Política minero energética colombiana

La política minero-energética que se impone en el país, ha sido el estandarte de este mal gobierno encabezado por Juan Manuel Santos. La discusión de esta problemática no tiene sus raíces -en el caso de minería a mediana y gran escala- en la legalidad o ilegalidad; en ambas la guerra, la contaminación, el desplazamiento, la degradación social matan los territorios y a sus comunidades. Sucede lo mismo con la guerra que vivimos, esta no se centra en la legalidad o ilegalidad de los actores armados pues tanto los unos como los otros nos asesinan.

 
 
La legalidad e ilegalidad son el discurso para manipular al pueblo. Cuando vemos esta problemática más allá de este discurso vemos con más claridad cómo el modelo económico establece sus condiciones a través del mal gobierno y éste a su vez con el terror y la guerra de los armados, para despojar a las comunidades de sus territorios.
 
Los hechos de violencia en Buenaventura, las muerte de miles de animales en Casanare, la muerte de niños por desnutrición en la Guajira, el desvío del río Cauca en Ituango, la privatización del río Magdalena en el Huila con la represa el Quimbo, la mina a cielo abierto más grande de América latina en el Tolima, etc. Ninguno es un hecho aislado, todos corresponden a lo que desde el modelo se denomina desarrollo, pero nosotros lo llamamos plan de muerte.
 

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