Hugo Blanco: Paro general en La Convención

Hugo Blanco regresa a la Convención, donde asumiera hace más de 50 años, con organizaciones campesinas la lucha que dio lugar a la Reforma Agraria. Hugo, autor de los libros Tierra o Muerte, escrito en la cárcel de El Frontón y Nosotros los Indios y Fundador-Director del Periódico Lucha Indígena, acompañó esta movilización de la que hace un recuento mientras sienta su análisis y posición. Así Sí

 

Perú

Paro general en La Convención

 

El Paro General de la provincia comenzó el día 28 de agosto.

Aunque la declaración del paro se hizo por una serie de demandas, los puntos más sentidos por la población fueron dos, voceados enérgicamente por los manifestantes: la redistribución del canon pagado por la explotación del gas y la corrupción en su manejo por los municipios.

La redistribución .- Hace retroceder gravemente el proceso de descentralización del país, pasando 20% del canon por la explotación del gas que afecta ecológicamente a la provincia, al gobierno central y otro porcentaje al gobierno regional (departamental).

La corrupción de los municipios en el manejo del canon .- Es notable el análisis que hace de la corrupción Henry Farfán, el dirigente de Tierra y Libertad de La Convención. La expongo en forma casi literal:

El alcalde, cuando piensa en una obra, no es porque el pueblo la necesite, sino porque proyecta un nuevo robo.

Para comenzar, sobrevalora el costo de la obra desde la formulación del perfil, eleva en forma astronómica el costo de los materiales y la cantidad de mano de obra requerida. Si una bolsa de cemento cuesta 28 soles, en el perfil aparece el costo de 80 soles. Si se requieren 200 bolsas, señalan la necesidad de 1,500. Si se necesita 40 obreros, en el proyecto indican que se requiere 300. Así, la obra termina costando 1’800,000 soles.

Ponemos como ejemplo la refacción de la Plaza de Armas de Quillabamba, capital de la provincia, que debía costar 700,000 soles y terminó costando más de 5’900.000 de soles hasta donde se sabe,

Luego de comenzada la obra, a los dos meses, los alcaldes ya están pidiendo la ampliación presupuestal.

La compra de materiales se hace de empresas de los allegados a los alcaldes y regidores.

Ningún órgano de control (Órgano de Control Institucional, Órgano Regional de Control Interno, Contraloría General de la República) funciona. Las denuncias a la Fiscalía no prosperan, jamás esta institución investiga (ya sabemos la corrupción de ella a nivel nacional), ya que el Fiscal tiene camionetas y maquinaria pesada alquiladas al municipio y sus familiares trabajan en los municipios ganando elevados sueldos.

Desarrollo del Paro

 Desgraciadamente el paro, aunque es fuerte, no tuvo la contundencia de otras veces.

En la ciudad de Quillabamba la multitud conformada por los trabajadores urbanos y los campesinos venidos del interior de la provincia, recorre diariamente las calles, desde la madrugada hasta la noche, portando las banderas del Comité Central de Paro, de las federaciones provinciales de campesinos y de trabajadores urbanos, del sindicato de profesores, de los sindicatos de mercados. El almuerzo colectivo es preparado con los aportes de alimentos venidos del campo y de los trabajadores de mercados.

La alcaldesa de Quillabamba, Fedia Castro, por supuesto, está furiosamente en contra del paro que denuncia su corrupción, se pronunció por radio rabiosamente contra mi apoyo a él, ordenó que la policía abriera a la fuerza los mercados e interviniera violentamente contra los manifestantes, lo que afortunadamente, la policía no hizo. Se comprende su actitud, pues la multitud, en su recorrido por las calles, a voz en cuello, la denuncia como corrupta.

Los últimos informes, hoy día, 2 de setiembre, indican que los dirigentes viajaron a Lima a conversar con los representantes del gobierno, que la multitud tomó el municipio del distrito de Echarate (en cuya jurisdicción se extrae el gas y por lo tanto recibe más dinero). Algunas organizaciones de transportistas manifestaron su apoyo al paro.

Nuestra posición

Cuando la prensa local nos entrevista a los compañeros de Tierra y Libertad o a mí, manifestamos que, además de reiterar que es la población organizada quien debe elaborar el presupuesto municipal, como se hizo en Limatambo, la ley debiera señalar la fiscalización de la ejecución de obras a lo largo de su desarrollo por las organizaciones populares existentes: Federaciones de Campesinos, Federaciones de Trabajadores que incluyen a los trabajadores de mercados, Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación (SUTE), juntas vecinales y frentes de defensa, colegios p rofesionales como el colegio de ingenieros, el colegio de abogados, y otras. 

La campaña de Tierra y Libertad

En primer lugar aclaro que mi participación en la campaña electoral de Tierra y Libertad en Cusco es de mi exclusiva responsabilidad, no todo el colectivo de “Lucha Indígena” está de acuerdo con ella.

Entre mis principios políticos está el señalamiento de que cualquier acción conjunta debe darse por principios programáticos. Tierra y Libertad de La Convención tiene el principio programático de que la administración municipal debe ser ejercida, a través del alcalde, por la población organizada; como lo fue, ejemplarmente, la administración del distrito de Limatambo por el dirigente de Tierra y Libertad Cusco, el compañero Wilbert Rozas.

Se entiende que como no toda la población de los distritos de La Convención está organizada, la primera tarea será organizarla. Naturalmente, si el alcalde electo no cumple con dicho principio, Tierra y Libertad y yo, lo denunciaremos por su traición, como lo hacemos ante cualquier compromiso político no cumplido.

El mes de agosto participé en la campaña en los distritos de Echarate, Maranura y Q’ellouno. Quedé impresionado por la claridad política de la exposición del candidato de Maranura y por la capacidad organizativa del candidato de Q’ellouno.

Mi presencia

Mi presencia en Quillabamba durante el paro me sacudió el alma. Era el retorno a los inicios de los años 60 en que combatíamos en la realización de la primera reforma agraria del Perú. Me encontré con combatientes viejos como yo y con jóvenes y adultos que supieron por sus mayores de nuestra lucha. Fue un abrazo cariñoso por ambos lados.

En las asambleas del Comité Central de Paro me invitaban a estar en la mesa de dirección y a que tomara la palabra. En los recorridos por las calles hicieron que participara de quienes sostenían la banderola del Comité Central de Paro o de la Federación Provincial de Campesinos de La Convención y Lares (hoy Yanatile), mi organización.

Me invitaron a que diera una charla en el SUTE, la organización de los profesores.

Los folletos que vendía sobre la primera reforma agraria del Perú, realizada por el campesinado organizado de La Convención, volaron, no quedó ni uno, como tampoco quedó ningún periódico “Lucha Indígena”, ni el folleto escrito por los compañeros Claudia Palomino y Roberto Ojeda sobre la construcción de un nuevo mundo que realizan los indígenas zapatistas de Chiapas, México.

Me sentí renacer con los abrazos combatientes y cariñosos de los convencianos de antes y de ahora.

Hugo Blanco Galdós

 

 

Rebelión

2014-09-03

 

http://rebelion.org/noticia.php?id=189221

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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