Nubarrones en el horizonte de Podemos

A escasos meses de afrontar unas decisivas elecciones generales, al interior de Podemos no hay ilusión, no existe una decidida apuesta por la ruptura democrática, ni tampoco hacia la confluencia con otros sectores de la izquierda.” dice Pepe Mejía en el texto que señala los Nubarrones en el horizonte. Podemos como podía predecirse, vació los círculos, las asambleas y la indignación de las y los indignados, a cambio de entrar en el juego electoral para ser aceptado y aceptable en establecimiento. Este pacto con el diablo, el mismo de Syriza y de los gobiernos progres de América Latina, inevitablemente empieza por darle la espalda a los pueblos y a las transformaciones. Quien cree en lo electoral y en la necesidad de meterse al estado, cree en el sistema y se lanza a someterse. “Cuando uno baila con el diablo, es el diablo el que baila con uno”. No es que no existan los partidos, el Estado y el imperativo de interlocutar con estos. Pero no a cambio de convertirse en el enemigo y entregarse, entregando al pueblo, la ilusión y los derechos. El problema es, y acá queda de nuevo a la vista, que quienes se enamoran del poder, hasta hablan como si fueran de izquierda y como si odiaran el poder, para treparse en el trono. Mefisto también hizo todo para seducir a sabiendas que buscaba lo suyo. La única manera de entrar en lo electoral y conseguir cargos a nombre de los pueblos es, precisamente, no querer los cargos ni estar buscando posiciones. Lo sabe bien Pepe Mejía porque conoce de cerca a Hugo Blanco Galdos, Constituyente, parlamentario, candidato a la Presidencia, que nunca quiso ser ninguna de las anteriores y por ello tuvo claro el rumbo y no le tembló la voz para señalar como asesinos a los militares en el parlamento a sabiendas de que esto le implicaría sanciones y la expulsión del cargo. La frescura y la fuerza desde abajo de la que surge podemos, se vacía de sentido y fuerza cuando lo que interesa, lo que podemos es subirnos al poder a toda costa. No se “asaltan los cielos” aceptando las condiciones cuya premisa es que no Podemos. Que lo digan los pueblos indígenas y el pueblo del Ecuador, ahora mismo en las calles enfrentando un tirano que les robó su lucha para insultarlos e hipotecar el país con su arrogancia. Que lo diga el Brasil de Dilma y Lula entregado a la corrupción y al autoritarismo por dinero… Que lo digan las bases indígenas, populares, campesinas, sindicales, partidistas, cuyas luchas y sacrificios se convierten en mercancías para conseguir engañando y que se aguantan dirigencias que los someten y negocian migajas para entrar a la danza cortesana de los vendidos. Que lo digan quienes son amenazadas, señalados, perseguidos por la izquierda por ser de izquierda, o indígenas, o anti-sistémicos y por no venderse, no cansarse, ni dejarse engañar. Podemos, sí podemos, pero nosotras y nosotros, no ellos, los que nos mandan, nos enseñan, nos roban nuestra voluntad, nos muestran el camino correcto; los que nos quitan los cielos que vamos forjando y nos los prometen a cambio de dejarlos mandar y decidir. ¿Dónde Estamos? Pueblos en Camino

La indignación y la frescura se vuelven cálculo y maniobra

 

Nubarrones en el horizonte de Podemos

 

Los Círculos -seña de identidad del proyecto- se vacían. Crece el descontento, la apatía y la crítica.

Aparecen nubarrones en el horizonte de Podemos. Pero nubarrón no es sólo una nube grande, oscura y espesa sino que también significa que existe un problema (o varios, vaya Usted a saber…) o complicación que amenaza un desastre. Y en esas estamos.

 

Hay varios elementos a tener en cuenta. El primero de ellos el programático y discursivo. Poco a poco va quedando a atrás ese discurso fresco, rompedor de las pasadas elecciones europeas. Ya no se habla de implantar una renta básica o de nacionalizar empresas estratégicas e incluso, la derogación del artículo 135 de la Constitución que obliga a las administraciones públicas a la “salvaguarda de la estabilidad presupuestaria” en detrimento de los servicios sociales. También se ha eliminado del argumentario la auditoría de la deuda para declararla ilegítima. Tampoco se habla de crear una banca pública o adoptar medidas contra los paraísos fiscales.

 

Esta política, el discurso de la centralidad y la desideologización, conscientemente impulsada desde la dirección, busca conquistar el espacio moderado del PSOE. Pero qué pasa. Que tras emprender una viaje hacia la moderación y sellar pactos autonómicos con el PSOE, a más acercamiento -desde Podemos- a este espacio, más espacio recupera el PSOE en su particular batalla con el PP. 

 

Pareciera que puestos a elegir el personal quiere el original y no la copia.

 

Al respecto, para distintos cargos de Podemos el último movimiento del PSOE en Madrid no ha pasado desapercibido. La destitución de Antonio Miguel Carmona, como portavoz socialista en el ayuntamiento de Madrid, se interpreta como cortar las alas a Carmona que previsiblemente se postularía a secretario general del partido socialista en Madrid. Pero también la posibilidad de que entrara en el equipo de gobierno del ayuntamiento allá por el mes de noviembre. Carmona nunca ocultó su interés en integrarse en el equipo de Manuela Carmena. Sólo Ferraz, la sede de la dirección federal del PSOE donde tiene despacho Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, pudo parar sus ambiciones.

 

 

A todo esto, el recién elegido coordinador municipal del PSOE-M, Javier Corpa, ha presentado su dimisión indignado por la ‘decapitación’ de Antonio Miguel Carmona en la Portavocía del Ayuntamiento de Madrid. Movimientos que tienen que ver mucho con las posibles futuras alianzas.

 

Otro elemento que condiciona mucho el proyecto de Podemos es la irrupción de Ciudadanos. La apuesta del empresariado -con apoyo explícito del IBEX 351 , el grupo Prisa2 y la banca internacional3 – para regenerar el régimen tampoco favorece a Podemos. Ciudadanos se está trabajando a esa franja desideologizada y de “centro” que hubiese podido tener en Podemos -según sus estrategas- un referente.

 

No a la confluencia de la izquierda

 

Existe una segunda cuestión que el común de los mortales no entiende. La rotunda negativa -y enrocamiento- a confluir con otros sectores de izquierda para constituir una candidatura a las generales que ilusione y haga realidad el cambio.

 

Muchas son las voces que han pedido una rectificación, una apertura del partido a otras fuerzas. En un Manifiesto -firmado por más de 700 cargos y más de 7000 personas- se pedía a la cúpula que abra el partido para confeccionar las listas a las elecciones generales, que las listas sean el resultado de un proceso verdaderamente democrático, abierto a la ciudadanía, ilusionante.

 

El pasado 10 de junio otra iniciativa en la misma línea se hacía público. Un grupo de dirigentes de Podemos, entre los que se encuentra Pablo Echenique, secretario general de Podemos en Aragón y ex eurodiputado, y varios diputados autonómicos, firmaron el Manifiesto Abrimos Podemos: por una candidatura constituyente, en el que se señala que tras las elecciones autonómicas y municipales y la irrupción de las candidaturas de unidad popular Podemos “ya no es el único instrumento de cambio”.

 

“Queda una cuestión pendiente para las próximas elecciones generales, y es la de si Podemos aspira simplemente a convertirse en un partido más, que contribuya al remiendo de un régimen en crisis, o si aprovechará la oportunidad histórica que se presenta para contribuir a una transformación democrática real”, dice uno de los párrafos del documento.

 

Y en esa misma línea, un grupo de ciudadanas y ciudadanos formado, entre otros, por activistas sociales, feministas, ecologistas y profesorado universitario, hicieron público, el 22 de julio, un Manifiesto de potente contenido político y social llamando a la constitución de “candidaturas unitarias por un nuevo tiempo político en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral de Navarra” de cara a las próximas elecciones generales.

 

A pesar de todos estos movimientos y los generados desde abajo y los propios Círculos, la dirección se enrocó e hizo caso omiso de la demanda. Con soberbia y arrogancia se niega a confluir con nadie a costa de perder votos. Otras voces señalan que Podemos no está por la confluencia porque a su interior no está abierto a las minorías, no está abierto a la democracia plena. Existe un declarado miedo al mestizaje político y una alergia a todo lo que no se pueda controlar desde la cúpula.

 

Existe otro factor de preocupación. No hay movilización. Todo se ha dejado a las expectativas electorales. Desde Podemos no se ha impulsado el desarrollo de este tejido social organizado para construir poder popular. Tanto para definir políticas sociales como para defender las conquistas.

 

Otro elemento de desafección ha sido el proceso de primarias para confeccionar la lista a las elecciones generales. Convocado de mala manera, con prisas y muy malas intenciones y organizado desde el aparato del partido, apenas votaron 59.700 personas de las más de 380.500 inscritas. 

 

Apenas un 16% de los inscritos se movilizaron para votar. Pablo Iglesias obtuvo la mitad de votos con los que salió elegido secretario general en Vistalegre. De las 95.311 personas que le apoyaron para secretario general ha pasado a 48.494 para la presidencia del gobierno.

 

La escasa participación es de especial importancia en Podemos. Porque el pilar, la esencia de Podemos es la participación ciudadana.

 

La militancia abandona los Círculos

 

 

Y otro pilar, que está en el ADN de Podemos, los Círculos, languidecen y en el mejor de los casos se han convertido en trinchera de los adeptos a la dirección. Los Círculos, desde sus inicios -no se les consultó si debería ir la cara de Pablo Iglesias en la papeleta de voto en las elecciones europeas- han sido ninguneados de las decisiones más importantes. La militancia se entera tarde y mal a través de los medios de comunicación. Un dirigente intermedio afín a la línea de Pablo Iglesias nos dice: “Cualquiera que se acerque al Círculo más próximo de su localidad y compare la afluencia de personas respecto a hace un año comprobará que ésta ha caído estrepitosamente”.

 

Mucha gente está cansada del “ordeno y mando” sin poder intervenir en la elaboración de las directrices de forma colectiva. También expresan su cansancio por la falta de debate y cuando se plantea alguno crítico se le vapulea. Funciona mucho el “dedazo” para asegurarse cargos internos afines. Aunque todos pasan por el tamiz de elecciones.

 

En la militancia de base tampoco ha gustado el alineamiento -que hizo público Pablo Iglesias- con Alexis Tsipras y el Eurogrupo en la firma del acuerdo que supuso acatar unos postulados de austeridad, en la línea con la troika, y a espaldas de la población que se pronunció en contra de esas medidas de austeridad en el referéndum.

 

 

Muchos son los cuadros que elegidos para integrar los distintos Consejos Ciudadanos municipal, autonómico y estatal han renunciado. Unos con ruido y otros se han ido discretamente. Llama poderosamente la atención la huida masiva de cargos orgánicos en Podemos de Castilla-La Mancha4 .

 

La mayoría de los analistas coinciden que los nubarrones ya se advirtieron en la Asamblea fundacional celebrada en Vistalegre, Madrid. En esa ocasión, la dirección no consensuó los documentos organizativos y aplicó la “aplanadora”. Y desde ese cónclave las cosas han ido a peor. 

 

El desánimo no está sólo instalado en los sectores habitualmente críticos sino en sectores que se identifican abiertamente con miembros de la dirección.

 

La movilización: el origen y la fuerza del proceso…suplantada por el desanimo y el cálculo electoral

 

En este contexto llama poderosamente la atención opiniones como la de Joaquín Urías5 , profesor de Derecho Constitucional en la universidad de Sevilla, letrado del tribunal constitucional y activista del Foro Social de Sevilla. “Ya nadie se llama a engaño. Podemos es un partido centralista y vertical, dirigido con mano férrea por un grupo de amigos que han ido desactivando sistemáticamente cualquier intento de las bases de construir un movimiento político participativo y horizontal. Siempre ha sido así, pero ahora lo empieza a saber la opinión pública. Y eso va a tener un coste electoral”.

 

Al interior de Podemos la desafección crece. A todo esto hay encuestas que no le dan más del 14% de votos en las generales. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dependiente del Ministerio de Presidencia, le dá un 15,7% de estimación de voto, 0,8 puntos menos que el pasado mes de abril. Otro dato que preocupa es el voto de los/las jóvenes. El voto de jóvenes, entre 18 y 24 años, ha caído un 40% desde el informe del CIS de enero.

 

Muchos se preguntan a qué responde la actual estrategia diseñada e impulsada por la dirección de Podemos. Unos indican, desde esferas académicas, que la actual estrategia responde a la influencia del populismo de izquierda de Laclau-Mouffe que prima el campo electoral a expensas de las luchas sociales.

 

Otros, periodistas especializados en el seguimiento de los partidos, indican que la actual estrategia responde a preparar el futuro escenario post-elecciones generales. Conformar un grupo parlamentario disciplinado a órdenes de la jerarquía, altamente cohesionado y dispuesto a pactar con el PSOE ya sea en la oposición o en el Gobierno. Sólo un pacto Podemos-PSOE podría desalojar a Rajoy de la presidencia6 . Pero siempre y cuando Podemos llegue al 20%, cosa que hoy por hoy -sólo como Podemos- está muy lejos de alcanzar y que probablemente nunca alcance.

 

Los dirigentes de Podemos apostaron por el desarrollo de una “maquinaria de guerra electoral” en detrimento de un desarrollo territorial y anclado en la ciudadanía. Las consecuencias se verán en las próximas elecciones generales.

 

Después de las elecciones habrá que hacer balance, repasar todo lo prometido y todo lo que no se ha hecho. Y, sobretodo, si hemos conseguido el objetivo de “asaltar los cielos”.

 

 

Por Pepe Mejía

Kaosenlared

http://kaosenlared.net/nubarrones-en-el-horizonte-de-podemos/

 

1. Florentino Felgueroso es la persona que está detrás del programa de Educación de Ciudadanos. Se trata de uno de los representantes más importantes de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), institución íntimamente relacionada con el Ibex 35. Doctor en Economía por la Universidad de Oviedo y miembro afiliado e investigador de la Fedea, Felgueroso mantiene desde hace tiempo una estrecha relación con Luis Garicano, Coordinador del Programa Económico de C´s. Público.es, 28.07.2015

2. “La estabilidad de Andalucía pasa por un acuerdo PSOE-Ciudadanos” titulaba el diario El País, del grupo Prisa, el pasado 15 de marzo de 2015 esgrimiendo un estudio de Metroscopia, empresa vinculada a los intereses de Prisa.

3. En sus informes semanales que envían a sus clientes, siete bancos internacionales el Morgan Stanley, HSBC, Citi, Merrill Lynch, BNP, Societé Générale y Crédit Agricole citan a Podemos de ultraizquierdista y a Ciudadanos de centrista.

4. Varios cargos orgánicos de Podemos en Castilla-La Mancha han dejado la formación, dicen, por la falta de participación, transparencia y horizontalidad interna. Entre ellos, cabe destacar a Alberto Martínez, miembro del Consejo Ciudadano Regional; Ana Cecilia, secretaria general de Podemos en la localidad de Alcázar de San Juan (Ciudad Real); Raúl López, secretario general en Miguelturra (Ciudad Real); María Sánchez, integrante del Consejo Ciudadano Municipal de Albacete, y Manuel Arias, consejero en la capital, Toledo. Además, también abandona el partido liderado por Pablo Iglesias el que fuera cabeza de lista en las elecciones autonómicas por la provincia de Albacete, Gregorio López.

5. http://www.andalucesdiario.es/dejen_pasar/no-podemos/

6. El candidato de ‘Catalunya Sí que es pot’ al 27-S, Lluís Rabell, ha considerado que si tras las elecciones generales existe la posibilidad de formar una mayoría de izquierdas entre PSOE y Podemos, sería “obligado democráticamente” llegar a un acuerdo parlamentario para “echar” al PP del Gobierno. El cabeza de lista de ‘Catalunya Sí que es pot’ -que integra a Podemos, ICV-EUiA y Equo- a las elecciones catalanas ha admitido que “echar al PP del Gobierno sería muy buena noticia”, por lo que “si hay una posibilidad de un acuerdo parlamentario de izquierdas para descabalgar al PP, es obligado democráticamente hacerlo efectivo”. El hasta ahora presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona ve así con buenos ojos un acuerdo tras las generales entre PSOE y Podemos, más allá de “cuál sea la correlación de fuerzas o si puede traducirse en un acuerdo de gobierno, de legislatura o puntual”.

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