Cauca: El camino de la memoria es el PalabrAndar con nuestra Uma Kiwe

 
Recientemente 7 jóvenes emprendimos un camino hacia la historia que no puede quedar en el olvido de las montañas de Toribio – Cauca, los días 19 al 21 de diciembre . Este camino nos llevó primero hacia una cascada a la cual la palabra bella se queda corta, la emoción de encontrarla fue tal que hasta el cansancio se iba, sin duda es una lindura de nuestra Uma Kiwe (Madre Tierra), cada vez nos acercábamos más hacia esta cascada llamada El Porvenir, brindamos chicha (bebida tradicional) para abrir camino, Pa’yumat (Buenas, puedo pasar) y sí, una fuerte brisa nos recibió diciéndonos Pay wecx yuwekwe (gracias por venir) y continuo diciendo ¡hey estas vivo! Y así era, así es y así será, estar vivo para vivir en Wët Wët fxi’zenxi, siempre en armonía y en equilibrio con la madre tierra, eso era lo que nos decía la cascada, eso es lo que debemos hacer. 

 
 
 
Nuestra Madre Tierra es tan perfecta, tan pura que siempre nos está haciendo la invitación a caminar la palabra, ese primer día, despuesito de visitar la cascada nos llegó la noche y alrededor del padre fuego compartimos pequeñas anécdotas de quienes hacíamos presencia, fue un momento de risas desbordantes, un momento que quedará en el recuerdo de cada uno, un espacio lleno de bonitas energías, de unión y fortaleza que nos demuestra que hay que seguir tejiendo espacios de integración con nuestra Uma Kiwe.
 
 
 
Al siguiente día nuestro recorrido nos llevó a la casa de un comunero, quien guarda en ella el hallazgo de unas vasijas de barro las cuales hacen parte de nuestra historia (impresionante verlas en perfecto estado), le buscábamos formas, figuras, en fin queríamos saber ese pedacito de historia, junto con él comunero nos dirigimos al lugar donde se encontraron las vasijas, primero nos enseñó unas tumbas antiguas en donde según la historia era el lugar donde sembraban a nuestros antepasados, continuamos hacia el lugar donde encontraron las vasijas, allí actualmente se encuentra una huerta Tul.
 
Descendíamos y cada vez más nos alejábamos de la vereda El Porvenir y nos acercábamos al Tablazo, lugar donde nos esperaba la más bonita de las experiencias; al llegar nos recibió Danilo Méndez, guardia indígena quien muy amablemente nos dio alojamiento; en la noche fuimos a la casa de la familia Méndez Secue, una fuerte energía nos invitó a pasar, era la madre de la familia quien nos manifestó con gran alegría el estar compartiendo con ellos, que para ella es muy confortable ver como después del asesinato de su hijo el mayor Salatiel Méndez Secue, aún continúan llegando personas que al igual que nosotros quiere conocer y llevarse consigo la vida de resistencia y el camino trazado por él. 
 
 
Brindamos con Cxawaswa antes de entrar a la casa. Cada uno al ingresar ocupó un puesto ansioso de conocer los relatos de la familia, la mamá nuevamente agradeció la compañía y nos empezó a hablar del mayor de sus hijos, conocimos que Salatiel Méndez desde niño defendió los principios de la madre tierra, el respeto por ella, la importancia de cultivar a huerta Tul con cultivos propios para no depender de quienes buscan despojarnos, conservar nuestras tradiciones, en fin… defender el Wët Wët fxi’zenxi. Por eso venía liderando, dentro del Comité de Análisis del Tablazo, los proyectos: El Centro de Investigación de la Cosmovisión Nasa, Producción, Etnoeducación y Centro de Atención en Casos de Desorden Natural o Conflicto Armado. 
 
 
Las palabras con la que los padres de la familia  nos conmovieron y la seguridad con la que decían que camino trazado por su hijo, era necesario continuarlo para que la luz de su resistencia no se apagará, nos llenó de alegría, nos motivó a continuar con el legado que el nasa pal Álvaro Ulcué Chocué y Salatiel Méndez trazaron en nuestras comunidades: ‘’Defender la sabiduría de Nuestra Madre Tierra’’. 
 
 
El último día del recorrido nos dirigimos hacia la Cascada Santa Bárbara, un grupo de Kiwe Tegnas liderados por Daniel Méndez, Manuel Méndez y el mayor Aristides nos acompañaron, antes de salir abrimos camino brindando con Cxawaswa a los Ksxaw’s (espíritus mayores), llegamos y nuevamente brindamos para pedir permiso a la cascada y así continuar el camino, nos refrescamos con la brisa que ella brindaba, de esta manera continuamos hasta llegar a una Cueva en donde Manuel Méndez nos relató la siguiente historia: “habían dos caciques uno que defendía la sabiduría ancestral y otro quien lo contradecía, en ese lugar se citaron a un duelo y en ese lugar murió el cacique que defendía los principios de la madre tierra”. Esta historia Salatiel Méndez siempre la tomaba de referente y preguntaba ¿Cuál de los dos gano? a cualquiera que le preguntaran diría que fue quien contradecía los principios ancestrales, pero Salatiel diría que el vencedor fue quien defendía a la madre tierra ya que este murió por defenderla, fue tanto el amor que entrego su vida por ella.
 
 
 
Es emocionante conocer, saber quién es Salatiel Méndez, él sin duda es una persona que perdurará por siempre en la lucha, en cada uno de los corazones de quienes tenemos la oportunidad de compartir esta experiencia. Como diría el Nasa Pal “El cuerpo muere pero el espíritu sigue vivo dentro de la comunidad’’.
 
 
 
Para finalizar el recorrido visitamos la reserva, un sitio donde Salatiel motivó a conservar nuestras plantas, árboles propios, un sitio donde se conserva el agua. Manuel nos guió hacia un lugar donde Salatiel construiría una maloca, un sitio para nuestros sabios espirituales, más adelante se hallaba la casa medicinal otro proyecto que impulsaba Salatiel para que las y los comuneros no dependiéramos de medicamentos occidentales que desequilibran nuestro cuerpo, por esta razón también la familia impulsó lo que hoy en día es el vivero y el Tul Nasa una iniciativa que dejó Salatiel y que la familia junto a la comunidad decidieron darle forma. 
 
 
Para llegar a estos lugares Caminamos por montañas que nos mostraban el esplendor de Uma Kiwe, sin importar el cansancio y deseosos de sorpresas regaladas por la naturaleza supimos que a veces para ver de cerca, hay que pararse lejos, y así contemplar las grandes riquezas que día a día nos brinda nuestra Mama Kiwe, hasta encontrar, este arraigo con la Madre Tierra será para cada uno de nosotros un primer paso hacia la historia, hacia la resistencia que haremos en contra de quienes quieren despojarnos, hacia la defensa que como Pueblo Nasa es lo más sagrado, ¡Sí! ella, Nuestra Uma Kiwe. Una madre a la cual hijos como Salatiel, Álvaro Ulcue y otros han dado su vida defendiéndola y los cuales como semilla se han multiplicado para continuar caminando la palabra de nuestros Mayores.
 
 
 
Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa – Colombia
 

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