23-E Declaración Política: Contra el gobierno de Maduro y contra el golpismo de la derecha alentado por el imperialismo. Luchemos por una salida propia de los trabajadores
Luego de la publicación de esta nota nos enteramos de que Juan Gerardo Guaidó Márquez, Presidente de la Asamblea Nacional Venezolana se proclamó, siguiendo el libreto preparado, Presidente de Venezuela. Maduro quien había perdido toda legitimidad por su cuenta y con mañas de opositores y golpistas, había asumido la Presidencia tras elecciones ilegítimas el pasado 10 de enero. EEUU, el Grupo de Lima, con el liderazgo de Colombia y Brasil ya habían anunciado (guión programado) que reconocerían a Guaidó Presidente, que cerrarían cuentas y apoyos a Venezuela y que sacarían sus representaciones diplomáticas. Maduro hará lo que le queda y seguirá el guión prescrito para fomentar la guerra: perseguirá a Guaidó y se iniciará la guerra que, según se lo proponen, como en Siria, habrá de involucrar Rusos, Turcos de un lado y la OTAN del otro y se extenderá por el continente haciendo que pueblo mate pueblo. Ante los hechos, más valor tiene aún lo que acá compartimos y publicamos. Al pueblo lo salva el pueblo y no lo representa nadie, ni en Venezuela ni en ningún lugar del mundo. Nu Golpistas, ni Maduro…VIVA EL BRAVO PUEBLO. Pueblos en Camino
Hoy 23 de enero es una fecha de significación profunda para el pueblo y la historia de Venezuela. Mientras se viene impulsando la xenofobia contra quienes se han visto en la obligación de desplazarse por todo el continente para sobrevivir ante la catástrofe social, económica y política de ese país, mientras se viene promoviendo la guerra por parte de la renovada y rancia maquinaria imperial liderada por EEUU (hoy Trump) y en cabeza de Duque-Uribe desde Colombia y Bolsonaro desde Brasil con el apoyo del Grupo de Lima, mientras se vienen involucrando en apoyo al gobierno de Maduro, como la Siria de Bashar Al-Assad Rusia y Turquía por intereses ego-estratégicos y económicos, mientras el país lo entrega a pedazos el gobierno encubriendo sus vínculos profundos y directos con el capital transnacional financiero y extractivista con discursos revolucionarios y de izquierda, mientras los levantamientos, hoy desde barrios populares y no sólo desde esa perversa oposición de derecha gestora de este caos que hoy reclama «democracia», mientras, en fin, se recluta no sólo a las y los Venezolanos a uno y otro bando del capital que se va a servir de la guerra para reactivar el crecimiento económico, eliminar lo que le sobra de población y capital y hacerse a recursos deshaciéndose de Venezuela, aparecen declaraciones como la que acá compartimos, desde la clase trabajadora que exponen con claridad la consciencia de un pueblo harto de quienes se sirven de sus luchas y necesidades para enriquecerse matándolos, expulsándolos y reclutándolos mientras los empobrecen y destruyen sus territorios y comunidades. Es la «Emergencia de un Nosotros» y Nosotras que tiene profundas raíces y una larga historia de lucha y resistencia, empezando por los pueblos indígenas. Hoy 23 de Enero, pretenden impulsar la guerra de pueblo contra pueblo para los intereses del capital. Hoy mismo, un pueblo que va despertando para luchar por su propia causa, la que llevó a Chávez al poder, declara que retoma su camino y nos convoca a sumarnos. Nadie representa a los pueblos, sino los pueblos mismos que (re)emergen en insurgencia. El pueblo Pemón, siguiendo los pasos del Pueblo Yukpa y al asesinado Sabino Romero convoca a la Confederación Democrática de los pueblos tejidos al territorio para poner fin a esta historia de despojo rentista. Mientras así habla este abajo y a la izquierda, hay quienes siguen respaldando la burguesía izquierdo-parlante que ha perdido el rumbo. Ni golpismo de derecha, ni un gobierno entreguista y autoritario. ¡Viva el BRAVO PUEBLO! ¡Así Sí! Prácticas y Saberes. Pueblos en Camino
23-E Declaración Política:
Contra el gobierno de Maduro y contra el golpismo de la derecha alentado por el imperialismo. Luchemos por una salida propia de los trabajadores
El pueblo venezolano tiene razones de sobra para salir a protestar contra este gobierno y para no querer que siga más, la mayoría de la clase obrera y los sectores populares repudiamos este gobierno que no nos ofrece más que continuar con la miseria, la represión, la corrupción desbordada y la entrega “controlada” de los recursos del país al capital transnacional. Un gobierno que se sostiene no por el apoyo del pueblo, sino mediante la proscripción, el fraude y el respaldo de las FF.AA., incluyendo el encarcelamiento de trabajadores por luchar. Por eso lo enfrentamos y lo seguiremos enfrentando.
Sin embargo, una cosa son los intereses del pueblo trabajador que no aguanta más esta situación, y otra muy distinta los intereses que mueven a la oposición, sus partidos y el imperialismo estadounidense, quien ha dado pasos cada vez más abiertos hacia un injerencismo golpista, llamando directamente a los militares a derrocar a Maduro y a reconocer un nuevo gobierno alrededor del presidente de la Asamblea Nacional.
Por eso, quienes siempre fuimos oposición por izquierda a Chávez (y luego a Maduro) luchando por la independencia política de los trabajadores, sostenemos que a la clase obrera, la juventud y las mujeres, que padecemos la actual tragedia social, también nos sobran razones para rechazar ser furgón de cola de quienes pretenden escalar en las espaldas del descontento popular para encaramarse en el poder y ser ellos quienes nos descarguen la crisis y la represión. El plan político y económico de esta oposición es para seguir haciendo pagar al pueblo la crisis y seguir usando la fuerza autoritaria del Estado contra las luchas.
Ante la persistencia de una crisis tan severa que no parece tener fin, un gobierno que responde con autoritarismo a cualquiera que se le oponga, incluyendo trabajadores y comunidades populares, y sin ninguna otra alternativa política, el descontento popular tiende a mezclarse con los llamados de la oposición. Sin embargo, estamos en presencia de un episodio más de la pugna entre dos bandos reaccionarios, donde cada cual intenta usar al pueblo como simple base de maniobra para sus intereses, aprovechando la ausencia de una intervención con fuerza y de manera independiente de los trabajadores y el pueblo pobre.
Además del desastre de las políticas económicas del gobierno de Maduro y su autoritarismo, el pueblo trabajador padece el “totalitarismo” de los empresarios: su interés de rentabilidad se impone por sobre cualquier cosa, el alza de los precios que castiga sin piedad a los trabajadores y consumidores, los despidos o cierres de empresas que dejan en la calle a miles de padres y madres de familia, todo eso lo padecemos, pero esta oposición que llama al pueblo a apoyarla este 23-E dice que los capitalistas privados deben poder hacer cuanto les venga en gana con los precios, los puestos de trabajo y los trabajadores.
A la derecha le facilitan su demagogia democrática el giro cada vez más autoritario del régimen político encabezado por Maduro, y el hecho que después de casi 15 años pudo volver a tener mayoría de votos, pero durante todo ese período que no la tuvo, de igual manera no ahorró intentos de hacerse con el poder por la fuerza, usurpando ella la tan mentada soberanía popular.
¿Acaso no impulsaron junto con generales, empresarios y el gobierno de los EE.UU. un golpe de Estado en 2002, contra un presidente que evidentemente contaba con el respaldo mayoritario del pueblo? ¿No nos impusieron al jefe de los empresarios (Fedecámaras) como “Presidente” cuando nadie había votado por él? ¿Acaso ese intento de dictador no derogó de un plumazo la Constitución, los poderes públicos y la AN del momento, tan electa por voto popular como la actual? Todo eso ante el aplauso de los mismos que hoy dirigen la oposición.
Estos mismos partidos continuaron su ofensiva contra la voluntad mayoritaria del pueblo, aupando con todo a los militares golpistas que se “rebelaron” en plaza Altamira para que no los juzgaran por el golpe de abril y propiciaban de hecho un nuevo golpe militar; así como impulsando con los empresarios, las transnacionales y el gobierno de los EE.UU. el paro patronal y sabotaje petrolero de dos meses, buscando derrocar así a Chávez.
Guaidó, la AN y los EE.UU. quieren una “transición” tutelada por estas mismas FF.AA.
La derecha cesó en sus intentos de arrebatar el poder por la fuerza solo circunstancialmente cuando fueron derrotados una y otra vez, pero ni bien tuvieron ocasión han vuelto a poner en el centro de su estrategia el llamado a que los militares depongan a Maduro. En el 2017, ya ante un gobierno cada más vaciado de apoyo popular, producto sobre todo de la profunda crisis económica, en su ofensiva para sacar a Maduro volvieron a tener política para que los militares tomaran las riendas de la situación sacando a Maduro.
Hoy lo vuelven a hacer, con el agravante que se apoyan en que públicamente tanto Trump como altos funcionarios de su gobierno llevan meses declarando que si los militares venezolanos tumban a Maduro contarán con el apoyo de los EE.UU. Esta “democrática” oposición se sirve de este descarado llamado a un golpe militar por parte de la principal potencia militar del mundo, y el recién estrenado presidente de la AN, el “demócrata” Guaidó, ha recargado sus llamados a los militares para que intervengan en su favor contra Maduro. “No pretendemos dividir a la Fuerza Armada, la queremos unir en un solo cuerpo respetable”, dice, “los necesitamos para la transición” y los llama a ponerse al frente para “restablecer el orden”.
Así, el que Maduro se sustente hoy en las FF.AA., que prácticamente “co-gobiernan” con él, y estos llamados de la derecha a una rebelión militar o golpe, con el respaldo abiertamente intervencionista del imperialismo estadounidense, muestra cómo ambos bandos avalan el rol de “árbitros” de los militares en la definición de los destinos del país, e intentan usarlo para sus respectivos objetivos. Es claro que la derecha no quiere desmantelar este aparataje militarista represivo, sino que quiere una transición tutelada por estas mismas Fuerzas Armadas, es falsa su pose “contra el autoritarismo”.
Y por eso les ofrecen amnistía a quienes se levanten en armas contra Maduro, la derecha no tienen problema en garantizarle impunidad a estos militares represores y corruptos siempre y cuando la ayuden a volver al poder.
Volver al poder de la mano del imperialismo, los militares y los gobiernos represores de la región
En estos momentos el equilibrio de Maduro es tan precario y tan grande el hastío del pueblo con la situación que se vive, que la desesperación popular lleva a amplios sectores a tener incluso simpatías por un posible golpe de mano de los militares que saque a Maduro. Es producto de la encerrona a que conducen la situación sin intervención independiente del movimiento obrero, donde todas las salidas a la vista son opciones reaccionarias.
Sobre esta realidad se monta la actual ofensiva de la derecha, cuya fuerza fundamental no es la del movimiento obrero y popular, sino la de los gobiernos de derecha de la región, que llevan adelante ataques económicos y represivos contra sus pueblos, y sobre todo, la del imperialismo gringo que abiertamente llama a darle un golpe a Maduro. Es tan directa la intervención imperialista en la definición de los destinos de Maduro y del país, que el gobierno de Trump se pronuncia abiertamente a favor de la movilización convocada por la oposición este 23-E.
Las movilizaciones de la oposición no son en función de las necesidades de los trabajadores y sectores populares, sino de “soluciones” totalmente proempresariales y profundizar la dependencia nacional y el saqueo a expensas del pueblo.
La oposición se monta sobre el descontento popular, pero el programa económico que quieren aplicar también hará que el pueblo siga pagando la crisis.
La política reaccionaria de Maduro de desmontar conquistar laborales, derechos adquiridos durante décadas de lucha, le adelanta parte del trabajo a un eventual gobierno de la oposición, porque esta, a tono con Fedecámaras, considera que los trabajadores tienen “muchos” derechos que “obstaculizaban” la “libre iniciativa” empresarial. Por eso exigen echar abajo la inamovilidad laboral y toda una serie de derechos que, si bien con la ofensiva antiobrera del gobierno han quedado en letra muerta, la derecha quiere que se eliminen de las leyes.
La realidad más estructural sobre la que se monta la actual crisis es la bancarrota del capitalismo dependiente y rentístico, los males del capitalismo venezolano se elevaron a la potencia bajo el chavismo y el país está quebrado, arruinado. La deuda externa no solo siguió desangrando al país, destinando miles de millones dólares a engordar las cuentas del capital financiero internacional, sino que creció exponencialmente, el país está endeudado hasta el cuello. En paralelo, volvió a operarse un saqueo histórico de la renta petrolera, una descomunal transferencia de renta pública a manos privadas (que algunos calculan en 500 mil millones US$) dejó al país en ruinas.
Ahora bien, tras los llamados a la “libertad” y la “democracia” que hace la oposición para este 23-E, está el apoyo a un programa económico que plantea como “solución” a esta realidad, mayor endeudamiento externo y penetración del capital imperialista, es decir, con más dependencia nacional. En ese sentido no es muy diferente de lo que hace y propone el gobierno, solo que mientras el gobierno mira preferentemente hacia China y Rusia, la derecha prefiere que el endeudamiento y entrega sean con el FMI y el capital de las potencias occidentales.
De cualquier manera, como tanto el gobierno como la derecha naturalizan el saqueo de la renta, ninguno se propone una repatriación forzada de todo lo que se fugó ni disponer de las propiedades en el país de los responsables, sino que ven como “única” salida profundizar el endeudamiento nacional y la entrega al capital extranjero.
Adicionalmente la derecha plantea, dentro de su programa “liberal”, una ofensiva de privatizaciones y re-privatizaciones de empresas públicas y tierras, “reducir el tamaño de la administración pública” aplicando despidos masivos en el sector público, aumentar los costos de los servicios públicos (o privatizarlos), y reducir el gasto público. Rebajar impuestos a los empresarios (más de lo que ya hoy hace Maduro) también es parte del plan. En general, busca darles más poder a los capitalistas privados criollos y extranjeros, en desmedro del control y negocios que tiene hoy la casta corrupta y parasitaria mediante la administración de empresas públicas y áreas de la economía.
La alternativa es la movilización obrera y popular independiente
Es falso que la oposición quiera un gobierno con amplias libertades para el pueblo. Por eso aun controlando la AN no ha derogado las leyes heredadas de Chávez que criminalizan las luchas obreras y populares, sino que las ha preservado, demostrando que solo le preocupan la restricción de las libertades democráticas en cuanto le obstaculizan su propio camino al poder, pero no cuando golpean las luchas de los de abajo. Por eso busca apoyarse en una transición tutelada por estas mismas FF.AA. represoras. Por eso su apoyo fundamental está en el abierto intervencionismo sobre el país de la principal potencia imperialista.
Esta oposición que nos llama a protestar “por la libertad y la democracia” este 23-E, se prepara para ser ella quien aplique medidas anti-obreras y anti-populares y reprimir el descontento social, con estas mismas Fuerzas Armadas.
Como hemos insistido, con Maduro y el régimen actual no hay salida, pero debe ser el pueblo trabajador quien expulse a Maduro, con sus propios métodos de lucha, no que el descontento popular sirva como base de maniobras para que, apoyados en el intervencionismo de los EE.UU. y alguna movida militar, escalen al poder quienes siempre gobernaron el país, cuyo programa económico no tiene nada que ver con las demandas obreras y populares sino con las necesidades del empresariado, el capital financiero internacional y las potencias imperialistas de occidente. Por eso decimos categóricamente que sólo el pueblo trabajador debe ser quien saque a Maduro.
Desde el año pasado se viene desarrollando un importante “despertar” de las movilizaciones de la clase obrera, así como se hacen cada más presente las protestas en los sectores populares por el desastre de los servicios. Extender y desarrollar con fuerza estas movilizaciones, con nuestras propias demandas y exigencias contra el gobierno y los empresarios, de manera totalmente independiente de esta oposición, con nuestros propios métodos de lucha, debe ser el camino a seguir.
Luchando por imponer con la movilización un programa de emergencia obrero y popular de cara a las necesidades de los trabajadores y el pueblo. Un plan que no puede sino en ruptura con la dependencia nacional, con el imperialismo y los intereses capitalistas, y que por tanto se opone por el vértice tanto a los planes de este gobierno antiobrero, represor y entreguista, como de la oposición proempresarial y proimperialista.
Desconocimiento de la fraudulenta deuda externa y repatriación obligada de capitales, confiscación de los bienes de quienes saquearon al país, para disponer de esos recursos para las necesidades urgentes del pueblo y del país. Respeto íntegro a los contratos colectivos y un salario igual a la canasta básica indexado según la inflación, combinado con un verdadero control de los precios ejercido directamente por los trabajadores y las comunidades, con delegados electos por las bases democráticamente en los lugares de trabajo y las comunidades, que pongan más de conjunto la producción y la distribución bajo el control verdadero del pueblo, sin burócratas del gobierno ni militares. Reincorporación de todos los despedidos, rechazo a los despidos tanto en el sector público como en el privado, ocupación y producción bajo control obrero –sin militares ni el gobierno– de toda empresa que despida o amenace cerrar. Libertad para los trabajadores presos por luchar y anulación de los juicios a trabajadores, campesinos y todos los que enjuiciados por protestar. Disolución de la GNB y demás organismos encargados de reprimir la protesta obrera y popular.
Solo mediante la movilización combativa de los trabajadores y el pueblo se puede imponer un programa de este tipo, en la perspectiva de la lucha por un gobierno propio de los trabajadores, sustentado en las organizaciones de lucha que se den las masas, el único que puede dar una respuesta de fondo favorable a las necesidades de las mayorías del país.
Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS)
La Izquierda Diario
Miércoles 23 de Enero
La Izquierda Diario
http://www.laizquierdadiario.com/Contra-el-gobierno-de-Maduro-y-contra-el-golpismo-de-la-derecha-alentado-por-el-imperialismo
Excelente obervación Sub , pero se le olvidó decir que la crisis del siglo XXI, fue gestada 10 años antes por los «neo izquierdistas de siglo XXI » que con un pensamiento neoliberal usurparon las luchas sentidas de américa, entre esos Correa , Evo, Kishner, etc.
Esa seudo izquierda fue peor que la derecha . Porque como decia Brecht «El que niega la verdad es un ignorante, pero el que conociendo la verdad la niega , ese es un criminal «
Gracias Juan Pablo…y además tienen la arrogancia no sólo de no asumir lo que han hecho, sino que además, a quienes reconocemos esa «izquierda» como derecha izquierdo-parlante, nos dicen «ni…nis» porque al no estar ni con los gobiernos progres ni con los golpistas, por «indefinidos» ayudamos a los golpistas. Según esta mantra, lo único posible es sumarnos a la izquierda esa. Los que no se definen por los pueblos, con los pueblos y contra el capital son ellos, que nos reclaman la complicidad hasta la muerte con esa traición de quienes conociendo la verdad no sólo la niegan sino que sacan ventajas de esta y mandan al pueblo al hambre y luego a dar la vida por sus privilegios.