Bolivia abre la posibilidad del uso de semillas transgénicas, en el día de la tierra
¿Cómo Así que en el día de la Madre Tierra, el gobierno de Evo Morales pretende envenenarla con transgénicos?
Compartimos la palabra y la voz de indignación desde las diversas organizaciones que se pronunciaron hoy miércoles 22 de abril en Bolivia, en la conferencia de prensa realizada contra los transgénicos y el agronegocio, y damos a conocer el texto «Bolivia abre la posibilidad del uso de semillas transgénicas», que también hace referencia a este encuentro en defensa de la Madre Tierra, de las semillas y la vida toda.
«… No puede ser que hayamos sacado a la McDonald´s y que ahora se esté instalando en Santa Cruz, ¿con la autorización de quién?, ¿para vender qué?. Además los productos de origen transgénicos son los más caros. También queremos llamar la atención a los gobernantes que no puede ser que se esté definiendo la producción transgénica para los pobres y la producción orgánica para los ricos. No pueden dividirnos compañeras y compañeros. Esta es la posición del Colectivo de Consumidores… » Escuchar todos los audios
A horas 8:30 de la mañana del día de hoy se llevó a cabo una conferencia de prensa, en inmediaciones de la Casa de los Deseos, sede del colectivo feminista Mujeres Creando. El objetivo de la conferencia fue el pronunciamiento de distintas organizaciones de la sociedad en contra de la posible permisión del uso de transgénicos en la producción agrícola nacional, que se discute a la hora actual en la Cumbre “Sembrando Bolivia”, en Santa Cruz…
En la conferencia estuvieron presentes Patricia Molina en representación de Alianza para el Consumo Solidario y Responsable y FOBOMADE; Cancio Rojas Arquiri Apu Mallku del CONAMAQ orgánico; Gualberto Cusi Magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional; Rita Saavedra del Colectivo de Consumidoras; y Paola Mamani en representación de UMSA-BRUNA Bolivia.
Lxs invitadxs se pronunciaron en contra del hecho que decisiones importantes, como el uso de transgénicos en Bolivia, así como la expansión de la frontera agrícola, sean discutidas y tomadas en una Cumbre cerrada, en la que la única representación la tienen los empresarios del agronegocio del Oriente, y algunas organizaciones campesinas e indígenas, que además se hallan bajo la tutela del gobierno. Al respecto Cancio Rojas y Gualberto Cusi coincidieron en que el hecho de discutir sobre la posibilidad o no del uso de transgénicos en la producción es, no sólo una cuestión inconstitucional e ilegal, sino también un atentado directo contra la Madre Tierra.
Además, del aspecto inconstitucional e ilegal, resaltado por todos lxs ponentes, se enfatizó en que no se trata de una cuestión que debería ser discutida sólo entre productores (empresarios y campesinos), sino que compete a toda la población, que es la que consume alimentos. En ese marco, María Galindo, del Colectivo Mujeres Creando, enfatizó que la lucha contra los transgénicos no es sólo una cuestión agraria, ni mucho que deba ser comprendida como una lucha esencialmente campesina e indígena, sino que se relaciona directamente con las luchas feministas, y de colectivos ambientalistas urbanos.
En ese marco, todxs lxs ponentes acordaron que debería plantearse una consulta a toda la población al respecto de este tema tan agudo y urgente. Se planteó la realización de un referéndum sobre la temática del uso de transgénicos en la producción agrícola, y el rechazo a que, en caso de que se viabilizara el uso de semillas genéticamente modificadas, los únicos beneficiados serían los mega-empresarios del agronegocio en el Oriente del país.
La cuestión principal, según Rita Saavedra es la lucha entre la producción de alimentos sanos para la población, y la producción de productos genéticamente modificados cuya principal finalidad sería la posterior producción de biocombustibles, debido a la baja de los precios de la soya en el mercado internacional. Y, esta es una batalla que no sólo se está librando en Bolivia, sino en todo el mundo.
Hechos sobre los transgénicos
Si bien, para gran parte de la opinión pública, las discusiones que se llevan a cabo en Santa Cruz, en la Cumbre “Sembrando Bolivia”, tiene que ver, entre otras cosas, con la permisión o no del uso de semillas transgénicas en la producción agrícola, lo cierto es que el uso de las mismas es una realidad en el sector agrícola.
La mayor parte de la Soya producida en el oriente boliviano es a partir de semillas transgénicas, que conlleva al uso de agrotóxicos que afectan tanto a la biodiversidad, como a la propia población. En ese marco, lxs consumidorxs bolivianxs no están exentxs de la ingesta de alimentos genéticamente modificados, altamente perjudiciales para la salud. A esto se suma la importación de una inmensa cantidad de productos transgénicos afiliados directamente con la siniestra transnacional MONSANTO. Marcas como Kellogg’s, Maggi, Knorr, Ades, y toda la gama de productos Unilever, son tan sólo algunos de los ejemplos de la multiplicidad de productos transgénicos que se consumen masivamente.
En el caso de la producción agrícola, además del uso de semillas modificadas, por parte de los empresarios del agronegocio, también ingresan semillas de manera irregular e ilegal, a los mercados de pequeños y medianos productores, de las zonas de los valles y altiplano. Semillas altamente tóxicas que, no obstante, no son tratadas con las precauciones necesarias por parte de los productores desinformados. En el caso de la quinua, por ejemplo, tan promocionada por el gobierno, una buena parte de la producción de este grano se realiza a partir de semillas mejoradas traídas desde el Perú.
La necesidad de mayor información al respecto, que corresponde a instituciones como el SENASAG, que muy poco dice al respecto, es un tema de vital importancia, para presionar y promover políticas de control y eliminación de los mercados de semillas. Esta es una tarea imperativa, debido a que no sólo tiene que ver con disposiciones constitucionales y legales, sino con la salud pública, que corre grave peligro. Además para evitar que los empresarios utilitaristas, cuyo único objetivo es el lucro, esgriman argumentos como la estrategia del “hecho consumado”, empleada por los empresarios en Brasil y Paraguay.
El uso de transgénicos, tanto en la fase de producción como en la del consumo humano, está directamente vinculado con el crecimiento de enfermos por Cáncer en todo el mundo. A esto se suma todas las personas directamente contaminadas y envenenadas por el uso de agrotóxicos por parte de grandes productores, que no tienen reparos en fumigar a sus vecinos (pequeños propietarios, comunidades indígenas). Los transgénicos atentan directamente contra la salud y la vida de todos los seres vivos, y son un riesgo mayor.
Expansión de la frontera agrícola
Aunque el tema no fue abordado en profundidad durante la Conferencia de Prensa, es otro de los tópicos centrales de la Cumbre “Sembrando Bolivia” que se realiza en Santa Cruz. Esta temática está directamente relacionada con el uso de transgénicos, pues la ampliación de la frontera agrícola, en los términos en los que la planteo el propio Vicepresidente del Estado Álvaro García Linera, en un encuentro con los grandes empresarios del agro, tiene que ver principalmente con la intensificación de la producción y de la explotación de la tierra.
El vicepresidente del Estado, en el encuentro señalado, afirmó asumiendo un compromiso con los empresarios del agronegocio “es mi responsabilidad”, con relación a asegurar la ampliación de la frontera agrícola, y flexibilizar el tema de los desmontes. La lógica es simple y siniestra: mayor tierra para mayor producción, y esto tan sólo es posible, desde la perspectiva empresaria, a partir del uso de semillas con mayor rendimiento (transgénicas).
Por lo tanto, la discusión sobre la expansión o no de la frontera agrícola, en la Cumbre, es una falacia, porque es un tema que ya fue acordado el año pasado entre los empresarios y el Vicepresidente Álvaro García Linera. A esto se suma la voluntad del gobierno de “flexibilizar” la Función Económica Social (FES) de la tierra, para dar mayores facilidades a los grandes terratenientes, en el tema de la titulación de tierras.
Por otra parte, al estilo de los gobiernos neoliberales, el gobierno se comprometió con los empresarios del agronegocio, exponentes de la oligarquía de la Media Luna, la represión y castigo contra los avasalladores de tierras. En suma, todas las políticas que lleva a cabo el gobierno, en el presente, están sobre todo enfocadas en favorecer al agronegocio, en desmedro de los pequeños y medianos productores campesinos e indígenas.
Debe recordarse que el año 2009, de manera paralela al referéndum constitucional, se llevó a cabo una consulta sobre la extensión de tierra máxima permitida. En esta consulta, se impuso la opción 5000 has., frente a las 10.000 que pedían los grandes terratenientes del oriente. Aunque se trata de una cifra igualmente grande, la población rechazó expresamente el latifundio, que a la hora actual, el agronegocio busca expandir con el aval del gobierno.
Autor y Fuente: Territorios en Resistencia
La Paz. 22 de abril de 2015