Toño el ermitoño: De la insurgencia armada a la custodia de semillas
Buena Gente periódico publica una entrevista con Javier Antonio Arbeláez, cuyo hacer sembrando, custodiando y tejiendo desde la tierra y las semillas es su manifiesto compartido, humilde, transformador y comprometido. “Hace 20 y pico de años dejamos las armas”, nos cuenta Javier Antonio Arbeláez, conocido también como “toño el ermitoño”. Hoy él es custodio de semillas y en el momento de la entrevista justamente había apenas terminado su taller “Semillas y Siembras” en el Museo del Oro Quimbaya de la ciudad de Armenia.” En el contexto de la persistencia de condiciones que generaron un conflicto armado al que se sumó desde una organización insurgente, el “ermitoño” persevera desde la agro-ecología haciendo, hasta donde le alcanzan las manos por defender la vida y empuñar el camino de las semillas. Pero sus manos modestas tienen un amplio alcance que depende no de estructuras y discursos, sino de ir sembrando y enseñando a sembrar-cosechar-convivir. Desde abajo, que es a la altura de la Madre Tierra, el camino de las semillas, palabra y acción tiene un vocero amable, consciente, coherente, humilde que nos permite visitarlo. Así Sí. Pueblos en Camino
“En algún momento tocó irse pal’ monte”
“Hace 20 y pico de años dejamos las armas”, nos cuenta Javier Antonio Arbeláez, conocido también como “toño el ermitoño”. Hoy él es custodio de semillas y en el momento de la entrevista justamente había apenas terminado su taller “Semillas y Siembras” en el Museo del Oro Quimbaya de la ciudad de Armenia. Ahora forma a personas aficionadas a la agroecología.
Nació en Calarcá, departamento del Quindío, formó parte del Partido Revolucionario de Trabajadores- PRT. Decidió coger las armas porque no habían espacios reales de participación y por el acoso a que eran sometidos los líderes sociales, especialmente de izquierda, a través de las amenazas, el asesinato y la obligación del exilio. “Cuando dejamos las armas hubo una gran desmovilización en el país y desmovilizaron a cinco grupos guerrilleros”, nos dice refiriéndose a los procesos de paz llevados a cabo en la primera mitad de los años 90. El gobierno nacional creó paz con las guerrillas del Movimiento 19 de Abril (M-19), el Ejército Popular de Liberación (EPL), el Movimiento Armado indígena Quintín Lame, La Corriente de Renovación Socialista (CRS) y el Partido Revolucionario de Trabajadores (PRT).
La década de los 90 comportó a nivel mundial hechos importantes como la caída del Muro de Berlín y con ello el desmoronamiento del llamado “socialismo real”. A nivel nacional la realización en 1991 de la Asamblea Nacional Constituyente que viabilizó la desmovilización de un número plural de organizaciones alzadas en armas. “En ese momento se creó una nueva Constitución y eso fue lo más importante para Colombia dado que abrió más espacios democráticos”, afirmó Arbeláez.
Una vez abandonadas las armas, “Toño” continuó sus esfuerzos por la construcción de otros mundos posibles a través de la agroecología y concretamente del rescate y cuidado de semillas criollas y nativas que se encuentran en serio riesgo de desaparecer. La causa principal, entre otras, es la imposición de semillas transgénicas y patrones de consumo por parte de poderosas empresas transnacionales. “La agroecología es una tendencia mundial que ha inventado nuevas técnicas y nuevas maneras de luchar por el planeta”. Actualmente invierte el tiempo en el mantenimiento de los cultivos orgánicos de su finca junto a su esposa Eloisa. Promociona también los mercados agroecológicos y la realización de talleres y conferencias sobre la importancia de custodiar las semillas. En la coyuntura actual del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-FARC y el inicio de negociaciones formales con el Ejército de Liberación Nacional-ELN, ejemplos como el de Javier Antonio contribuyen a fortalecer la esperanza.
Texto y entrevista : Arne Merlo, Video y edición: Tim Buhck
Periódico Buena Gente
Marzo 22 de 2015
http://www.buenagenteperiodico.com/main-noticia-id-21-en-algun-momento-toco-irse-pal-monte-buenagente