Masiva marcha por la educación pública y gratuita en Chile

La calle volvió a situarse como escenario de lucha de más de 80 mil estudiantes que participaron el jueves de la movilización convocada en Chile para exigir al gobierno nacional una reforma estructural en educación. En Santiago –y otras ciudades del territorio nacional- repudiaron el proyecto presentado por la presidencia de Michelle Bachelet, nacido de una Mesa de Participación que las organizaciones tildaron de “consultiva y no resolutiva”. “Queremos cambios profundos, no maquillajes”, indicaron desde la FECh.

 
 
En la Marcha Nacional por la Educación, estudiantes secundarios y universitarios se movilizaron junto a trabajadores de diversos gremios por las calles de Santiago, Concepción y Valparaíso. Fueron entre 80 y 100 mil personas las que se plegaron a la medida de lucha que volvió a destacar a la calle como escenario histórico de lucha por una educación pública, gratuita y de calidad.
 
“Llamamos a no generar acuerdos con la derecha y a generar cambios profundos al modelo, lejos de los actuales maquillajes que plantea las reformas planteadas por el gobierno”, señaló en un comunicado la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).
 
Bajo la bandera de la “disposición al diálogo”, desde el Gobierno Nacional, Michelle Bachelet impulsó una Mesa de Participación Ciudadana, liderada por el ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre.  “Es meramente consultiva, no resolutiva”, advirtieron desde la Izquierda Popular Estudiantil al criticar a las organizaciones que cedieron a sentarse junto a Nueva Mayoría, en poder del Ejecutivo desde marzo pasado.
 
La FECH participó de la Mesa, y hoy mantiene una postura crítica: “El ministro debe decidir con quién llegar a acuerdo: con aquellos que quieren que todo siga igual como la derecha, o con el  movimiento social que buscamos cambios profundos”, sostuvo la presidenta de la Confederación,  Melisa Sepúlveda, al denunciar el nulo protagonismo de los espacios populares en la discusión del gobierno.
 
“No sirve acabar el lucro a medias, no sirve acabar con la educación de mercado a medias, lo que necesitamos es reestructurar profundamente el sistema educativo y esa es la voz que levanta el movimiento social”, agregó al referirse a la movilización convocada por la Mesa Social por la Educación.
 
La discusión de fondo propuesta por el movimiento estudiantil implica un cambio de paradigma en torno al rol del Estado: si mantendrá su lógica subsidiaria o garantizará realmente la educación. “Queremos cambios para Chile. Queremos una educación al servicio de los intereses y necesidades del pueblo”, indicaron desde la Izquierda Popular Estudiantil.
 
El Movimiento estudiantil de Chile es uno de los sectores que supo marcar la agenda de discusión política en el país suramericano. En el llamado “pinguinazo”, la masividad del sector se expresó en las calles con contundencia a partir del año 2006 durante la gestión de Bachelet y siguieron durante la de Sebastián Piñera.
 
 

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