiene es la energía necesaria para mover toda la infraestructura de la IIRSA. Ese país no tiene que firmar ningún TLC. Lamentablemente, solamente tiene que vender petróleo y abrir la posibilidad para que se construyan todos los puertos necesarios y se construyan en el territorio venezolano todas las hidrovías y todos los canales secos que la IIRSA requiere para comunicarse con el norte y el resto del mundo, del mercado internacional. Ya otros países tendrán que dar paso al Pacífico, como Colombia y otros países, pero es lo que Venezuela ofrecía y nos dimos cuenta de eso y comenzamos a comprender ese lenguaje técnico tan extraño desde el que eramos presentados cómo enemigos del desarrollo…

2005: “Por todas nuestras luchas”…la comunicación popular y la movilización

en el 2005 hicimos una marcha que fueron tres marchas realmente. Fueron fundamentales. Fue una gran alianza que se hizo con el movimiento popular y se llamó “Por todas nuestras luchas” todas las luchas del país se reunieron en un sistema muy horizontal de alianzas que estuvo protagonizada por una experiencia mediante la cual nos aliamos, como fue la experiencia de la comunicación popular: la comunicación popular logró convocar a las centrales obreras que habían, los sin-techo de las ciudades, logró convocar a campesinos organizados -que la mayor parte de ellos apoyaban al gobierno-, para movilizarse autónomamente por nuestras reivindicaciones históricas mucho más allá de la posibilidad de que nos dieran beneficios.

…y lo indígena lo encabezaba

Y bueno, esa alianza fue rota clientelarmente en poco tiempo, pero digamos fue un momento de mucho funcionamiento, de mucha emergencia, de mucha insurgencia del movimiento social… y lo indígena lo encabezaba, lo indígena era lo que convocaba, la lucha de Perijá fundamentalmente. Imagínense que para esa época Sabino Romero no era una persona importante en Perijá todavía. Era un cacique más que aún no estaba involucrado con la lucha porque el Yaza no había sido recuperado todavía -es el territorio donde él peleó en estos años. Pero eso fue desmantelado y de eso quería hablarles…

Relación Estado-gobierno/Movimientos sociales: “les doy mucho, pero no lo que exigen” y si no aceptan, como Sabino, pues represión y muerte…

En estos años la relación estado-gobierno y movimientos sociales ha sido: ese movimiento que le pide desde las reivindicaciones históricas. El estado-gobierno no se las puede dar y por lo tanto responde: “yo le pido que acepte otra cosa que le puedo dar, tengo mucho que darles de otras cosas”. Si el actor social dice –“bueno si te lo puedo aceptar pero mantenme mis reivindicaciones, el gobierno le dice – “bueno pero sigamos conversando y mientras tanto acepta estos beneficios que te pueden servir” –a través de burócratas que usualmente son gente de izquierda que alguna vez tuvieron relación con nosotros, incluso antropólogos… y los compañeros dicen -“bueno son nuestros amigos de siempre, vamos a aceptar eso y seguimos conversando”-. También los compañeros que dicen,- “no aceptamos nada” –como dijo Sabino –“hasta que lo fundamental no se de”. Primero las tierras y después cualquier otra cosa”, y esos compañeros inmediatamente son criminalizados y después de criminalizados son reprimidos de varias maneras: presos, asesinatos perpetrados en mayor parte por miembros de los cuerpos de seguridad del Estado… el 80% de los campesinos fueron asesinados en estos años de lucha por una reforma agraria basada en una ley de tierra chavista que no garantizaba la tierra por vía de la ocupación sino que se tenía que esperar pasivamente una carta agraria… de hecho está proscrito en esa ley ocupar la tierra que se reivindica…los muertos de esa lucha fueron asesinados por supuesto en actos no oficiales como ocurre en otras partes del mundo. Por supuesto que no había una orden que mediara el asesinato, pero eran actos de los cuerpos de seguridad del estado. En el caso de Sabino y en el caso de Alexander y los Yukpa sucede lo mismo, fueron funcionarios de los cuerpos de seguridad del estado que además son reconocidos como sicarios de la zona por parte de la comunidad. Hacían el doble trabajo. Esto se llama paramilitarismo en Colombia. Aquí no se llama paramilitarismo. El gobierno no acepta que se llame paramilitarismo. Aquí se llama paramilitarismo a cualquier otra cosa que se le ocurra al gobierno y no la acción paralela de fuerza, no oficial de los cuerpos de seguridad del estado.

En síntesis, cooptación o represión…y estrategias de falsos positivos comunicacionales

El asunto de este proceso de cooptación es que si no se logra mediante la cooptación acto seguido hay criminalización y represión con métodos mucho más lamentables, y, además de eso, con los medios de comunicación del estado que cada vez son más hegemónicos y homogéneos (nosotros sostenemos responsablemente lo que decimos: El estado venezolano tiene una hegemonía comunicacional ahorita y aunque se la pasa quejándose, consideramos que los medios de comunicación del estado están dedicados a otra cosa distinta a la de comunicar logros. Fundamentalmente, están dedicados a controlar al movimiento social y a presentar una imagen homogénea de él que es fundamental en la imagen estratégica del gobierno bolivariano). Desde esa hegemonía han entrado paralelos comunicacionales o para usar un término que usamos una vez: crean un falso positivo comunicacional. O sea crean un paralelo que es igual a nosotros, probablemente viene de la misma comunidad de nosotros, es indígena como nosotros y habla nuestro idioma y dice -“el hermano que está allá peleando y gritando no tiene razón porque nosotros en “discusión democrática” dijimos esto o aquello apoyando incondicionalmente al gobierno”… Es ese el modelo fundamentalmente, eso nos lo hacen constantemente y se lo hacen a todo el conjunto de la sociedad venezolana que se organiza. O sea es mejor el actor social que dice que sí y ese es el que es visibilizado. El otro es invisibilizado.

Clonación de actores

Por eso es posible ver alrededor de la comunicación del gobierno toda una serie de actores que parecen campesinos pero generalmente son agentes de estructuras que dependen completamente de la relación con el Estado de una manera clientelar. Eso ha incluido procesos de investigación, de comprensión de la realidad; incluye una parte de las comunas que el gobierno apoya, algunas comunas surgieron desde abajo y otra parte de las comunas surgieron inventadas por la burocracia y no son verdad. Entre las comunas que surgieron desde abajo algunas no permiten que sus vocerías sean cooptadas y otras sí, y en esa medida se relacionan bien o mal con el estado. Eso es o que nosotros llamamos clonación de actores, para usar un término de las películas. Es decir, no me gusta el sujeto verdadero e invento uno, busco quien se le parece y uso todos los medios para decir que ese es y que el otro o no es o es el enemigo, o es un manipulado contrarevolucionario.

…y llegó la bonanza petrolera, el rentismo y la perversión del alma nacional

En esos años de alianzas y luchas (2005), mientras que tratábamos de evitar el desmantelamiento, hubo una enorme bonanza petrolera a la cual por supuesto la estructura se encargó que tuviéramos menos acceso a la renta. No nos quejamos porque tal vez fue bueno para nosotros, para los que continuamos luchando, porque esa renta petrolera igual que en el período de Carlos Andrés Pérez (un período digno de estudiar porque fue el otro período de gran bonanza petrolera en la época puntofijista), se le asemeja mucho este periodo de Chávez. Con bonanza petrolera hubo un sobre-ingreso petrolero que pervirtió el alma nacional a niveles extremos, actualmente, con una ventaja: el estado de hoy se ha corporativizado tanto, se ha cerrado tanto, que la militancia de base del PSUV no tuvo acceso a esa bonanza excepto para vestirse de rojo, no la administró, pero se convirtió en un beneficiario pasivo de las migajas de l o que arriba fue un gran festín.

que se llevó por los cachos a la justicia…

No ha sido parte de una perversión de las bases, pero hubo una perversión de una parte de la estructura del estado que fundamentalmente se llevó por los cachos a la justicia. No hay justicia que pueda ser garantizada Testimonios sobre los juicios de los yukpa, los juicios de los barí, o juicios y encarcelación a los luchadores sociales, podemos dar varios. Esos llegan al extremos de las desapariciones como es el caso de Alcedo Mora que fue desaparecido por denunciar el contrabando de gasolina en un llenadero de la región andina donde él vivía. Ese es un activista que está desaparecido aún junto con dos hermanos colombianos que lo acompañaban en el proceso de denuncia, los hermanos Berjel. Están desaparecidos los tres después de ser amenazados por la policía política que se llama aquí SEBIN (servicio bolivariano de inteligencia), que depende de la presidencia de la República…

¿qué hicimos nosotros para responder a esta serie de estrategias? ¿qué estamos haciendo? Nuestro propio tiempo…y organizarnos para poder volver a ser

No reaccionamos a tiempo. Es la verdad. Sin embargo, en el tiempo que reaccionamos lo hicimos desde la convicción de que nosotros como pueblos tenemos un tiempo y ese tiempo nos quita dolores, nos cura. Esto lo podemos determinar por cómo vivimos y cómo hemos sido capaces de seguir siendo quien somos aún cuando incluso hemos participado de lo clientelar. Como cualquier actor del pueblo, no hemos estado aislados de eso. En ese tiempo estamos convencidos que debemos rescatar nuestra propia organización, y, ese tiempo, José (Ángel Quintero Weir) lo trata de explicar. José ha sido muy influyente en nosotros en el Zulia para poder buscar una vuelta, para poder volver a SER. Él ha logrado espacios de debate que han sido fundamentales para construir experiencias–aún débiles, pero ya definitivas- cómo por ejemplo, una organización para la educación indígena autónoma y para la autonomía de las comunidades de la que hacemos junto a otros compañeros que nos organizamos juntos, algunos venimos de la lucha de Perijá que les acabo de contar, les conté la parte mala lamentablemente, pero también tenemos inventario y conciencia de los aprendizajes buenos que tuvimos ahí

Escuelas en el tiempo y lugar de la comunidad. Construyendo desde el hacer

Una de esas fue lo fundamental, que fue fundar escuelas en el tiempo y en el lugar de la comunidad: escuelas que son sin paredes, escuelas que no tienen horario sino que están dedicadas a aprender de los demás, aprendemos del mundo pero fundamentalmente aprendemos de nosotros mismos y de los que somos capaces en relación con la tierra y con nuestra ancestralidad y nuestra espiritualidad. Ahí jugó el viejo José un papel fundamental. Es un hombre que recorre permanentemente nuestros espacios y precisamente porque nos pide que no creamos en misioneros lo consideramos el último misionero y tal vez sea el último que aceptemos, y nos pide que construyamos desde el hacer, porque nos dice: a cualquier lugar que vayamos a contar lo que nos pasó no nos creerán y nos considerarán una especie de perros que ladran frente a un hermoso carro que tiene muchas virtudes, por eso es mejor que lo que construimos y hacemos hable por nosotros, en esa hacer debe guardarse la memoria de lo sucedido.

Hay que HACER para que nos crean, y en el HACER hay cinco cosas que son claves, cómo los cinco dedos de una mano que ofrecemos al otro:

1.- es entender la educación para la lucha y para la autonomía, porque ahí nos rehacemos. Mantenemos la tradición de los mayores entre los que estamos en el medio y los que están naciendo. Entonces, la escuela que es un invento de occidente, pero que nos está sirviendo. Con la cual dialogamos. La educación es ahora nuestra organización mas política.

2.- reconstruir la confianza con el otro, con ustedes que escuchan, porque digo -“Yo hago esto, lo siembro; la mitad de lo que como. Yo estoy construyendo mi casa con mis manos y con lo que me rodea. Yo estoy construyendo energía alternativa para darle luz a la escuelita…esos son los centros de educación indígena que hemos logrado. Y así, rehacemos la confianza a desde el hacer con resto del movimiento popular y con el resto del mundo.

3.- debemos reconstruir la verdad. La verdad solamente puede ser reconstruida siendo consecuentes con lo que decimos y probarlo con nuestro cuero, con nuestra carne y eso es… verdad y confianza están muy relacionadas.

4.- reconstruir la autonomía: organizarnos desde lo que hacemos. Que el hacer me indique el camino de la organización, y, la conciencia sería romper con esa tragedia (un poco Malinche si la exageramos) de aceptar todo al punto de convertirnos en unos pragmáticos en relación con el mundo blanco occidental. En un país donde la renta petrolera pervierte la relación eso es muy peligroso. Entonces el diálogo tiene que ser constante, incluso con el antagónico, pero desde la conciencia no desde la conveniencia y la conciencia solo puede venir desde hacer.

5.- El otro elemento (y reivindico a José en esta parte de mi intervención José Quintero que no se pudo conectar) es reconstruir la responsabilidad que viene de la relación con los nuestros y de hablar desde la conciencia.

La Ciranda de luchas y experiencias

Todas estas cosas están vinculadas desde el hacer y por eso propusimos una cosa que nos planteó una amiga venezolana que está en Brasil. Nos dijo: “hagamos una Ciranda”, un juego de ronda. Nosotros tenemos juegos parecidos entre los caribes y los pueblo arawak. Hay juegos de rondas y juegos rituales. Una ronda de experiencias donde no reivindiquemos ninguna ideología sino lo que hacemos para tratar de reconocernos y reencontrarnos. Lo que llamamos nosotros el diálogo de nosotros con nosotros mismos. Por eso propusimos la Ciranda que es uno de los documentos de la discusión actual. Con esto cierro: tenemos muchas incertidumbres para poder continuar tratando de rehacernos, pero esto que les acabo de hablar, es nuestro grano de arena en Venezuela para lo que ustedes proponen que es ¿cómo resolvemos eso que es comunizar en el caos?

Gracias y disculpen lo largo…

Manuel Rozental (Colombia): Muchas gracias a ti. Antes de abrir -obviamente vamos a ir al intercambio y al debate – agradecemos la fuerza de lo que lo planteas. Creo que de este lado encontramos una cantidad de ecos, de espejos, de ámbitos comunes. No se si Emiliano antes de soltar la palabra abierta quiera comentar algo más, ¿quieren decir algo corto ustedes dos o abrimos de una vez el debate?

Ciranda: Seguir repitiéndolo hasta cuando hagamos el silencio suficiente para escucharnos

Juancho: Bueno, estamos juntos aquí haciendo la Ciranda.

Manuel Rozental (Colombia): ¿podrían hablarnos de eso también? porque la idea era hacer parte de esa ciranda. No quise comentar sobre eso porque la convocatoria la hicieron ustedes, y de paso, de una vez Juancho nos cuenta lo que está en curso en este momento de esa ciranda que se ha propuesto y que está andando. Será un poquito más concreto… y ahí abrimos a la discusión.

Juancho (Venezuela): Ahora que estamos en intercambio en internet, la ciranda es básicamente un esfuerzo editorial y la idea es que suceda en internet como ahorita. Para usar el ejemplo de Emiliano “Hay que entrar desde lo cierto de nuestra cotidianidad a lo otro donde se muestra todo, donde se construye una realidad que a veces no es tan exacta y no es tan verdadera”. Entonces ahí queremos decir quiénes somos y qué hacemos, como una manera de devolverle sentido común al esfuerzo. Digamos que es lo que hemos aprendido cuando fuimos a abrazar a los cristianos que vinieron a nuestros territorios a enseñarnos comunicación popular. Aprendimos qué hay que decir entre nosotros y decirle al mundo: “Esto es lo que hacemos y esto es lo que nos define” y la CIRANDA, dice la amiga venezolana que está en Brasil, Alejandra León dice: – “nuestras acciones deben multiplicar la alegría y la alegría multiplicar nuestras acciones” ese es el principio básico de la ciranda, en la ciranda invitamos organizaciones como la comuna el Maizal, la comuna Negro Miguel, que están en lucha por la recuperación de espacios y de tierras, han hecho recuperaciones oponiendose a la burocracia y no han podido ir contra ellos y son organizaciones que apoyan al gobierno pero a la vez luchan. Y hay también organizaciones como la nuestra con un deslinde muy fuerte con el gobierno. La idea es darnos el tiempo para compartir la experiencia de cada quien y ya sentimos que tenemos muchas más cosas en común entre nosotros. También que hay gente que hace pequeñas cosas, que hace su casa. Gente que hace biodigestores, gente que produce medicinas con plantas naturales… y que necesitamos intercambiar urgentemente con ellos. Gente que impulsa procesos tecnológicos a escala organizacional y humana y no se queda haciendo propuestas para que el estado haga y financie.

Gente que cree (algo que nosotros no creemos) que la constituyente es algo legitimo, que cree que puede aportarle cosas a la constituyente pero que a la vez está luchando y quiere hablar desde ahí. Nos estamos encontrando en un tiempo para poder escucharnos sin el ruido que hace la polarización… sabemos que va a ser débil porque no estamos acostumbrados a eso. No nos escuchamos. Pero queremos seguir repitiéndolo hasta que hagamos silencio suficiente para escucharnos.

Manuel Rozental (moderador desde Colombia): Compartir del hacer y de la alegría y construir desde ahí … Desde perspectivas distintas: por ejemplo gente que le da su aporte a la constituyente porque cree que ese proceso funciona y ustedes no, pero que están intercambiando en términos del hacer de cosas que construyen desde abajo las autonomías.

Juancho: El periodo de este esfuerzo de ciranda que es la primera, es del 22 de Septiembre porque la COICA convocó para ese día a una movilización que debemos apoyar. Estamos aportando actividades en Venezuela, donde los indígenas y mucha gente sea solidaria con la convocatoria de la COICA, a una movilización Amazónica por la defensa de la tierra y cerramos el 27 en conmemoración de unos aliados –nosotros en busca de alianzas por todo el continente, conocimos a la Normal de Ayotzinapa y el 27 es la conmemoración de los cuatro años de la desaparición de los hermanos de la Normal de Ayotzinapa, porque nosotros estuvimos hace unos años intercambiando con los Mepá sobre educación, autonomía y seguridad en las comunidades indígenas y ahí conocimos a algunos de los desaparecidos y a algunos de los mayores de los desaparecidos, los familiares, antes de que murieran. Sabemos que eran hacedores y por eso los quisimos homenajear en este momento, porque cuando se asume la condición de víctima se olvida todo lo otro que eres y has sido y la tragedia solapa la memoria del conocimiento, que seamos sólo víctimas es bueno para el poder, con sus vidas multiplicaron la alegría, y queremos recordar lo que sabían y saben las comunidades de las que hicieron y hacen parte por eso cerramos el 27 cuando seguramente en México habrá muchas movilizaciones.

Intercambio/Debate

Manuel Rozental (moderador):

gracias… estamos claritos que estamos viendo otra Venezuela y otras posibilidades de allí. Para retomar desde lo último: Planteaba Juancho claramente y a partir de lo que decía Emiliano también: Hay pueblos y procesos que no se están sometiendo o potencialmente se están encontrando no en el ámbito de la agenda del caos o desde las agendas de confrontación, guerra, polarización, que se está dando frente, más allá y más acá del mito de la grandeza, del mito del petróleo, y esos encuentros se están dando entre gente que tiene posturas distintas, pero que tienen un hacer que tiene que ver con algunas características: tejidos, territorios, autonomías, dignidad, alegría. Yo agradezco de corazón lo que nos han planteado que es enorme y queda abierto el espacio para comentarios preguntas intercambios, pero siempre pensando en ese desafío gigantesco de que no le creen al perro que ladra y entonces el hacer es el que debe convencer en un contexto en el que el hacer es olvidado y negado sistemáticamente. Esta abierto ele espacio: quien quiera intervenir, adelante…

Rafael Sandoval (Guadalajara- México):

Voy a dar una pequeña problematización: Siendo honesto con la discusión, con la perspectiva que desde acá algunos tenemos, y la voy a tratar de dar para evitar cualquier malentendido, evitar cualquier malentendido en el sentido de que uno lo dice desde acá, desde afuera; en México tenemos tal vez más muertos y desaparecidos que muchos de sus países de gobiernos progresistas y que tenemos una contrainsurgencia y una guerra impresionante; entonces yo voy a hablar desde acá, pero voy a hacer alusión a una cosa que me va a permitir justificar un poco la critica directa a lo que se ha planteado, para ello voy a usar lo que escribió ayer Raúl Zibechi en La Jornada (Lo que debemos defender en Venezuela). Yo creo que no sale sobrando la descripción de lo sucedido en Venezuela en estos años, aunque sea y se tenga como referencia al propio Estado y Chávez mismo. En la última parte, el compañero Juancho echa mano de elementos un poco diferentes, pero esa parte es donde tendríamos que empezar a discutir y a problematizar porque me pregunto si sigue sirviendo hacer análisis descriptivos de la perspectiva del estado y el capital. ¿Por qué lo digo? Vean ustedes el artículo que escribió ayer Zibechi, dice: “La defensa de las soberanías de las naciones y la autodeterminación de los pueblos es un principio irrenunciable de los movimientos antisistémicos en todo el mundo” –perdón pero no coincido con eso y creo que no nos corresponda… el asunto de la soberanía, y agrego que tampoco el de la democracia, del estado, de los derechos humanos, pues son un invento del capitalismo y su liberalismo, precisamente para seguir en el dominio y en el control. Yo pienso que hay una constante irresponsabilidad al no manifestar la crítica al capitalismo y al estado de manera simultanea. Aquí el problema está en que precisamente -y en todo caso yo respeto al que considere que el Estado es una cosa y el capitalismo es otra, pero creo que es lo mismo-… se trata de un problema mas o menos serio, porque eso de los derechos humanos con su carácter universal es una patraña para mí. De hecho Zibechi plantea que en América Latina la inmensa mayoría de los proyectos plantean que haya que defender “La soberanía de Venezuela”, yo creo que la mayoría de los proyectos no, pero todo depende a que sujetos los consideramos proyecto o con proyecto.  O sea, cuando dice Venezuela y Soberanía se refiere ¿a quién? Creo que confundimos… es como cuando usamos estas analogías tipo “Juegos del hambre” que señalo el compañero en su intervención. Cuando dijo el compañero Juegos del hambre, ¿se refiere a la política del espectáculo de Chávez con todos los que cayeron en la trampa hace diez años? o ¿a qué se refiere?… entonces la pregunta que yo haría para provocar es: ¿mientras sigamos creyendo en los estados, en los partidos y en las ONG no estaremos haciéndole el juego a la reproducción y a la relación social de dominio? Y por más que hablemos de autonomía ¿no estaríamos prácticamente cayendo en el juego, en la Matrix esa que también refirió, donde una cosa es la realidad virtual y otra cosa es la realidad real?

Yo me pregunto y sintetizo rápido. Tenemos tres problemas: 1.- un problema es de conciencia teórica: la conciencia teórica que cada quien tiene para interpretar las cosas. Si usa la teoría de la democracia la teoría de los sistemas de gobierno, la teoría de los partidos, la teoría del Estado, de los derechos humanos, Es decir necesitamos esto para pensar teóricamente, bueno, muy respetable, podemos no coincidir y no pasa nada. Pero, 2.- un segundo problema es de conciencia histórica, o sea ¿por qué olvidamos tan fácilmente lo que sucedió en las revoluciones anteriores? ¿por qué olvidamos lo que ha estado pasando en todo el mundo y lo que ha pasado recientemente en estos países de América Latina que seguimos prácticamente negándonos a la autocrítica? Porque el problema de la conciencia histórica implica necesariamente una exigencia de autocrítica, de memoria. Entonces, la política del espectáculo que ya nos decían desde el ´68 varios escritores, Guy Debord principalmente, -y no es más que una advertencia que además estaba anunciada y se sigue dando gracias a nosotros que seguimos cayendo en ese espectáculo- el punto clave aquí es si la postura política que tenemos implica que el capitalismo no abarca el Estado o si lo abarca. Dicho de otro modo y estando de acuerdo en la última parte de lo que dijo Juancho seguimos careciendo de una postura de lo que significa construir autonomía y revolución. ¿Qué es lo que sigue habiendo más allá del estado capitalista en este momento en Venezuela y en cada uno de nuestros países? Ese es otro punto central de la discusión para mí. Y aclaro que estoy problematizando aquí porque para eso nos convocamos. Pero estoy de acuerdo pues en que en Venezuela sólo los venezolanos tendrán que decidir que hacer –es lo único en lo que coincido con Zibechi en su articulo de ayer- tendrán que resolverlo, pero por otra parte en parte este es un asunto mundial, no es un asunto de cada país, no es un asunto de una clase, no es un asunto de una raza, este es un asunto de magnitud diferente, es un problema de conciencia histórica y de todxs. Gracias.

La disputa territorial: La lógica territorial extractivista y de megaproyectos y del capital y la lucha integración de las luchas territoriales desde los pueblos

Oscar Sampayo (Barrancabermeja-Colombia):

Voy encaminado a una serie de preguntas a Juancho y a Emiliano, y realizar algunos aportes que quisiera entregar. Interesante escuchar la visión de Juancho sobre lo que está pasando en la parte de Perijá y en la parte del pueblo Motilón Barí porque ahí es donde nosotros también entramos como colombianos a relacionarnos con Venezuela, en el tema de afectaciones ambientales. En este momento existe una amenaza al Páramo de Santurbán (por un proyecto minero-energético extractivista de una empresa transnacional, el fondo Mubadala de Abu Dabi). Es un páramo que está entre dos departamentos cercanos a la frontera (entre Colombia y Venezuela): Santander y Norte de Santander, pero la mayoría de sus yacimientos de agua, sus ríos, por ejemplo, el río Catatumbo, si no estoy mal, nacen en el Páramo de Santurbán y tributan al de Lago de Maracaibo. Todas las afectaciones que pueden resultar de las explotaciones minero-energéticas de este lado del territorio impactaran tanto en territorio colombiano como hacia Venezuela -y ese es solamente un proyecto de los cientos que hay, por ejemplo en este momento sobre el territorio de la comunidad Barí tenemos un bloque petrolero (CAT 3) que está en los límites entre Colombia y Venezuela que supuestamente es propiedad del estado, de ECOPETROL (la estatal petrolera de Colombia) donde se les está entregando a unas multinacionales que ya están ahí realizando estudios de impacto ambiental -. Y allí entraría mi primera pregunta: ¿cómo podemos integrar estas diferentes formas de propiedades comunales de la tierra (integrando luchas, pueblos y territorios)? ¿Si me explico? En ese sector hay parques naturales, hay áreas protegidas, pero a su vez también hay comunidades originarias, pueblo Barí, pueblo Motilón, los Yukpa. ¿cómo podemos hacer que tanto la autonomía de esos territorios ancestrales originarios, con esa protección por decirlo así, que se impone en esas áreas protegidas, cómo poder compaginar y coordinar (autonomías y luchas) para poder blindar aún más el territorio que es lo que más nos preocupa a nosotros?

Ahí va mi segunda pregunta: ¿dónde entra el momento de quiebre, el momento problemático del régimen chavista o el proceso de la revolución del siglo veintiuno? ¿Todo se da por la renta petrolera o se da por el territorio más allá de la renta petrolera? ¿(Riquezas y bienes comunes) como lo son el agua, la riqueza en fauna, las riquezas en flora cuentan en realidad?, o ¿solamente la situación en Venezuela es por la renta petrolera? ¿Una disputa por quién va a (controlar y a) dirigir esa renta petrolera? y ¿a partir de ahí es que se da la disputa económica y la disputa política, y se fue o se transformó en esa guerra, como lo dice Rafael?. Si tenemos también que dividir eso; ¿una cuestión es lo económico y otra cuestión es lo político? Ahí si nos preocupa porque nosotros desde Colombia vemos que el territorio se está pervirtiendo. Más allá de buscar esas rentas extractivas, más allá de buscar ese control territorial, lo que se busca es ese acaparamiento, el desplazamiento de las comunidades sobre el territorio para apoderarse del territorio, igualmente tanto de la renta, pero también apropiarse del territorio, porque ahí es como ustedes lo mencionaban: hay un tipo de lógica para la integración de esos megaproyectos. En estos momentos se están llevando a cabo unos proyectos muy importantes de interconexión eléctrica con Panamá y con Venezuela. Estamos viendo que están llevando tendidos de quinientos mil voltios, construyendo torres de energía por el Catatumbo, llevando la red de transmisión a quinientos mil voltios ¿Cuál es el propósito? ¿Están llevando esas lógicas al territorio? ¿Es por lo grandes proyectos de infraestructura el IIRSA, las hidrovías, las carreteras? o ¿qué es lo que se está ocultando y no estamos identificando que se aproxima para nuestros territorios?

La debilidad del sistema y su reacción manipulando movilizaciones y causas

Ileana Valenzuela (Guatemala):

Hablo desde una pequeña aldea en el Petén, Guatemala. Una región aislada. Como les dije, la situación ahorita en el país está muy confusa y la generalidad de las personas la miran solamente a nivel de un país o en forma personalizada al suponer que simplemente con el cambio de una persona en la presidencia se resolverán los graves problemas que estamos viviendo.

Al hablarles de la situación actual en Guatemala lo que quiero decirles es: que, a pesar de las grandes diferencias con Venezuela y de no ser un país progresista hay grandes similitudes entre los dos países: el extractivismo la corrupción y la guerra solapada, así como el desmantelamiento de los movimientos sociales que son cooptados y la criminalización de quienes no se venden caracterizan también al país desde que se firmaron los acuerdos de paz. Por lo que avanzo la hipótesis de que la situación actual en ambos países obedece a una política de dominio y control universal en la que bajo diferentes escenarios las grandes corporaciones transnacionales fabrican crisis artificiales en todo el mundo, con el fin de defender sus intereses y los de las elites nacionales. En este sentido Guatemala no es un espejo de lo que pasa en Venezuela sino, a mi modo de ver, una versión diferente de la guerra total que a nivel internacional se está llevando contra los Pueblos y contra la cual la única solución no es crear nuevos imaginarios sociales, sino construir nuevas realidades multidimensionales en las que los pueblos autónomos tomen en mano su propio futuro, se organicen y trabajen juntos para llevar a cabo una revolución integral y radical que derribe al sistema capitalista al mismo tiempo que van construyendo otro sistema sin explotación ni opresión. El dilema no es entre paz y guerra, ni entre corrupción o no corrupción sino entre reproducir al sistema capitalista u organizarse para la revolución

Yo quería participarles esto diciéndoles -una especulación mía- porque -como les dije esta es una pequeña aldea- no estoy en todo el medio de toda la política y politiquería de la capital, nadie me apoya casi para decir: – bueno sí, tal vez tiene razón- así que ahí les lanzo la inquietud. Estoy muy de acuerdo con todo lo que dijo Rafa y pienso que poquito a poquito a corto plazo, pero con objetivos ambiciosos a largo plazo es como vamos a llegar a encontrarnos para tejer lo que se tiene que hacer. Que no es una la solución sino varias soluciones que tiene que encontrar cada pueblo desde el lugar donde está y en su contexto. Les mando también un texto que me pareció interesante. Muchas gracias.

Manuel Rozental (moderador): Gracias Iliana… Les cuento que ahí están conectados:

Alejandro y Fernando desde Chile y dicen : “Saludos compas desde la región Intersur de Chile. Primera vez con ustedes… excelente”.

Manuel Rozental (moderador): Bienvenidos. No sé si alcanzaron a escuchar todo. Estamos en la parte de intercambio y debate y para insistir en las provocaciones e incitaciones de los insumos que se enviaron con la convocatoria a este encuentro y demás puntos ya resultados y que van surgiendo: Desde Venezuela no deben caer en el “caos” entre comillas que responde entre dos agendas desde arriba a intereses de acumulación del capital y por ello se habla de comunizar el caos como una manera de plantear el desafío desde el hacer tejiendo de los pueblos con sus propias agendas, no las del capita. Es decir, desde abajo y con los territorios, lo que se está discutiendo y haciendo… ¿Dilma quería hablar?

Hacerse autogestivos y experiencias: ¿De qué autonomías hablamos y cómo enfrentar el desafío de consolidarlas y tejerlas?

Vilma Almendra (Cauca, Colombia):

Yo quería hacer un comentario pequeño, primero agradecerles a todos y todas los que han participado. Identificándome mucho con lo que comentaba el compañero Juancho cuando hablaba de la década del dos mil o dos mil y pico donde desde la iniciativa indígena se tejen a otros movimientos y dan una pelea concreta, pero pese a todo ese impulso y lucha desde adentro tejidos a los afueras, todo se termina debilitando. Es prácticamente lo que nos pasó acá en el Cauca, obviamente ha habido una lucha histórica acá pero hablando de nuestra memoria más corta, creo que cuándo más visibles y arraigados hemos estado al cultivo de autonomías desde adentro, fue en la década del dos mil (2000) y finalmente cuando los poderes de afuera y también desde adentro, cuando ven esa fuerza y cuando ven que se empiezan a alimentar autonomías reales, pues vienen todas esas estrategias de cooptación y captura para subordinar hasta nuestros propios movimientos. Fue lo que nos pasó acá y es justamente lo que en estos dos últimos años he venido recordado, trabajando y sistematizando. Entonces cuando escuchaba a Juancho, me veía muy reflejada ahí en lo que comentaba de esas décadas y con lo que actualmente está pasando acá en nuestro Cauca, pues son el mismo espejo: Lo que relataba de esos Consejos comunitarios…la otra forma de burocratización y control estatal desde Venezuela-que no recuerdo ahora exactamente, pero que mencionaste también-, justo tienen que ver con el fortalecimiento de la institucionalización de las organizaciones que dicen representar al movimiento indígena acá en Colombia. Acá se está hablando de unidades administrativas y esto me parece que hace mucho eco con esos Consejos comunitarios, es decir, esas formas que mencionabas de “Cómo se institucionaliza una forma que tiene cara indígena, gente indígena pero en realidad está respondiendo a las iniciativas o propuestas que vienen desde el Estado y las terminamos legitimando nosotros mismos desde las organizaciones” Esta es otra forma también de tenernos en guerra permanente para debilitar las autonomías, pero como decía también Emiliano, sería injusto decir que todo se acabó, que todo se cooptó. Obviamente hay poros que se siguen abriendo en el territorio, también con muchas dificultades y muchas debilidades con todo lo que tiene que ver con las jerarquías porque a pesar de que surgen poros o focos importantes que no solamente quieren subvertir al capitalismo y también al autoritarismo y al enemigo interno también hay jerarquías que se imponen y terminan debilitando la gestión, la gesta y el cultivo de palabras y acciones colectivas y autónomas para defender nuestros territorios. Entonces, como que hay que poner el acento ahí: en el contexto que estamos viviendo hoy, no solamente desde Colombia sino de todos los que han estado comentando acá, esos desafíos permanentes de debatir con los cuerpos, con los haceres, de las cotidianidades; ¿En realidad de qué autonomías estamos hablando? ¿de qué autonomías estamos “injertando”? ¿qué tipos de autonomías queremos cultivar desde nuestros lugares de inmersión pero tejidos a otros pueblos y procesos? Y ese es el espíritu de “pueblos en camino” tejer resistencias y autonomías de personas y procesos, y pienso que es también el llamado de la Ciranda que por lo que entendí es: Cómo se identifican y se tejen acciones autogestivas desde los territorios para el hacer y el seguir siendo a pesar de tanta guerra, a pesar de cooptación, a pesar de esas capturas y de cómo identificarnos en esos haceres autogestivos que van más allá de lo que nos permite el sistema, más allá del extractivismo y más allá de lo que nos captura permanentemente y cotidianamente. Entonces esos son los desafíos grandes que siempre están ahí y que nos convocan a seguirnos encontrando y a pensar qué tipo de autonomía queremos caminar… eso.

Frente al Estado desde los pueblos en Venezuela: renta petrolera. Una vida sin renta petrolera, pero sin ignorar el constructo colonial/estatal. Sin aislarnos de propuestas que no compartimos pero entendemos

Juancho:

Dos cosas anoté aquí en el cuaderno. Rafael de Guadalajara habla algo que es fundamental: La necesidad de revisar nuestra relación de comprensión de nuestra realidad y de nuestra lucha frente al Estado. En Venezuela hay esa confusión incluso entre nuestras propias organizaciones. En el caso de lo que nosotros hemos estado empujando en el debate lo que va indicando es lo siguiente: aunque queremos tener la clara comprensión de la dimensión en que el estado hace las cosas, resuelves sus asuntos y las relaciones de poder que establece, de dominación sobre nosotros y nuestros aliados y las relaciones con el mundo, la contradicción debe ser constante, no puede ignorarse, lo que no debemos es pretender resolver nuestros asuntos desde la administración de un recurso que no tiene ninguna relación con nuestra vida verdadera, o sea, para los que pudieran ser muy Marxistas o muy convencidos del Estado puede sonar muy florido pero: Nosotros podemos construir una vida sin el petróleo sin la administración de ese recurso, con una relación sólida de lucha de confrontación contra el Estado sin que lo fundamental sea ponerle la mano a la renta petrolera porque eso supone en lo inmediato una gobernabilidad que requiere una concentración de esfuerzo y recursos que no nos permite construir alternativas y construir una vida propia, o sea nos anula, nos hace ser ellos ahora. Sin embargo comprender el asunto petrolero y las relaciones que el estado ha establecido y todo el constructo colonial es fundamental, no hay que aislarse de eso, afrontarlo es fundamental. Hay propuestas intermedias que hacen algunos compañeros. Por ejemplo, desde la izquierda nos viene la propuesta que se ha silenciado mucho en estos tiempos y a mi me parece interesante porque la he escuchado mucho. Tiene que ver con la renta petrolera: “hay que romper la unidad del tesoro en Venezuela” porque no se debe administrar de esa manera. Cualquier cosa que rompa la unidad administrativa de tu antagónico es muy buena pero si no es comprendida entre nosotros va a ser un chantaje más o un chantaje dividido en varias partes. Esta es una propuesta que ha hecho la izquierda desde una autonomía no comprendida desde los pueblos sino desde esa gran soberanía -en el caso nuestro- de la capitanía general española que algunos compañeros la llamaron en un seminario que hicimos: “Capitanía General Petrolera” comprendido desde ahí esa es la visión de la soberanía. Hay gente que sigue mirando desde ahí y nos toca caminar con ellos algunas cosas, pero el debate tiene que ser muy intenso y muy claro en las demarcaciones indígenas y campesinas para poder construir un NOSOTROS que pueda relacionarse con mucha identidad y con mucha fuerza con todo el otro nosotros que va más allá…

Reordenamiento territorial que afecta a nuestros territorios compartidos, requiere de entender esos esquemas y de articular respuestas. Aprender de experiencias y re-conocer la articulación coherente de los gobiernos

Al compañero Óscar que creo que fue el compañero que habló del Catatumbo. La IIRSA contempla la canalización del río Catatumbo y precisamente es para permitir la salida de carbón desde el norte de Santander hacia el lago Maracaibo y en el lago traer un sistema portuario navarrero y puerto multimodal de aguas profundas que saldría hacia el Caribe. Ese plan de infraestructura es fácil de comprender cuando lo conocemos y eso es lo que significa conocer la estrategia del enemigo, nuestro antagónico quiere cambiar otro el esquema territorial para ponernos a vivir de una manera y cambiar nuestra existencia. El Catatumbo en el plan que nos toca es fundamental y debemos estrechar lazos para comprender, en el lado venezolano las comunidades Barí han resistido concesiones y planes de infraestructura con mucha fuerza, incluso en un tiempo en que estábamos siendo desmantelados. Ellos lograron hacer acciones… en el mismo 2005 lograron hacer una acción militar Barí de comunidades contra unas concesiones nuevas que dio el gobierno venezolano de cinco mil hectáreas nuevas y hubo una respuesta por parte del gobierno y fue: acelerar el proceso de cooptación, desmantelamiento y represión y encabezamiento de la estructura de intermediación con el gobierno que tenían los Barí. Cambiar a la gente, mover dinero… Esa fue la respuesta en ese momento. Sin embargo hoy se están rehaciendo para poder continuar y la acción fue tan contundente que paró por todos estos años la posibilidad de explorar el territorio Barí venezolano. La otra cosa es que la IIRSA es la prolongación con total coherencia con lo que llaman el plan Panamá-Puebla, las interconexiones que se establecen -energéticas- desde Venezuela son exactamente la coherencia entre los dos planes de infraestructura. Los gobiernos de Chávez y Álvaro Uribe Vélez que parece que hubieran estado en una terrible guerra lo que hicieron fue avanzar mucho con una total coherencia no solamente en el tendido energético sino también fundamentalmente en el gas (el gasoducto transguajira) cuya huella para nosotros es la cantidad de asesinatos que hubo mientras se construía (sicariales en la Guajira) denunciados por la Fuerza de Mujeres Wayuu. Entonces una parte de los esfuerzos para construir nuestra articulación deberían ser no solamente nuestras alegrías comunes sino también nuestros retos comunes en el territorio

Fuerza de Mujeres Wayuu y la Masacre de Bahía Portete

Con eso creo que… no logré escuchar a la compañera Ileana de Guatemala, lo único que le escuche es que hay que hacer las cosas poquito a poquito y en eso estoy de acuerdo. Fue lo último que dijo.

Sur de Chile, extractivismo, despojo territorial, gobiernos, narco y resistencias territoriales. No es lo mismo, pero es igual y necesitamos articularnos frente a desafíos localizados y concretos…salmoneras, mineras

Manuel Rozental (moderador Colombia): quiero pedir un turno pero si antes hay alguien más… Alejandro y Fernándo de Chile si tienen algún comentario, adelante.

Fernando Castañeda (Chile):

Hola buenas… bastante interesante lo que se plantea desde esta plataforma y leyendo el material que nos mandaron, desde nuestra realidad y nuestras vivencias me hace resonancia la frase: “La Paz es la continuación de la guerra por otros medios”. Sin duda la región donde nosotros habitamos quizás la situación no se asemeja mucho con lo que pasa en Venezuela, no en el pensamiento o guerra así declarada tal cual, pero vemos desde acá igual el proceso extractivista muy salvaje y aunque si bien nosotros contamos con un gobierno supuestamente declarado de izquierda este extractivismo no solamente está disfrazado y sigue siendo un gobierno que destruye y ni siquiera piensan en cuestionar el modelo extractivista. Es importante recalcar que a pesar que existe todo un frente de capitalismo nosotros seguimos en pie de guerra y eso es lo más importante en este momento. Volver a comunalizar. El capitalismo nos ha tratado de atomizar, y a romper llevándonos a un individualismo. Creo que la mejor forma de combatirlo es reorganizándonos; buscándonos como personas, quizás no como organizaciones en un primer momento. Pero el hecho ya de unirnos en esta misma plataforma es una forma de dar información, lo cual hace ya un paso hacia adelante para nosotros. Otro punto importante de considerar en cuanto a lo que está pasando en Venezuela, y desde la perspectiva histórica, es que lo que vemos que pasa hoy con los compas del país petrolero es tal cual lo que pasó hace ya 40 años en la region chilena cuando Salvador Allende trató de dar un giro dentro del estado y la respuesta del mundo Occidental, tratando a toda costa que su proyecto no llegue a buen puerto. Por lo cual debemos tener en cuenta lo espiral que es la historia del Abya Yala y aprendamos de Nuestro pasado.

En resumen creo que es importante para los procesos sociales que están ocurriendo en disitntas partes de nuestro territorio volver a la común-unidad como primera acción contra el capital y su modelo extracctivista, sea estatal o privado, es depredador de igual forma. Al mismo tiempo que se debe tener siempre una perspectiva histórica de la cual aprender para crear Nuestra historia que no es la misma de los vencedores ni la oficial, pero debemos construir nuestro propio devenir para finalmente en algún momento poder golpear y bajar este modelo extractivista que sea del lado que sea nunca nos beneficiará a los que desde abajo surgimos.

Alejandro (Chile): Como para complementar… yo vivo aquí hace unos cinco años y lo que me preocupa bastante es que aunque no es la región más al sur de Chile en términos geográficos, está aislada por la interrupción que hay de la carretera austral por una reserva natural privatizada, el Parque Nacional Pumalín; sin querer entrar a discutir un tema tan importante como lo es la privación total al acceso de los bienes de la naturaleza por agentes corporativos que han constituido economías para el capitalismo verde, en cierta medida esta condición de aislamiento ha dificultado la entrada salvaje de las denominadas economías a escala que operan en los extractivismos corporativos desde el norte de Chile hasta la región de los Lagos, ya que dicho parque no permite la construcción del último tramo de la carretera austral que conectaría a la región de Aysén con los Lagos y el norte de Chile.
Nuestra región es la región que menos habitantes posee en todo Chile, y aunque somos pocos y las instituciones públicas han constituido eufemismos conservacionistas, tales como que somos una «reserva de vida»(la región con mayor cantidad de bosques primarios, con los ríos más caudalosos del país, etc.), es terrible lo que está pasando en relación a la minería existente que opera a mediana escala: Hay dos grandes mineras de metales que existen desde hace más de 30 años; la mina Cerro Bayo que opera en la comuna de Chile Chico, fronteriza con Argentina, vertiendo aguas contaminadas en humedales y en el lago más grande de Chile, el lago General Carrera (llamado Chelenko en voz tehuelche). Esta mina tiene un largo historial de muerte de trabajadores, el caso más reciente es el de dos mineros que hace poco, en el mes de junio, murieron enterrados bajo los lodos de laguna Verde que reposa muerta sobre los socavones de la mina Delia NW; y no se hizo nada, los mineros siguen sepultados y la mina continuó trabajando.
La otra minera que viene matando lentamente a la población y a los ecosistemas es la mina el Toqui, que opera en el sector rural de Villa Mañihuales. Mediante muestras de sangre tomadas por médicos certificados, se comprobó la lenta muerte de ancianos, mujeres, hombres y niños que están acumulando metales, incluso antes de su nacimiento. Los servicios de estado en la región callan y sólo se pronuncian para afirmar irresponsablemente que a las comunidades ya se les ha limpiado la sangre de los metales, que están bien de salud.
Otra economía extractiva importante (puesto que el estado la subsidia) tiene que ver con las salmoneras, centros de cultivo intensivo de salmones para el mercado mundial que desde mediados de la década de los noventa viene exterminando el ecoterritorio de los fiordos en la costa pacífica de nuestra región, aprovechándose de la nula legislación ambiental y el nulo control social en archipiélagos no habitados por personas; las comunidades aquí están totalmente dependientes de las empresas y del gobierno, puesto que las economías locales en el litoral, como las generadas por pescadores artesanales, fueron prácticamente desaparecidas con economías devastadoras de la vida avaladas por el estado con sus políticas público-privadas; en definitiva se empobreció la posibilidad de autonomía alimentaria y económica de las comunidades que habitan desde hace más de un siglo este territorio aislado en términos de conectividad vial.
Desde el golpe de estado a la democracia chilena con la dictadura de Pinochet las comunidades de esta región particularmente han tenido una mirada positiva de la construcción de la carretera austral, de la entrada del «progreso» económico que ha hecho que la denominada inversión privada en proyectos extractivos consista en dar bonos y fondos para que las comunidades acepten positivamente la entrada de dichos proyectos, puesto que ellas alegan no tener modos de sobrevivencia económica y no hay más posibilidades que aceptar las empresas; es súper difícil comunalizar alternativas, generar redes de resistencia y propuestas propias ante el desarrollo extractivista en ese sentido.
Ahora, dentro de lo poco y lo valioso que estamos haciendo: estamos tratando durante estos últimos 3 años que gente que está en otros pueblos de la región (yo vivo a una hora y media de la capital de región, en Villa Mañihuales, donde está asentado el pueblo minero), como Puerto Cisnes que está más al norte, donde hay compañeros que están haciendo frente a las salmoneras, así como Coyhaique (capital de la región) y Puerto Aysén, dinamicemos más el poder intercambiar información para hacerle frente al avance extractivo que viene sobre nuestra región, como lo es el hacer un levantamiento y un mapeo, una cartografía común de las amenazas extractivas de la región; pero lastimosamente, siendo autocrítico el proceso del tejido de nuestra red es demasiado lento; quisiera que la cosa fuera un poquito más rápido pero nos cuesta porque la territorialidad y el desplazamiento físico entre pueblo y pueblo es muy amplio. Nos cuesta encontrarnos porque nos cuesta monetariamente desplazarnos 80, 150 o 300 kilometros para juntarnos con compañerxs de los pueblos más cercanos; eso nos dificulta el poder movilizarnos como comunidades.
Ahora, con quienes nos hemos comenzado a mover para comunalizar acciones, nos dinamizamos no sólo en términos de territorios donde se amenaza la vida por proyectos de despojo extractivo de los bienes de la naturaleza, sino que también empezamos a encontrarnos con las memorias que han sido silenciadas, olvidadas por el crimen organizado que se vincula a acciones de fuerzas armadas y policiales, judiciales, empresariales y políticas, mafias regionales; por ello hemos comenzado a solidarizar activamente con casos que tienen que ver con los derechos humanos y el despojo, las desapariciones y la violencia en tiempos de la actual democracia chilena, un modo de terrorismo sostenido por los militares, la criminalización, las muertes y la impunidad en esta región así como en otras latitudes del sur de Chile.
Paulatinamente hemos comenzado a debatir estas memorias de nuestra historia reciente, como por ejemplo acompañando a familiares de un caso emblemático que lleva más de 20 años en total impunidad; como mencioné anteriormente, el Caso Aysén, caso que reúne la muerte en extrañas circunstancias de 12 jóvenes entre 1997 y 2002 en Puerto Aysén (ciudad donde se mueve la naturaleza mercantiliazada para el capitalismo global: salmones de exportación, los metales mineros extraídos, etc.), donde actuaron narcotráfico, militares, funcionarios del área judicial y autoridades políticas locales, algo que vemos consonante con lo que pasa en América Latina en general; y que tiene que ver con los poderes fácticos que hay aquí, con presencia en los puertos donde fluye el tráfico de lo que ellos llaman materias primas y que no es más sino el extractivismo-despojo en nuestro territorio ambiental y social.
Ahí está un poquito desordenado, pero es la situación de lo que estamos haciendo y lo que estamos intentando levantar, por ello está bien participar también con ustedes para seguir ampliando redes y pensar cómo escribirnos, como escucharnos y comunicarnos.

Manuel Rozental (moderador Colombia): gracias compañeros qué bueno que se estén acercando, contando lo que están haciendo allá en el sur de Chile

Colombia: “post-conflicto”, “paz”, reinserción de camaradas en el modelo extractivo. ¿Cómo abordarlo? ¿Qué impacto tiene en nuestros territorios y ámbitos compartidos?

Óscar Sampayo (Colombia): yo quisiera aportar algo

Yo insisto en una cuestión muy particular y es lo que mencionaba Juancho. Esa participación de los poderes gangsteriles o paramilitares que actúan al servicio de los proyectos extractivos o al servicio también del Estado. Sabemos que el Catatumbo en este momento es un territorio liberado y en sí es un territorio que es muy difícil que el capitalismo y las instituciones tanto colombianas como venezolanas logren ingresar, por lo menos en los próximos 20 años. Estas realidades hoy se están cruzando con un proceso de paz, en la cual nosotros desde este lado de la frontera vemos con mucha preocupación porque los antiguos camaradas hoy ven en la paz y en eso que está ocurriendo y esa región, principalmente están viendo una zona de retaguardia de ellos. Viéndolo como en el desarrollo o en esos proyectos minero-energéticos, en lo que llaman RRI (Reforma Rural Integral) o los PDET (Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial) una posibilidad de participar en esa misma lógica del supuesto desarrollo sostenible. Muchos en el territorio no están muy convencidos del impulso que está trayendo el nuevo partido. Esa región del Catatumbo es una región con un alto cultivo de coca, se están incrementando las hectáreas de coca temprana y la producción de cocaína. Entonces, ¿como empezar nosotros a hablarnos, a encontrarnos para poder detener esas lógicas y esas dinámicas que están llegando y decirles también a estos nuevos actores políticos que con su discurso tampoco estamos teniendo una afinidad? y ¿cómo va a repercutir en las diferentes relaciones tanto acá en Colombia como en Venezuela?

Comunizar el caos. Los desafíos: Según cada territorio y sus procesos. Espectro amplio. Dimensión urbana y vínculo con territorios rurales. Comprensión multi-escalar. Disputa por bienes comunes y vitales. Subjetividad transformadoras y tejido de y entre comunidades

Manuel Rozental (moderador Colombia): Quería preguntarle a Emiliano sobre ¿cómo es esa propuesta de mirar el comunizar? ¿cómo vas viendo la discusión? ¿qué sientes?, ¿qué vas pensando? Me parece clave ir metiendo el comentario tuyo por ahí.

Emiliano:

Depende… En Cada territorio tiene su intensidad o su connotación, porque en los territorios de los tejidos donde podemos entender que son más fuertes hay una necesidad-urgencia de defensa-protección de esos tejidos y dar todas las condiciones para que se sigan reproduciendo y en lugares donde al contrario le tejido está más deshecho pues la necesidad es reconstituirlo y además desde las propias particularidades. Por ejemplo una cosa que ahora siento que le da la dimensión que tienen, es precisamente el tema urbano. Nosotros podemos pertenecer, acompañar procesos en territorios indígenas campesinos, o bueno semi-rurales semi-urbanos. Tenemos una población o una región latinoamericana que está profundamente urbanizada. Que tiene países con 80 90% población urbana y en donde hay una serie de dinámicas que son diferentes y en la medida que las ciudades colapsen (un poco lo que decía Oscar) empieza a hacerse más claro que la disputa no es sólo por la distribución de las rentas sino ya directamente por el bien común (el agua, la tierra). Allí hay una dimensión muy compleja para pensar el tema del comunizar desde el caos y la perspectiva urbana porque la necesidad de -y lo decía Rafael (le preguntaría la propuesta que plantearía a qué renunciaría basado en la crítica que él propuso, me gustaría escucharlo más)- pero yo reivindicaría los análisis de múltiple escala, el capital funciona multiescaladamente, de lo territorial a escalas globales. Toda esa red que hace que el capital prospere permanentemente es una red de múltiples escalas territoriales. ¿Cómo empatar una cosa que la sufrimos en todos los países que es un divorcio entre campo y ciudad y entre procesos de diversos países y aún de regiones y localidades en los países. Estos síntomas de caos tan severos se ven con mucha fuerza en la ciudad. ¿Qué tipo de comunidades son estas comunidades urbanas?, ¿cómo se estructuran en favelas, en villas, en barrios populares, periféricos o no?, ¿qué los motiva?. ¿Cuáles serían las potencialidades para que esa comunización se produzca?, ¿cómo podemos aprender de experiencias que tenemos en barrios por ejemplo en la ciudad de Caracas?, ¿qué horizontes nos planteamos?

Por ejemplo, el viernes invitamos a un encuentro urbano en relación con este desafío, que es sobre pueblos indígenas. Invitamos a gente del barrio de San Agustín. Vamos a ver si asisten. Hicimos también una actividad en el barrio San Agustín y hablamos del tema ecológico, del tema de territorio y cómo hay un vínculo muy fuerte entre esa lucha urbana y lo que ocurre en territorios lejanos y empezar a hacer una subjetividad de transformación y una formación mucho más integral.

Lo que acaban de decir los compañeros de Chile sobre tejer comunidades: ¿Cómo crear permanentemente espacios para ello? Yo creo que en la diversidad de experiencias podemos aprender de las que existen y hay que re-dimensionar un poco el problema urbano dadas las características regionales.

Contrainsurgencia y captura del discurso. Nuestros análisis desde marcos teóricos : alimentan a la contrainsurgencia. Producimos el material de la contrainsurgencia- Darnos cuenta. Renunciar a estos análisis y empezar a hacerlos desde los sujetos de las resistencias/autonomías. Perder las esperanzas de cualquier espacio/tiempo en los que esté implicado el capital y el estado. Depender de nosotros mismos

Manuel Rozental (moderador Colombia): si Rafa quiere responder…

Rafael:

Podríamos intercambiar unos materiales que tengo al respecto pero rápidamente diría: cuando me preguntan ¿a qué tenemos que renunciar en la forma de ser?… a todo, a todo lo que se está haciendo como lo estamos haciendo. No se si se acuerdan ustedes de la declaración de los derechos humanos y los últimos setenta años, todas las cosas: democracia. DDHH, desarrollo, lucha, todo eso es nutrido precisamente por los análisis de la supuesta izquierda. La forma en que nos están cooptando con este tipo de análisis. No es propiamente los análisis del capital, nutre los análisis y los coopta la contrainsurgencia. A parte del capital que se dedica a ir configurando la estrategia de contrainsurgencia. En la medida que vamos proporcionando análisis donde se mezclan la idea de democracia, derecho humano, soberanía, incluso el asunto de los conceptos de moda, acumulación de capital por desposesión…entre otros. Si se fijan cuando creemos que avanzamos mucho en una descripción perfecta de cómo nos despojan, de cómo nos explotan y nos reprimen, realmente eso no significa que tengamos una perspectiva desde la rebeldía y la autonomía -ya dirán ustedes- “tampoco digo que eso hay que dejar de hacerlo”- hay una subestimación en el fondo muy grande a los pueblos y a los sujetos de todo tipo disque porque no tienen discursos teóricos y desde esa perspectiva de lógica racional, positivista o marxista o la que sea, pero están viviendo y confrontando, luchando y no requieren necesariamente de esa racionalidad teórica instrumental para pensar.

Hay otro elemento implícito en la supuesta necesidad de hacer análisis de ese tipo que es llevarle la línea correcta a los que no lo saben hacer, eso también está implicado. Pero claro, estos son dos elementos que no se consideran… Cuando me refiero a dejar de hacer los análisis desde la perspectiva del capital y el Estado implica atrevemos a hacer análisis donde no aparece la idea de que el Estado sea nuestro interlocutor, lo cual no significa que no tengamos que confrontarlo en todos los ámbitos, incluyendo la negociación legaloide. Por supuesto que va a costar mucho trabajo empezar a hacer análisis desde la perspectiva del sujeto de la resistencia y la autonomía, pero sin tener como referencia lo que implica que este discurso conceptual, que estas posturas de supuesta confrontación con los de arriba requieran pensar desde sus teorías y conceptos. Hay un ejemplo con los zapatistas muy claro, si uds. revisan los discursos y sus formas de hacer análisis, no hay elementos que tengan que ver con la perspectiva de ellos, del estado y el capital. No por eso dejan de mencionar el Estado. De hecho, son los creadores de la idea de la guerra total contra la humanidad, pues de hecho son los que han planteado el asunto del anticapitalismo imprescindible como antiestatismo. Pero un pequeño detalle que me parece importante: no se tiene que partir de marcos teóricos. De hecho, para pensar lo inédito no sirven marcos teóricos. O sea, la teoría es algo que ya instituyó y fue teorización en el momento cuando se dio. La teoría es algo que se convirtió en tal luego de haber pensado una cosa inédita hace tiempo y nos dedicamos a repetir ahora cuando todo ya no es lo que fue, pues la realidad esta en movimiento… y ese es mi otro elemento: ¿Cómo nos deshacemos de marcos teóricos? Para pensar lo inédito podemos hacer uso del pensamiento crítico. Hay pensamientos que no se han convertido en teoría, y si ustedes hacen una especie de análisis comparativo entre el discurso zapatista y el discurso del pensamiento libertario, anarquista, o el pensamiento situacionista, o el pensamiento Dadaísta, verán que hay muchos pensamientos o formas de pensar que son anticapitalistas y no son necesariamente “teorías”. Perdón que tome estos ejemplos porque tampoco estoy diciendo que tenemos que acudir a ellos (a los pensamientos que no son teorías) y convertirlos en marco teórico. Es muy sencillo. Si hacemos un desglose del discurso conceptual que está en nuestros análisis, vamos a caer en cuenta que estamos haciéndole la tarea a ellos y precisamente a eso se dedican todas las ONG. A recoger todo eso que estamos planteando para ver qué es lo que sigue en su estrategia de contrainsurgencia; a partir de la captura del discurso… Claro que les dan un chingo de dinero para que hagan las escuelas, para que hagan los procesos. Precisamente porque lo que quieren es estar viendo qué tanto avanzamos. Un análisis que no tenga esa perspectiva no les sirve. No creo que les sirva porque va a chocar con su lógica racional capitalista. Entonces, no se cómo decirlo. Podemos compartir algunos documentos… Le doy la palabra a Marcelo porque en este momento estaría yo despotricando desde la perspectiva de la amargura porque estoy en contra de la perspectiva de la alegría.

Marcelo Sandoval (Guadalajara):

Bueno, tal vez algunas cositas rápidas en cuanto a la implicación que tiene ahorita “pensar desde la resistencia, desde la lucha”, que en lo particular, uno de los elementos que nos servirían desde los espacios que tratamos de organizarnos es justamente el de perder las esperanzas de cualquier espacio, cualquier tiempo donde esté implicado el capital y el estado. A veces es un problema depositar todavía esperanzas por ejemplo en términos del estado si nos puede dar un cierto rango de acción o no. Yo creo que nos situaría (perder las esperanzas con el estado) desde la dificultad pero a fin de cuentas una dificultad con una perspectiva clara. Por ejemplo: si partiéramos desde la cuestión de los espacios de organización y lucha tuviéramos esa mínima certeza de que el estado es “Ser Vivo”, o sea no es un espacio del cual pudiéramos arrebatar algo. Creo que un primer principio, desde la tradición anarquista se ha planteado desde el siglo XIX: que no se puede usar las armas del enemigo porque ya te haces parte de él, que tenemos que crear nuestras formas propias y yo lo verían tanto en el pensamiento como en las formas de organización. No podemos plantear la autonomía si estamos partiendo de formas de relaciones jerárquicas, desde el vanguardismo. No podemos plantear la autonomía si seguimos pensando desde una lógica que presupone quiénes deben ¨saber” y quiénes no, justamente desde lo comunitario desde lo colectivo cómo es que ese tipo de elementos se van trastocando. En el caso del anarquía se plantea una noción y una praxis que se llama “acción directa” nosotros como sujetos implicados en la lucha y la resistencia somos los únicos interesados y desde la fuerza que podamos construir es lo único que nos puede hacer lograr y caminar en algo, no podemos depender de nadie más que de nosotros mismos y de la fuerza que logremos construir a partir de la lucha y la organización. Para mí, es un punto de partida clave y desde ahí se pueden plantear elementos tanto de análisis y reflexión como elementos que se traduzcan en estrategias de formas de organización y prácticas políticas, eso muy breve, solo para aportar un poquito.

El caos como estrategia del capital con bandos y guerra para negarnos y comunizar el caos, desde agendas de los pueblos en territorios. Hacer que nos tejen y niegan el olvido ¿Cuales? ¿Cómo?

Manuel Rozental (Colombia):

No se si hay alguien más o hago mi provocación un poco en lo que me parece que… surgen muchos desafíos y nos toca seguir trabajando y nos toca seguir abordando y hay consecuencias permanentes… Una y otra vez el capital y uno de sus instrumentos-herramientas, la forma estado, que no son solo las instituciones, sino que está aquí en este momento en que yo estoy hablando. El estado está allí. Una y otra vez nos captura. Nos pone a hablar en sus términos, como estaba diciendo Rafa ahora. Lo nutrimos y lo vamos nutriendo permanentemente. Entonces, un desafío enorme es la ruptura.

Compartiendo imágenes tal vez ayude a ilustrar el asunto que resulta crítico.

Una imagen. Se dio en un debate: desafortunadamente la gente del proceso Kurdo específicamente del PKK, no pudieron estar hoy aunque querían. Pero se ha dado un debate que tal vez alguno vio en Facebook en torno de un texto de Emiliano y de otro más. El debate se dio en estos términos: decía una compañera Kurda con quién estuvimos en Colombia hace poco, decía ella (frente un comentario de Emiliano: – de lo que se trata ahora en el contexto de Venezuela, desde los pueblos es evitar la guerra a toda costa) La compañera Kurda decía: – «No, de ninguna manera. No se trata de evitar la guerra. Lo que hay es que enfrentarla». -Resulta que lo que había no era una diferencia de fondo sino una coincidencia expresada como una diferencia de fondo porque se confundía el hacer desde los pueblos con una postura, con una línea teórico-política. ¿Dónde?: en los procesos concretos, en los territorios concretos. Resulta que en los territorios Kurdos se pasa de una forma de estructurarse y organizarse a partir del otro del capital, es la izquierda tradicional, es la izquierda que describió Rafa, la izquierda cuya intención es tomarse el poder del estado y convertirse en estado, que ya es estado como insurgencia, es la insurgencia del sistema, y entonces ganar el poder para acceder a el y reproducirlo. Resulta que lo que se da es que muy poco antes que se formara el ejército de mujeres, que se conformara la confederación kurda que se cambiara de postura y que esta postura de líneas, tradicional y nutriente de la forma estado se dejara atrás abiertamente por una estructura de asambleas colectivas en constante movimiento y nada resuelto ni definido, muy parecido a o que se estaba planteando ahora sobre la base de principios-memorias y culturas pero también cuestionadas y replanteadas, muy poco antes de que se pensara que no quieren estado, no quieren un territorio que se convierta en estado y no quieren estructuras de poder, no quieren poder y tampoco quieren ser izquierda -lo han dicho claramente- Lo que quieren es es rehacer sus vidas a sus maneras en torno de estructuras asamblearias matriarcales. Salir de ese afán de controlar en torno de jerarquías todo y a todos (todas) y al contrario liberar. En esa lógica son anti patriarcales. Pocos meses antes de que derrotaran al ejercito islámico en Kobane, por ejemplo, eso no existía con la fuerza que tiene ahora. O sea, se consolidó muy rápidamente. ¿Por qué estoy dando esta imagen? porque en el contexto del intercambio con Emiliano, la compañera kurda, cuando hablaba de asumir la guerra para defender los territorios y las autonomías, resulta que la gente tenía que asumir la guerra desde una perspectiva autonomista, antiestatal, anticapitalista y construida desde abajo. Lo que Emiliano estaba planteando era que si no se tiene agenda propia, desde abajo, de los pueblos, autonómica y libertaria-territorial o como la quieran nombrar, negocian la del otro, son capturados por una agenda de guerra que es ajena y que lo que nos está pasando y lo estamos conversando aquí mismo es que hay dos dinámicas simultáneas: 1.- Una en la que hablamos sin distinguir de procesos autonómicos fuertes más o menos consolidados como el zapatista o como lo fue en el 2000 el proceso del pueblo Nasa aquí en Colombia y las Mingas y simultáneamente hablamos de la lucha de los pueblos en procesos como los nuestros… la mayoría de los que estamos sentados hoy hablando (no todas y todos) en la que

2.- en realidad la propuesta propia no está consolidándose o el nivel de organización y el tejido entre nosotros no es suficientemente fuerte para tener la propuesta nuestra; entonces seguimos confundidos debatiendo la propuesta de otros

Pero además quiero poner la otra imagen, la de los territorios: cuando pensamos en territorios tenemos la tendencia (me parece a mí) de ubicarnos en el marco de la lógica y la concepción del capital, reproducimos de inmediato una concepción del territorio que es ajena, que no es nuestra, que es el territorio conquistado: Urbano-rural, Hombre-mujer, categorías teóricas-prácticas de la realidad de la conquista ajenas…todo eso. Cuando hablamos aquí de territorio casi siempre nos referimos a lo rural y en realidad el territorio de lo imaginario, los territorios de los cuerpos, el territorio físico de los ámbitos específicos de lo urbano-rural de lo barrial del otro, todos esos ámbitos son territorios y habitar territorios “otros” sin empezar a concebir los territorios de otra manera ¿es una manera de deshacernos del estado? De la lógica del estado, del extractivismo de la penetración y de los tiempos de la penetración y extractivismo. O sea liberar los territorios (corporales, imaginarios, geográficos) y deshacernos del pragmatismo que nos obliga a aceptar el clientelismo de estado. Su burocratización, nuestra burocratización, el terror que nos imponen y la represión.

El capital sigue comprando o sigue sometiendo. El capital sigue expandiendo. Entonces aquí hay un espectro grandotote, pero no quiero dejar esto en donde lo estoy planteando sino que lo quiero poner en el espejo a todos.

Resulta que ahora mismo desde esta unidad fabricada desde la conquista europea que se llama Venezuela, que al mismo tiempo han fabricado en disputa y en antagonismo pueblos, procesos, estructura estatal y otros; que se ha convertido en una unidad con diversidad y diferencias. En este mismo momento, el ámbito de esa unidad espacial territorial estatal del capital en torno del extractivismo petrolero y otros, está generando y se están implementando unas estrategias diversas cuyo propósito esencial es impedir por la vía de la captura en un bando o en el otro, la construcción desde abajo de las agendas autonómicas. Es decir, impedir la comunización del caos. Pero al mismo tiempo esa lógica, esa intencionalidad estatal-capitalista-estratégica que busca capturar para bandos en guerra del sistema, está generando un caos en el que se hace posible e indispensable comunizar, es decir, romper con las estructuras del estado, romper con la dependencia petrolera, construir otra cosa, hablar otro idioma, no el idioma de la captura. Ni el de los progresismos de ver a quién pone en el estado, ni el idioma de la guerra que hasta el momento es una guerra ajena, la del sistema contra los pueblos, venga de donde venga. No es la guerra que hicieron los wayuu para defenderse del gasoducto de Chávez y por la que fueron masacrados, ni la guerra que hicieron los Barí para defenderse del extractivismo. En este momento la guerra es la agenda del capital en Venezuela. Los bandos son medios para el despojo y la negación de los pueblos y territorios. Es por ello muy parecida a la de Siria, cuyo propósito es despojar a todos los territorios y negar este debate que damos aquí, esta experiencia que relatan Juancho y Emiliano. Negarlas por razones prácticas que son las que nos reclutan en algún bando para matarnos y que gane el despojo.

Entonces yo me estoy haciendo una pregunta enorme, la hago y la sentía escuchando a Juancho a Emiliano al comienzo y leyéndolos (y a Roland Denis y esos textos que sirvieron como insumos). En este contexto ya existen procesos con dificultades pero sobretodo existen memorias y experiencia atadas a territorios diversos que aparecen aparentemente unas del lado del gobierno bolivariano y defendiéndolo y otras del lado de procesos autonómicos, en ese espectro gigantesco. Pero ahí está en ciernes, potencialmente, una convocatoria. Auto-convocatoria sin vanguardia desde los pueblos a tener propuestas propias en torno de autonomías, en torno de soberanías otras de los pueblos, en torno de abiertamente rechazar el estado y en torno de tejernos entre pueblos-procesos. Y yo sigo pensando que ese desafío que está ahí, y que aquí mismo a nosotros nos falta tal vez, ubicarnos en ese lugar de los pueblos, de las agendas propias, para empezar a hablar de otra manera de organizarnos, para entender que solamente si tenemos agendas propias, no nos capturan y podemos decidir, en función de nuestros horizontes qué defendemos y cómo para no seguir resignándonos a aceptar el reclutamiento para pensar bajo las órdenes de agentes del capital-estado, vengan de donde vengan y al servicio de las rentas y del despojo.

Yo sé que Raúl Zibechi (cuyo artículo en La Jornada sobre Venezuela no he leído) en la cita a que hace referencia Rafa de su editorial, donde autodeterminación de los pueblos y soberanía nacional son para el equivalentes e intercambiables, expresa, en ese sentido, la postura del otro, no la nuestra. Yo sé que cualquiera ahora del partido del FARC que está hablando de insertarse y de competitividad no son, en ese sentido que acepta y defiende el modelo y el estado nosotros y nosotras. Avanza de nuevo y a nuestro nombre, evocando nuestra identidad y horizonte, la ocupación y captura de los territorios de los imaginarios, de los territorios físicos o los de nuestros cuerpos y nos están metiendo en la guerra ajena, la defensa de rentas, soberanías, estados, porque las propuestas propias que hemos construido y por las que nos han capturado una y otra vez no se acaban de tejer. Porque una y otra vez nos hacen abandonar con nuestro propio discurso reapropiado para fines del sistema aquello en lo que hemos logrado avanzar en términos de autonomía. En otras palabras, lo que yo veo en Venezuela y en otros sitios es que lo que está en disputa es un proyecto de los pueblos arraigados a territorios frente a otro, dividido en bandos, que se disputa el poder dentro del capital. Están siendo negados y enviados de nuevo al olvido, producidos como imposibles o inexistentes aquellos pueblos y procesos que no acepan el extractivismo y que tratan de consolidar soberanías y autonomías, de los que aquí se habló también.

En este contexto aparecen de una parte los tiempos de los pueblos, lentos-largos, y de otra parte la amenaza inepta de transformar ese movimiento-en-tiempo-de-los-pueblos en una urgencia en torno de la guerra que captura y destruye.

Eso quería comentar. Lo que estoy haciendo es preguntarnos abiertamente (claro la gente está haciendo, Emiliano dice – se están reuniendo -Juancho convoca la ciranda de la que este texto lo que salga tiene que ser parte), en el hacer de los pequeños haceres: ¿cuáles son los haceres que nos van tejiendo?

Re-existir. La resistencia como acto creador, no la conservación de algo que quedó establecido. Lograr una completa coherencia y no hablar desde lo que nos contaron que somos, desde lo que dice el programa que somos, desde lo que dice la idea de libertad que debemos tener, sino desde la que nosotros queremos y podemos construir.

Juancho querías hablar adelante…

Juancho:

Las intervenciones de Rafael a mi juicio han sido fundamentales en esta conversa. Para mí tiene mucha importancia desde el contexto del debate del cual he sido parte en los últimos meses y en los últimos años. En ese debate recuerdo dos cosas que son importantes para corresponderle a Rafael… Un compañero que con mucho tormento en una oportunidad trató de hacer un análisis histórico de lo que ha sido la suerte de la lucha social y el movimiento popular en toda la historia en estos territorios y la única corrección que le hicimos a ese compañero fue que él no veía desde los pueblos sino desde EL PUEBLO, pero él decía algo que nosotros aceptábamos y es que en todas estas luchas nunca logramos tener un programa propio y que se no impuso el pliego, la agenda, subordinado a intereses de otros sectores los intereses de los pueblos y comunidades que lucharon.

La necesidad de un agenda propia y una visión propia de las cosas en nuestra luchas tal vez no tenga que ver con un gran programa centralizado y acabado, sino con la comprensión y la comunicación entre los programas y las aspiraciones y las metas más elevadas que tenemos en las comunidades.

Creo que eso puede apuntar a un orden de lucha NO central, NO dirigido, de NO usanza patriarcal y puede construir un programa que tenga mucho más sentido para nosotros y sea realmente nuestro plan.

Es decir, el programa está sucediendo ahora y está más representado en lo que hacemos y en lo que nos sucede y en lo que somos capaces de hacer que suceda que en lo que pudiéramos decir.

El esfuerzo de construcción de autonomía que tenemos que empujar tiene que ver con -algo que dice el viejo José Quintero- un tiempo no de señalar -aunque lo necesitemos y nos duela- sino de escucharnos entre nosotros. De hacer un diálogo que sea de nosotros con nosotros.

Un diálogo de gente que hace cosas y las conversa.

Nosotros en laguarura.net.ve tenemos una sección en la que dice “ahí están, esos son” (estamos buscando cambiarle el nombre porque la heredamos de tantas marchas a las que fuimos). Es donde hacemos las denuncias. Las denuncias que hacemos probablemente ocupen la mayor parte de la página y al ocupar tanto espacio en nuestro medio nos impide tener espacio para contar lo que hacemos.

Hay alguna gente (antropólogos, amigos marxistas que nos han acompañado) que nos dicen: necesitamos de las teorías, necesitamos de la visión que ha tenido occidente para poder derrotar a occidente, dicho así suena a aceptación de una superioridad impuesta. Nosotros creemos que necesitamos un diálogo con todos incluso con occidente, pero lo que no necesitamos es que alguien nos salve.

Lo que necesitamos es conocer el camino de cómo salvarnos a nosotros mismos y ese es el reto de la palabra y de los haceres en este tiempo. Lograr una completa coherencia y no hablar desde lo que nos contaron que somos, desde lo que dice el programa que somos, desde lo que dice la idea de libertad que debemos tener, sino desde la que nosotros queremos y podemos construir...

Una cosa que dicen los muchachos de Wainjirawa es que hay una idea de la resistencia como un acto de conservación de lo que quedó establecido, de la idea que alguna gente tiene de nosotros y la resistencia no es eso, la resistencia es un acto creador, todos los días creamos algo nuevo y desde ese acto creador resistimos.

Ese acto creador tiene una raíz muy fuerte, y fortalecer la raíz es clave de lo nuevo.

La resistencia no es un acto de conservación, los actos de conservación son el ámbito de lo que fue muerte y enajenado y están en los museos del saqueo colonial, no están en la realidad de las comunidades, en las comunidades todo el tiempo estamos cambiando para… esa palabra que aprendimos hace unas semanas que es REEXISTIR.

Manuel Rozental:…¿A esa ciranda convocada cómo contribuye la gente desde el proceso desde el hacer, desde… no estoy diciendo fórmulas sino el sentido? Preguntando…

Juancho: la metodología hasta ahora es muy simple, incluso precaria. La idea sería que las organizaciones, las experiencias individuales y familiares (hay quien niega que la familia es una organización de lucha y eso es imposible comprenderlo desde el punto de vista wayuu, añú, caquetío o ayamán para quienes la familia es lo fundamental en términos de la posibilidad de luchar) y la familia puede contar, la experiencia colectiva puede contar, incluso los individuos pueden contar lo que están haciendo y contarlo reivindicando su condición de sujetos en lucha, de sujetos que construyen alternativas, sujetos que resisten y que dan peleas, pero contar las cosas, no sólo lo que es central sino lo que es periférico al esfuerzo que parece lo más importante.

Por ejemplo decir cómo se visten o lo que están haciendo para sostener la escuela en la comunidad de manera autónoma y compartirlo entre nosotros. Ese esfuerzo de visibilización tiene unos limites, que tenemos que ponernos de acuerdo, lo que debamos según creemos que debamos compartir, pero se trata de pasar un rato mostrando el cuerpo entero porque usualmente se conoce nuestra palabra y la convicción de hacer la ciranda es que la palabra en los medios es reducida a una simple oposición a las cosas, es decir se escucha de nosotros cuando decimos NO, pero no se escucha todo el cuerpo que dice NO y las razones que tenemos en el cuerpo y en la tierra para decir NO y por eso estamos convocando la ciranda.

¿cómo enviamos los contenidos? Bueno, Pueblos en Camino es un sitio que está involucrado a la ciranda y laguarura.net.ve por ahora. Probablemente se incorpore antes de comenzar la ciranda que es del 22 al 27 de septiembre, se incorpore “Humano Derecho” que es una radio en línea con la que hemos hecho algunas alianzas para producir contenidos. Se les puede enviar audios, pueden enviar textos y fotografías, se puede enviar diaporamas y videos como en el caso de unos compañeros que están preparando un videito, lo suben a su canal y luego lo compartimos por nuestros medios. Incluso los que van a ver estos contenidos y están a la expectativa, si quieren producir otros contenidos reflexionando sobre lo que vieron también es un nivel importante de contribución que es el papel que yo le veo al esfuerzo del análisis -yo no digo que haya que eliminar los análisis estratégicos de las cosas pero hace falta una comprensión a la escala de lo hacemos, hilvanándose con los que debaten y los que construyen y los que hacen eso le hace falta a nuestro mundo intelectual, porque la palabra tan abstracta y enajenada es fácil que se transforme en un instrumento comercial en este mundo donde todo se vende y todo se compra de manera muy alejada de la gente… La ciranda es compartir lo que hacemos para sostener nuestra palabra, la lucha y los nuestros.

Nosotros vamos a contarnos lo que estamos haciendo para construir una infraestructura que hace falta para una experiencia de salud que es el diálogo de nuestra medicina tradicional con las otras o con todas las medicinas. Tenemos la idea de egresar de nuestras escuelas gente que esté en el proceso de salud de la comunidad y construir organización a partir de ahí y para ello hemos asimilado técnicas de la botánica y la farmacia para pruducir nuestras medicinas y terapias.   Para enfrentar los retos que tenemos de salud en la diáspora, en el desplazamiento en barrios wayuu en Maracaibo, nos hace falta un poco más de lo que ya traíamos de los territorios ancestrales, porque hay enfermedades que no son usuales en el territorio ni las escalas de contagio son terribles y mortales. Queremos compartir lo que estamos haciendo a ver que se les ocurre a los que nos vean y escuchen para asimilarlo y mejorar nuestro esfuerzo. Por eso estamos haciendo un video para la ciranda.

 

Receptivos para ampliar desde abajo los repertorios de vida y resistencia

Manuel Rozental: Quienes queramos ir tejiéndonos y tejiendo a esto, aquí estamos nosotros. Nos comprometimos como Pueblos en Camino a ayudar a la ciranda y hacernos parte de la ciranda. laguarura está. Entonces podemos compartir los propios insumos de lo que hemos intercambiado hoy que creo que ni comenzó ni ha terminado, sino que está por ahí tejido a otras cosas y puede ser un aporte. Pero también hay cantidad de esfuerzos que pudiéramos pensar para ser parte de esa primera ciranda que no es la única ni la última sino una manera de tejernos… no sé qué otra cosa quieran compartir-comentar de este intercambio. Por ahí andaba Beatriz Amor en la Argentina, que está sólo escuchando porque no tiene micrófono. Si hubiera alguien más que quiera aportar o usar estos pocos minutos para decir qué sentimos que nos quedó bien o lo que falta… La gente de Coyhaiqui quiere hablar adelante… ¿Oscar, de Coyhaiqui y Emiliano querían comentar algo…?

Emiliano (Venezuela): Disculpa, yo me tengo que ir, pero tenía la intención de continuar la discusión de algunas cosas que se plantearon. Esta discusión no se agota hoy. Desde Venezuela hay una necesidad urgente de ir visualizando cada vez más experiencias populares que existen y hay poco registro porque hemos tenido bastantes carencias para nombrarnos a nosotros mismos. Desde hace algunos años, quizás dos, hemos iniciado registros propios pero suelen estar aún desarticuladas. Suena paradójico. Hay mucha gente haciendo lo mismo y no se juntan en algo que pudiera tener más relevancia política. Ahí está una de las propuestas que está impulsando (José Ángel) Quintero, que no comentó Juancho. Creo que se puede, a partir de ahí, visibilizar más estas luchas y tratar de articularlas con otras que están también en esa onda de visibilizarse. Dar su propia narrativa. Su propia referencia. Ese es un poco el trabajo que veo ahora… y continuar la discusión.

Oscar (Colombia):

Nosotros también nos sumamos a esa iniciativa de la ciranda. Aquí desde el territorio donde hemos vivido más de cien años en medio de la explotación petrolera necesitamos otras formas de contrarrestar esta avalancha que se nos está viniendo. Hoy los habitantes rurales, los campesinos, se están enfrentando al capital y las multinacionales extractivas y vemos que carecemos de otros impulsos, de otro repertorio de lucha y ahí si llamamos a la urgencia de poder conocer esos procesos hermanos que trabajan por una reivindicación de la sociedad desde las personas y desde el mismo territorio. Muchas personas estamos haciendo un trabajando, que estamos describiendo, que pudiera ser lo mismo pero al final de cuentas es diferente. Nosotros aquí en Colombia lamentablemente hemos conocido la burocratización de los defensores de derechos humanos, la burocratización del asistencialismo con las víctimas del desplazamiento y otro tipo de luchas que hoy siguen y van hacia esa misma lógica y lo vemos como impotentes al ver que estamos en una lucha en la cual estamos enfrentando a las multinacionales poderosas y peligrosas y vemos que cuando hay que actuar merman sus acciones o ya no son tan públicas sus expresiones de solidaridad, y eso sí nos genera a nosotros también un tipo de duda. Entonces, es bueno articularnos, pero también conociéndonos. Generando confianza en esa articulación. Como decía Juancho, esa generación de confianza es importante y la necesitamos, la requerimos. Estamos receptivos y dispuestos a compartir nuestra experiencia pero más que todo receptivos para poder contrarrestar eso que nos viene, que ya está andando y viene muy fuerte. Otras formas de violencia que ya están apareciendo en el territorio. Nuevas formas de despojo o resurgimiento de esas formas en el territorio, y hay que hacerle frente a esa problemática.

¿Frontera Colombia-Venezuela? ¿Dónde?

Acá es difícil porque casi todo lo han copiado para el capital y el extractivismo. En estas condiciones tenemos que comunicar y movilizar. Capturan…por ejemplo las familias

Manuel Rozental: Emiliano se va… no sé si hay alguna otra intervención. Quedan cosas planteadas y pendientes. Cosas nombradas. Yo creo que la lectura de este texto y escuchar estos audios nos va a servir para ir sacando cosas e irlas trabajando y me parece que sería un propósito… Si adelante compañeros Alejo y Fernando (Chile) adelante…

Alejo y Fernando (Chile):

Para ir cerrando lo que se ha conversado. Para nosotros es muy importante desde aquí, donde ha sido super complicado el generar actividades, como lo es la continuidad en la comunicación, puesto que los medios de comunicación en algún momento nos juntaron para tejer comunicación en el Abya Yala, me refiero a cuando hacía reportajes para Aler visibilizando los conflictos extractivos y de derechos humanos; creo que por ahí también va la dimensión de esto que empieza a tomar forma entre nosotrxs después de tanto tiempo, tanto a nivel local como junto a otras latitudes.
Ahora, pensamos la comunicación y la realización de actividades culturales en relación a establecer un nexo con las demás comunidades para seguir por lo menos sensibilizando e ir despertando consciencia entre las personas, porque como comentaba, aquí es difícil porque todo lo han cooptado las instituciones y la intervención de las políticas compensatorias del estado público-privado. Aunque no todo el mundo ve con beneplácito que entre cualquier empresa y haga lo que sea junto con el estado, que los niños estén enfermos, que la gente esté muriendo de cáncer por la minería y los mismos jóvenes estén sumidos en el alcohol, gracias a la sociedad de consumo que ha establecido el extractivismo. Estamos en la región donde más alcoholismo hay de Chile.
Yo creo que desde la comunicación debemos levantar encuentros, pensar documentales, registros audiovisuales comunes para pensar la palabra, en la poesía, pues en esa misma tónica hemos tratado de levantar nexos con compañeros de radios libres que hay aquí en Chile, en Territorio Mapuche, en el norte de Valparaíso, pero nos es difícil levantar radios libres en este territorio porque no tenemos la forma ni los equipos. Todo está muy controlado.
Quisiera pedir una mano, si alguno de los compañeros de Pueblos en Camino pudiese darnos una ayuda para ir levantando registro de las actividades para visibilizarlas, como lo venimos haciendo en nuestro canal de youtube Yagan Visual, y que vemos no es suficiente, porque aún cuando nosotros como colectivo hemos podido levantar dichos registros de los eventos comunitarios, es difícil sostener su visibilización porque somos pocos en el ejercicio. Tal vez desde la radio y no desde lo audiovisual sea más fácil establecer continuidad. Sería más fácil ir levantando una plataforma web para poder comunicar junto a una red de medios en el Abya Yala como tal para nosotros ir levantando las entrevistas que hagamos, las actividades que hagamos y poder seguir comunalizando, ayudando a levantar notas en tiempo real, pues sabemos el avance de las criminalizaciones y los asesinatos continúan y creo que al apañar (ayudar) en las denuncias o en las acciones de las comunidades hay una ganancia en la defensa organizada de nuestros territorios vivos.
Una última observación respecto a un tema que decía Juancho, quien comentaba sobre “Cómo Comunalizar” desde lo cotidiano, me hizo recordar un texto de Raúl Zibechi sobre el supuesto empoderamiento de los territorios mapuches desarrollado en el primer gobierno de Bachelet a través de las figuras familiares precisamente. Entonces pensaba como esa figura es contradictoria, es difícil de pensársela en cuanto aquí a la gente en el modelo asistencialista neoliberal se le fomentó la asociatividad indígena a través de inscripción de sus“comunidades” (familias) en la Conadi, desconociendo y debilitando las formas políticas ancestrales del pueblo mapuche, el reconocimiento de sus lof, territorios ancestrales amplios, sus longkos, machis, werkenes y demás autoridades políticas también ancestrales; todo ello, sabemos desde la dictadura se empezó a implantar en Chile por la fuerza, facilitando el empobrecimiento de la educación y la aceptación del asistencialismo donde por ejemplo los jóvenes pueden acceder a derechos fundamentales como la educación sólo si tienen dicha certificación de la Conadi para que les entreguen “becas”, bonos económicos para pagar el mercado de la educación. Para eso se reconoce a la familia como una comunidad. Eso (la familia-comunidad) lo ha cooptado el gobierno de Chile fácilmente y sigue siendo una de las “armas” institucionales para continuar desestructurando y desmontando las prácticas territoriales, la cultura de la sabiduría y el territorio político de las comunidades mapuches en resistencia. Entonces lo digo para aportar al debate no estoy en contra de las familias como un referente, pero son, como tantas otras estructuras y dinámicas, territorios en disputa, en este caso, invenciones del estado para realizar una guerra de baja intensidad contra el pueblo mapuche y su territorio social.

Manuel Rozental: Alejo una cosa que te digo ya desde aquí con mucho gusto te damos una mano en lo que nosotros sabemos desde los nuestros y desde otros, desde la experiencia del Tejido de Comunicación, de Pueblos en Camino y otros esfuerzos, nos coordinamos y vamos conversando. Con gusto apoyamos

El peligro de estar sacando hacia arriba y hacia afuera las luchas. El riesgo del protagonismo y la figuración. Hacer política y “andar en silencio”

Rafael (Guadalajara):

Yo quiero cerrar con una observación crítica a partir de las últimas exposiciones, llamando la atención de que parte del problema que tenemos es esa imperiosa necesidad de reconocimiento público tan peligroso. Querer estar sacando hacia afuera y hacia arriba el montón de luchas y cosas que se están dando. Otra forma de hacer política es “andar en silencio” como dicen los zapatistas. Si hay compañeros que saben hacer cosas de dibujo, de video y todas esas cosas maravillosas por qué no preguntamos a los compañeros de los pueblos, de los barrios, a los que están a un lado de nosotros en las escuelas, los trabajos, etc., y lo ponemos al servicio de la comunicación primero entre sujetos y lucha. Les voy a decir lo que pasa acá en México. Eso se ha convertido en una especie de sistema de búsqueda de empleo para que las ONG y los medios que tengan mucho dinero te atrapen te coopten, y te paguen por andar haciendo eso: hacer páginas y hacer cosas públicas. Obviamente sabemos que hay cosas de esas independientes y hay cosas de esas que no tienen nada que ver con lo que estoy diciendo. ¿Qué sentimiento de culpa hay que nos hace buscar el prestigio revolucionario?… Eso de los medios libres, por ejemplo, es un asunto que ya en muchas partes se está reconociendo que filtra y organiza la información y ni va a caer en ningún lado nuestro, sino que le llega a quien se encarga de ver en qué momento y a quién reprime. Hay una cosa que desde los setentas se decía: “Si el Estado y la policía ya nos conoce, entonces hay que difundir(nos) para que nos conozcan todos los demás” y la pregunta es ¿y eso para qué? Y porqué no la pregunta de qué hacemos y qué formas de hacer que podamos seguir construyendo sin exponernos, sin exhibirnos y sin estar en la agenda de los de arriba, como dijo Manuel, cuando dice la “agenda” me refiero a la forma de hacer política también. ¿No habrá modo de discutir y problematizar otra forma de hacer lo que sabemos hacer y lo que nos gusta hacer más bien? No nos articula el que difundamos a todo el mundo lo que estamos haciendo, no articula. Este planteamiento de que: “se hace con el cuerpo y no con la palabra”, del que yo difiero un poco porque la palabra es parte del cuerpo, esto del cuerpo es “cuerpo a cuerpo” si no, es otra vez el “medio”. Aquí hay una discusión pendiente que precisamente el pensamiento anarquista ve de manera fundamental y es el asunto de la “técnica” ¿a quién sirve la técnica? -Entre esos a los medios de comunicación con técnica. La preocupación de muchos compañeros acá, y ahorita lo escucho allá, es que parece ser que se cumple, se lucha difundiendo luchas en los medios -claro los llamamos “medios libres” para distinguirlos- pero la pregunta es ¿en qué nos distinguimos?. Hay compañeros que empiezan a hacer con sus saberes, con sus deseos, con su cuerpo un montón de trabajo de los colectivos, barrios y comunidades y en ningún momento hemos visto que las comunidades quieran exhibirse en la cosa de una web. Al menos como he sabido de represión. Eso no significa que no seamos observados, no seamos infiltrados. Pero el asunto es que eso es parte de la discusión que tenemos que dar en todo caso y no que sigamos reproduciendo y reproduciendo la cuestión de los supuestos medios libres sin cuestionar su sentido de manera crítica y política.

Manuel Rozental:

Diré un poquito lo que dice la lluvia de ideas. Concuerdo con Rafael. Lo que para mí es apoyo intercambio y discusión con Alejo justamente es “¿Comunicar para qué?” Y por eso mismo, “¿qué comunicar” y entonces, con eso claro en el contexto de lo que es la lucha, es complicado. Vale la pena entrarle a la discusión. ¿Qué decir? ¿Cómo? ¿A quienes? ¿Para qué? Dejar esto sin examinar y asumirlo de manera moralista como un instrumento de lucha incuestionable y la lucha en sí, es un error grave.

No se si alguien tenga algo más para cerrar por ahora… Propongo a quien(es) tenga(n) tiempo y ganas (entre quienes estuvimos acá y entre quienes puedan llegar a ver y escuchar este material), que le echen una leída a lo que hemos dicho hoy y no lo dejemos pasar. Rescatemos algunos puntos de muchísimas cosas que nos queden sonando que sean necesarios, urgentes, sentidos y que con eso nos pongamos de acuerdo para seguir. Aquí se propusieron varios caminos para profundizar. Sigamos, y de corazón gracias a quienes nos provocaron: Emiliano y Juancho y los procesos que los han parido y cuidado. Quedamos pendientes de la ciranda y de los temas que planteamos. Gracias. Quedé con un espejo fuerte y grande en frente. Con ganas de mirarme ahí, muy agradecido y más comprometido. Ello incluye, por supuesto, que Venezuela desde abajo es un reclamo y una convocatoria aquí y ahora, mientras intentan someterla sin pueblos y que es en serio eso de que no se trata de protagonismos ni de prestigios y por eso, para comunizar el caos, hay que hacer el silencio repetidas veces que nos permita escucharnos buscándonos en palabra y acción. Un abrazo grande.

TODOS LOS PARTICIPANTES SE DESPIDEN CON AFECTO.

La transcripción del encuentro-jornada, a partir de los aportes de los procesos y participantes, estuvo a cargo de Juan Carlos la Rosa Velazco, con ayuda de Manuel Rozental. La corrección/edición inicial la hizo Manuel Rozental y luego cada participante revisó su parte y la corrigió, completó o complementó para darle claridad. En consecuencia, no se trata de una transcripción literal sino de una compartición editada de los planteamientos e ideas fundamentales. Al revisar y editar la transcripción se busca fortalecer lo expresado en la perspectiva de que sea un instrumento más útil para su difusión, lectura y debate en otros ámbitos y por otros procesos. El trabajo de edición del texto final, lo mismo que la coordinación de este proceso a partir de recibir la transcripción fue responsabilidad de Manuel Rozental. La grabación y de los audios estuvo a cargo de René Olvera y la edición y publicación de los mismos, de Constanza Cuetia quien los incorpora en cada sección. La publicación final la realiza Manuel Rozental. La moderación de este encuentro estuvo a cargo de Manuel Rozental. Esperamos que este material, en todo o en parte, alimente debates y actividades en distintos ámbitos. Ese es el sentido de recoger textos y audios. Que sigan llegando a emisoras comunitarias, asambleas, reuniones, encuentros. Una vez hecho este trabajo de transcripción y edición, mientras más se diseminen, se compartan y más se discutan, mejor. No tienen dueño, son de los Pueblos en Camino de tejer autonomías y resistencias. Seguiremos escuchando, aprendiendo, sumándonos y tejiéndonos a resistencias organizadas desde abajo, mientras muchas y muchos otros lo vienen haciendo en muchos lugares. Es en ese tejido donde tiene sentido este encuentro. Todo lo relacionado con las actividades y el mandato compartido de Pueblos en Camino; contribuir a Tejer resistencias y autonomías entre pueblos y procesos, incluidas las de estos encuentros y jornadas están abiertas a ser realizadas de manera colectiva desde su propuesta, hasta su publicación y difusión en cada uno de sus aspectos. En este propósito esperamos fortalecer el esfuerzo compartido y sin dueños para alcanzar objetivos compartidos sin más remuneración que la de sacar adelante lo que nos proponemos. A esto les y nos convocamos.

Un comentario en «Desde Venezuela, el desafío de Comunizar en el Caos. Nuestro diálogo desde nuestro hacer»

  • el 23 octubre, 2017 a las 9:26 pm
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    Felicitaciones por el encuentro, creo que las voces lucidas oídas entre sí ya es una forma de resistencia audaz. Estas palabras tienen que rebotar y romper las viejas distancias entre nosotros. Reconstruir un mundo caótico, corporativizado, planificado para ello, no va a ser fácil, tarea de varias generaciones en adelante. Allí esta el reto. Que bueno Manuel que pusiste el ejemplo kurdo, movimiento libertario que esta dando una lección civilizatoria al mundo en medio de la guerra, aquí publicamos dos libros de Ocalam. Volviendo por todos los caminos, allí nos encontramos..

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