Eduardo Trompeta, seguirás caminando el territorio por la dignidad

Ha muerto Eduardo Trompeta, de Media Naranja, resguardo indígena de Corinto en el Norte del Cauca. No conocemos las circunstancias ni los detalles, pero sí que conocemos a Eduardo y conocemos, estamos sintiendo el dolor inmenso, la soledad que nos abarca ante esta noticia terrible.

Este compañero fue autoridad indígena Nasa. Gobernador de su resguardo. No hay la menor duda: Eduardo fue fundamental para la Minga de Resistencia Social y Comunitaria del 2008. El trabajo de Eduardo con todo el equipo del Cabildo de Corinto consistió en recorrer vereda por vereda, todo el territorio del resguardo generando consciencia. Podemos aseverar que a partir de la claridad critica, el compromiso, la apertura al debate y la construcción de colectividad consciente, informada y movilizada, la comunidad de Corinto fue la delegación más numerosa y fuerte en los 90 días de la Minga que llegara a Bogotá a presentar la propuesta que luego habría de convertirse en el fundamento del Congreso de los Pueblos. Acá compartimos en video un fragmento de una entrevista que le hiciera el Tejido de Comunicación durante ese recorrido. ¿Dónde Estamos? En Tiempo Real. Pueblos en Camino

Luego del encuentro del Presidente Álvaro Uribe y su gabinete con la Minga en el 2008, Eduardo Trompeta recoge el sentir y la decisión colectiva: “Las cosas van a continuar tal como estaban al comienzo…los acuerdos quedarán en el discurso” y por ello la Minga continúa. 11 años después bastó la promesa de un encuentro con un Presidente para levantar el bloqueo y la Minga. Cuán valiosas y oportunas estas palabras de Eduardo.

Eduardo trabajó siempre sin pretensiones de figuración ni arrogancia. Su afán, nos consta, fue generar consciencia en las comunidades todas y formar una nueva generación de jóvenes Nasa, hombres y mujeres, capaces de entregarse por la dignidad. A pesar suyo, su capacidad y saber, su entrega, se dio a conocer más allá de su territorio y más allá del Cauca y de Colombia. Era inevitable. Lo buscaron para escuchar su palabra pausada, firme, valiente, clara y convocando.

Eduardo pagó por ello como se paga en Colombia y en el Cauca la coherencia, la capacidad crítica y auto-crítica que incluía a la propia organización y al proceso indígena. Eduardo siempre entendió que reconocer y señalar contradicciones es indispensable, esencial para evitar el estancamiento, la degradación y la entrega. Esto también le costó. Fue amenazado, sufrió atentados asesinos y también fue traicionado por quienes, aún debiéndole el afecto, la confianza y la amistad, actuaron como agentes de intereses externos y contrarios a la lucha indígena y popular. En el 2013, Eduardo pasó de su papel de autoridad que manda obedeciendo y abre caminos con su pueblo, al destierro para salvar su vida.

Lo que tuvo que vivir Eduardo desde el 2013 ilustra lo que buscan y consiguen con el terror y la mezquindad los enemigos de los pueblos en Colombia: obligarlo al silencio, a la distancia y a una prudencia que equivale a su aislamiento y desarraigo. Nunca dejamos de esperar que Eduardo Trompeta regresara como se lo merece a su territorio, a su trabajo recorriendo, debatiendo, organizando, coordinando. Nunca dejamos de esperar que Eduardo Trompeta pudiera volver a ser Eduardo Trompeta desde el territorio de Corinto en el Cauca indígena Nasa y por la humanidad y su Uma Kiwe. Así, esperando re-unirnos con Eduardo y seguir por el camino compartido con él y con tantas y tantos víctimas de persecución -que son las y los más necesarios-, llega como un hachazo su muerte. De un tajo negada la posibilidad de re-encontrarnos para seguir en resistencia viviendo ya, aquí y ahora con coherencia y siempre aprendiendo para caminar la palabra.

Eduardo Trompeta, recorría territorios indígenas tejiendo él mismo caminos para el encuentro de pie de pueblos desde el olvido a partir de nuestras memorias sustrato de caminos de libertad. Ahora mismo lo escuchamos, lo vemos, vivo, complejo, humano, contradiciéndose, equivocándose…viviendo. Sonriente, pausado, firme y adelante. Siempre incómodo en una oficina y en su entorno natural allá, en trochas, senderos, con la gente, escuchando y exigiendo el camino de las voluntades negadas. Acá te lloramos, compañero, amigo, maestro, autoridad. Te lloramos, sí, pero también te prometemos que este silencio de oficio que te impone la burocracia del terror desde el poder, se hace más visible e intolerable hoy que has vuelto a Uma Kiwe y por eso mismo, con tu ejemplo, dejaremos atrás tanto silencio y destierro.

La palabra y el camino de quienes son coherentes tiene un nombre y una vida que honramos: la de Eduardo Trompeta. Mayor Nasa de Media Naranja, Corinto. Desde allí la Minga se hizo semilla y va germinando. Cuánto duele que hayas muerto sin que antes nos hubiéramos sentado a conversar y darnos un abrazo. 

Pueblos en Camino
Junio 22 de 2019

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