Chalecos amarillos : ¿Hasta Dónde?
Atawallpa Oviedo Freire pregunta en voz alta y afirma con fuerza en torno del maravilloso y ejemplar levantamiento de los «chalecos amarillos» en Francia. No se trata, como empieza explicando, del «fracaso de Macron, sino de los partidos políticos, del sistema de participación política, de la democracia, del capitalismo, de la civilización, etc.» Por ello resulta indispensable ir más allá. Ante este fracaso de fondo: «Al establecer las causas constitutivas se están determinando las reacciones a tomar.» O esta insurrección y todas las otras de la humanidad, desde Rojava y Kurdistán hasta Standing Rock, el Wallmapu, la Caravana Migrante, la insurrección de las mujeres, el confederalismo de los pueblos indígenas y todas las otras luchas grandes y pequeñas, famosas u olvidadas se dejan capturar como siempre para ganar reconocimiento en la estructura de la «civilización», en el tiempo de la historia del despojo, o se tejen al camino de un mundo otro que no cabe en el estado ni en el poder de los de arriba para la ganancia. «Se necesita una revolución que no solo desmonte a los reyes y los reemplace por otras formas de monarquismo, sino la creación de un poder comunal, donde el pueblo organizado por sectores de vivienda, deciden su propio destino. » Nuestro destino con la Madre Tierra. ¿Dónde Estamos? En tiempo real. Pueblos en Camino. (Gilets jaunes : le changement c’est maintenant et pas dans 6 mois. En Francés abajo)
Chalecos amarillos : Hasta Donde?
La casi totalidad de comentarios y opiniones a partir de la revuelta de los chalecos amarillos van dirigidos contra Macron, señalando que ha fracasado como presidente de la República Francesa. Lo cual, es una verdad a medias, pues no es solo el fracaso de Macron, sino de los partidos políticos, del sistema de participación política, de la democracia, del capitalismo, de la civilización, etc. Es una cadena de fracasos desde Macron hasta el origen y la base de todo ello, pasando por el pueblo francés que eligió a Macron.
Simplemente el sistema no funciona, y no se trata de que aparezca un iluminado para salvar a los casi 70 millones de franceses. Cómo se puede poner la responsabilidad y la esperanza en un solo individuo. Cómo es posible que todos dependamos de la buena o mala decisión de una sola persona. Se supone que con la revolución de 1789 se terminó con la monarquía o el gobierno de un solo personaje; pero no, seguimos en lo mismo, y en que ahora -el denominado presidente de la república- sigue de igual manera tomando las decisiones por y para todos.
La democracia es otro mito, la que se basa en la representación y en la que el pueblo pasa las decisiones y responsabilidades a un puñado de personas. La democracia-de-un-dia se transforma en el democratismo de 5 años hasta las próximas elecciones. Los partidos políticos no representan ni contienen a la sociedad civil, son grupos electorales que se han apoderado de la política, son los únicos que pueden intervenir en las decisiones políticas, mientras la sociedad civil organizada no tiene ninguna participación directa. Lo que significa que vivimos en una dictadura de los partidos políticos, como las únicas entidades calificadas para la toma de las grandes decisiones nacionales.
Los ricos cada vez más ricos, gracias a este sistema piramidal de funcionamiento económico y financiero, que tiende cada vez más a estirarse hacia arriba y ensancharse hacia abajo. La ley de la competencia es la lucha de clases, pero al pueblo le hacen creer que es el mercado el que decide el desarrollo, el crecimiento y el progreso. La libertad de empresa y de comercio, es para que el pueblo trabaje más duro y sea pagado menos, así el producto final sea más barato y el gran empresario pueda vender más y él pueda subir más en la pirámide. Para los que están debajo de la cima, su existencia se desenvuelve en 8 horas de trabajo por casi toda una vida ( y sin contar con los estudios) para terminar su vida sobreviviendo, mientras unos pocos acaparan todo lo producido por la sociedad. Es decir, la civilización ha fracasado, todo el conjunto creado, el que se asienta y se construye en las mismas raíces que dan origen y funcionamiento a cada una de sus partes o instituciones.
Necesitamos una trans-civilización, que reconstruya todo, y no se puede postergar 6 meses como dice el Primer Ministro Philips, ni 3 años hasta que se acabe este gobierno, es ahora, o sino seguiremos en el mismo gatopardo por 230 años más de “libertad, igualdad y fraternidad”, haciendo cambios de maquillaje para que al final no cambie nada. Se necesitan cambios estructurales y raizales. Hay que fundar una nueva nación, y ello es, haciendo todo lo contrario al actual sistema, a todo lo que hemos señalado anteriormente. Al establecer las causas constitutivas se están determinando las reacciones a tomar.
Obviamente, a la derecha y a la izquierda no les conviene perder sus feudos, por lo que los chalecos amarillos deben rebasarlos y plantear una asamblea constituyente para desmontar a todas las instituciones que sostienen a este piramidalismo. Se necesita una revolución que no solo desmonte a los reyes y los reemplace por otras formas de monarquismo, sino la creación de un poder comunal, donde el pueblo organizado por sectores de vivienda, deciden su propio destino. Necesitamos un estado, en donde los alcaldes de cada pequeño sector de vivienda, recoge mediante asambleas populares las decisiones fundamentales o trascendentes que son necesarias, y que hoy con el sistema digital es muy fácil y rápido. Para ello, en cada región debe haber una asamblea o cámara, pero no de diputados sino de alcaldes de pueblos y de ciudades. Buscando agrupar a la población en las mas pequeñas jurisdicciones posibles, para lograr la mayor participación de la población, y así cada uno se responsabilice en el destino de su vida.
Necesitamos una economía que antepone el interés social por el individuo. Tiene que primar la economía cooperativa, asociativa, comunal, grupal; sobre la individual, la privada, y la estatal. Es decir, todo lo contrario, a lo que se hace actualmente en que se principaliza al individuo sobre la sociedad. Esto no tiene nada que ver con el comunismo, pues eso es estatismo, en donde sigue la monarquía en manos del secretario del partido comunista, como en Cuba o en China. Ni capitalismo ni socialismo-comunismo, sino una mutualidad basada en el equilibrio y armonía como modelo de sociedad y de vida. No estamos hablando de igualitarismo (izquierda) ni jerarquismo (derecha), sino de equidad entre los seres humanos y de ellos con la naturaleza.
Entonces, no se trata de que mejoren los partidos políticos, la democracia, el Estado, etc., sino de cambiar las instituciones y todo el funcionamiento social por otras diferentes, no es el problema de los individuos per sesino de todo el sistema. No hay más tiempo, la hora del planeta está detrás de nosotros. No podemos dejar pasar esta oportunidad. El pueblo está despertando y tiene que ir hasta el fondo si no nuevamente será atrapado por la ola, la que le arrastrará nuevamente en sus aguas turbulentas.
Atawallpa Oviedo Freire
Diciembre 10 de 2018
Gilets jaunes : le changement c’est maintenant
et pas dans 6 mois
Presque tous les commentaires et opinions de la révolte des gilets jaunes sont dirigés contre Macron, notant parce qu’il a échoué en tant que président de la République Française. Ce qui est une demi-vérité, car ce n’est pas seulement l’échec de Macron, mais aussi celui des partis politiques, du système de participation politique, de la démocratie, du capitalisme, de la civilisation, etc. C’est une chaîne d’échecs allant de Macron et la base de tout cela, en passant par les Français qui ont choisi Macron.
Simplement, le système ne fonctionne pas, et il ne s’agit pas d’apparaître illuminé pour sauver les près de 70 millions de Français. Comment la responsabilité et l’espoir peuvent-ils être placés sur un seul individu ? Comment est-il possible que nous dépendions tous de la bonne ou de la mauvaise décision d’une seule personne ? On suppose que la révolution de 1789 s’est terminée par la monarchie ou le gouvernement à un seul caractère ; mais non, nous sommes toujours dans le même état, et maintenant – le soi-disant président de la république – continue de la même manière en prenant des décisions par et pour tous.
La démocratie est un autre mythe, basé sur la représentation et dans lequel le peuple transmet ses décisions et ses responsabilités à une poignée de personnes. La démocratie-d ’un-jour se transforme en démocratisme de cinq ans jusqu’aux prochaines élections. Les partis politiques ne représentent ni ne contiennent la société civile, ce sont des groupes électoraux qui ont pris le pouvoir, ils sont les seuls à pouvoir intervenir dans les décisions politiques, tandis que la société civile organisée n’a pas de participation directe. Ce qui signifie que nous vivons dans une dictature des partis politiques, en tant que seules entités qualifiées pour prendre les grandes décisions nationales.
Les riches deviennent de plus en plus riches, grâce à ce système pyramidal de fonctionnement économique et financier, qui tend de plus en plus à s’étirer et à s’étendre vers le bas. La loi de la concurrence est la lutte des classes, mais les gens sont amenés à croire que c’est le marché qui décide du développement, de la croissance et du progrès. La liberté des affaires et du commerce consiste pour les gens à travailler plus dur et à être moins payés, de sorte que le produit final est meilleur marché et que le gros homme d’affaires puisse vendre plus et pouvoir aller plus haut dans la pyramide. Pour ceux qui sont au-dessous du sommet, leur existence consiste en 8 heures de travail pendant presque toute une vie (et sans compter les études) pour mettre fin à leurs jours, alors que quelques-uns monopolisent tout ce que la société produit. C’est-à-dire que la civilisation a échoué, l’ensemble créé, qui repose sur les mêmes racines donnent son origine et son fonctionnement à chacune de ses parties ou institutions.
Nous avons besoin d’une trans-civilisation, qui reconstruit tout, et elle ne peut être différée de six mois, comme le dit le Premier ministre Édouard Philippe, ni de trois ans avant la fin du mandat du gouvernement, sinon nous resterons dans le même trou pendant 230 ans de plus de » liberté, égalité et fraternité «, en apportant des changements de maquillage pour que rien ne change finalement. Des changements structurels et radicaux sont nécessaires. Nous devons fonder une nouvelle nation, c’est-à-dire faire tout ce qui est contraire au système actuel, à tout ce que nous avons déjà signalé. En établissant les causes constitutives, les réactions à prendre sont déterminées.
Nous avons besoin d’une économie qui mette l’intérêt social avant l’individu. L’économie coopérative, associative, communautaire et de groupe doit prévaloir ; sur l’individu, le privé et l’État. C’est-à-dire au contraire de ce qui se fait actuellement dans lequel la société est dominée par l’individu. Cela n’a rien à voir avec le communisme, car c’est un étatisme, où la monarchie reste aux mains du secrétaire du parti communiste, comme à Cuba ou en Chine. Ni capitalisme ni socialisme-communisme, mais une mutualité basée sur l’équilibre et l’harmonie en tant que modèle de société et de vie. Nous ne parlons pas d’égalitarisme (gauche) ou de hiérarchiesme (droite), mais d’équité entre les êtres humains et entre eux et la nature.Il ne s’agit donc pas d’améliorer les partis politiques, la démocratie, l’État, etc., mais de changer les institutions et l’ensemble du fonctionnement social par le biais d’institutions différentes. Il ne s’agit pas du problème des individus mais de l’ensemble du système. Il n’y a plus de temps, le temps de la planète est derrière nous. Nous ne pouvons pas laisser passer cette opportunité. Le peuple se réveille et doit aller au fond mais elle sera à nouveau capturée par la vague qui la ramènera dans ses eaux tumultueuses.
Atawallpa Oviedo Freire
Décembre 10, 2018